Sesgo de diversificación
La idea básica
Cuando vas a hacer una gran compra, puede resultar difícil elegir qué comprar para tu futuro yo. Aunque sepas lo que te gusta, es posible que te preguntes si tus preferencias cambiarán o si te cansarás de lo que siempre quieres. Como resultado, es posible que compres una variedad más amplia de lo habitual.
Cuando llegue el momento de cocinar y comer los alimentos que ha comprado, es probable que descubra que sus preferencias no han cambiado drásticamente y que tiene más tipos de alimentos de los que realmente desea. Esta discrepancia es el resultado de un sesgo cognitivo llamado sesgo de diversificación, o asignación ingenua.
El sesgo de diversificación describe la tendencia de las personas a repartir uniformemente los recursos limitados entre un conjunto de posibilidades. Puede dar lugar a que elijamos variedad aunque no se corresponda con nuestros deseos reales. Utilizamos el sesgo de diversificación para racionalizar nuestra toma de decisiones, pero a veces esto puede llevarnos a elegir opciones que no reflejan lo que realmente queremos o lo que es mejor para nosotros. Como su otro nombre indica, actuamos como si fuéramos ingenuos respecto a nuestras propias preferencias o historia cuando elegimos ciegamente incluir más variedad.