¿Por qué nos centramos en una característica para comparar a la hora de elegir entre alternativas?

Heurística de la mejor opción

explicó.
Bias

¿Qué es la heurística "take-the-best"?

La heurística de "tomar la mejor" es un atajo que utilizamos al tomar decisiones entre alternativas, para poder decidir rápidamente sin tener que conocer toda la información sobre cada alternativa.

Cuando empleamos la heurística de elegir la mejor, decidimos basándonos en un único indicio o característica que creemos que diferencia las opciones.1 En lugar de considerar todas las razones por las que podríamos elegir una alternativa en lugar de otra, elegimos una razón y basamos nuestra decisión únicamente en ella.2

Dónde se produce este sesgo

Imagínate en el supermercado, mirando por los pasillos de la comida. Estás buscando leche, lo que hoy en día significa que te encuentras con docenas de opciones. No sólo tienes que decidir entre el porcentaje de grasa (desnatada, entera al 2%), sino también entre las distintas fuentes (almendra, soja, avena, lácteos). Y eso antes de tener en cuenta los sabores y el dulzor. ¿Cómo tomar rápidamente una decisión que satisfaga tus necesidades cuando hay tantas alternativas?

Es en momentos así cuando es más probable que utilices la heurística de "elige la mejor". Le llevaría demasiado tiempo considerar detenidamente todas las razones por las que podría elegir una leche en lugar de otra. Las razones pueden ser el precio, el valor, los beneficios nutricionales, la marca, etc. Así que lo más probable es que elija una sola razón y compare las leches basándose únicamente en ella. El precio suele ser la mejor razón, lo que te facilita la elección: ¡te quedas con la más barata!

La heurística de tomar la mejor opción puede emplearse siempre que haya que elegir entre varias alternativas. Este atajo puede simplificar la toma de decisiones y hacerla más eficaz, pero también implica ignorar muchas variables que podrían ser importantes a la hora de determinar qué opción es la mejor.

Efectos individuales

El ejemplo de decidir entre alternativas lácteas hace que la heurística de elegir la mejor parezca bastante beneficiosa y lógica. Llevaría demasiado tiempo leer los valores nutricionales de cada tipo de leche o investigar qué marca es mejor: el precio parece una forma racional de determinar qué artículo comprar.

En parte, es cierto que la heurística de "tomar la mejor decisión" puede ser beneficiosa. Es una forma de racionalidad limitada, en la que tomamos decisiones que satisfacen nuestras necesidades en lugar de malgastar nuestro tiempo y recursos en averiguar cuál es la mejor decisión posible. Por otro lado, eso significa que sólo tomamos decisiones que son "suficientemente buenas" y no óptimas.

Efectos sistémicos

A título individual, utilizar la heurística de tomar lo mejor parece bastante inofensivo. Sin embargo, puede convertirse rápidamente en una bola de nieve que lleve a tomar decisiones basadas en prejuicios.

Imaginemos que un agente de seguridad de un aeropuerto utiliza la heurística de "elige al mejor" para determinar a quién debe seleccionar para un registro aleatorio. Hay muchas variables que podrían determinar a qué pasajeros seleccionar: su edad, con cuántas personas viajan, cuánto equipaje llevan o, lo que es más problemático, su raza. El agente de seguridad del aeropuerto puede tomar decisiones discriminatorias, señalando a una raza concreta por ser más peligrosa y requerir un registro aleatorio.1

Por qué ocurre

A diario tenemos que tomar cientos de decisiones. No tenemos tiempo, energía ni recursos para tomar cada una de ellas con toda la información disponible. Por eso, nuestro cerebro utiliza atajos -conocidos como heurísticos- para tomar decisiones rápidas, y cuando se trata de la heurística de tomar la mejor, al menos podemos apoyarnos en una razón que racionalice por qué hemos tomado esa decisión.

Cuando nos enfrentamos a varias alternativas, lo primero que hacemos es registrar rápidamente todos los criterios disponibles y elegir uno. La que elegimos suele ser la primera que determinamos que distingue adecuadamente entre las opciones y nos facilita la elección.3 Volviendo al ejemplo de la leche, el valor nutricional no sería un candidato probable para elegir la mejor opción, ya que se trata de un criterio impreciso. En cambio, el precio discrimina claramente entre las alternativas.

