a young woman with a voter in the voting booth. voting in a democracy

¿Es mejor un voto sesgado que no votar?

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Oct 06, 2020

Históricamente, Estados Unidos no ha sido muy impresionante en lo que respecta a la participación electoral. En 2016, solo votó el 55,7% de la población en edad de votar. De hecho, entre los países desarrollados, la participación electoral estadounidense se sitúa en el puesto 31 de 35.1 Ahora que se acerca una de las elecciones más importantes de la historia de Estados Unidos, las llamadas a la acción para que los ciudadanos voten se oyen alto y claro en todas partes, ya sea en las redes sociales, en las noticias o a través de amigos y familiares.

Se nos insta a votar porque debemos hacer oír nuestra voz. Se nos dice constantemente que nuestro voto tiene influencia y que nuestro voto es nuestra voz. Una mayor participación electoral se asocia a una representación más fuerte. Sin embargo, hay prejuicios específicos que pueden influir en nuestra decisión de votar, o en nuestro voto en sí, y estas campañas de "salir a votar" pueden en realidad contribuir a tales prejuicios.

Evitar los remordimientos y la decisión de votar

Los primeros estudios realizados por Daniel Kahneman y Amos Tversky demostraron que la acción suele provocar más arrepentimiento que la inacción.2 La acción puede definirse como la realización de una acción que cambia (o tiene el potencial de cambiar) una situación concreta. Por el contrario, la inacción puede definirse como mantener el statu quo y no hacer nada. La inacción se considera la norma y, por lo tanto, se culpa menos al individuo.3 Este fenómeno se ha denominado "efecto acción": si tanto la acción como la inacción conducen al fracaso, habrá más arrepentimiento asociado a una acción.

He aquí una viñeta para entenderlo mejor:

Eric es un inversor que posee acciones de la empresa A. Tuvo la opción de pasarse a la empresa B, pero no lo hizo. Ahora se da cuenta de que, si lo hubiera hecho, le habría ido 1.000 dólares mejor.

Carl también es inversor y posee acciones de la empresa B. Carl decidió cambiarse a la empresa A. Ahora se da cuenta de que, si no se hubiera cambiado, le habría ido 1.000 dólares mejor.

¿Quién está más molesto: ¿Eric o Carl?

Eric y Carl se encuentran en la misma situación como resultado de su decisión. La única diferencia es que Eric eligió la inacción, mientras que Carl eligió la acción. Sin embargo, el 92% de los participantes en el estudio preveían que Carl se enfadaría más que Eric.

El efecto acción puede contribuir a la decisión de no votar. Tal vez a las personas les preocupe inconscientemente que su voto pueda tener algunas consecuencias imprevistas que no apoyan plenamente, y ellos serían en parte responsables de estas consecuencias. Por ello, recurren a la inacción. La alternativa -votar- se asocia a un mayor arrepentimiento anticipado por los malos resultados. Esto resulta irónico, porque muchos de los que empujan a votar hacen hincapié en la importancia del voto y, por ello, algunos pueden rehuir asumir esa carga personal de responsabilidad y no votar

Ciencia del comportamiento, democratizada

Tomamos 35.000 decisiones al día, a menudo en entornos que no favorecen la toma de decisiones acertadas.

En TDL trabajamos con organizaciones de los sectores público y privado -desde nuevas empresas, pasando por gobiernos, hasta actores consolidados como la Fundación Gates- para sesgar la toma de decisiones y crear mejores resultados para todos.

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El sesgo del statu quo y el comportamiento electoral

El sesgo del statu quo (también conocido como sesgo por defecto) es la tendencia a preferir que las cosas sigan igual sin hacer nada y/o manteniendo una decisión anterior.4 Este sesgo puede explicarse en parte por la evitación del arrepentimiento y el efecto de acción. Mantener las opciones que han funcionado en el pasado suele considerarse una decisión segura, aunque no necesariamente racional. Esto se debe al concepto de racionalidad limitada, que atribuye nuestras decisiones subóptimas a las limitaciones de tiempo, información y capacidad mental disponibles para tomar decisiones. Por este motivo, la sobrecarga de opciones, la elevada incertidumbre y los altos costes de deliberación pueden aumentar la propensión a elegir el statu quo5,6 .

En un estudio se observó que, en un juego iterativo, muchos votantes elegían al mismo candidato por el que habían votado en la última ronda. Este resultado se producía incluso cuando el escenario cambiaba de forma que un candidato aparentemente más fuerte requería un cambio de voto, y puede explicarse por el sesgo por defecto, en el que el último voto del individuo se considera la acción por defecto.7

Otro estudio examinó cómo el sesgo del statu quo puede influir en el voto asignando papeletas con diferentes redacciones a distintos encuestados. Cuando el lenguaje de las papeletas incluía el statu quo existente, era más probable que los votantes votaran de forma coherente con el statu quo. Además, fueron las personas menos informadas las más influidas por el sesgo del statu quo.8

La confusión y la falta de comprensión pueden mermar la capacidad de los votantes para plasmar su verdadera preferencia en la papeleta. Esto plantea la siguiente cuestión:

¿Es más democrático un voto sesgado que no votar?

