Locus de control

La idea básica

La mayoría de la gente diría que disfruta con la sensación que produce un trabajo bien hecho. Por supuesto, sin embargo, definimos "bien" en relación con nuestra autoconstrucción y la viabilidad de la tarea que tenemos entre manos. Parte de esta sensación positiva se debe al hecho de que atribuiremos nuestros éxitos a nuestro trabajo y esfuerzo. Pero, ¿qué ocurre cuando no rendimos tan bien como queríamos o esperábamos? ¿Son esos "fracasos" el resultado de nuestras propias acciones o de otras influencias?

Nuestro locus de control -el grado en que consideramos que los resultados están relacionados con nuestra influencia personal frente a factores externos- tiende a variar en función del resultado de un acontecimiento.1 Cuando tenemos un locus de control interno, atribuimos el resultado a nuestros propios esfuerzos y capacidades. Cuando tenemos un locus de control externo, atribuimos el resultado a la suerte, el destino u otros factores que escapan a nuestro control. Como podrá adivinar, solemos tener un locus de control interno para nuestros éxitos y un locus de control externo para nuestros fracasos.

No soy lo que me pasó, soy lo que elijo llegar a ser.


- Carl Jung, pionero de la psicología analítica, sobre el locus de control interno

Theory, meet practice

TDL is an applied research consultancy. In our work, we leverage the insights of diverse fields—from psychology and economics to machine learning and behavioral data science—to sculpt targeted solutions to nuanced problems.

Our consulting services

Términos clave

Locus de control: El grado en que uno siente que los acontecimientos están determinados por sus propias influencias internas o por influencias externas incontrolables.

Refuerzo: Consecuencias presentadas en respuesta a un comportamiento deseado que aumentarán la probabilidad de que vuelva a producirse.

Aprendizaje social: Comportamientos aprendidos a través de un contexto social, basados en la observación.

Historia

En 1954, el psicólogo Julian Rotter publicó Aprendizaje social y psicología clínica, un libro en el que ampliaba las teorías del aprendizaje social de Albert Bandura.2 Anteriormente, las teorías del aprendizaje social se centraban en el aprendizaje de conductas a través del condicionamiento: castigo y refuerzo.

Rotter reconocía la importancia del refuerzo, pero también se interesaba por las interacciones entre las personas y sus entornos. Su teoría era que la personalidad y el entorno social de las personas se combinaban para crear probabilidades de comportamiento y que el aprendizaje era el resultado del refuerzo de esos comportamientos. Para ello, las diferencias individuales determinaban si era probable que se produjera un comportamiento, y las consecuencias de ese comportamiento determinarían la probabilidad de que se repitiera. Rotter añadió así una perspectiva subjetiva al aprendizaje social.

Después de su publicación de 1954, Rotter publicó en 1966 un artículo titulado Generalized expectancies for internal versus external control of reinforcement, en el que resumía una década de investigaciones suyas y de sus alumnos.1 En relación con su teoría del aprendizaje social, Rotter detalló su trabajo en torno al locus de control, que en su opinión existía en un continuo entre fuerzas internas y externas.

Rotter se dio cuenta de que el locus de control era un concepto más general y global.1 Desarrolló la escala interna-externa (I-E), compuesta por 29 preguntas de elección forzada. En la escala, cada ítem es una opción emparejada, en la que los participantes seleccionan una de las dos opciones más relevantes para ellos mismos. Por ejemplo, las personas pueden seleccionar "A la larga, las personas obtienen el respeto que merecen en este mundo" o "Por desgracia, la valía de un individuo a menudo pasa desapercibida por mucho que se esfuerce".

El objetivo de la escala I-E es medir dos conceptos relacionados con las creencias sobre la naturaleza del mundo: (1) la motivación de logro, vinculada a un locus de control interno; y (2) la orientación hacia el exterior, una tendencia a conformarse con los demás y vinculada a un locus de control externo.

Para ayudar a Rotter en su investigación, su alumno William James diferenció entre cambios de expectativas típicos y atípicos. Los cambios de expectativas típicos se producen cuando los individuos creen que los éxitos o los fracasos irán seguidos de resultados similares. Por el contrario, los cambios de expectativas atípicos se producen cuando los individuos creen que los éxitos o los fracasos irán seguidos de resultados diferentes.1 La investigación sobre estos dos constructos descubrió que los cambios de expectativas típicos eran más comunes en las personas con un locus de control interno, mientras que los cambios de expectativas atípicos eran más comunes en las personas con un locus de control externo. Este hallazgo condujo a la diferenciación de las personas que atribuyen los resultados a la capacidad y el talento frente a la suerte.

