Teoría de la exposición selectiva
La idea básica
En la era de las redes sociales, es fácil crear un flujo personalizado de contenidos en función de las cuentas o hashtags que sigas. En Twitter, puedes incluso bloquear palabras concretas para que no aparezcan en tu feed. Esto puede ser beneficioso para las personas sensibles a determinados temas y aislarlas de mayores perjuicios. Pero también puede ser perjudicial: algunos usuarios pueden abusar de esta función ocultando cualquier cosa que no coincida con sus creencias. Por ejemplo, alguien que apoya el consumo de carne y productos animales podría llegar al extremo de ocultar palabras como "vegano" o "vegetariano". Ocultar estas palabras no les aporta ningún beneficio, y les impide encontrar opiniones que difieran de las suyas.
Al optar por centrarse en la información que apoya sus creencias, nuestro carnívoro está mostrando una exposición selectiva. He aquí tres principios fundamentales de la exposición selectiva, utilizando a nuestro amigo carnívoro como ejemplo:
- Evitación de información incongruente: cuando el carnívoro evita la información que es incongruente con sus creencias.
- Percepción selectiva: cuando el carnívoro no percibe la información con la que no está de acuerdo o intenta reinterpretarla para que encaje con sus creencias.
- Retención selectiva: cuando el carnívoro olvida cualquier información que retrata el veganismo de forma positiva, pero recuerda la información que retrata el veganismo de forma negativa.