El gimnasio de la esquina anuncia que si te apuntas, te regalan un abono a mitad de precio durante seis meses. "Vaya, qué buena oferta", te dices. Aunque no te guste ir al gimnasio, se acercan las fiestas y ya sabes que te vas a sentir culpable por comer más de la cuenta. Así que esta es una buena oferta: pagarás la mitad, irás 5 veces a la semana durante seis meses para eliminar esas calorías de más y luego cancelarás la suscripción. Un plan perfecto. Te apuntas al gimnasio por Internet y hasta acabas yendo a hacer ejercicio.
Al menos, al principio, hasta que tu motivación se desvanece y cada vez vas con menos frecuencia. Al cabo de seis meses, ya ni siquiera piensas en ir al gimnasio... ¡pero sigues sin cancelar la suscripción! Es duro, requiere tiempo y energía. Así que sigues pagando por una suscripción que no utilizas, y ahora que la oferta ha caducado, incluso pagas el precio completo, sólo porque no quieres esforzarte. Ésa es la magia de los incumplimientos: son muy eficaces para aprovechar nuestra aversión al esfuerzo adicional.
Comprendiendo el poder de los incumplimientos, los coautores Johnson y Goldstein (2003) diseñaron un estudio1 destinado a promover la donación de órganos. En un momento dado, cientos o miles de personas estarán esperando donaciones de órganos adecuadas (¡y que salven vidas!). Por ello, es importante que los responsables políticos conozcan los principales factores que determinan las tasas de donación. Los primeros factores que pueden venir a la mente son la religión de una persona o su situación económica y educativa. Sin embargo, al revisar los datos empíricos, estos factores no lograron explicar las diferencias en las tasas de donación de órganos entre países y localidades. Pensando con originalidad, los autores se preguntaron cómo podrían afectar a la propensión a donar las políticas por defecto de los países en materia de donación de órganos, es decir, si las personas se incluyen automáticamente en la lista de donantes de órganos con la opción de excluirse, o viceversa. Así se diseñó el presente estudio.
En concreto, el estudio pretendía responder a la siguiente pregunta: ¿puede un cambio en la política por defecto de donación de órganos en un país aumentar el número de personas que donan realmente? En muchos países (incluido Estados Unidos), la opción por defecto es que las personas no donen sus órganos, aunque pueden cambiar esta opción por defecto eligiendo activamente donar. Si esto se invirtiera y, por defecto, la gente se alistara para donar sus órganos a menos que optasen explícitamente por no hacerlo, ¿aumentaría el número de donaciones con respecto al sistema alternativo?
Metodología: Para estudiar el efecto de los incumplimientos en los acuerdos de donación, los investigadores analizaron las tasas reales de donación en los países europeos con regímenes de incumplimiento opt-in u opt-out.
Resultados: A continuación se muestran los porcentajes reales de donación en los países europeos en función de su política:
Como puede verse en el gráfico anterior, en los países europeos en los que el opt-out era la opción por defecto, casi todo el mundo daba su consentimiento para donar sus órganos. Por el contrario, en los países que optan por la inclusión, la tasa de acuerdo es unas 5 veces inferior.
Recordemos que las investigaciones anteriores no lograron identificar factores personales que pudieran explicar la variación en las tasas de donación. En comparación, los valores por defecto ofrecen una poderosa explicación de las disparidades en la propensión a donar. Los valores por defecto influyen enormemente en el comportamiento, y establecerlos con acierto puede salvar vidas.
Legado: Después de unos 17 años, los resultados de este estudio siguen siendo válidos. Más allá de la simple inercia, otros han señalado cómo los valores por defecto enmarcan nuestra comprensión de las opciones disponibles.2 La gente tiende a considerar la política por defecto como un tipo de norma. En consecuencia, optar por no donar órganos no sólo requiere un esfuerzo, sino que conlleva una percepción negativa: en una sociedad en la que es habitual que los ciudadanos participen en una acción desinteresada y significativa, estoy declarando explícitamente (aunque sólo sea en privado, para mí mismo) que no seré tan altruista como los que me rodean.
Conclusión: A la hora de diseñar políticas, los responsables de la toma de decisiones deben tener en cuenta que la configuración por defecto crea un camino de menor resistencia, que probablemente influya poderosamente en las decisiones de la gente. Optar por un camino diferente requiere que la gente supere su inercia y se oponga a lo que puede considerarse una norma social. Por lo tanto, los valores por defecto deben seleccionarse sabiamente, con la mente puesta en lograr el mejor resultado para la sociedad. Por supuesto, al hacerlo, hay que hacer todo lo posible para garantizar que salirse de ese valor por defecto (sea cual sea) sea lo más fácil y sencillo posible. El resultado de este diseño es un sistema más eficiente que ayuda a la sociedad a alcanzar sus objetivos colectivos al tiempo que mantiene el derecho de los individuos a decidir por sí mismos.
References
1. Johnson, Eric, y Daniel Goldstein. "¿Salvan vidas los impagos?". Science 302, no. 5649 (2003): 1338-39.
2. Davidai, S., Gilovich, T., & Ross, L. D. (2012). El significado de las opciones por defecto para los posibles donantes de órganos. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 109(38), 15201-15205.