Procrastinación

La idea básica

¿Alguna vez te has visto desesperado por terminar una tarea antes de que se acerque la fecha límite y te has preguntado por qué no empezaste antes?

A menos que siempre te pongas a trabajar en cuanto te sientas a la mesa, lo más probable es que hayas sido víctima de la procrastinación. La procrastinación no consiste simplemente en posponer las cosas. A menudo caemos en la tentación de acometer pequeñas tareas de poca importancia que no deberían ser prioritarias antes de empezar las más grandes e importantes. Algunas formas comunes de procrastinación son limpiar el apartamento o reorganizar el escritorio. A pesar de saber que tenemos que ponernos manos a la obra, a menudo encontramos formas de distraernos.

La procrastinación no es lo mismo que la pereza. En lugar de inactividad, la procrastinación hace que hagas otra cosa antes de lo que es más importante o urgente.1 Aunque es una trampa increíblemente común -el profesor de ciencias del comportamiento Piers Steel ha dicho que el 95% de las personas procrastinan en algún grado1 - nos hace increíblemente ineficientes.

Mi consejo es que nunca hagas mañana lo que puedas hacer hoy. La dilación es el ladrón del tiempo.


- Charles Dickens, en David Copperfield2

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Términos clave

Gratificación instantánea: el deseo de sentir placer u obtener una recompensa sin demora. Puede hacernos procrastinar porque queremos sentir placer de inmediato, lo que probablemente signifique hacer algo distinto de la tarea importante que tenemos entre manos.

Brecha de empatía: similar a la gratificación instantánea, la brecha de empatía sugiere que tendemos a tomar decisiones que satisfagan nuestras emociones actuales, en lugar de nuestro estado de ánimo previsto a largo plazo. Si sentimos aversión por una tarea, es probable que la evitemos para mejorar nuestro estado de ánimo a corto plazo en lugar de centrarnos en nuestros objetivos a largo plazo, porque no nos damos cuenta de que nuestras emociones actuales nublan nuestro juicio.

Precompromiso: una estrategia que puede ayudar a evitar la procrastinación bloqueando las tentaciones que distraen. Por ejemplo, aplicaciones como Block Site bloquean los sitios web y las notificaciones que distraen durante un periodo de tiempo determinado, bloqueando así una posible causa de procrastinación.

Sesgo de proyección: sugiere que sobrestimamos hasta qué punto nuestros deseos y objetivos futuros coincidirán con nuestros deseos y objetivos presentes. Si empezamos el día llenos de energía, podemos pensar que está bien dejarlo para más tarde y posponer una tarea más importante, creyendo que seguiremos teniendo el mismo nivel de motivación al final del día. A menudo no es así, por eso es importante abordar primero nuestras principales prioridades.

Bikeshedding: tendencia a dedicar una cantidad desproporcionada de tiempo a tareas triviales y dejar de lado tareas más importantes. El bikeshedding es una forma de procrastinación y se produce porque es más fácil completar pequeñas tareas que abordar otras más complejas.

Historia

Etimológicamente, el término procrastinación procede del verbo latino "procrastinare", que significa dejar para mañana. También se remonta a la antigua palabra griega "akrasia", que significa hacer algo en contra de nuestro buen juicio.3

Es difícil precisar con exactitud quién fue el primero en investigar o acuñar la procrastinación. Lo más probable es que, desde que el ser humano existe, hayamos encontrado una forma u otra de procrastinar.

Se cree que una de las primeras iteraciones de la procrastinación fue proclamada por el antiguo poeta griego Hesíodo. En un poema titulado "El trabajo y los días", Hesíodo aconseja a su hermano que deje de aplazar sus obligaciones después de malgastar su herencia. Su poema reza así: "No dejes tu trabajo para mañana y pasado mañana; porque el trabajador perezoso no llena su granero, ni el que aplaza su trabajo... el hombre que aplaza el trabajo siempre está a punto de arruinarse".4

A lo largo de los siglos, se ha hecho referencia a la procrastinación en poemas, cartas y obras de teatro, lo que demuestra su ubicuidad. A medida que la ciencia del comportamiento se hizo más popular a finales del siglo XX, se llevaron a cabo más investigaciones formales sobre la procrastinación. Uno de los primeros libros académicos que abordó un examen en profundidad de la procrastinación fue Overcoming Procrastination, de los psicólogos Albert Ellis y Bill Knaus, en 1977.5 La pareja examinó específicamente la procrastinación de los estudiantes universitarios, y afirmó que el 95% de los estudiantes procrastinan.5

