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Informe TDL: La psicología de la caridad

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Dec 16, 2020

La benevolencia está muy extendida. Puede ser fácil mirar los titulares y fijarse en las penurias actuales, pero es de esperar que podamos afianzarnos en el conocimiento de que el mundo está lleno de personas que dedican su vida a cuidar de los demás, que hacen voluntariado y donaciones con poco a cambio, que se esfuerzan conscientemente por ayudar a los demás aunque sea en pequeñas cosas.

El concepto de caridad, tal como lo conocemos, se desarrolló originalmente en relación con las instituciones religiosas y las nociones de santidad moral, pero ahora está arraigado en la sociedad en general. Las organizaciones benéficas constituyen una gran parte del sector no lucrativo. Nuestro código fiscal permite deducciones fiscales por donar. Gracias a la cultura digital y a los medios de comunicación, nuestra exposición a organizaciones necesitadas de recursos se ha disparado. La facilidad con la que podemos donar, ya sea a través de GoFundMe o de un Venmo rápido en respuesta a una llamada a la acción de Instagram, integra la caridad en nuestras rutinas diarias. Puede resultar abrumador decidir cuánto donar, qué recursos dar y a quién. Sin embargo, esta compleja negociación es un testimonio de la naturaleza expansiva de lo que significa preocuparse por los demás como seres humanos.

Volvamos a lo básico y profundicemos en lo que nos motiva a ser caritativos, y en cómo la comprensión de nuestros procesos cognitivos puede empujarnos hacia comportamientos caritativos.

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TDL is a socially conscious consulting firm. Our mission is to translate insights from behavioral research into practical, scalable solutions—ones that create better outcomes for everyone.

Come say hello

1. Ayudar a los demás ha sido una fortaleza evolutiva

Por: Scientific American, Por qué ayudamos (noviembre de 2012)

Cuando aprendemos cómo evolucionamos los humanos y cómo evolucionan las especies en general, solemos oír la frase "la supervivencia del más fuerte". Nuestra evolución se enmarca en la lógica del "perro come perro", en la que gran parte de la responsabilidad de la supervivencia recae en el individuo y en sus puntos fuertes. Pero, ¿cómo se explican características como el altruismo y el humanitarismo? ¿Por qué compartimos y cuidamos de personas que ni siquiera conocemos, además de las que nos rodean?

Existen varias hipótesis sobre el origen de estas tendencias. Uno de los mecanismos evolutivos de la cooperación es la reciprocidad. La mayoría de nosotros conoce el dicho "yo te rasco la espalda si tú me rascas la mía", o dar a los demás con la esperanza de que nos devuelvan el favor cuando lo necesitemos. La generosidad recíproca se observa en otras especies, como los murciélagos vampiro, y demuestra cómo compartir puede generar beneficios para la supervivencia individual a largo plazo. Otra hipótesis gira en torno a la selección de parentesco, según la cual los individuos con tendencia a cuidar de sus parientes más cercanos pueden reducir su propia aptitud, al tiempo que aumentan las posibilidades de reproducción y supervivencia de otros miembros de su acervo genético. De este modo, es probable que se transmita el material genético que promueve los comportamientos cooperativos.

Además, cuando grupos de familiares y vecinos se ayudan mutuamente pueden crearse agrupaciones espaciales de cooperadores que compiten más que los individuos no cooperativos. Los estudios de laboratorio sobre cultivos de levadura demuestran este mecanismo, pero es fácil ver los beneficios del apoyo comunitario en nuestra vida cotidiana. Las perspectivas evolutivas permiten comprender por qué somos como somos y por qué ayudar a los demás puede desempeñar un papel tan importante en la vida humana.

2. Dar nos hace más felices y sanos

Por: Greater Good Magazine, 5 Ways Giving Is Good for You (diciembre de 2010)

Dar a los demás tiene algo de gratificante, aunque para ello gastemos nuestros propios recursos. En un estudio se dio a los participantes una suma de dinero y se evaluaron sus respuestas a A) gastarse el dinero en sí mismos y B) dárselo a otra persona. Los investigadores descubrieron que, aunque los participantes predijeron que se alegrarían más si se lo gastaban en sí mismos, en realidad tenían una reacción más positiva cuando daban el dinero a otra persona.

Nuestra neuroquímica apoya esta afirmación, ya que dar activa áreas cerebrales de placer y relación social. Dar también provoca una oleada de endorfinas similar al "subidón del corredor", que en este caso se denomina "subidón del ayudante". Estos beneficios para la salud mental repercuten en nuestro bienestar físico, reduciendo los niveles de estrés y proporcionando importantes beneficios para la salud de las personas mayores y los enfermos crónicos.

3. Damos más cuando conectamos emocionalmente

Por: Chicago Booth Review, Cómo las organizaciones benéficas pueden obtener una ventaja (marzo de 2020)

Así pues, hemos establecido algunos factores de por qué donamos y los beneficios de hacerlo, en un sentido evolutivo y en un sentido individual más inmediato. Pero en una época en la que las oportunidades de donar parecen infinitas, ¿qué nos atrae más hacia determinadas organizaciones que hacia otras? Los datos experimentales demuestran que somos mucho más propensos a responder a las peticiones de donaciones que nos presentan a una sola persona que se beneficiaría de nuestra ayuda, en lugar de información cuantitativa sobre el impacto de la organización benéfica. Este fenómeno se conoce como el efecto de la víctima identificable. Las donaciones suelen estar impulsadas por nuestras respuestas emocionales y conexiones personales, más que por una deliberación racional sobre el impacto global.

