Han pasado las primeras semanas de enero e inevitablemente alguien pregunta: ¿Tiene algún propósito para el Año Nuevo? Tras pensarlo un momento, te acuerdas al instante de tu compromiso suelto de llevar una vida más sana. Respondes que sí, y planeas apuntarte al gimnasio local y hacer más ejercicio, y pones un recordatorio en tu teléfono para suscribirte a un gimnasio. Este año será diferente y estaré más sano", dice, y no es el único. Muchas personas se apuntan a un gimnasio en enero, en pos de los propósitos de Año Nuevo de estar más sanos. Pero, ¿será este año realmente diferente?
El Año Nuevo es una época popular para "pasar página", en la que los individuos se proponen hacer cambios en su rutina para perseguir objetivos a largo plazo. Nuestra comprensión de los propósitos de Año Nuevo se ha beneficiado de los conocimientos de las ciencias del comportamiento, ya que destacadas investigaciones han puesto de relieve dos razones principales por las que se produce este fenómeno: 1) perseguir objetivos a largo plazo es un reto, y 2) el Año Nuevo presenta una oportunidad única de motivación. Sin embargo, mantener los propósitos de Año Nuevo es otro reto en sí mismo. Para preservar esta motivación, los investigadores del comportamiento han explorado métodos para ayudar a las personas a perseverar en la consecución de sus objetivos a largo plazo.
El reto de perseguir objetivos a largo plazo
El primer componente que define los propósitos de Año Nuevo implica el aspecto desafiante de la persecución de objetivos a largo plazo. Aunque sabemos lo importante que puede ser un objetivo, los beneficios de alcanzarlo son difíciles de medir en el momento. Si una persona espera vivir de forma más saludable, es posible que reconozca la importancia del objetivo, pero que sea incapaz de darse cuenta del resultado de estar más sano, ya que las recompensas son lejanas y abstractas.
Por lo tanto, las recompensas más destacadas son las que se producen de forma instantánea. [5] Pensemos en correr en la cinta: correr es bueno a largo plazo, pero es aburrido y agotador en el momento. La aburrida experiencia momentánea de correr se convierte en nuestro centro de atención cuando llega el momento de tomar decisiones. Las recompensas inmediatas son el motor de nuestras decisiones y, en este caso, la opción más saludable sale perdiendo. [5] Las barreras a corto plazo de la persecución de metas nos impiden alcanzar nuestros objetivos saludables. Pero, ¿por qué en Año Nuevo aumenta tanto la creación de estos objetivos?
References
[1] Dai, H., Milkman, K. L., & Riis, J. (2014). The fresh start effect: Los hitos temporales motivan el comportamiento aspiracional. Management Science, 60(10), 2563-2582.
[2] Gollwitzer, P. M. (1999). Intenciones de ejecución: Strong effects of simple plans. American psychologist, 54(7), 493.
[3] Hennecke, M., y Converse, B. A. (2017). La próxima semana, el próximo mes, el próximo año: Cómo los límites temporales percibidos afectan a las expectativas de iniciación. Social Psychological and Personality Science, 1948550617691099.
[4] Milne, S., Orbell, S., & Sheeran, P. (2002). Combining motivational and volitional interventions to promote exercise participation: Protection motivation theory and implementation intentions. British journal of health psychology, 7(2), 163-184.
[5] Woolley, K., y Fishbach, A. (2016). For the fun of it: Aprovechar las recompensas inmediatas para aumentar la persistencia en objetivos a largo plazo. Journal of Consumer Research, 42(6), 952-966.