La psicóloga sanitaria Laura Solomon y la profesora de estudios sobre la mujer Esther Rothblum, inspiradas por Ellis y Knaus, procedieron a confirmar la frecuencia con la que procrastinan los estudiantes universitarios, así como a examinar las razones por las que lo hacen. Descubrieron que las razones más comunes eran el miedo al fracaso, la aversión a la tarea y la pereza. Entre los motivos menos comunes se encuentran la asunción de riesgos, la rebeldía y la dificultad para tomar decisiones.5

Personas

George Loewenstein

La economía tradicional predice el comportamiento humano como si los seres humanos actuaran racionalmente. Sin embargo, la procrastinación es un comportamiento irracional. En 1991, el economista conductista George Loewenstein sugirió que el comportamiento del consumidor no sólo está influido por preocupaciones racionales a largo plazo, sino también por preocupaciones emocionales a corto plazo. Loewenstein utilizó el término "incoherencia temporal" para sugerir que tendemos a valorar más las recompensas inmediatas que las futuras. Por eso, cuando una gran tarea nos parece desalentadora, tendemos a centrarnos en pequeñas tareas que podemos realizar inmediatamente para sentirnos productivos. Estas pequeñas tareas suelen ser más agradables, por lo que nos centramos en ellas para recompensarnos en lugar de en nuestros objetivos a largo plazo.6

Matthew Rabin y Ted O'Donoghue

Estos pioneros de la ciencia del comportamiento no estaban de acuerdo con la idea de la incoherencia temporal. Sugirieron que lo que nos hace procrastinar es el deseo de retrasar un coste, más que el deseo de satisfacer un placer a corto plazo. Afirmaron que el deseo de retrasar un coste, como soportar una tarea desagradable, es mayor cuanto más cercano (en el tiempo) está el coste. Denominaron a esta idea "sesgo del presente", y sugirieron que las personas tienden a procrastinar si las acciones implican costes inmediatos.7

Dianne Tice y Roy Baumeister

En 1997 se debatió si la procrastinación era siempre un obstáculo o si podía movilizarse como herramienta. Los psicólogos Tice y Baumeister realizaron un estudio en el que examinaron el rendimiento académico, el estrés y la salud de los estudiantes a lo largo de un semestre. Los investigadores descubrieron que, en un principio, la procrastinación parecía ser beneficiosa. Por un lado, los estudiantes que procrastinaban sentían niveles más bajos de estrés a corto plazo, probablemente porque realizaban actividades más placenteras. Sin embargo, a largo plazo, estos estudiantes declararon más estrés y enfermedades, y sacaron peores notas.8

José Ferrari

Uno de los principales investigadores de la procrastinación. Ferrari distinguió entre personas que procrastinan (un hábito ocasional) y procrastinadores (personas que procrastinan todo el tiempo), e identificó una categoría de personas conocidas como "procrastinadores crónicos". Descubrió que el 20% de las personas consideradas procrastinadoras crónicas procrastinan en todos los ámbitos de su vida: el trabajo, la escuela, el hogar, las relaciones e incluso su tiempo libre.9 Sugirió que estas personas padecen algo parecido a una enfermedad, más que deficiencias habituales en la gestión del tiempo.8

Timothy Pychyl

Psicólogo que ideó la teoría de la reparación del estado de ánimo en la procrastinación. Esta teoría se basa en la idea de que las emociones negativas desbaratan el autocontrol. Creemos que aplazando algo o evitándolo nos sentiremos mejor. En realidad, no es así: acabamos sintiéndonos mucho peor. Por tanto, Pychyl sugiere que la procrastinación se debe a una mala regulación de las emociones.10

Consecuencias

La procrastinación nos distrae de lo que es más importante para nosotros. Podemos aplazar grandes proyectos en el trabajo, estudiar para un examen final o incluso abordar problemas en una relación sentimental. Cada tarea nos parece demasiado desalentadora, lo que nos lleva a asociarla con sentimientos negativos y, en consecuencia, a evitarla. Lo peor de la procrastinación es que al aplazarla conseguimos lo contrario de lo que pretendemos. Intentamos evitar los sentimientos negativos relacionados con la tarea, pero no hacen más que avalancha, y la acumulación hace que nos sintamos mucho peor después, agravada por la vergüenza de ser improductivos. Sin embargo, como está tan arraigada en nuestra naturaleza humana, no existe una solución fácil para la procrastinación.