Los pasos de la heurística take-the-best son:

  1. Regla de búsqueda: Examine las pistas y evalúe cuál le permitirá tomar decisiones rápidas pero precisas.
  2. Regla de parada: Detén la búsqueda cuando encuentres el primer indicio que diferencie entre alternativas.
  3. Regla de decisión: Tomar una decisión en función de cuál puntúa mejor según el indicio elegido.4

Por qué es importante

Aunque empleamos la heurística de tomar la mejor decisión de forma inconsciente, es probable que la utilicemos en la mayoría de nuestras decisiones cotidianas. Tomamos cientos, si no miles, de decisiones cada día y la heurística nos permite tomar buenas decisiones incluso con limitaciones como el tiempo, los conocimientos disponibles y la capacidad cognitiva. Aunque se ha demostrado que la heurística de "tomar la mejor decisión" conduce a decisiones óptimas, también deberíamos ser conscientes de sus inconvenientes para saber en qué situaciones deberíamos evitar utilizarla.

Cómo evitarlo

No queremos evitar necesariamente la heurística de elegir lo mejor. Necesitamos atajos como éste para no sentirnos abrumados por las opciones, una tendencia conocida como sobrecarga de opciones. Es una forma de satisfacción, que puede ser muy útil y hacernos más felices que si nos atascáramos intentando tomar decisiones perfectas. Según Gerd Gigerenzer, el científico del comportamiento que teorizó por primera vez la heurística de tomar-lo-mejor, y el científico cognitivo Peter M. Todd, "el satisficing y la heurística ahorran tiempo, costes y recursos y, por tanto, son eficientes, rápidos y frugales". 5

Sólo tenemos que asegurarnos de que el criterio que seleccionamos en la regla de búsqueda es el mejor para evaluar nuestras opciones. No debemos limitarnos a elegir el primer criterio que nos venga a la mente, sino un criterio que valoremos y que también podamos evaluar fácilmente en todas las alternativas. El precio es un buen ejemplo de criterio razonable, mientras que algo como el color o la estética no lo son, a menos que las alternativas entre las que decidas sean obras de arte.

Lo opuesto al enfoque de la toma de decisiones basada en la mejor opción es el recuento, otro heurístico muy popular. Cuando la gente hace recuentos, elige la alternativa que obtiene mejores resultados en el mayor número de mediciones.6 Puede que lo mejor a la hora de elegir entre alternativas sea utilizar un proceso de toma de decisiones que se sitúe en algún punto intermedio. Se pueden identificar los dos o tres criterios más importantes y elegir la alternativa con mejores resultados globales. De este modo, se ahorra tiempo, pero la elección se basa en criterios más holísticos.

Cómo empezó todo

La heurística de tomar-lo-mejor fue identificada por primera vez por el científico del comportamiento Gerd Gigerenzer y el psicólogo Daniel Goldstein. Gigerenzer y Goldstein contradijeron valientemente lo que habían dicho los padres de la ciencia del comportamiento, Daniel Kahneman y Amos Tversky, y afirmaron que la heurística no era un signo de toma de decisiones irracional, sino una herramienta adaptativa que ayuda a los seres humanos a lidiar con la enorme cantidad de información que se les presenta en el mundo moderno7.

En 1996, Gigerenzer y Goldstein introdujeron por primera vez la heurística take-the-best en su artículo Reasoning the fast and frugal way: Models of bounded rationality. Hasta ese momento, economistas y psicólogos habían propuesto modelos de toma de decisiones que suponían que nuestras mentes (y las de los animales) tenían tiempo, conocimientos y capacidad cognitiva ilimitados, lo que nos permitía tomar decisiones racionales. Como alternativa, Gigerenzer y Goldstein sugirieron que podemos tomar decisiones racionales gracias a algoritmos rápidos y frugales que nos ayudan a clasificar rápidamente los datos y tomar decisiones óptimas8.

