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Un codazo al día mantiene alejado al médico

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Apr 17, 2017

Un gran número de enfermedades son consecuencia de comportamientos poco saludables. Incluso las personas que son plenamente conscientes de los riesgos asociados a determinados comportamientos y tienen la intención de tomar buenas decisiones luchan por hacerlo. Esto puede hacer que sintamos ansiedad al tomar decisiones y que nos arrepintamos de no haber hecho lo correcto. La razón principal es que muchas de las decisiones a las que nos enfrentamos a diario se toman de forma automática. Por el contrario, incluso las decisiones deliberadas relacionadas con comportamientos saludables suelen ser poco óptimas. Pensamientos como "Si hoy me encuentro bien, ¿para qué seguir tomando las pastillas?". (que en el argot conductual debería llamarse sesgo del presente), o "Recuerdo la última vez que me dolió mucho, así que no volveré a hacerme la prueba de detección" (heurística de la disponibilidad), entorpecen nuestros esfuerzos por mantenernos sanos. Es más, el sistema sanitario a veces crea entornos complejos para los pacientes, en el sentido de que los formularios a rellenar son muy extensos; las prescripciones no siguen las recomendaciones de la medicina basada en la evidencia, e incluso los médicos de cabecera (MG) pueden sufrir fatiga de decisión, lo que disminuye la calidad del servicio y atenta contra la salud del paciente.

A la luz de estas realidades, ha surgido una nueva esperanza que podría mejorar la salud pública: aplicar la arquitectura de la elección a los centros médicos. En este ámbito, en el que los consumidores tienen dificultades para comprender y los médicos para comunicar la información necesaria para tomar decisiones críticas relacionadas con la salud, y en el que las malas decisiones pueden acarrear enormes consecuencias negativas, los centros médicos pueden desempeñar un papel crucial para que los ciudadanos tomen mejores decisiones en materia de salud.

Entonces, ¿qué es exactamente la arquitectura de la elección? Thaler, Sunstein y Balz, tres conocidos pensadores de la ciencia del comportamiento, la definen como el "diseño cuidadoso de entornos en los que las personas toman decisiones"[1] En ese sentido, el papel clave de los centros médicos debe ser simplificar los procesos de decisión de sus pacientes o médicos de cabecera para que elijan la opción que les haga estar mejor.

¿Se me ha olvidado tomar la píldora? Nuevas soluciones para los problemas de salud pública

La mayoría de la gente entiende lo que constituye una "buena elección" en el contexto de los comportamientos sanitarios. Para mantenerse sano, uno debe cuidarse, seguir las recomendaciones de su médico, tomar los tratamientos cuando se los prescriba, comer sano, etc. El problema surge tanto de la información incompleta como de nuestros sesgos cognitivos, que dificultan bastante el cumplimiento de estos comportamientos. Además, también sufrimos de racionalidad limitada. Es decir, aunque dispongamos de toda la información pertinente, no actuamos de forma óptima.

Afortunadamente, a medida que aprendemos más sobre el comportamiento humano, estos conocimientos pueden aplicarse al ámbito de la asistencia sanitaria. Mediante sencillos nudges, los centros médicos pueden mejorar los resultados de sus pacientes simplificando formularios o enviando mensajes de texto recordatorios de tratamientos, entre otras muchas intervenciones similares de bajo coste. A medida que estos nudges mejoran los resultados sanitarios individuales, también mejoran el bienestar social en su conjunto. Así pues, esperamos que el uso de herramientas conductuales ayude a los pacientes a tomar mejores decisiones sanitarias y, por tanto, a mejorar su calidad de vida.

Una de las primeras aplicaciones de las ideas conductistas a la política sanitaria fue el caso de la donación de órganos por defecto. Para quienes estén inmersos en la literatura conductista, este ejemplo les resultará familiar. Esencialmente, el problema era que la tasa de donación de órganos en muchos países era muy inferior a la tasa declarada de deseo de donar los propios órganos: es decir, muchas personas declaraban su deseo de donar sus órganos, pero no se inscribían para ser donantes de órganos. La razón era que muchos formularios en los que se decide si se dona o no estaban diseñados con una opción por defecto (es decir, a menos que se hiciera algo para cambiarlo, no se sería donante de órganos). Utilizando los conocimientos de la arquitectura de la elección, los responsables políticos cambiaron esta opción por una opción de exclusión (es decir, se es donante de órganos a menos que se decida activamente no serlo). Este simple cambio en el diseño de un formulario tuvo un enorme efecto en el número de donantes de órganos y, como resultado, no sólo salvó vidas, sino que también alineó mejor las acciones de las personas con sus propias preferencias declaradas.

