George Lowenstein

Thinker
George Lowenstein

Emociones y economía

Introducción

George Loewenstein es pionero y fundador de la economía conductual. Fue uno de los primeros en fusionar las disciplinas de la psicología y la economía, y hoy sigue siendo un líder en este campo. Tiene una gran visión de los matices entre nuestra psique y las decisiones que tomamos, lo que le ha permitido descubrir muchos de los sesgos cognitivos de los que hablamos en nuestra web. En concreto, el objetivo de Loewenstein era devolver las emociones al ámbito de la teoría económica, con el fin de comprender su importante papel en la configuración del comportamiento humano.1 Al tener en cuenta las emociones humanas, se esfuerza por comprender mejor la forma en que los seres humanos se comportan realmente, en lugar de basarse únicamente en modelos económicos. Como resultado de las opiniones idiosincrásicas de Loewenstein sobre la interdependencia de la psicología y la economía, el campo de la economía conductual sigue creciendo y nos permite ajustar las teorías y los modelos económicos para que sean mejores predictores del comportamiento humano imperfecto.

George Loewenstein es autor de más de 200 artículos y varios libros. Quizá se le reconozca sobre todo como coautor del artículo de 1989 Anomalies: Intertemporal Choice, que describe los sesgos basados en el presente. Su trabajo suele relacionarse también con los debates sobre la previsión afectiva, que examina cómo las personas predicen sus estados emocionales futuros.2 Estas ideas pioneras se apartan de los modelos económicos racionales que no tienen en cuenta los sesgos humanos a la hora de hacer predicciones.

Loewenstein es economista, neuroeconomista, psicólogo, escritor y educador. Es fundador de múltiples campos porque no teme desviarse de la norma. Su curiosidad por saber cómo afectan las emociones misteriosas al dinero y a las decisiones vitales ha permitido crear todo un campo que, en su opinión, apenas está empezando a arañar la superficie de la intersección entre psicología y economía.1 Gran parte del trabajo que hacemos aquí, en The Decision Lab, se lo debemos a Loewenstein, que nos enseña que no debemos tener miedo a salirnos de lo establecido.

La curiosidad es inherentemente dinámica y propulsora, no sedentaria y pasiva. La mayor parte de la enseñanza tradicional depende de este último estado y trata de controlar el primero. Esto es cierto, especialmente en el caso del alumno que interrumpe o del niño precoz que deambula, ignorando la lección mientras permanece atento a alguna misión propia.3

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For millennia, great thinkers and scholars have been working to understand the quirks of the human mind. Today, we’re privileged to put their insights to work, helping organizations to reduce bias and create better outcomes.

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Anomalías: Elección intertemporal

Como ya se ha mencionado, una de las contribuciones más notables de George Loewenstein al campo de la economía conductual fue un artículo del que fue coautor con Richard Thaler. Thaler es también un economista del comportamiento con el que Loewenstein ha colaborado estrechamente a lo largo de los años. Anomalías: Intertemporal Choice (Anomalías: Elección intertemporal) examinaba cómo las decisiones actuales de un individuo influyen en el tipo de opciones de que dispondrá en el futuro.4 En el resumen del artículo, Lowenstein y Thaler señalan que, en la época en que se publicó el artículo, el comportamiento económico se distinguía de otros comportamientos por ser estable, fácil de definir y sistemáticamente racional.5 A continuación, el artículo intentaba presentar "anomalías" a esta creencia generalizada, con el fin de demostrar los defectos de dicho modelo económico.5

En concreto, el documento se interesaba por las anomalías que existían en las predicciones intertemporales. Las elecciones intertemporales pueden definirse como "decisiones en las que el momento en que se producen los costes y los beneficios se distribuyen a lo largo del tiempo" (181) 5 , lo que en teoría debería facilitar las predicciones. Estas predicciones suelen basarse en el modelo de la utilidad descontada, que sugiere que las personas sopesan racionalmente los pros y los contras de una decisión y "descuentan" la conveniencia de un acontecimiento en función de su futuro, pero que este "descuento" siempre está vinculado a la utilidad6.