Aunque la procrastinación ha asolado a los seres humanos desde que tenemos listas de tareas pendientes, en la era tecnológica moderna es aún más fácil distraerse. Los dispositivos que utilizamos con frecuencia para completar nuestro trabajo son los mismos que nos bombardean con notificaciones y noticias. Es difícil no consultar las redes sociales, navegar por Internet o hacer compras online, en lugar de ponerse manos a la obra.

En el último año, nuestras distracciones se han exacerbado aún más al pasar a trabajar desde casa. Dado que la procrastinación a menudo implica la elección de hacer otra cosa, en lugar de nada en absoluto, es evidente que hay un millón de otras pequeñas tareas que podemos optar por completar cuando estamos en casa antes que nuestras prioridades principales. Por ejemplo, podemos decidir pasar la aspiradora, preparar la comida o tender la colada primero. Dado que nuestro espacio de oficina es el mismo que nuestro espacio de trabajo, puede resultar difícil adoptar la mentalidad necesaria para centrarnos en el trabajo.

"No se puede eludir la responsabilidad del mañana eludiéndola hoy".

- Abraham Lincoln, 16º Presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln[2
]

Polémica

Hay pocas personas que nieguen la existencia de la procrastinación. Sin embargo, existe cierto desacuerdo sobre sus causas. Algunos creen que es pura pereza o una mala gestión del tiempo, mientras que otros psicólogos, como Pychyl, sostienen que la procrastinación es una respuesta emocional.

También existe cierta controversia sobre cómo superar la procrastinación. ¿Cómo podemos motivarnos a nosotros mismos? Algunas personas sostienen que la motivación extrínseca es una forma útil de motivar a los demás o a uno mismo. Disfrutar de una recompensa tras completar una tarea, como una chocolatina, podría persuadirnos de asociar emociones positivas con ella. Sin embargo, la investigación también ha demostrado que una vez que se introduce una motivación extrínseca, perdemos nuestro deseo intrínseco de hacer la tarea, y nos motivamos aún menos cuando se retira la recompensa. Es lo que se conoce como efecto de sobrejustificación.

Otra estrategia es la Matriz de Eisenhower. Esta gestión del tiempo separa las tareas en función de su urgencia e importancia, por lo que puede recordarnos que debemos abordar primero las tareas "importantes". Por supuesto, hay quien sostiene que tener una larga lista de tareas pendientes puede hacer que nos sintamos abrumados y ansiosos, sentimientos negativos que pueden disminuir la motivación11.

No posponga su salud

El término "procrastinación" suele utilizarse a la ligera. Dado que es algo que la mayoría de la gente experimenta en un momento u otro, no solemos tomárnoslo demasiado en serio. Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que la procrastinación no solo afecta a la eficiencia, sino también a la salud.

La psicóloga Fuschia Sirois sugiere que la procrastinación afecta negativamente a nuestra salud de dos maneras. Por una parte, cuando retrasamos continuamente las tareas, es probable que nos enfrentemos a un gran estrés por el incumplimiento de los plazos. El estrés puede tener graves consecuencias para nuestra salud, como dolores de cabeza, problemas digestivos, resfriados, insomnio y, en el peor de los casos, enfermedades cardiovasculares. Además, los procrastinadores -especialmente los crónicos- procrastinan en casi todos los ámbitos de su vida. Eso significa que también posponen cosas como hacer ejercicio o ir al médico para hacerse revisiones periódicas.12

Sirois sugiere dos mecanismos de afrontamiento concretos que hacen que los procrastinadores sientan más estrés: el desentendimiento conductual y la autoculpabilización. Sirois descubrió que, en su estudio, quienes utilizaban estos dos mecanismos de afrontamiento tendían a reducir esfuerzos en tareas difíciles y a culpar de la procrastinación a un defecto personal, respectivamente, tenían más probabilidades de tener un diagnóstico de hipertensión o enfermedad cardiovascular.12

¿Procrastinar es siempre malo?

El término procrastinación tiene una connotación negativa. Una explicación de la procrastinación es el desfase entre lo que se pretende hacer y lo que realmente se hace.