Personas

Julian B. Rotter

Psicólogo estadounidense pionero del concepto de locus de control, Rotter también es conocido por sus aportaciones a la teoría del aprendizaje social.3 La teoría general sugiere que los nuevos comportamientos se aprenden observando e imitando a los demás; la teoría de Rotter hace hincapié en la naturaleza subjetiva de las respuestas y los refuerzos del comportamiento. Rotter pensaba que la personalidad y el entorno social de cada uno debían crear diferentes probabilidades de comportamiento, y que el aprendizaje probablemente se producía como resultado del refuerzo de dichos comportamientos. La investigación de Rotter sobre la influencia de los entornos situacionales en los comportamientos se vio influida por la Gran Depresión, durante la cual tomó conciencia de las injusticias sociales. Rotter recibió en 1989 el premio a la Contribución Científica Distinguida de la Asociación Americana de Psicología por su trabajo.

Consecuencias

El locus de control es un constructo destacado que ha influido en la psicología de la personalidad,4, 5 la psicología social,6, 7 la educación,8, 9 la medicina,10, 11 los negocios,12, 13 e incluso el deporte.14, 15 En relación con dichas aplicaciones, las puntuaciones de las escalas que miden el locus de control se han correlacionado con marcadores de resultados de trastornos psicológicos, rendimiento escolar y salud física. El locus de control también ha contribuido al desarrollo de otras teorías como:

  1. Indefensión aprendida: cuando las personas perciben una incapacidad para escapar de los acontecimientos negativos y una falta de control;16
  2. Sesgos de atribución, por los que las personas buscan explicaciones inexactas de sus comportamientos;17
  3. Autoeficacia: juicio de las personas sobre su capacidad para tener éxito en una situación;18 y
  4. Esperanza y optimismo.19

La propia escala I-E de Rotter se ha utilizado para medir el locus de control interno y externo entre activistas por los derechos civiles de los negros en los años sesenta,20 mujeres en proceso de divorcio,21 adolescentes que habían sufrido el accidente de Chernóbil,22 y refugiados bosnios que vivían en Noruega,23 entre otros. Al aplicar la escala a poblaciones tan diversas, se ha demostrado que el locus de control varía en función de los contextos situacionales y que es un factor motivador de los comportamientos de las personas.

Desde entonces se han desarrollado otros instrumentos para medir el locus de control entre poblaciones específicas. La Escala de Control Interno-Externo Nowicki-Strickland para Niños, por ejemplo, se desarrolló para niños de entre 9 y 18 años, y posteriormente se adaptó para niños de preescolar y primaria, estudiantes universitarios y personas mayores.24

Además, la Escala Multidimensional de Locus de Control de la Salud se desarrolló sobre la base de que una escala específica para la salud podría proporcionar predicciones más sensibles de las conductas de salud y del locus de control interno.25 En concreto, la escala se basa en la idea de que las personas pueden atribuir los resultados de su salud a una de estas tres fuentes: influencias internas que están bajo su control (por ejemplo, hábitos alimentarios, no vestirse adecuadamente para el tiempo que hace); suerte; o personas en posiciones de poder (por ejemplo, seguir o malinterpretar las indicaciones del médico).

Controversias

Las principales críticas a las conceptualizaciones de Rotter sobre el locus de control proceden del psicólogo social estadounidense Bernard Weiner.26 Según Weiner, la idea de "locus de control" es engañosa y debería constar de dos dimensiones separadas: "locus" se refiere a las influencias internas o externas, y "control" a si estas influencias son controlables o incontrolables. Al fin y al cabo, hay acontecimientos internos que no podemos controlar y acontecimientos externos que sí. Esto significa que alguien puede tener un locus interno y seguir creyendo que carece de control.

A partir de sus críticas al locus de control, Weiner desarrolló la teoría de la atribución, que parte de la base de que las personas intentan determinar las explicaciones de los comportamientos de los demás.26 Al realizar estas atribuciones de los comportamientos, las personas pasan por tres etapas:

  1. Observan el comportamiento;
  2. Creen que el comportamiento se realizó intencionadamente ("controlado"); y,
  3. Determinan si la otra persona se vio obligada a realizar el comportamiento, de modo que atribuyen la causa a una situación externa, o no se vio obligada a realizar el comportamiento, de modo que atribuyen la causa a influencias internas.

Basándose en las descripciones, es evidente que Weiner incorporó el locus de control a la tercera etapa. Las fuerzas internas o externas estarían relacionadas con el "locus", pero primero debe estar precedido por la presencia del "control" en la segunda etapa.