Dado que nuestros comportamientos de ayuda se iniciaron a un nivel más cercano (es decir, entre familiares, amigos y vecinos), tiene sentido que la conexión personal desencadene el altruismo. En medio del panorama de los medios de comunicación de masas, recibimos más información que nunca y estamos expuestos a penurias en todo el mundo. Respondemos con empatía a la mayoría de las noticias de devastación, pero puede ser difícil comprender realmente la gravedad de una situación que nos es ajena. Para que el marketing benéfico provoque un nivel de empatía que induzca a la acción, a menudo debe crear un puente entre el público y la propia causa.

4. Cuando damos, inspiramos a otros a dar

Por: The Guardian, La ciencia detrás de por qué la gente da dinero a la caridad (mayo de 2015)

Características como la amabilidad y la generosidad están impulsadas por nuestras tendencias profundamente sociales. Sin embargo, nuestros comportamientos caritativos también están muy influidos por factores sociales externos. El altruismo de la gente que nos rodea puede empujarnos a dar y alterar la cantidad de tiempo o recursos que estamos dispuestos a dar.

Los estudios demuestran que somos más propensos a donar a una causa si alguien conocido nos lo pide; esto incluye a familiares y amigos, así como a nombres prestigiosos como la Fundación Bill y Melinda Gates. Las organizaciones benéficas pueden utilizar estas influencias sociales para acumular más fondos. Por ejemplo, si utilizamos una plataforma de donaciones en línea, es posible que nos ofrezcan introducir direcciones de correo electrónico de personas que conocemos para llegar a más donantes potenciales. Cuando alguien recibe un correo electrónico que dice "Tu amigo _____ te pide ayuda...", es más probable que done. Además, si nos informan de que el donante anterior dio una gran suma, es más probable que donemos una cantidad mayor. Así que cuando das, no es sólo tu contribución tangible lo que tiene impacto. También es el precedente de generosidad que sientas para los que te rodean.

5. Dar combate la impotencia

Por: The Decision Lab, Donaciones inteligentes para un mundo cognitivamente saturado: Nick Fitz y Ari Kagan

En el mundo actual, nos vemos obligados a navegar entre un creciente empuje hacia el individualismo y una sensación cada vez mayor de interconexión global, una paradoja a menudo desorientadora. En medio de la pandemia, puede resultar especialmente difícil procesar la soledad del aislamiento físico unida a la interminable comunicación digital y al intercambio de información. Además, es fácil volverse nihilista en medio del ciclo de noticias 24/7, que nos inunda con medios de comunicación sobre las penurias mundiales. Cuando hay tantos problemas que abordar, y los propios problemas parecen insuperables, podemos optar por no hacer nada.

Sin embargo, encontrar formas significativas de dar puede fortalecernos contra la impotencia. Cuando participamos activamente, en lugar de observar pasivamente, fomentamos un sentimiento de conexión y nos recordamos nuestra capacidad para contribuir al cambio. Una forma de integrar la donación en nuestras vidas es a través de la nueva aplicación Momentum de Nick Fitz y Ari Kagan. La aplicación ayuda a combatir la sobrecarga de opciones seleccionando cuidadosamente organizaciones benéficas personalizadas según nuestras prioridades. Momentum nos permite emparejar las donaciones con nuestras acciones cotidianas y eventos importantes. De este modo, cada vez que cogemos un Uber podemos donar automáticamente una pequeña cantidad a grupos de acción por el clima, o cuando marchamos por Black Lives Matter podemos donar a organizaciones de justicia racial. Hay muchas maneras de contribuir al cambio, pero si eres uno de los muchos que luchan por averiguar cómo hacerlo, Momentum podría prestarte alguna orientación.

References

  1. Marsh, J., & Suttie, J. (2010, 13 de diciembre). 5 Ways Giving Is Good for You. Greater Good Magazine. https://greatergood.berkeley.edu/article/item/5_ways_giving_is_good_for_you
  2. Nowak, M. A. (2012, 1 de noviembre). Por qué ayudamos. Scientific American. https://doi.org/10.1038/scientificamericanhuman1112-92
  3. Tamma, M. S. y F. (2015, 23 de marzo). La ciencia detrás de por qué la gente da dinero a la caridad. The Guardian. http://www.theguardian.com/voluntary-sector-network/2015/mar/23/the-science-behind-why-people-give-money-to-charity
  4. El laboratorio de decisiones. (2020, 29 de octubre). Donaciones inteligentes para un mundo cognitivamente saturado: Nick Fitz y Ari Kagan. https://thedecisionlab.com/podcasts/smart-giving-for-a-cognitively-saturated-world-nick-fitz-and-ari-kagan/
  5. Walton, A. (2020, 25 de marzo). Cómo las organizaciones benéficas pueden obtener una ventaja. Chicago Booth Review. https://review.chicagobooth.edu/behavioral-science/2020/article/how-charities-can-get-edge

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