En su estudio, Gigerenzer y Goldstein utilizaron una simulación informática para comparar los resultados de dos procesos distintos de toma de decisiones: el heurístico take-the-best o los "procedimientos racionales de inferencia" clásicos, como la regresión múltiple. Comprobaron que el algoritmo "take-the-best" superaba en velocidad y precisión a los algoritmos racionales clásicos. Llegaron a la conclusión de que los heurísticos no impiden tomar decisiones racionales, sino que son herramientas precisas y fiables que podemos utilizar para tomar decisiones óptimas.8

En 1999, Gigerenzer prosiguió su investigación sobre la heurística de la mejor elección y publicó un libro con el científico cognitivo Peter Todd, Simple Heuristics That Make Us Smart (Heurísticos simples que nos hacen inteligentes)9 . En este enfoque alternativo, denominado Take The Last, los individuos no se limitan a elegir el primer criterio que diferencia entre alternativas, sino que eligen un criterio que ha demostrado funcionar en el pasado. Si en el pasado un criterio le ayudó a tomar una decisión óptima, elegirá ese indicio en lugar de buscar entre los posibles.9 Este planteamiento sugiere que los individuos retienen información sobre la validez de un indicio, que podríamos percibir como intuición.

Ejemplo 1 - El mejor planteamiento electoral

Cuando se acercan las elecciones, nuestras televisiones, periódicos e incluso nuestras redes sociales se inundan de información sobre los políticos en liza. Incluso si dejamos de lado que muchas de ellas son noticias falsas, es difícil registrar de forma significativa la información real y analizarla para tomar la mejor decisión sobre a quién votar. ¿Cómo podemos predecir qué político abordará mejor los temas que nos preocupan?

Elegir lo que creemos que es el problema más importante al que se enfrenta el país y decidir qué político creemos que lo abordará mejor es una forma de superar la sobrecarga de información y votar con conocimiento de causa. En 2012, el estudiante de empresariales J. Scott Armstrong y el estudiante de análisis de sistemas Andreas Graefe llevaron a cabo un estudio que dedujo si se utiliza la heurística de tomar lo mejor a la hora de votar10.

El estudio analizó las elecciones retrospectivamente. Se dieron cuenta de que muchas personas no saben bien cómo funciona el gobierno pero, de algún modo, acaban votando "correctamente". Por correctamente, Armstrong y Graefe querían decir que, incluso sin tener todos los conocimientos, la gente tiende a tomar decisiones que habría elegido si hubiera tenido toda la información disponible. Analizaron datos sobre qué tema consideraban los votantes que era el más importante al que se enfrentaba el país 100 días antes de las elecciones y qué candidato pensaban los ciudadanos que abordaría mejor ese tema. Comprobaron que el candidato que se consideraba que mejor abordaba el problema principal casi siempre ganaba el voto popular, lo que sugería que ese era el criterio que utilizaban los individuos para tomar su decisión.10

A partir de su estudio, Armstrong y Graefe concluyeron que los políticos deberían centrarse en desarrollar su campaña para el asunto más importante al que se enfrenta el país, en lugar de intentar abordar todos los diferentes problemas, ya que la gente tiene tendencia a utilizar la heurística de "elige el mejor" a la hora de votar.10

Ejemplo 2 - ¿Puede la heurística de "tomar el mejor" ayudar a la policía a determinar qué casas están en peligro?

Imagina que te piden que determines cuál de las dos casas tiene más probabilidades de ser robada. Parece una tarea imposible: ¿cómo podría diferenciar qué casa tiene más probabilidades de ser robada basándose únicamente en su aspecto? Sin embargo, un estudio realizado en 2009 reveló que las personas pueden predecir con bastante exactitud este riesgo.11 Ser capaz de entender qué factores hacen más probable que una casa sea objeto de robo puede ayudar a las personas a asegurarse de que sus casas no tienen ninguno de esos indicios, lo que hará que su casa sea menos atractiva para los ladrones.

Los criminólogos Rocío García-Retamero y Mandeep K. Dhami preguntaron a tres tipos diferentes de personas para determinar qué propiedad residencial tenía más probabilidades de sufrir robos: ladrones (en prisión), agentes de policía y estudiantes de posgrado.11

Había varias pistas que podrían haberles ayudado a tomar su decisión: la altura de los setos, lo bien cuidada que estaba la propiedad, el tipo de propiedad, si las luces estaban encendidas, si el buzón estaba lleno, la ubicación de la propiedad con respecto a la calle, si había ventanas/puertas en la planta baja y si había o no un sistema antirrobo. Una vez identificada la casa que, en su opinión, tenía más probabilidades de ser robada, se pidió a los participantes que indicaran qué criterios habían valorado más a la hora de tomar su decisión11.