Estudio de caso

Resultados educativos

Poseer un locus de control interno o externo puede influir en los niveles de motivación de los estudiantes y en su rendimiento en el aprendizaje, por lo que ha sido un tema de interés en el ámbito de la educación.27 En concreto, los estudiantes con locus de control interno tienen más probabilidades de mantener la motivación en términos de rendimiento académico y progreso en el aprendizaje. En 2011, un grupo de investigadores se propuso evaluar la relación entre el locus de control y los resultados del aprendizaje.

Se proporcionó a 450 estudiantes de la Escuela de Turismo y Hostelería de Turquía un cuestionario diseñado para evaluar las actitudes de aprendizaje, basado en la escala I-E de Rotter.27 Se evaluó el rendimiento real de los estudiantes y los investigadores descubrieron que los que tenían un locus de control interno obtenían un mayor rendimiento académico y eran más proactivos durante el proceso de aprendizaje. Además, había una distinción de género: las mujeres eran más propensas a tener un locus de control externo y los hombres eran más propensos a tener un locus de control interno.

En general, los resultados apoyaron la teoría de que es beneficioso para los estudiantes tener un locus de control interno.27 Si los estudiantes creen que tienen control sobre sus logros académicos, será más probable que se comprometan con sus estudios, y este ciclo persistirá.

Entornos de trabajo virtuales

La investigadora en gestión empresarial y de proyectos Liz Lee-Kelley reconoció que los rápidos avances en las tecnologías de la información y la comunicación podrían influir en las conexiones sociales, incluidas las relaciones laborales.28 Quería comprender el impacto de la distancia geográfica y temporal en el trabajo hacia un objetivo común en un proyecto. En concreto, quería saber cómo influiría el locus de control en las expectativas individuales de control sobre las actitudes de los empleados hacia el trabajo distribuido.

Cuando los resultados programados del proyecto se retrasan, como puede ocurrir con las diferencias horarias y los entornos de trabajo virtuales, hay que volver a priorizar otras actividades.28 Esta reorganización puede generar confusión, solapamiento del flujo de trabajo y dificultades de recursos. El conjunto de estos posibles obstáculos se conoce como "conflicto de roles"; un mayor conflicto de roles se asocia a una menor satisfacción laboral.

Lee-Kelley llevó a cabo su investigación con profesionales de TI en el Reino Unido y descubrió una relación importante y sorprendente entre el locus de control de los trabajadores y la satisfacción laboral: los que tenían un locus de control interno parecían verse directamente afectados por el conflicto de rol, mientras que los que tenían un locus de control externo atribuían el conflicto de rol a problemas causados por otros.

Lee-Kelley sugiere que esta diferencia puede deberse a la disposición de estos trabajadores a asumir la responsabilidad de su entorno y de las acciones del grupo, como los malos resultados del proyecto.28 Aunque puede haber otras explicaciones para esta relación, los resultados subrayan la necesidad de comprender mejor las orientaciones del locus de control de los trabajadores y sus implicaciones para la motivación y los logros del equipo.

Contenido TDL relacionado

¿No puede decir que no a las ofertas promocionales?

A todos nos gustan las buenas rebajas, ya sea cuando vemos bajar el precio de un artículo al que le habíamos echado el ojo o cuando recibimos una notificación del 75% de descuento en un servicio de entrega de comida a domicilio. Si te interesa saber cómo influye el locus de control en el atractivo de las ofertas promocionales, echa un vistazo a este artículo.

La ilusión del control, explicada.

Aunque existen distintos grados de locus de control, todos sobrestimamos a veces el grado de control que tenemos sobre las circunstancias de nuestra vida. Si te interesa el concepto de sesgo de control, echa un vistazo a este resumen en el que puedes aprender por qué creemos que tenemos más control del que tenemos, por qué es importante y cómo evitar este sesgo.

