Herbert Simon

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Herbert Simon

La racionalidad limitada y los inicios de la ciencia del comportamiento

Introducción

Herbert Simon fue un pensador asombroso. Sus ideas abarcaban múltiples disciplinas, como las ciencias del comportamiento, la economía, la psicología y la informática. Impulsadas por su insaciable curiosidad y su convicción de que los conocimientos que se daban por sentados debían analizarse con más detenimiento, las ideas de Simon revolucionaron nuestra forma de pensar sobre la toma de decisiones.

Sin miedo a cuestionar las ideologías dominantes, Simon disipó varios pilares de la economía tradicional, lo que abrió la puerta a la economía conductual. Cambió el concepto de racionalidad y trató de introducir el rigor matemático en las ciencias sociales. Creía que era posible, a través de la experimentación, comprender el funcionamiento de la mente humana.

Cualquier cosa que nos aporte nuevos conocimientos nos da la oportunidad de ser más racionales.


- Herbert Simon1

On their shoulders

For millennia, great thinkers and scholars have been working to understand the quirks of the human mind. Today, we’re privileged to put their insights to work, helping organizations to reduce bias and create better outcomes.

Find Out How

Racionalidad limitada y satisfacción

"Los seres humanos, vistos como sistemas que se comportan, somos bastante simples. La aparente complejidad de nuestro comportamiento a lo largo del tiempo es en gran medida un reflejo de la complejid
ad del entorno en el que nos encontramos.

- Herbert Simon en Las ciencias de lo artificial [20].

Herbert Simon empezó a ver defectos en el enfoque altamente simplificado de la modelización económica cuando escribía su tesis doctoral. Simon estaba convencido de que la teoría y la metodología económicas tradicionales debían cambiar porque los modelos utilizados por la economía tradicional no reflejaban el comportamiento real de las personas. Su libro Administrative Behavior (Comportamiento administrativo) pretendía sustituir el modelo económico habitual basado en la maximización de la utilidad por otro modelo de toma de decisiones que tuviera en cuenta factores ajenos a la utilidad, como las emociones, los sesgos cognitivos y el entorno2.

En 1955, Herbert Simon concretó sus ideas en el ensayo "A Behavioral Model of Rational Choice".3 Simon sugirió que los modelos económicos basados en la idea de que el hombre económico era racional hacían algunas presunciones incorrectas sobre los seres humanos: que tenemos todos los conocimientos necesarios para tomar las mejores decisiones, que tenemos preferencias estables y siempre tomaremos la decisión que maximice la utilidad, y que tenemos la capacidad cerebral para cribar toda la información y las opciones y tomar la mejor decisión.3 Simon sugirió, en cambio, que las personas se comportan según una racionalidad limitada.

"Es cierto que la humanidad se enfrenta a muchos problemas. Siempre ha sido así, pero quizá no siempre con una conciencia tan aguda de ellos como la que tenemos hoy. Podríamos ser más optimistas si reconociéramos que no tenemos que resolver todos estos problemas. Nuestra tarea esencial -bastante grande, por cierto- consiste simplemente en mantener abiertas las opciones de futuro o quizá incluso ampliarlas un poco creando nueva variedad y nuevos nichos. Nuestros nietos no pueden pedirnos más que les ofrezcamos la misma oportunidad para la aventura, para la búsqueda
de diseños nuevos e interesantes."

- Herbert Simon en Las ciencias de lo artificial [20].

En lugar de equiparar la racionalidad a la optimización, Simon propuso que los modelos económicos debían tener en cuenta el "acceso a la información y las capacidades de cálculo que poseen realmente los organismos, incluido el hombre, y los tipos de entornos en los que existen dichos organismos" (99) relevantes para el entorno en el que una persona toma una decisión.3 En términos sencillos, Simon creía que las personas tomaban decisiones con tanta racionalidad como cabía esperar teniendo en cuenta la cantidad de información sobre las opciones que tenían a su disposición, su capacidad cerebral y las limitaciones del entorno, como el tiempo. No descartó la racionalidad, sino que la modificó para que reflejara mejor el comportamiento real.

