La problemática actual de los matrimonios precoces e infantiles
Aproximadamente 39.000 niños se casan cada día (Unicef, 2013) y se hunden aún más en la pobreza y la desesperación. En países en desarrollo como el sur de Asia, los líderes tribales pueden decidir los matrimonios, sin que los padres o los hijos tengan nada que decir al respecto, privando a las niñas de su futuro a una edad tan temprana como los 13 años. Los matrimonios precoces o infantiles son una práctica comúnmente considerada en los países en vías de desarrollo y que afecta de forma desproporcionada a las niñas. El Centro de Justicia Tahirih, una organización de defensa sin ánimo de lucro, constata que el matrimonio infantil persiste en Estados Unidos, incluso hoy en día, legalmente a través del consentimiento paterno o judicial para los menores de 18 años. Le Strat et al, (2011) muestran que hasta el 8,9% de las mujeres se casaron siendo niñas en Estados Unidos en 2011.
Por definición, un matrimonio precoz o un matrimonio infantil es un matrimonio antes de los 18 años, la edad legal común para contraer matrimonio en todo el mundo. A los 18 años, se suele considerar que una persona es legalmente adulta, ha completado 12 años de escolarización básica y puede ganarse la vida. Los matrimonios infantiles pueden tener consecuencias perjudiciales para las personas implicadas. Las niñas que se casan menores de edad se enfrentan a muchas dificultades, como inestabilidad familiar, educación incompleta, falta de oportunidades laborales, mayor riesgo de violencia doméstica y deterioro de la salud mental y física. Por devastadoras que sean las consecuencias de los matrimonios precoces, es imperativo comprender esta práctica conductual y sus efectos en las decisiones económicas del hogar.
Ciencia del comportamiento, democratizada
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Las deficiencias de las actuales intervenciones políticas
La preocupación por los matrimonios precoces no es nueva y es reconocida por los gobiernos por igual. En un intento por mejorar las oportunidades de las niñas, se han probado diversas intervenciones políticas en todo el mundo. La mayoría de ellas incluyen programas destinados a aumentar la educación de las niñas, lo que, según las investigaciones, retrasa significativamente la edad del matrimonio (Duflo et al, 2015). Estas intervenciones han adoptado la forma de subsidios educativos y/o transferencias de efectivo, como el Programa Berhane Hewan en Etiopía y el Programa Punjab de Estipendio Escolar Femenino en Pakistán. Aunque son útiles a corto plazo, pueden o no alterar por completo la decisión de comportamiento y la validación de los matrimonios precoces que existe en ciertas normas culturales.
La teoría de la decisión conductual exige una decisión racional de la edad de matrimonio de un individuo. Muchos padres argumentarán que un matrimonio precoz se basa en persuasiones racionales arraigadas en la tradición cultural. Sin embargo, éstas se derivan de una información incompleta sobre las consecuencias de los matrimonios precoces y de una falta de comprensión de su mayor potencial. Por lo tanto, aunque se han llevado a cabo muchas intervenciones políticas, ninguna ha tenido el éxito esperado a la hora de generar una respuesta conductual permanente.
Una oportunidad para dar respuestas políticas guiadas por el comportamiento
Lo que hace falta es un cambio en la estructura de creencias, que sólo puede producirse mediante la comprensión de las consecuencias de los matrimonios infantiles. En este sentido, las organizaciones sin ánimo de lucro pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de las sociedades, concienciando y haciendo comprender que se trata de una iniciativa mucho menos costosa que las subvenciones a la educación y las transferencias de efectivo.
La sensibilización debe estructurarse en función de las creencias y las culturas respectivas. En los países en desarrollo se han utilizado algunas formas de esta estrategia, pero ha estado totalmente ausente en el mundo desarrollado. Esta ausencia podría tener su origen en la ilusión de que los matrimonios infantiles no existen en Occidente. Una forma de concienciación en los países en vías de desarrollo han sido las visitas puerta a puerta de trabajadoras sanitarias con folletos. Otra idea más reciente ha consistido en representar obras de teatro de carácter moral en la comunidad local. Esto ayuda a cambiar las creencias individuales y colectivas de la comunidad. Para modificar las creencias en países como Estados Unidos, una posible vía es utilizar los medios de comunicación de forma similar a las representaciones teatrales de los pueblos del este.
Por muy claro que esto pueda parecer, la política y la investigación no han sido capaces de probar si proporcionar más información y más completa altera el comportamiento del matrimonio precoz en todo el mundo, concretamente en los países en desarrollo. Así pues, aunque la solución simple tiene sentido, no existen pruebas que demuestren que así sea. Una cosa es cierta, una respuesta verdaderamente comprometida es clave para reducir esta práctica.
References
Duflo, E., Dupas, P. & Kremer, M. (2015) "Education, HIV, and Early Fertility: Experimental Evidence from Kenya". American Economic Review Vol. 105(9), pp. 2257-97.
Le Strat, Y., Dubertet, C. & Le Foll,B. (2011) "Child Marriage in the United States and Its Association with Mental Health in Women" 128 Pediatrics 524.
Unicef, (2013) https://www.unicef.org/protection/57929_58008.html