Puntos clave para los centros de salud

Teniendo esto en cuenta, presento la siguiente lista de innovaciones rentables mediante las cuales los centros de salud pueden emplear la arquitectura de la elección para que los pacientes alcancen mejor sus objetivos de salud y los profesionales médicos ofrezcan tratamientos más eficientes:

  • Reducir los antibióticos mediante normas sociales. En 2014, Hallsworth y sus colegas decidieron realizar un ensayo para reducir la prescripción excesiva de antibióticos en Inglaterra. Para lograrlo, escribieron cartas a los médicos de cabecera (MG) del 20% superior de la distribución de la prescripción, informándoles de sus tasas de prescripción en relación con el 80% inferior de los MG. El efecto se mantuvo durante al menos 6 meses y redujo sustancialmente la prescripción de antibióticos a escala nacional. Este programa de bajo coste redujo las prescripciones innecesarias de antibióticos, que contribuyen a la resistencia a los antimicrobianos.
  • En muchos casos, los quirófanos aplican procesos críticos de atención de memoria, lo que aumenta la probabilidad de complicaciones debido a pasos omitidos. Por eso, en 2009, Haynes y otros investigadores elaboraron una lista de comprobación de diecinueve elementos, aplicable en todo el mundo, para reducir la tasa de complicaciones quirúrgicas evitables. Pusieron a prueba la eficacia de esta lista de comprobación en ocho hospitales, y descubrieron que la tasa de mortalidad de los pacientes sometidos a cirugía descendía del 1,6% al 0,8% siguiendo las instrucciones de su lista de comprobación.
  • Recordatorios por SMS sobre la adherencia al tratamiento. Las bajas tasas de adherencia al tratamiento combinado con artemisinina (TCA) aumentan el riesgo de fracaso terapéutico y pueden provocar farmacorresistencia. En 2011, Raifman y sus coautores pusieron en marcha un ensayo controlado aleatorizado (ECA) que tuvo lugar en Ghana, donde la intervención consistió en enviar mensajes de texto a las personas que recibían tratamiento contra la malaria, con (i) un breve mensaje recordatorio "¡Por favor, tome sus medicamentos contra la MALARIA!" o (ii) un recordatorio largo con componente de ánimo "¡Por favor, tome sus medicamentos contra la MALARIA!". Aunque se sienta mejor, debe tomar todos los comprimidos para acabar con el paludismo". Los resultados mostraron que el simple envío del mensaje aumentaba significativamente las probabilidades de adherencia en 1,45 veces en comparación con el grupo de control (no se envió ningún mensaje).
  • Intención de aplicación para aumentar la vacunación contra la gripe. Un equipo de investigadores dirigido por Katherine Milkman, de Wharton, evaluó un experimento de campo diseñado para medir el efecto de los avisos en el cambio de las conductas sanitarias de los empleados de una gran empresa. En este caso, el comportamiento de interés era si los empleados recibían la vacuna gratuita contra la gripe que ofrecía la empresa. Los empleados fueron asignados aleatoriamente a categorías, y a los de los grupos de tratamiento se les envió por correo un recordatorio con (i) la fecha en que el empleado tenía previsto vacunarse o (ii) la fecha y hora en que tenía previsto vacunarse. En ambos casos, las tasas de vacunación aumentaron en relación con el grupo de control, y los empleados que recibieron el recordatorio más específico de escribir tanto la fecha como la hora experimentaron el mayor aumento en las tasas de vacunación (4,2 puntos porcentuales más).

Todos tomamos a diario decisiones complejas, muchas de las cuales repercuten en nuestras vidas o en las de nuestros semejantes. Aunque siempre hay consideraciones éticas cuando se intenta influir en el comportamiento de las personas, en el ámbito de la atención sanitaria estas intervenciones pueden suponer literalmente la diferencia entre la vida y la muerte. En situaciones en las que tanto el bienestar individual como el de la sociedad pueden mejorarse con sencillos empujoncitos de bajo coste, la pregunta es: ¿debemos dejar que los pacientes y los médicos de cabecera sufran sus propios sesgos inherentes, o intervenir y mejorar sus resultados sanitarios?

Reconocer esta necesidad es fundamental para mejorar el sistema sanitario. Si aprovechamos estos conocimientos sobre el comportamiento de las personas y los traducimos en intervenciones políticas, podremos dar un paso más hacia la mejora de la salud y la asistencia sanitaria.

References

Equipo Behavioural Insights, 2016. Informe de actualización 2015-2016, disponible en:
https://38r8om2xjhhl25mw24492dir.wpengine.netdna-cdn.com/wp-content/uploads/2016/09/BIT_Update_Report_2015-16-.pdf

Hallsworth et al, 2016. Aplicación de los conocimientos conductuales: Formas sencillas de mejorar los resultados sanitarios. Doha, Qatar: Cumbre Mundial de Innovación para la Salud.

Hallsworth et al, 2016. Provision of social norm feedback to high prescribers of antibiotics in general practice: a pragmatic national randomised controlled trial. The Lancet.

Haynes et al, 2009. A surgical safety checklist to reduce morbidity and mortality in a global population. New England Journal of Medicine.

Milkman et al, 2011. Using implementation intentions prompts to enhance influenza vaccination rates, Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).

OCDE, 2017. Perspectivas de comportamiento y políticas públicas: Lecciones de todo el mundo. Disponible en: https://dx.doi.org/10.1787/9789264270480-en

Raifman et al, 2014. El impacto de los recordatorios de mensajes de texto en la adherencia al tratamiento antimalárico en el norte de Ghana: un ensayo aleatorizado. PloS one.

Thaler, R. H., y Sunstein, C. R., 2009. Nudge: Mejorar las decisiones sobre salud, riqueza y felicidad.

[1] https://www.chicagobooth.edu/news/2008ManCon/01-thaler.aspx

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