Incrustado en la racionalidad limitada estaba el desplazamiento del homo economicus a los seres humanos como satisfactores. El principio económico tradicional del homo economicus se basa en la idea de que los seres humanos se comportan de acuerdo con reglas sencillas que indican que toman decisiones para maximizar la utilidad. En cambio, Simon sugirió que las personas no siempre toman la "mejor" decisión, sino que toman decisiones que son "suficientemente buenas". Esto se conoce como "satisficing" y es una estrategia de toma de decisiones que busca un resultado adecuado, dadas nuestras limitaciones cognitivas. Simon inventó el término satisficing en un artículo anterior, "Rational Choice and the Structure of the Environment", donde escribió:

"Parece probable que, por muy adaptable que sea el comportamiento de los organismos en situaciones de aprendizaje y elección, esta adaptabilidad no alcance el ideal de 'maximización' postulado en la teoría económica. Evidentemente, los organismos se adaptan lo suficientemente bien como para 'satisfacer'; en general, no 'optimizan'." 4

Pionero de la inteligencia artificial

A menudo se hace referencia a Simon como el padre fundador de la inteligencia artificial (IA). Basándose en su deseo de aportar conocimientos matemáticos a las ciencias sociales, Simon quería disipar la noción de que la mente humana y sus procesos de toma de decisiones son misteriosos. Para él, la IA es una forma de modelar los procesos que ya ocurren en nuestras mentes, ya que, al igual que nosotros, los ordenadores buscan patrones en los datos, los almacenan en la memoria y los aplican para hacer inferencias.

Nacido de la búsqueda de Simon para arrojar luz sobre cómo los humanos resuelven problemas, también se dio cuenta de que los ordenadores posiblemente podrían decirse que son "inteligentes", ya que utilizan la heurística y el análisis de medios-fin para resolver problemas, al igual que nosotros.5

"La enseñanza no es un entretenimiento, pero es poco probable que tenga éxito a menos que sea entretenida (la palabra más respetable es in
teresante)".

- Herbert Simon en Modelos de mi vida [20
]

Simon puso a prueba su teoría de que los ordenadores eran inteligentes mediante una serie de experimentos. Junto con otros colegas, Simon identificó primero qué tipo de tareas requerían inteligencia y elaboró una lista que incluía jugar al ajedrez, resolver problemas matemáticos o físicos y diagnosticar enfermedades.5 A continuación, Simon construyó programas informáticos que llevaban a cabo estas tareas. Los resultados demostraron que, al igual que los humanos, los programas informáticos tomaban decisiones utilizando métodos de ensayo y error. Los resultados de estos ensayos se almacenaban en la memoria del ordenador y se utilizaban para tomar decisiones futuras.5

A través de sus experimentos, Simon empezó a comprender que tanto la inteligencia humana como la artificial dependen de la capacidad de procesar y almacenar información, lo que conduce al reconocimiento de patrones.5 Hasta entonces, la intuición no se había comprendido en gran medida, pero esta comprensión llevó a Simon a plantear la hipótesis de que la intuición consistía en realidad en que las personas utilizaban la información de escenarios y situaciones a los que se habían enfrentado previamente para responder a situaciones nuevas. Puesto que recordaban lo que había funcionado y lo que no, la intuición podía llevar a tomar buenas decisiones, aunque los procesos de toma de decisiones se produjeran a un nivel más inconsciente que la gente no podía explicar. 6

La importancia de la curiosidad

"Para hacer descubrimientos científicos interesantes, debes adquirir tantos buenos amigos como sea posible que sean enérgicos, inteligentes y conocedores como puedan serlo. Descubrirás que todos los programas que necesitas están almacenados en tus amigos, y se ejecutarán de forma productiva y creativa siempre que n
o interfieras demasiado."

- Herbert Simon en Modelos de mi vida [20
]

La curiosidad es un tema de debate para psicólogos y filósofos desde hace años. Durante mucho tiempo se ha considerado que la curiosidad intelectual es la esencia de la ciencia, el catalizador que impulsa la investigación y la experimentación. Simon era un gran defensor de que la curiosidad, más que la creencia de que la ciencia es importante, es lo que impulsa a las personas, especialmente a los niños, a aprender a desenvolverse, comprender y disfrutar del mundo físico, biológico y social en el que vivimos. En el capítulo "Seek and Ye Shall Find" que escribió para Designing for Science, Simon afirmaba que "la curiosidad llama la atención sobre elementos interesantes, extraños y a veces importantes del drama que se nos revela a través de nuestros sentidos". (5). 7 En su opinión, una mayor atención a la curiosidad podría ayudar a configurar los programas educativos y los planes de estudios científicos para conseguir que más personas se interesaran por la disciplina.

