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Lucha contra la inminente crisis de los antibióticos

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Sep 23, 2020

Prólogo

En TDL, nuestro papel es traducir la ciencia. Este artículo forma parte de una serie sobre investigación de vanguardia con potencial para crear un impacto social positivo. Aunque la investigación es inherentemente específica, creemos que las ideas extraídas de cada artículo de esta serie son relevantes para los profesionales de las ciencias del comportamiento en muchos campos diferentes. Como empresa de investigación aplicada con conciencia social, siempre estamos buscando formas de traducir la ciencia en impacto. Si desea hablar con nosotros sobre una posible colaboración, no dude en ponerse en contacto con nosotros.

Introducción

Los conocimientos de las ciencias del comportamiento pueden tener un profundo impacto en los resultados sanitarios, desde fomentar comportamientos prosociales de lavado de manos durante una pandemia hasta aumentar el número de personas que contratan un seguro médico. Como empresa de investigación aplicada con conciencia social, TDL está interesada en utilizar la empatía, la tecnología y el pensamiento de diseño para promover mejores resultados en muchos aspectos de la sociedad, desde la salud a la educación, pasando por la capacitación económica de grupos desfavorecidos. Para ampliar aún más estos impactos, nos ponemos en contacto con expertos que actualmente llevan a cabo investigaciones en áreas que implican a la ciencia del comportamiento en la búsqueda de objetivos con conciencia social.

Con este espíritu, nos pusimos en contacto con la Dra. Patricia Cummings para saber cómo su trabajo en la vanguardia de la prevención de la resistencia a los antibióticos aprovecha la ciencia del comportamiento para mejorar la sociedad.

La Dra. Patricia Cummings es Directora del Departamento de Investigación y Evaluación Epidemiológica del Eisenhower Medical Center de Rancho Mirage, California. Se doctoró en Epidemiología por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y obtuvo un máster en Salud Pública (MPH) con especialización en Epidemiología y Bioestadística, por la Universidad del Sur de California (USC).

Sus intereses y trabajos académicos han incluido estudios de investigación y evaluación relacionados con la economía del comportamiento y la elección de alimentos, las enfermedades crónicas e infecciosas, las disparidades sanitarias y las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. En la actualidad, se centra principalmente en las enfermedades infecciosas y las formas de prevenir la resistencia a los antibióticos.

En este artículo, la Dra. Cummings y sus colegas hacen un seguimiento de la prescripción excesiva de antibióticos y ponen a prueba estrategias para reducir este problema.

La versión completa del documento está disponible aquí: https://academic.oup.com/ofid/article/7/7/ofaa174/5854129

Entrevista

Nathan: ¿Cómo definiría el enfoque de su investigación para un público general?

Dr. Cummings: La resistencia a los antibióticos se produce cuando un organismo que normalmente sería sensible a un antibiótico se vuelve resistente a él. En otras palabras, es la capacidad de las bacterias de cambiar de una forma que reduce la eficacia de los fármacos. La resistencia a los antibióticos es una amenaza urgente para la salud pública mundial, que afecta a todos los países, independientemente de su nivel socioeconómico. Uno de los principales factores que contribuyen a la aparición y persistencia de esta amenaza es el uso indebido de antibióticos. En Estados Unidos, la mayoría de los antibióticos se prescriben innecesariamente durante la temporada de gripe para tratar probables infecciones víricas. Los antibióticos no funcionan contra los virus, sólo contra las bacterias. Así pues, nuestra investigación pretende identificar y mitigar los factores que contribuyen a este problema, para que en última instancia podamos prevenir y reducir la amenaza de la resistencia a los antibióticos.

Nathan: ¿Cómo se concretan esos temas en un proyecto específico?

Dr. Cummings: La prescripción inadecuada de antibióticos puede estar influida por una serie de factores, como las características del médico (por ejemplo, conocimientos, memoria, formación, número de años en la práctica), pero también puede estar influida por fuerzas externas, como un paciente que presiona a un médico para que le prescriba un antibiótico cuando no es necesario. Nuestra pregunta de investigación para este primer estudio fue: "¿son eficaces las intervenciones de las ciencias del comportamiento para reducir la prescripción innecesaria de antibióticos entre los médicos de nuestro entorno hospitalario comunitario?".

