Posición vitalicia

La idea básica

A veces nos comportamos de formas que nos pueden parecer extrañas, incluso a nosotros mismos. Podemos sentirnos incómodos por algo que hemos dicho o hecho y, sin embargo, ser incapaces de explicar el razonamiento que hay detrás de estos comportamientos. A menudo, estas situaciones pueden estar influidas por las experiencias infantiles que conforman nuestras posiciones vitales.1

Las posiciones vitales son facetas del análisis transaccional, una forma de psicoanálisis que estudia las interacciones sociales y cómo podemos mejorarlas.2 El análisis transaccional se basa en nuestros estados del ego, que son formas en las que pensamos, sentimos y nos comportamos. Los estados del yo se basan en nuestras experiencias con nuestros padres (Padre), nuestras experiencias previas como niños (Niño) o nuestros entornos actuales (Adulto).

Las posturas vitales son las creencias básicas que tenemos sobre nosotros mismos y los demás, y que utilizamos para justificar nuestras decisiones y comportamientos.1 Nuestras posturas vitales están moldeadas por nuestras primeras experiencias, hasta los siete años, y consisten en si nos vemos a nosotros mismos y a los demás como "OK" o "no OK". Estar "bien" se refiere a la noción de ser bueno o digno; se cree que todo el mundo viene al mundo "bien".

Los indicios apuntan más fuerte que nunca a que la clasificación natural se basará en la posición del paciente, y que ésta [la posición] es la variable fundamental de la vida humana.


- Eric Berne en su artículo seminal sobre las posiciones vitales, "Clasificación de las posiciones"

Historia

La historia de las posiciones vitales no puede contarse sin hablar del análisis transaccional, ya que las posiciones vitales son una faceta de este modelo psicoanalítico más amplio.2 El análisis transaccional fue desarrollado por el psiquiatra canadiense Eric Berne en la década de 1950, influido por el énfasis de Sigmund Freud en la obtención de conocimiento a partir de los estados del yo. En este contexto, las interacciones sociales se definen como transacciones entre múltiples partes. El objetivo del análisis transaccional era ayudar a las personas a analizar sus relaciones y aumentar la eficacia de la comunicación.

Berne publicó dos artículos en 1957 en los que distinguía entre los estados del yo del padre, del adulto y del niño:2

  • Padre se refiere a las actitudes, sentimientos y comportamientos incorporados de los cuidadores primarios, ya sean de crianza o de control;
  • Adulto se refería a la capacidad de pensar objetivamente y actuar basándose en el presente, que es el estado ideal del ego; y,
  • Niño se refiere a los pensamientos, sentimientos y comportamientos de la propia infancia, ya sean curiosos y abiertos o culpables y temerosos.2

En 1962, Berne publicó un artículo en Transactional Analysis Bulletin titulado "Classification of positions" (Clasificación de posiciones)1. Berne quería desarrollar una clasificación descriptiva de los "juegos" que practica la gente, siendo los juegos patrones de transacciones habituales en la vida cotidiana. Por ejemplo, el juego "Por qué no - sí, pero" consiste en que alguien presenta un problema, al que otras personas presentan soluciones.2 Sin embargo, la persona original se opone a todas las soluciones posibles (es decir, "sí, pero..."), lo que provoca que otras personas dejen de sugerir soluciones.

Berne quería que estas clasificaciones -que denominó "posiciones vitales"- produjeran resultados coherentes, de modo que quienes tuvieran las mismas posiciones vitales experimentaran patrones transaccionales similares.1 Berne creía que las posiciones vitales se basaban en una verdad universal sencilla y predictiva. Estas posiciones vitales permitirían a las personas justificar sus decisiones basándose en experiencias anteriores. Por ejemplo, una verdad universal aprendida podría ser que "todas las mujeres son indignas de confianza" y "nunca soy adorable", derivada de experiencias infantiles. Esto podría dar lugar a la justificación "nunca más me arriesgaré a querer a nadie porque mi madre me demostró que no soy adorable".