Fue la curiosidad lo que Simon atribuyó a su propio afán por disipar las teorías existentes, lo que le llevó a atribuir el progreso intelectual a la curiosidad. Decía que "la curiosidad es el enemigo implacable de las creencias existentes". 8 Era extremadamente curioso sobre casi todos los aspectos de la vida, lo que demuestra que la curiosidad es uno de los ingredientes necesarios para ser un gran pensador e investigador. Incluso tituló una de sus charlas en Carnegie Mellon "El gato que la curiosidad no pudo matar", lo que sugiere que, en lugar de ser un obstáculo en su vida, la curiosidad fue el motor de su dominio de una serie de ámbitos9.

Simon entendía la curiosidad como el hábito de examinar el entorno en busca de patrones interesantes y creía que podía aprenderse.7 Ha habido muchos modelos que intentan averiguar exactamente cuánta curiosidad es la cantidad "correcta" de curiosidad, y para Simon se trataba de un equilibrio entre la curiosidad y la modestia epistémica. La modestia epistémica es la creencia de que siempre debemos seguir aprendiendo, adaptándonos y creciendo, como personas y como pensadores.10

Biografía histórica

"En la 'política' de la ciencia [...] he tenido dos principios rectores: trabajar por el 'endurecimiento' de las ciencias sociales para que estén mejor equipadas con las herramientas que necesitan para sus difíciles tareas de investigación; y trabajar por unas relaciones estrechas entre los científicos naturales y los científicos sociales para que puedan contribuir conjuntamente con sus conocimientos y habilidades especiales a esas muchas cuestiones com
plejas de política pública que requieren ambos tipos de sabiduría."

- Herbert Simon en su autobiografía para el Premio Nobel [13]
.

Herbert A. Simon nació el 15 de junio de 1916 en Milwaukee. Nació en el seno de una familia ya de por sí consumada; su padre era ingeniero eléctrico e inventor y su madre, una impresionante pianista.11 Esto propició estimulantes conversaciones de sobremesa que despertaron la curiosidad de Simon por una serie de temas, que reflejan el alcance de su obra posterior. Desde su infancia hasta su muerte, conservó algunos de sus libros, desde un manual sobre insectos hasta un libro sobre aguas continentales, pasando por un libro de historia de 7º curso.11

Después del instituto, Simon se matriculó en la Universidad de Chicago. En el tren de camino a su primer año, conoció a Harold Guetzkow,11 que llegó a ser profesor de ciencias políticas, psicología y sociología, y al que Simon atribuye un papel importante en su trabajo inicial de investigación sobre la toma de decisiones.12 Se dedicó a centrarse en las ciencias sociales con la esperanza de que pudieran emplear el rigor de las matemáticas que hizo que las ciencias "duras" tuvieran éxito.13 Simon no siguió una trayectoria típica en la universidad, de hecho sólo asistió a una clase: boxeo. Prefirió estudiar solo y acudir únicamente a las clases que le interesaban antes de presentarse a los exámenes. Por suerte, los aprobó, pero no hay que dejarse engañar por la historia de Simon, víctima del sesgo de supervivencia. Se quedó en la Universidad de Chicago para completar sus estudios de posgrado, que fue cuando conoció a su mujer, Dorothea Pye.11 Su tesis, que exploraba la toma de decisiones administrativas, se publicó más tarde como libro, Administrative Behavior. Se doctoró en Ciencias Políticas en 1943 y se incorporó al cuerpo docente de la Universidad de Chicago.14

Dejó Chicago para convertirse en profesor de administración y psicología en Carnegie Mellon en 1949.15 Ayudó a fundar la Escuela de Postgrado de Administración Industrial (ahora conocida como la Escuela de Negocios Tepper).16 En aquella época, la administración industrial era el campo dedicado a optimizar procesos y sistemas complejos. Simon fue uno de los mayores activos de Carnegie Mellon y se convirtió en catedrático de Informática y Psicología de la Universidad Richard King Mellon.14 Formó parte del profesorado durante más de 50 años, hasta que falleció.17