En cambio, Thaler y Lowenstein presentaron anomalías de este modelo. Por ejemplo, un estudio que explican mostró que los participantes querían recibir una gran suma de dinero para retrasar la recepción de premios de lotería, pero no estaban dispuestos a pagar mucho para retrasar una multa de aparcamiento. Si un descuento siempre estuviera determinado por la utilidad, no se encontrarían estas diferencias.

En otro estudio, se preguntó a los participantes si preferían una comida gratis en un restaurante francés de lujo o en un restaurante griego local. Inicialmente, la mayoría de los participantes eligieron el restaurante francés, pero cuando se les preguntó si preferirían la comida francesa dentro de dos meses o la comida griega dentro de un mes, la mitad de los participantes que habían elegido inicialmente el restaurante francés pasaron a preferir la comida griega, que llegaba antes. Por tanto, los participantes no actuaban basándose únicamente en la utilidad, ya que ésta sería mayor si eligieran el restaurante que realmente preferían aunque sólo se ganara un mes más tarde. Este estudio también aportó pruebas de la racionalidad limitada, que sugiere que tomamos decisiones que son "suficientemente buenas" en lugar de "las mejores".

Las conclusiones individuales de los estudios del documento presentaban diferentes trabas para varios principios económicos, pero la conclusión general del documento era que, a menudo, "los individuos violan ciertos supuestos de la elección racional" (192), lo que significaba que era necesario incorporar la psicología a los modelos económicos para mejorar su relación con la realidad.5

Previsión afectiva

George Loewenstein también suele ser reconocido por su contribución a la previsión afectiva. La previsión afectiva consiste en predecir cómo se sentirá uno en el futuro y tomar decisiones basadas en esas predicciones.2

Antes de la economía conductual, los modelos económicos predecían que los seres humanos tenían preferencias bien definidas y estables que resistirían la prueba del tiempo. De ello se deducía que seríamos buenos prediciendo cómo nos sentiremos en el futuro porque sería similar a cómo nos sentimos ahora.

Sin embargo, como demostró Lowenstein en un artículo de 2003, junto con los economistas Ted O'Donoghue y Matthew Rabin, a menudo sobrestimamos hasta qué punto nuestro yo futuro se parecerá a nuestro yo actual. Resumieron sus conclusiones en el sesgo de proyección, que identifica nuestra incapacidad para tener en cuenta la poderosa influencia de las emociones. Confiamos demasiado en nuestro estado mental actual para informarnos sobre nuestro yo futuro, que no siempre estará influido por las mismas emociones.

Este error de previsión coincide también con la brecha de empatía frío-caliente, que describe nuestra tendencia a subestimar cuánto influye nuestro estado mental actual en nuestro comportamiento. Como declaró Loewenstein en una entrevista, el problema no consiste simplemente en que seamos "demasiado emocionales"; también puede ser que nuestro estado actual sea impasible y nos olvidemos de lo mucho que nos pueden influir después las emociones.

El trabajo de Loewenstein sobre la previsión afectiva demuestra que las personas, al igual que los modelos económicos, cometen errores de previsión basados en el supuesto de que el comportamiento económico se basa en preferencias estables, racionales y bien definidas, como la utilidad. Por tanto, demuestra que los modelos económicos deben reconfigurarse para incorporar la poderosa fuerza de las emociones, lo que les permitiría ajustarse más a la forma en que se comportan realmente los seres humanos.

Antecedentes históricos

George Loewenstein nació el 9 de agosto de 1955. Parece que la capacidad para fundar disciplinas innovadoras formaba parte de su ADN, ya que supuestamente es bisnieto de Sigmund Freud, pionero del psicoanálisis.7 Afirma que siempre tuvo interés por la psicología debido a sus antecedentes familiares, sin embargo, decidió dedicarse a la economía y la electrónica en su licenciatura en la Universidad de Brandeis.1 8 Se licenció en 1977, con matrícula de honor, antes de realizar el doctorado. Aunque en esta etapa de su educación, a Loewenstein le habría gustado estudiar psicología, sabía que las perspectivas eran poco probables, teniendo en cuenta que no había cursado ni una sola asignatura de psicología en Brandeis. En su lugar, solicitó un doctorado en Economía en Yale, que completó con matrícula de honor en 1985.8