Para definir la clasificación de las posiciones vitales, Berne introdujo el concepto de estar "OK", que consistía en ser justo con uno mismo y con los demás, así como en considerarse a uno mismo y a los demás con los mismos derechos.1 Según Berne, los sujetos de todas las posiciones se centran en "Yo" frente a "Otros" y sus predicados se centran en estar "OK" frente a "no OK". Así, los predicados básicos son:

  1. Estoy bien
  2. No estoy bien
  3. Estás bien
  4. No estás bien

Estos predicados forman las cuatro posiciones vitales posibles:1

  1. Yo estoy bien, tú estás bien (I+ U+)
  2. Yo estoy bien, tú no estás bien (I+ U-)
  3. Yo no estoy bien, tú estás bien (I- U+)
  4. Yo no estoy bien, tú no estás bien (I- U-)

Berne propuso que todo el mundo nace en el mundo siendo "bueno", pero sus experiencias de niño pueden cambiar esto a ser "no bueno" e influir en si creen que otras personas son "buenas" o no.1 Como dijo Berne, "Las personas nacen príncipes y princesas y sus padres las convierten en ranas".4 Esta creencia (que las posiciones vitales de las personas están contaminadas por los comportamientos de sus padres), junto con la creencia de que el estado del yo adulto de todo el mundo puede reforzarse, fue la base para que el análisis transaccional se considerara un método de capacitación, que ayuda a las personas a conseguir sus objetivos.

Life Position

Inspirado por su trabajo con Berne, su alumno Frank H. Ernst Jr. desarrolló las posiciones vitales en el corral OK, también conocido como matriz OK-no OK.5 En su artículo de 1971, Ernst planteaba la hipótesis de que el resultado de todas las transacciones se resuelve mediante una de las cuatro categorías de funcionamiento social dinámico:

  1. Get-On-With, que aporta una solución de "yo estoy bien" y "tú estás bien" (I+ U+). Esta es la posición más saludable, similar a la de ser feliz.
  2. Get-Rid-Of, que da lugar a una solución de "yo estoy bien" y "tú no estás bien" (I+ U-). Se trata de una posición de "uno arriba" en la que el individuo está en ventaja, lo que puede provocar la ira de la otra parte.
  3. Get-Away-From, que conlleva una solución de "yo no estoy bien" y "tú estás bien" (I- U+). Se trata de una posición "uno abajo" en la que el individuo se encuentra en desventaja, sintiéndose indefenso.
  4. Get-Nowhere-With, que da lugar a una solución de "yo no estoy bien" y "tú no estás bien" (I- U-). En esencia, se trata de una situación desesperada, ya que ninguna de las partes se percibe bien y, por tanto, la comunicación efectiva será muy difícil.

Los componentes distintivos del OK corral de Ernst son las operaciones dinámicas que se producen en el interior de una persona, que pueden dar lugar a una resolución elegida para sí misma, su visión interna, así como su visión del otro específico en la transacción.5 Esto significa, por ejemplo, que uno podría comportarse de una manera I+ U- en casa, pero de una manera I+ U+ en la noche de la cita con su pareja.

Ampliando el análisis transaccional de Berne, existe un resultado global de la transacción: cuando el estado del yo Niño es el encargado de determinar el resultado, éste será equivalente a la posición del Niño.5 Alternativamente, el estado del yo Adulto de esa persona puede ejercer influencia en las transacciones para provocar determinados resultados, por lo que ayudar a los pacientes a comprender y ajustar sus posiciones vitales a través del análisis transaccional es crucial para el empoderamiento.

Personas

Eric Berne

Este psiquiatra canadiense fue responsable del desarrollo del análisis transaccional y de la noción de posiciones vitales.6 La formación en psicología de Berne le permitió basarse en los estados del yo de Freud para influir en su modelo de análisis transaccional, que desde entonces se ha convertido en un área de estudio notable dentro de la investigación y el tratamiento. De hecho, el trabajo de Berne incluso dio lugar a la creación de la Asociación Internacional de Análisis Transaccional.