Nathan: ¿Cómo se diseñó tu proyecto?

Dr. Cummings: Una de las intervenciones de la ciencia del comportamiento que aplicamos se llamaba "comparación entre iguales". Comparamos a los médicos con sus iguales (otros médicos del grupo) dándoles sus datos de prescripción. También enviamos por correo electrónico una lista de clasificación ciega a todos los médicos del grupo, para que pudieran ver en qué posición se encontraban con respecto a sus compañeros. Para ello, les asignamos un número aleatorio, de modo que no quedaran identificados en el correo electrónico público, pero pudieran ver su posición en comparación con la de sus compañeros. Nuestra hipótesis era que la estrategia de comparación entre iguales funcionaría mejor o tendría como resultado la mayor disminución de la prescripción innecesaria de antibióticos, ya que los proveedores tienden a ser intrínsecamente competitivos por naturaleza. También creímos que, al darles sus datos, les animaba a hacerlo mejor (es decir, deseabilidad social) al tiempo que se creaba un entorno similar a la competición entre sus compañeros. Las otras intervenciones que llevamos a cabo fueron la educación de los pacientes y el personal, y el compromiso público. Éstas sirvieron de apoyo, pero no fueron tan eficaces como la estrategia de comparación entre iguales.

Nathan: ¿Qué proceso siguió?

Dr. Cummings: Tuvimos suerte de no tener que reinventar la rueda: adaptamos un proceso de estudios ya publicados sobre este tema. En concreto, utilizamos el trabajo publicado por la Dra. Larissa May de la Universidad de California Davis, que ha investigado en este campo, así como por la Dra. Daniella Meeker y el Dr. Jason Doctor de la Universidad del Sur de California. Sus trabajos nos ayudaron a adaptar y desarrollar las intervenciones al entorno y la población de nuestro hospital comunitario.

Nathan: ¿Qué acabaste averiguando?

Dr. Cummings: Nuestros resultados mostraron que hubo un número significativamente menor de prescripciones inadecuadas de antibióticos durante el periodo de intervención que en el periodo anterior a la intervención, lo que dio lugar a una disminución significativa de la tasa de prescripción inadecuada de antibióticos entre los médicos durante un periodo de 6 meses. Las estrategias incluidas en esta intervención sugieren que la utilización de un enfoque de ciencias del comportamiento para la administración antimicrobiana puede reducir en gran medida la prescripción inadecuada de antibióticos.

Nathan: ¿Qué importancia cree que tiene esto en un contexto aplicado (por ejemplo, en la empresa o en la política pública)?

Dr. Cummings: Como muchos comportamientos, la prescripción de antimicrobianos es un comportamiento complejo en el que influye una combinación de factores. Aparte de los factores individuales del proveedor, hay una serie de influencias externas que difieren según el contexto y el entorno. Lo que nos dicen actualmente las pruebas publicadas es que algunos de estos factores conducen a una mejor sostenibilidad que otros, como la comparación entre iguales. Aplicando esto a otros sectores, como la comida rápida y las industrias de bebidas, sabemos que los factores externos (por ejemplo, el precio, la conveniencia y la publicidad) tienen un fuerte impacto en lo que elegimos para comer. A veces, estos factores externos influyen más en nuestra toma de decisiones que los factores individuales. Lo más importante es saber qué factores influyen más y aprovechar sus efectos en el comportamiento de las personas. En nuestro caso, aprovechamos esos factores para mejorar la calidad y la seguridad de los pacientes, así como para contribuir al objetivo de salud pública mundial de reducir la resistencia a los antibióticos.

Nathan: ¿Cree que su estudio dará lugar a futuras investigaciones? ¿En qué dirección?

Dr. Cummings: Sí, estamos a punto de iniciar la siguiente fase de este estudio, que examinará las características de los médicos que pueden influir en la probabilidad de prescribir antibióticos (por ejemplo, la edad, la formación, el número de años en la práctica) y veremos cómo estos factores contribuyen a la sostenibilidad de la intervención en el tiempo. Este trabajo será importante para informar sobre la sostenibilidad de estas intervenciones y proporcionará datos muy necesarios para otros hospitales comunitarios que deseen aplicar intervenciones similares.

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