Aunque estaba matriculado formalmente en un doctorado de economía, Loewenstein aprovechaba cualquier oportunidad que le permitiera formarse en psicología. Asistía de manera informal a las conferencias y se aseguraba de que los miembros de su comité participaran en el departamento.1 Después enseñó en la Booth School of Business de la Universidad de Chicago antes de ocupar su puesto actual, catedrático Herbert A. Simon de Economía y Psicología en la Universidad Carnegie Mellon.

Aunque parece que Loewenstein estaba destinado a una carrera en economía y psicología, el mundo casi no tuvo la oportunidad de beneficiarse de su genio. Antes de terminar su doctorado en Yale, estaba a punto de convertirse en ingeniero eléctrico con la promesa de ser admitido posteriormente en un programa de doctorado en ingeniería electrónica en Stanford. Por suerte para nosotros, el trabajo que le prometía esta oportunidad le habría exigido estar destinado bajo tierra en la Antártida, y un psiquiatra determinó que no le habría ido bien en esa situación, con lo que perdió el empleo.1 Pero no fue la única vez que Loewenstein estuvo a punto de desviarse del campo; tras graduarse en Yale, no conseguía muchas entrevistas porque la economía conductual aún no era un campo reconocido. Le ofrecieron un puesto de gerente de marca en una empresa de alimentación, pero antes de que pudiera aceptarlo, recibió la oportunidad de enseñar en la Universidad de Chicago.1

Como ya se ha mencionado, George Loewenstein ha estado muy influido por Richard Thaler, considerado también uno de los fundadores de la economía conductual. Loewenstein conoció a Thaler durante su programa de doctorado, cuando convenció a la facultad de economía de Yale para que invitara a Thaler a impartir un seminario.1 Loewenstein también se ha visto influido por Daniel Kahneman y Amos Tversky, psicólogos cuyo trabajo conoció gracias a Robert Abelson, profesor de psicología que formaba parte del comité de doctorado de Loewenstein.1 No es de extrañar que George Loewenstein se haya codeado con figuras tan influyentes, ya que en una entrevista afirmó que una de las habilidades necesarias para ser un buen economista del comportamiento es elegir buenos colaboradores.1

Lowenstein está casado con Donna Harsh, catedrática de Historia en Carnegie Mellon, y tienen dos hijos en común, Max y Rosa.9 Sigue investigando cómo aplicar la psicología a la economía, con intereses que van desde cómo cambia la toma de decisiones con el tiempo hasta el papel de las emociones en la toma de decisiones, pasando por la psicología que subyace a la curiosidad.10

Ideas de George Loewenstein

Como se ha explicado en este perfil de pensador, el trabajo de Loewenstein se centra en la forma en que los seres humanos no son pensadores puramente racionales cuando se trata de sus decisiones económicas. Insta a los economistas a darse cuenta de que "no somos procesadores de información desapasionados. Si queremos creer algo, somos asombrosamente hábiles para persuadirnos de que lo que queremos creer es cierto".11

Lo que esto sugiere es que los seres humanos no pueden controlar su comportamiento mediante la racionalidad. Como afirma Loewenstein, "hay pocas pruebas más allá de la introspección falible que apoyen la suposición estándar de un control volitivo completo del comportamiento." 12

Loewenstein demuestra que no siempre tomamos la decisión que nos proporciona la mayor utilidad o el mejor resultado. Afirma que, apartándose de los modelos económicos tradicionales, "la economía conductual proporciona un marco para explicar por qué la gente se comporta de forma autodestructiva. Es más realista sobre el comportamiento humano". 11 Aunque pueda parecer una visión sombría del comportamiento humano, Loewenstein cree que una mayor comprensión de cómo se entrecruzan la psicología y la economía nos permitirá entender y predecir mejor nuestro comportamiento.