Franklin H. Ernst, Jr.

Psiquiatra estadounidense con experiencia en el ejército y en su propia consulta privada, Ernst asistió a los seminarios de Eric Berne sobre análisis transaccional en 1958.7 Ernst estudió y se formó con Berne, antes de convertirse en miembro fundador y docente de la Asociación de Análisis Transaccional Interno. Basándose en su trabajo con Berne, Ernst desarrolló el conocido OK corral para organizar las distintas posiciones vitales que uno puede ocupar.

Consecuencias

El concepto de posiciones vitales se popularizó en el libro de autoayuda de 1967, I'm OK, You're OK, de Thomas Anthony Harris, un psiquiatra estadounidense.8 El libro se convirtió en un éxito de ventas y se ha considerado una guía práctica del análisis transaccional como método para resolver problemas de la vida real.3 En su libro, Harris también amplió el sentimiento de "no estar bien" en el estado del yo infantil. Su hipótesis era que los niños creen que "no están bien" porque tienen que adaptarse a presiones inesperadas del mundo real, en comparación con la seguridad que sentían en el útero.

En particular, la conceptualización original de Berne de la posición vital no equivale necesariamente a si alguien es moralmente bueno o malo.8 Más bien, su concepto se refiere a las actitudes de la propia autoestima y la percepción de la valía de aquellos con los que interactúa. Sin embargo, la noción de "yo estoy bien y tú estás bien" ha sido útil para considerar la libertad y el potencial humano, ya que implica que el Adulto de cada uno es igual y tiene potencial de crecimiento.

La psicología positiva, el estudio de lo que hace que la vida merezca la pena en términos de bienestar tanto individual como social, se ha vinculado al estudio de las posiciones vitales.9 La investigación se ha centrado en cómo las actitudes humanas tienden a ser optimistas y cooperativas, por lo que se inclinan a estar "bien". Estos investigadores recurren a sugerencias de que el optimismo es un aspecto genético de la humanidad, y una de nuestras características más adaptativas.8 Así, la psicología positiva hace hincapié en la importancia de estar "OK", y en nuestra capacidad para volver a esta posición vital.

En nuestro mundo actual, las posiciones vitales han sido una parte integral del análisis transaccional como modelo de terapia.10 La creencia de que las personas pueden reconocer y replantear sus pensamientos distorsionados y mejorar sus autopercepciones, comportamientos y transacciones, ha impulsado los esfuerzos terapéuticos. Parte de este trabajo consiste en identificar la posición vital de cada uno, los factores que podrían haber conformado esta posición y considerar cómo puede mejorarse la comunicación. Como resultado, los investigadores han desarrollado herramientas para medir las posiciones vitales, como escalas y encuestas de posición vital.11,12

Controversias

Se han producido algunas divergencias con respecto al análisis transaccional original de Berne y al papel que desempeñan las posiciones vitales.13 Berne sostenía que el destino vital general de una persona no puede cambiarse rápidamente y, desde entonces, otros investigadores han conceptualizado las posiciones vitales de forma bastante permanente.14 Estos investigadores sostienen que las posiciones vitales de carácter se consideran posiciones constantes, mientras que los diferentes resultados de Ernst (es decir, I+ U- en casa, frente a I+ U+ con una persona importante) se caracterizaban mejor como estados de sentimiento. Sin embargo, dado que tanto Berne como Ernst utilizaron el término "posición vital", ha habido confusión sobre qué es exactamente una posición vital y hasta qué punto es estable.13

En respuesta a esta confusión, algunos investigadores han planteado la hipótesis de que podemos tener posiciones vitales cambiantes.13 Por ejemplo, si la posición vital de una persona de "Yo no estoy bien, tú estás bien" le hace sentirse impotente a menudo, el análisis transaccional puede ayudarle a implicarse en un comportamiento de nivel superficial en el que actúe como si estuviera bien. Con el tiempo, la coherencia con estos comportamientos ayudará a que el estado del ego del niño comience a alterar su posición para reflejar con precisión la de "estoy bien". ¿Has oído alguna vez la frase "finge hasta que lo consigas"? Las posiciones vitales superficiales ponen de relieve cómo las personas pueden actuar de forma diferente minuto a minuto, influidas por sus situaciones, a pesar de que su posición vital de carácter subyacente siga siendo la misma.

