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Humanos e IA: ¿rivales o romance?

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Oct 25, 2017

La inteligencia artificial (IA) se ha desarrollado a un ritmo vertiginoso. Es discutible hasta qué punto ha mejorado nuestras vidas: poder utilizar la geolocalización y buscar los mejores restaurantes o lugares de interés es estupendo; sin embargo, la IA está, al mismo tiempo, eliminando muchos puestos de trabajo, rápidamente. Un informe citado con frecuencia señala que un asombroso 47% de los puestos de trabajo en Estados Unidos serán automatizados en breve [1]. Otro estudio sugiere que el 45% de las tareas diarias realizadas actualmente por humanos podrían automatizarse si se mantienen las tendencias actuales [2]. Estas cifras son inconcebibles, teniendo en cuenta que el peor caso de desempleo que se ha registrado fue durante la Gran Depresión, en 1929, donde se calcula que el 25% de la población estaba sin trabajo.

En nuestro libro más reciente, mencionamos el caso de un Director Financiero de un banco de inversión. El año pasado, se le encomendó la tarea de reducir el tamaño de su plantilla en un 80% porque las tecnologías digitales disponibles podían hacer los trabajos que actualmente ocupaban los humanos [3]. Y, en 2017, hemos visto a grandes bancos cerrar un número récord de sucursales físicas, despidiendo a miles de personas en el proceso. A juzgar por esto, los humanos empiezan a parecerse a los caballos antes de la llegada de los automóviles.

El imperio (humano) contraataca

Es cierto que cada vez oiremos más relatos alarmistas. Sin embargo, ya lo hemos visto antes, de hecho, muchas veces. Ya en 1963, fue J. F. Kennedy quien dijo: "Tenemos una combinación de trabajadores mayores que se han quedado sin trabajo por culpa de la tecnología y gente más joven que está entrando [...] demasiada gente está entrando en el mercado laboral y demasiadas máquinas están echando a la gente" [4]. Yendo más atrás, cuando empezaron a aparecer los primeros libros impresos con ilustraciones en la década de 1470 en Alemania, los grabadores de madera protestaron porque pensaban que ya no serían necesarios [5].

Pero todo esto plantea una pregunta: Si el progreso tecnológico representa una amenaza global para el ser humano, ¿por qué nos quedan puestos de trabajo? De hecho, muchos de nosotros seguimos trabajando, probablemente mucho más que antes. La respuesta: las máquinas y los humanos destacan en actividades diferentes. Por ejemplo, las máquinas no suelen estar a la altura de nuestras mentes, sentidos y destreza humanas. Por ejemplo, aunque los almacenes de Amazon están automatizados, sigue siendo necesario que los humanos se ocupen de las estanterías.

Y esto no sólo se aplica a los trabajos físicos. La verdadera historia de la Inteligencia Artificial actual es que no puede funcionar sin seres humanos. Se cree que Google tiene 10.000 "evaluadores" que miran vídeos de YouTube o prueban nuevos servicios. Microsoft, por su parte, cuenta con una plataforma de crowdsourcing llamada Universal Human Relevance System para gestionar una gran cantidad de pequeñas actividades, entre ellas comprobar los resultados de sus algoritmos de búsqueda [6]. Y esta mezcla de IA y humanos, que hacen el seguimiento cuando la IA se queda corta, no va a desaparecer pronto [7]. De hecho, se espera que la demanda de este tipo de intervenciones humanas a la carta siga creciendo. La "nube humana" está en auge.

Más unidos

Lo anterior ilustra una lección muy importante: los humanos serán necesarios. La clave está en cómo integrar a humanos y máquinas en diversas actividades y cómo dirigir la IA hacia la creación de nuevas interfaces económicas, en lugar de hacia la mera sustitución/desplazamiento de las existentes. Por el momento, la probabilidad de que la IA haga las cosas bien oscila entre el 85% y el 95%. En cambio, la probabilidad de que los humanos acierten oscila entre el 60% y el 70%. Sólo sobre esta base, necesitamos máquinas y no humanos.

Sin embargo, en algunos sectores que dependen en gran medida de los datos, como los servicios financieros y jurídicos, no puede haber error: cualquier equivocación puede acarrear enormes costes financieros en forma de pérdidas económicas o costosas demandas judiciales. Las máquinas por sí solas no bastan. Además, la IA sólo puede ejecutar un algoritmo predefinido y entrenado por un humano, por lo que siempre existirá un margen de error. Cuando se produzcan errores, la IA no podrá solucionarlos. Los humanos, en cambio, son capaces de crear soluciones a los problemas. Creemos que la mejor solución es utilizar máquinas para llevar la producción hasta el nivel del 95% de precisión, y complementarlo con ingenieros humanos para mitigar los riesgos, si no para esforzarse en mejorar la precisión.

Los humanos y las máquinas trabajarán juntos, y deben hacerlo. Como consultores empresariales, educadores y asesores políticos, todos creemos firmemente que, en última instancia, lo que realmente importa es cómo preparar a las personas para trabajar cada vez más estrechamente con las máquinas.

References

[1] Frey, Carl Benedikt y Osborne, Michael. El futuro del empleo: ¿Cuán susceptibles son los empleos a la informatización? Oxford Martin School, 2013. https://www.oxfordmartin.ox.ac.uk/publications/view/1314

[2] Chui, Michael, Manyika, James, y Miremadi, Mehdi. How Many of Your Daily Tasks Could Be Automated?, Harvard Business Review, 14 de diciembre de 2015. (https://hbr.org/2015/12/how-many-of-your-daily-tasks-could-be-automated)

[3] Tse, Terence y Esposito, Mark. Understanding How the Future Unfolds: Using Drive to Harness the Power of Today's Megatrends. Lion Crest, 2017.

[4] Entrevista a John F. Kennedy por Walter Cronkite, 3 de septiembre de 1963, https://www.youtube.com/watch?v=RsplVYbB7b8

[5] The Economist. La inteligencia artificial creará nuevos tipos de trabajo, 26 de agosto de 2017. https://www.economist.com/news/business/21727093-humans-will-supply-digital-services-complement-ai-artificial-intelligence-will-create-new

[6] Ibid.

[7] Gray, Mary L. y Suri, Siddharth. "The humans working behind the AI curtain", Harvard Business Review, 9 de enero de 2017.

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