Sin embargo, a pesar de ser un pionero en este campo, al igual que el resto de nosotros, Loewenstein es víctima de sesgos cognitivos. Cuando se le preguntó cómo aplica la economía conductual a su vida personal, Loewenstein declaró: "Me parece que comprender una influencia en el comportamiento de uno no ayuda mucho a superarla".1

¿Dónde podemos obtener más información?

George Loewenstein tiene una extensa lista de publicaciones, muchas de las cuales están disponibles gratuitamente en Internet. Por ejemplo, si está interesado en su artículo Anomalías: Intertemporal Choice, puede encontrarlo aquí. Oxford University Press también ha recopilado múltiples trabajos de Lowenstein sobre la materia en un único libro, publicado en 2002.

Loewenstein también trabajó con otros importantes economistas conductuales para compilar una especie de manifiesto para el campo. Advances in Behavioral Economics está editado por Lowenstein, Matthew Rabin y Colin Camerer, y reúne lo que ellos consideran los trabajos más importantes publicados en este campo a partir de 1990.

Como docente, Loewenstein también ha impartido diversas charlas y seminarios. En 2007, dio una charla titulada El economista como terapeuta: Behavioral economics and light paternalism, en la que Lowenstein examina las cuestiones metodológicas que surgen en la economía conductual. Para ver una lista de todas las charlas publicadas de Loewenstein, puede consultar su perfil de Carnegie Mellon.

Si desea escuchar algunas de las teorías más recientes de Loewenstein, puede consultar este podcast en el que participó. En él, Loewenstein da su opinión sobre el aburrimiento y la naturaleza temporal de la atención.

Referencias

  1. Loewenstein, G. (2019, 1 de diciembre). Entrevista con George Loewenstein. Entrevista realizada por Money on the Mind. Money on the Mind. https://www.moneyonthemind.org/post/interview-with-george-loewenstein
  2. Psychology Today. (s.f.). Predicción afectiva. Obtenido el 22 de octubre de 2020, del sitio Web: https://www.psychologytoday.com/ca/basics/affective-forecasting.
  3. Daris, J. (2015, 23 de noviembre). Categoría: Citas. Biblioteca Virtual de la Sra. Daris. https://mrsdaris.weebly.com/blog/category/quotes
  4. Liberto, D. (2019, 26 de agosto). Definición de elección intertemporal. Investopedia. https://www.investopedia.com/terms/i/intertemporalchoice.asp
  5. Loewenstein, G., y Thaler, R. (1989). Anomalies: Intertemporal Choice. The Journal of Economic Perspectives, 3(4), 181-193. https://www.jstor.org/stable/1942918?seq=1#metadata_info_tab_contents
  6. Economía del comportamiento. (2019, 1 de abril). Utilidad. https://www.behavioraleconomics.com/resources/mini-encyclopedia-of-be/utility/
  7. Kalson, S. (2008, 6 de febrero). Freud's offspring lead noted lives. Pittsburgh Post-Gazette. https://www.post-gazette.com/ae/2008/02/06/Freud-s-offspring-lead-noted-lives/stories/200802060255
  8. Wiki de Psicología. (s.f.). George Loewenstein. Consultado el 22 de octubre de 2020, de https://psychology.wikia.org/wiki/George_Loewenstein.
  9. Zlatos, B. (2008, 9 de mayo). Newsmaker: George Loewenstein. TribLIVE.com. https://archive.triblive.com/news/newsmaker-george-loewenstein/
  10. Universidad Carnegie Mellon. (s.f.). George Loewenstein - Ciencias sociales y de la decisión - Dietrich college of humanities and social sciences - Carnegie Mellon University. George Loewenstein. https://www.cmu.edu/dietrich/sds/people/faculty/george-loewenstein.html
  11. McGowan, K. (2010, 24 de enero). #10: El economista George Loewenstein. Interview. Discover Magazine. https://www.discovermagazine.com/mind/10-economist-george-loewenstein
  12. Citas.pub. (s.f.). Obtenido el 22 de octubre de 2020, del sitio Web: https://quotes.pub/q/as-george-loewenstein-an-economist-at-carnegie-mellon-points-593620.

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