Una razón común que la gente aduce para justificar que no vota es que no sabe lo suficiente para tomar una decisión políticamente informada. Esto tiene sentido, ya que las elecciones suelen implicar a varios candidatos, diferentes posturas sobre cuestiones complejas y procesos complicados. Esto enlaza con la idea de evitar el arrepentimiento: la idea de que no nos sentimos especialmente preparados para tomar una decisión de tanto valor y responsabilidad personal si creemos que no estamos completamente informados sobre el tema.

Si la gente está convencida de votar por esta razón, su voto puede ser más susceptible al statu quo. También pueden ser más propensos al efecto "bandwagon" y a seguir las opiniones impulsadas por diversas fuentes de los medios de comunicación, debido a la elevada incertidumbre. En esta situación, una mayor participación electoral puede no ser representativa de un mayor número de personas que votan de acuerdo con sus verdaderas creencias. Sería interesante para la investigación en ciencias del comportamiento político investigar si los individuos inseguros que nunca han votado son más propensos a votar por el titular residente.

Las actuales campañas de voto animan a todo el mundo a hacer oír su voz. Comprender cómo la evitación del arrepentimiento y la incertidumbre pueden influir en la decisión de votar o en el voto real puede servir de base a las campañas políticas diseñadas para aumentar la participación electoral. Además de presionar para que se vote, es importante orientar a los ciudadanos para que adquieran una mayor conciencia política. En lugar de abrumar a la gente con llamadas a registrarse y votar, las campañas deberían concienciar sobre los problemas actuales y sobre cómo saber más sobre los candidatos y sus posturas. De este modo, no sólo podemos reducir la influencia de los prejuicios en el comportamiento electoral, sino también aumentar la participación de los votantes.

References

Barber, M., Gordon, D., Hill, R. y Price, J. (2017). Status Quo Bias in Ballot Wording. En Journal of Experimental Political Science (Vol. 4, Issue 2, pp. 151-160). https://doi.org/10.1017/xps.2017.9

Dean, M., Kıbrıs, Ö., & Masatlioglu, Y. (2017). Atención limitada y sesgo de statu quo. En Journal of Economic Theory (Vol. 169, pp. 93-127). https://doi.org/10.1016/j.jet.2017.01.009

Kahneman, D., y Miller, D. T. (1986). Norm theory: Comparing reality to its alternatives. En Psychological Review (Vol. 93, Issue 2, pp. 136-153). https://doi.org/10.1037/0033-295x.93.2.136

Kahneman, D., y Tversky, A. (1982). The Psychology of Preferences (La psicología de las preferencias). En Scientific American (Vol. 246, Issue 1, pp. 160-173). https://doi.org/10.1038/scientificamerican0182-160

Meir, R., Gal, K., & Tal, M. (2020). Strategic voting in the lab: compromise and leader bias behavior. En Autonomous Agents and Multi-Agent Systems (Vol. 34, Issue 1). https://doi.org/10.1007/s10458-020-09446-x

Nebel, J. M. (2015). Status Quo Bias, Rationality, and Conservatism about Value. En Ethics (Vol. 125, Issue 2, pp. 449-476). https://doi.org/10.1086/678482

Samuelson, W., y Zeckhauser, R. (1988). Status quo bias in decision making. En Journal of Risk and Uncertainty (Vol. 1, Issue 1, pp. 7-59). https://doi.org/10.1007/bf00055564

La participación electoral en EE.UU. es inferior a la de la mayoría de los países desarrollados. (sin fecha). Obtenido el 7 de septiembre de 2020, del sitio Web: https://www.pewresearch.org/fact-tank/2018/05/21/u-s-voter-turnout-trails-most-developed-countries/.

About the Author

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Sanketh Andhavarapu

Staff Writer

Sanketh is an undergraduate student at the University of Maryland: College Park studying Health Decision Sciences (individual studies degree) and Biology. He is the co-Founder and co-CEO of Vitalize, a digital wellness platform for healthcare workers, and has published research on topics related to clinical decision-making, neurology, and emergency medicine and critical care. He is also currently leading business development for a new AI innovation at PediaMetrix, a pediatric health startup, and previously founded STEPS, an education nonprofit. Sanketh is interested in the applications of behavioral and decision sciences to improve medical decision-making, and how digital health and health policy serve as a scalable channel to do so.

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