Fuentes

  1. Rotter, J. B. (1966). Generalized expectancies for internal versus external control of reinforcement. Psychological Monographs: General and Applied, 80(1), 1-28.
  2. Grath, M. (2020). Constructos básicos en la teoría del aprendizaje social de Rotter. PSYC 321 Course Text: Teorías de la Personalidad. Creative Commons Attribution. https://open.baypath.edu/psy321book/chapter/c13p2/
  3. Mearns, J. (2019, 3 de octubre). La teoría del aprendizaje social de Julian B. Rotter. Universidad Estatal de California, Fullerton. http://psych.fullerton.edu/jmearns/rotter.htm
  4. Spector, P. E. y O'Connell, B. J. (1994). The contribution of personality traits, negative affectivity, locus of control and Type A to the subsequent reports of job stressors and job strains. Journal of Occupational and Organizational Psychology, 67(1), 1-12.
  5. Strauser, D. R., Ketz, K., & Keim, J. (2002). La relación entre la autoeficacia, el locus de control y la personalidad laboral. Journal of Rehabilitation, 68(1), 20-26.
  6. Spector, P. E. (1982). Behavior in organizations as a function of employee's locus of control. Psychological Bulletin, 91(3), 482-497.
  7. Black, J. S. (1990). Locus of control, social support, stress, and adjustment in international transfers. Asia Pacific Journal of Management, 7, 1-29.
  8. Lowes, S., y Lin, P. (2015). Aprender a aprender en línea: Using locus of control to help students become successful online learners. Journal of Online Learning Research, 1(1), 17-48.
  9. Miller, C. A., Fitch, T., y Marshall, J. L. (2003). Locus of control and at-risk youth: A comparison of regular education high school students and students in alternative schools. Education, 123(3), 548-551.
  10. Henderson, J. W., & Donatelle, R. J. (2002). The relationship between cancer locus of control and complementary and alternative medicine use by women diagnosed with breast cancer. Psycho-Oncology, 12(1), 59-67.
  11. Sasagawa, M., Martzen, M. R., Kelleher, W. J., & Wenner, C. A. (2008). Positive correlation between the use of complementary and alternative medicine and internal health locus of control. Explore, 4(1), 38-41.
  12. Brockhaus, R. H. (1975). I-E locus of control scores as predictors of entrepreneurial intentions. Academy of Management Proceedings, 1975(1), 433-435.
  13. Hansemark, O. C. (2003). Need for achievement, locus of control and the prediction of business start-ups: A longitudinal study. Journal of Economic Psychology, 24(3), 301-319.
  14. Parsons, E. M., & Betz, N. E. (2001). The relationship of participation in sports and physical activity to body objectification, instrumentality, and locus of control among young women. Psychology of Women Quarterly, 25(3), 209-222.
  15. Tsai, J., Wang, C., & Lo, H. (2014). Locus de control, la falta de compromiso en el deporte, y la transgresión de las normas de los atletas. Social Behavior and Personality: An International Journal, 42(1), 59-68.
  16. Hiroto, D. S. (1974). Locus of control and learned helplessness. Journal of Experimental Psychology, 102(2), 187-193.
  17. Wong, P. T. P., y Sproule, C. F. (1984). An attribution analysis of the locus of control construct and the Trent Attribution Profile. Research with the Locus of Control Construct, 3, 309-360.
  18. Ajzen, I. (2002). Perceived behavioral control, self-efficacy, locus of control and the Theory of Planned Behavior. Journal of Applied Social Psychology, 32(4), 665-683.
  19. Carifio, J., y Rhodes, L. (2002). Construct validities and the empirical relationships between optimism, hope, self-efficacy, and locus of control. Work, 19(2), 125-136.
  20. Strickland, B. R. (1965). La predicción de la acción social a partir de una dimensión de control interno-externo. Journal of Social Psychology, 66(2), 353-358.
  21. Morgan, L. A. (1988). Locus of control and marital termination: Comparing divorced and widowed women. Journal of Divorce, 11(3-4), 35-47.
  22. Klingman, A., Goldstein, Z., & Lerner, P. (1991). Adolescents' response to nuclear threat: Before and after the Chernobyl accident. Journal of Youth and Adolescence, 20(5), 519-530.
  23. Van Selm, K., Sam, D. L., & Van Oudenhoven, J. P. (1997). Satisfacción vital y competencia de los refugiados bosnios en Noruega. Scandinavian Journal of Psychology, 38(2), 143-149.
  24. Nowicki, S., y Duke, M. P. (2013). The Nowicki-Strickland life-span locus of control scales: Validación del constructo. Investigación con el Locus de Control Construct, 2, 9-50.
  25. Wallston, K. A., Wallston, B. S., & Devellis, R. (1978). Development of the Multidimensional Health Locus of Control (MHLC) Scales [Desarrollo de las escalas multidimensionales de locus de control de la salud (MHLC)]. Health Education Monographs, 6(2), 160-170.
  26. Weiner, B. (1974). Achievement Motivation and Attribution Theory. General Learning Press.
  27. Kutanis, R. Ö., Mesci, M., & Övdür, Z. (2011). Los efectos del locus de control en el rendimiento del aprendizaje: Un caso de una organización académica. Revista de Estudios Económicos y Sociales, 1(2), 113-136.
  28. Lee-Kelley, L. (2006). Locus of control and attitudes to working in virtual teams. International Journal of Project Management, 24(3), 234-243.

Read Next

Notes illustration

Eager to learn about how behavioral science can help your organization?