Estudio de caso

Atributos conductuales de las posiciones vitales

Como ya hemos comentado, existen diferentes creencias sobre la estabilidad de las posiciones vitales: algunos creen que no cambian una vez establecidas,1,8,14 mientras que otros creen que los resultados sociales pueden depender de los contextos en los que se producen.13 Como resultado, los investigadores quisieron estudiar las características conductuales asociadas a cada una de las cuatro posiciones vitales.15 Quizás una mejor comprensión de si las posiciones vitales se consideran psicológica y conductualmente diferentes entre sí podría informar sobre la comprensión de la estabilidad de las posiciones vitales.

Utilizando una lista de 128 descriptores de comportamiento utilizados normalmente en la investigación sobre el diagnóstico de trastornos de la personalidad, los investigadores se dirigieron a veintidós profesionales del análisis transaccional.15 I+ U+ e I+ U- compartían características de dominancia similares, siendo I+ U+ calificada por los profesionales como más cariñosa que I+ U-. En comparación con las otras tres posiciones, se consideró que I+ U+ reflejaba el equilibrio más deseable de dominancia y amor, ya que se percibe como la posición más saludable. Considerada respetuosamente como una posición de liderazgo, se creía que las personas en esta posición eran asertivas a la hora de atender tanto sus propias necesidades como las de los demás. Esto es lo que permite a quienes ocupan posiciones I+ U+ suscitar sentimientos de "estar bien" en uno mismo y en los demás.

I+ U- se consideraba la más destructiva a nivel interpersonal (entre personas), ya que induce a la sumisión y la conformidad.15 Así, esta postura invita a los demás a sentirse "no bien". I- U+ también se consideraba destructiva, pero a nivel intrapersonal (dentro de uno mismo). Se creía que esta posición luchaba contra la asertividad en relación con las propias necesidades y destinaba su energía a satisfacer las necesidades percibidas de los demás. Como era de esperar, I- U- se consideraba la más destructiva a nivel intrapersonal, con la menor indicación de características de dominación y amor. Esto se traduce en una gran ira dirigida internamente y hacia los demás, que evoca sentimientos de culpa, desconfianza, miedo y resentimiento. Esta posición invita a sentimientos de "no estar bien" tanto en uno mismo como en los demás.

En última instancia, los investigadores descubrieron que los conocedores del análisis transaccional eran capaces de identificar diferentes posiciones vitales basándose en sus comportamientos correspondientes.15 El estudio también produjo una lista de descriptores asociados con las posiciones vitales que podrían ser útiles para situaciones clínicas y de investigación. Si se cree que las posiciones vitales cambian, entonces existe realmente un grado de diferencia entre las distintas posiciones, que se espera que influyan en los comportamientos y las transacciones.

Posiciones vitales y satisfacción vital

La satisfacción vital es un campo de investigación muy popular debido a su relación con la salud mental, la salud general y la felicidad.16 La satisfacción vital mide el componente cognitivo del bienestar subjetivo y se ha definido como un proceso de juicio, en el que los individuos evalúan la calidad de sus vidas basándose en sus propios criterios. Factores como la personalidad y el sentido de sí mismo pueden influir en la satisfacción vital. Por consiguiente, uno de los factores que se espera que desempeñen un papel en la satisfacción vital es la posición vital, especialmente en lo que se refiere a las experiencias de la infancia.