Simon obtuvo un impresionante número de galardones a lo largo de su vida. El más notable fue el Premio Nobel de Economía, que recibió en 1978. En realidad, Simon no había impartido un curso de economía en décadas, pero la organización le reconoció su investigación pionera sobre los procesos de toma de decisiones en las organizaciones económicas.13 Su producción científica llegaba a campos más allá del ámbito de su docencia, ya que su revolucionaria visión de la economía y la racionalidad acotada llamó la atención de los líderes de diversos campos. Esto se refleja en los diversos campos en los que recibió premios notables, como la Medalla Nacional de la Ciencia de 1986, el Premio a la Contribución Científica Distinguida de la Asociación Americana de Psicología de 1969 y el Premio Turing de la Association for Computing Machinery de 1975.18 El Premio Turing se conoce a menudo como el Premio Nobel de Informática, y Simon lo recibió junto a su colega Allan Newell por sus contribuciones a la inteligencia artificial y la psicología de la cognición humana.14

Aunque está claro que Simon tenía una mente brillante, fuera de su trabajo llevaba una vida relativamente sencilla. Vivió en la misma casa con Dorothea durante 46 años, sin sentir la necesidad de mudarse a una más grande o lujosa. Tenía un coche y una boina que usaba hasta que se le gastaba antes de comprar otra.11 No veía la televisión, ni escuchaba la radio, ni leía los titulares de los periódicos. No veía la televisión, ni escuchaba la radio, ni leía los titulares de los periódicos, porque "la mayoría de las cosas que salen hoy en los periódicos y que no salieron ayer las puedo predecir, al menos en términos generales".15 Era un adicto al trabajo, pero sus dos hijos, Kathie y Peter, dicen que seguía dedicando tiempo a su familia y reproduciendo las estimulantes conversaciones que había mantenido con sus padres mientras crecían.11

Desgraciadamente, Simon falleció en febrero de 2001 por complicaciones derivadas de una operación de un tumor canceroso.19 A pesar de su muerte, sus ideas perduran en nuestra forma de pensar sobre la racionalidad, la toma de decisiones, los modelos económicos y la inteligencia artificial.

¿Dónde podemos obtener más información?

Herbert Simon tiene una impresionante lista de libros y artículos publicados, que puede consultarse aquí. En su tesis doctoral, convertida en libro, Comportamiento administrativo, Simon comenzó a articular su creencia de que los modelos económicos debían adaptarse al comportamiento de la vida real. También puede consultar su artículo completo sobre la racionalidad limitada, uno de sus ensayos más influyentes, aquí.

Si le interesan las investigaciones de Simon sobre inteligencia artificial, puede consultar su libro The Sciences of the Artificial (Las ciencias de lo artificial). Publicado en 1968, el libro esboza el análisis medio-fin que Simon creía que impulsaba la toma de decisiones humanas y desarrolla su teoría de la resolución humana de problemas como procesamiento de la información.

Si quiere saber más sobre la vida de Simon, en 1996 publicó una autobiografía titulada Modelos de mi vida. Simon hace un repaso ingenioso de su vida e intenta explicar aspectos de su vida ajenos a su carrera a través de lo que ha aprendido como científico.

También puede encontrar en YouTube algunos seminarios que Simon grabó para una serie de UBS titulada "Perspectivas Nobel". Uno de ellos examina por qué la toma de decisiones puede ser tan difícil y otro recoge la opinión de Simon sobre qué es la intuición.

Aunque el propio Simon nunca grabó un podcast, podría interesarle la serie de podcasts de Carnegie Mellon "Organizational Learning", ya que varios episodios examinan la contribución de Simon a la comprensión de cómo aprendemos de la experiencia, las ecologías del aprendizaje y la inteligencia organizativa.