García-Retamero y Dhami descubrieron que los agentes de policía y los ladrones utilizaban más la heurística de "tomar la mejor decisión" para tomar su decisión, mientras que los estudiantes tenían más probabilidades de tener en cuenta múltiples variables. Llegaron a la conclusión de que la heurística de tomar la mejor decisión es un signo de experiencia en una situación concreta, que permite a los individuos centrarse en indicios que en el pasado han sido identificadores correctos de la decisión correcta11.

Resumen

Qué es

La heurística del mejor criterio es un atajo mental en el que utilizamos un único criterio para decidir entre varias alternativas.

Por qué ocurre

La heurística take-the-best es una herramienta que utilizamos para poder tomar decisiones rápidas y precisas sin tener que conocer toda la información sobre cada variable. Puede entenderse como una herramienta a través de la cual hacer una conjetura educada.

Ejemplo 1 - Elecciones

La política es un ámbito en el que a menudo nos encontramos con una sobrecarga de información. Como resultado, tendemos a utilizar la heurística de "elige al mejor" para decidir a qué candidato votar. Votamos al candidato que creemos que abordará mejor una cuestión importante, en lugar de informarnos sobre su postura respecto a múltiples cuestiones. Aunque tomamos la decisión sin tener toda la información, su postura sobre el tema principal es un buen indicador de si votaríamos por él conociendo toda la información.

Ejemplo 2 - Robos

La heurística de tomar la mejor opción suele ser un proceso inconsciente que podríamos denominar intuición. Cuantas más experiencias similares tengamos, más probable será que utilicemos la heurística de elegir lo mejor porque sabemos que discriminará con precisión entre las opciones. Por eso, los agentes de policía y los ladrones, que han sufrido robos en el pasado, eran más propensos a utilizar la heurística a la hora de determinar qué propiedad residencial tenía más probabilidades de ser robada, en comparación con los estudiantes de posgrado sin experiencia en robos.

Cómo evitarlo

La heurística de tomar la mejor decisión no es sólo un atajo que simplifica y acelera la toma de decisiones, sino que puede llevar a decisiones más precisas que tratar de procesar toda la información disponible. No tenemos que evitar la heurística, sino asegurarnos de que utilizamos una pista válida como motivo de nuestra decisión.

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Referencias

  1. Take-the-best (heuristic). (2019, April 1). BehavioralEconomics.com. https://www.behavioraleconomics.com/resources/mini-encyclopedia-of-be/take-the-best-heuristic/
  2. Take-the-best heuristic. (2020). Psychology Concepts. Retrieved November 12, 2021, from https://www.psychologyconcepts.com/take-the-best-heuristic/
  3. Take-the-best heuristic. (2017, November 17). Psynso. https://psynso.com/take-best-heuristic/
  4. Take-the-best heuristic explained. (n.d.). Everything Explained Today. Retrieved November 12, 2021, from https://everything.explained.today/Take-the-best_heuristic/
  5. Satisficing. (2021, October 7). The Decision Lab. https://thedecisionlab.com/reference-guide/psychology/satisficing/
  6. Bobadilla-Suarez, S., & Love, B. C. (2017). Supplemental material for fast or frugal, but not both: Decision heuristics under time pressure. Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, and Cognition44(1), 24-33. https://doi.org/10.1037/xlm0000419
  7. Gerd Gigerenzer. (2021, October 14). The Decision Lab. https://thedecisionlab.com/thinkers/psychology/gerd-gigerenzer/
  8. Gigerenzer, G., & Goldstein, D. G. (1996). Reasoning the fast and frugal way: Models of bounded rationality. Psychological Review103(4), 650-669. https://doi.org/10.1037/0033-295x.103.4.650
  9. Gigerenzer, G., & Goldstein, D. G. (1999). Betting on One Good Reason: Take The Best and Its Relatives. In Simple heuristics that make us smart. Oxford University Press.
  10. Graefe, A., & Armstrong, J. S. (2012). Predicting Elections from the Most Important Issue: A Test of the Take-the-Best Heuristic. Journal of Behavioral Decision Making25(1), 41-48. https://doi.org/10.1002/bdm.710
  11. Garcia-Retamero, R., & Dhami, M. K. (2009). Take-the-best in expert-novice decision strategies for residential burglary. Psychonomic Bulletin & Review16, 163-169. https://doi.org/10.1037/e722352011-131
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