Debido a los diferentes rasgos de personalidad y autopercepciones asociados a las distintas posiciones vitales, Ali Karababa tenía curiosidad por conocer la relación entre la posición vital de cada uno y la satisfacción vital.16 Por ejemplo, la posición de I- U+ consiste en sentimientos de inferioridad, que cabría esperar que estuvieran asociados a una menor satisfacción vital, en relación con la posición de I+ U+. Karababa hizo que 429 estudiantes universitarios evaluaran su satisfacción vital y respondieran a un cuestionario elaborado para evaluar las posiciones vitales.

La satisfacción vital se asoció positivamente con I+ U+ e I+ U-, y negativamente con I- U- e I- U+.16 Estos resultados apoyan la idea de que la satisfacción vital puede tener más que ver con estar "bien" a nivel individual que con el hecho de que los demás estén bien. Como era de esperar, I+ U+ fue el predictor más significativo de la satisfacción vital. Al fin y al cabo, creer que uno mismo está "bien" permite tener pensamientos existenciales más sanos, lo que ayuda a las personas con esta posición vital a superar sus problemas. Estas personas tienen más probabilidades de mantener una comunicación sana con los demás, incluso en el caso de que la otra persona "no esté bien".

Por lo tanto, estos resultados destacan la importancia de identificar nuestras posiciones vitales y trabajar para estar "bien" con la ayuda del análisis transaccional. No sólo puede mejorar nuestra calidad de vida como resultado de la autosatisfacción, sino que también pueden mejorar nuestros patrones de comunicación, aumentando la satisfacción en las relaciones.

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Comunicación durante el coronavirus

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Fuentes

  1. Berne, E. (1962). Clasificación de las posiciones. Transactional Analysis Bulletin, 1(3), 23.
  2. Berne, E. (1964). Games People Play: The Psychology of Human Relationships. Grove Press.
  3. Jacobs, A. (1997). Las posiciones vitales de Berne: Ciencia y moralidad. Transactional Analysis Journal, 27(3), 197-206.
  4. Steiner, C. M. (2012). La posición OK: Libertad, igualdad y búsqueda de la felicidad. Transactional Analysis Journal, 42(4), 294-297.
  5. Ernst, F. H. (1971). El corral del OK: La rejilla para ponerse de acuerdo. Transactional Analysis Journal, 1(4), 33-42.
  6. Eric Berne, fundador. (2014). Asociación Internacional de Análisis Transaccional. https://www.itaaworld.org/eric-berne-founder
  7. Franklin Ernst Jr. (2009, 21 de junio). Napa Valley Register. https://napavalleyregister.com/news/local/obituaries/franklin-ernst-jr/article_48a80687-8707-5aad-a0db-cf5b2f0e6052.html
  8. Harris, T. A. (1967). I'm OK, You're OK. Harper & Row.
  9. Seligman, M. (2011). Flourish: Una nueva comprensión visionaria de la felicidad y el bienestar. Free Press.
  10. Solomon, C. (2003). Teoría del análisis transaccional: The basics. Transactional Analysis Journal, 33(1), 15-22.
  11. Kramer, F. D. (1978). Transactional life position survey: Un instrumento para medir la posición vital. Transactional Analysis Journal, 8(2), 166-168.
  12. Boholst, F. A. (2002). Una escala de posición vital. Transactional Analysis Journal, 32(1), 28-32.
  13. White, T. (1994). Posiciones vitales. Transactional Analysis, 24(4), 269-276.
  14. Woollams, S., y Brown, M. (1978). Transactional Analysis. Huron Valley Institute Press.
  15. Fine, M. J., y Poggio, J. P. (1977). Atributos conductuales de las posiciones vitales. Transactional Analysis Journal, 7(4), 350-356.
  16. Karababa, A. (2019). Posiciones vitales como predictor de la satisfacción vital entre estudiantes universitarios. Bolu Abant Ìzzet Baysal Üniversitesi Eğitim Fakültesi Dergisi, 19(2), 530-539.

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