Referencias

  1. BrainyQuote. (s.f.). Herbert A. Simon Quotes. Extraído el 2 de febrero de 2021, de https://www.brainyquote.com/quotes/herbert_a_simon_193209
  2. Enciclopedia Británica. (1998, 20 de julio). Behaviourism. https://www.britannica.com/science/behaviourism-psychology
  3. Simon, H. A. (1956). Rational choice and the structure of the environment. Psychological Review, 63(2), 129-138. https://doi.org/10.1037/h0042769
  4. Simon, H. A. (1955). A behavioral model of rational choice. The Quarterly Journal of Economics, 69(1), 99. https://doi.org/10.2307/1884852
  5. Frantz, R. (2003). Herbert Simon. La inteligencia artificial como marco para comprender la intuición. Journal of Economic Psychology, 24(2), 265-277. https://doi.org/10.1016/s0167-4870(02)00207-6
  6. Calle Farnam. (2011, 9 de septiembre). Herbert Simon: On Experts and Intuition. https://fs.blog/2011/09/on-expertness-and-intuition/
  7. Simon, H. A. (2001). "Seek and Ye Shall Find" (Buscad y encontraréis). Cómo la curiosidad genera descubrimiento. En K. Crowley, C. D. Schunn y T. Okada (eds.), Designing for Science: Implications From Everyday, Classroom, and Professional Settings (pp. 5-18). Psychology Press. https://doi-org.ezproxy.library.ubc.ca/10.4324/9781410600318
  8. Larkey, P. D. (2002). Ask a Simple Question: Una retrospectiva sobre Herbert Alexander Simon. Policy Sciences, 35(3), 239-268. https://www.jstor.org/stable/4532563
  9. Frantz, R., y Marsh, L. (2016). Mentes, modelos y entornos: Conmemoración del centenario del nacimiento de Herbert Simon. Springer.
  10. Cobb, J. (2019, 15 de febrero). Eres epistemológicamente modesto? Misión aprender - Blog de aprendizaje permanente. https://www.missiontolearn.com/epistemological-modesty
  11. Frank, K. S. (s.f.). Herbert A. Simon: A Family Memory. Carnegie Mellon School of Computer Science. https://www.cs.cmu.edu/simon/kfrank.html
  12. Druckman, J. N. (2010). El legado de Harold Guetzkow. Simulation & Gaming, 42(3), 335-337. https://doi.org/10.1177/1046878110378468
  13. NobelPrize.org. (s.f.). Herbert A. Simon- Biographical. Nobel Media. Obtenido el 2 de febrero de 2021, del sitio Web: https://www.nobelprize.org/prizes/economic-sciences/1978/simon/biographical/.
  14. Enciclopedia Británica. (1998, 20 de julio). Herbert A. Simon. https://www.britannica.com/biography/Herbert-A-Simon
  15. UBS. (s.f.). Herbert A. Simon: Nobel 1978 - ¿Entendemos el comportamiento humano? UBS Nobel Perspectives. Obtenido el 2 de febrero de 2021, del sitio Web: https://www.ubs.com/microsites/nobel-perspectives/en/laureates/herbert-simon.html.
  16. Biblioteca de Economía y Libertad. (s.f.). Herbert Alexander Simon. Obtenido el 2 de febrero de 2021, del sitio Web: https://www.econlib.org/library/Enc/bios/Simon.html.
  17. Enciclopedia.com. (2021, 12 de enero). Simon, Herbert Alexander. Extraído el 2 de febrero de 2021, de https://www.encyclopedia.com/people/social-sciences-and-law/economics-biographies/herbert-alexander-simon
  18. Carnegie Mellon. (s.f.). Herbert A. Simon. Carnegie Mellon School of Computer Science. Extraído el 2 de febrero de 2021 de https://www.cs.cmu.edu/~earthware/Simon.html
  19. Weil, M. (2001, 11 de febrero). Muere Herbert Simon, ganador del Nobel por su idea sobre el impulso económico. The Washington Post. https://www.washingtonpost.com/archive/local/2001/02/11/herbert-simon-nobel-winner-for-economic-drive-idea-dies/638badcc-fc9e-4a52-937e-eb58141cb145/
  20. Goodreads. (s.f.). Herbert A. Simon Quotes. Extraído el 2 de febrero de 2021, de https://www.goodreads.com/author/quotes/89879.Herbert_A_Simon?page=2

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