Sin embargo, ¿qué ocurre si la gente tiene intención de procrastinar? Los psicólogos alemanes Axel Grund y Stefan Fries sugieren que la procrastinación puede no ser un fracaso en el cumplimiento de nuestras intenciones, sino más bien en tener esas intenciones en primer lugar.13 Sugieren que las personas que tienden a procrastinar en realidad podrían tener objetivos diferentes a los de las personas que son mejores cumpliendo las tareas a tiempo. Por ejemplo, los procrastinadores pueden dar prioridad a su salud mental, que se ve afectada negativamente por la presión de cumplir los plazos. El hecho de que la gente procrastine más hoy en día podría ser un reflejo de valores cada vez más liberales, como el bienestar mental.

Grund y Fries entienden, por tanto, la procrastinación como algo situacional y no como un fallo moral. Para probar su hipótesis, realizaron un estudio sobre los valores de los procrastinadores. Tras encuestar a más de 200 estudiantes universitarios, Grund y Fries descubrieron que existía una correlación entre la procrastinación y los valores de disfrute y bienestar personal. También descubrieron que los estudiantes tendían a procrastinar menos las tareas que se habían impuesto a sí mismos, lo que sugiere que la procrastinación podría ser una respuesta a las tareas que no se alinean con los objetivos personales. Grund y Fries concluyeron que no siempre hay que considerar a los procrastinadores como deficientes morales, sino más bien como personas que tienen prioridades personales y fuertes motivaciones intrínsecas.13

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Fuentes

  1. Cómo dejar de posponer las cosas: Cómo superar el hábito de retrasar las tareas importantes. (sin fecha). Mind Tools. Obtenido el 1 de abril de 2021, del sitio Web: https://www.mindtools.com/pages/article/newHTE_96.htm.
  2. Citas sobre la procrastinación. (sin fecha). Goodreads. Extraído el 1 de abril de 2021, de https://www.goodreads.com/quotes/tag/procrastination
  3. Lieberman, C. (2019, 25 de marzo). Por qué procrastinas (no tiene nada que ver con el autocontrol). The New York Times. https://www.nytimes.com/2019/03/25/smarter-living/why-you-procrastinate-it-has-nothing-to-do-with-self-control.html
  4. Stodola, S. (2015, 11 de mayo). La dilación a través de los tiempos: Una breve historia de la pérdida de tiempo. Mental Floss. https://www.mentalfloss.com/article/63887/procrastination-through-ages-brief-history-wasting-time
  5. Solomon, L. J., y Rothblum, E. (1984). Academic Procrastination: Frequency and Cognitive-Behavioral Correlates. Journal of Counselling Psychology, 31(4), 503-509. https://web.archive.org/web/20160729211829/http://rothblum.sdsu.edu/doc_pdf/procrastination/AcademicProcrastinationFrequency.pdf
  6. Hoch, S. J., y Loewenstein, G. F. (1991). Time-inconsistent preferences and consumer self-control. Journal of Consumer Research, 17(4), 492. https://doi.org/10.1086/208573
  7. Matthew Rabin (2021, 9 de febrero). The Decision Lab. https://thedecisionlab.com/thinkers/economics/matthew-rabin/
  8. Jaffe, E. (2013, 29 de marzo). La ciencia detrás de la procrastinación. Asociación para la Ciencia Psicológica. https://www.psychologicalscience.org/observer/why-wait-the-science-behind-procrastination
  9. "Just Do It" no soluciona la procrastinación: esto es lo que realmente funciona. (2017, 28 de julio). Crecimiento activo. https://activegrowth.com/joe-ferrari/
  10. Coppella, L. (2020, 23 de enero). ¿Problemas de procrastinación? Tim Pychyl sabe por qué. Carleton Newsroom. https://newsroom.carleton.ca/story/procrastination-problem-tim-pychyl/
  11. Qué es la procrastinación? (2013, 5 de febrero). Procrastinación. https://procrastination.com/what-is-procrastination
  12. Más vale ponerse manos a la obra: Procrastinar puede dañar la salud del corazón. (2015, 5 de mayo). Asociación para la Ciencia Psicológica. https://www.psychologicalscience.org/news/minds-business/better-get-to-work-procrastination-may-harm-heart-health.html
  13. Whitbourne, S. K. (2018, 9 de enero). Una nueva forma de entender la procrastinación. Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/ca/blog/fulfillment-any-age/201801/new-way-understand-procrastination

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