Powerplant

Hacer frente al cambio climático (1/2): ¿Por qué no actuamos en cuestiones climáticas?

read time - icon

0 min read

Sep 25, 2017

A menudo nos comportamos en contra de nuestros intereses a largo plazo. La mayoría de las veces esto se manifiesta en asuntos más bien triviales, como coger esa chocolatina en el supermercado, que, aunque dista mucho de ser ideal para nuestra salud, sólo repercute en nuestro propio bienestar a largo plazo. Sin embargo, no puede decirse lo mismo del cambio climático. Tomarse esas vacaciones extra (¡bien merecidas!) en el extranjero, o atravesar el país para asistir a una reunión que bien podría celebrarse por teléfono, contribuye en gran medida al ya enorme nivel de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en nuestra atmósfera (Ernmenta & Nel, 2014). Si se mantienen, este tipo de comportamientos van en contra de nuestra supervivencia a largo plazo, así que ¿por qué no actuamos de forma más respetuosa con el medio ambiente?

Barreras cognitivas para afrontar el cambio climático

Gran parte del problema radica en que nos gusta vivir el momento, prefiriendo satisfacer nuestras necesidades inmediatas en lugar de considerar lo que puede sernos más útil en el futuro. Este sesgo, comúnmente conocido como sesgo del presente, se refiere a la mayor importancia que las personas otorgan a los beneficios que están más cerca del momento presente, en comparación con los que están en el futuro (Frederick, Lowenstein y O'Donoghue, 2002). Esto tiene un sentido intuitivo si consideramos algunos ejemplos cotidianos, como elegir una chocolatina en lugar de una opción más sana. Parece que estamos predispuestos a elegir las opciones que mejor satisfagan nuestras necesidades inmediatas y a dejar de lado las opciones que nos supongan un mayor esfuerzo para preocuparnos en el futuro (Bisin y Hyndman, 2014). Por ejemplo, en el caso de elegir entre ir en coche o en autobús al supermercado, tenderemos a ceder a la opción más fácil de "autogratificarnos", aunque poco respetuosa con el medio ambiente, y cogeremos el coche.

Otra de las razones por las que no damos prioridad a la acción por el clima es la relevancia (o más bien la falta de relevancia) de los efectos del cambio climático. La saliencia se refiere esencialmente a lo perceptibles y memorables que nos resultan ciertos estímulos, y nuestro comportamiento tiende a verse influido por los estímulos más novedosos y aparentemente relevantes. Esto puede ayudar a explicar por qué algunas campañas medioambientales anteriores han tenido más éxito en su impacto que otras. El "agujero en la capa de ozono" de los años 90 se comunicó con éxito al público en general mediante el uso de metáforas vívidas (rayos UV que penetraban el "escudo" de la Tierra) y por su relevancia directa para los riesgos inmediatos para la salud, como el cáncer de piel, pero no puede decirse lo mismo del cambio climático. Aunque todos somos conscientes del problema, la gente no parece percibir los riesgos como algo tan vívido, relevante o alarmante (Ungar, 2007).

En parte, esto puede explicarse por la percepción de distancia psicológica, en la medida en que el cambio climático no es un efecto que la gente sienta día a día. Según la teoría del nivel de interpretación, cuando las personas, los lugares, los objetos o los acontecimientos se alejan de la experiencia inmediata de un individuo, sus representaciones mentales se vuelven menos concretas y más abstractas (Trope y Liberman, 2010). Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía y autor de Thinking, Fast and Slow, comparte una opinión similar y añade que "nuestros cerebros responden de forma más decisiva a aquellas cosas que sabemos con certeza".

De estas "barreras psicológicas" se deduce que si pudiéramos hacer que el cambio climático pareciera más tangible, urgente y destacado en la mente de las personas, éstas estarían más motivadas para cambiar su comportamiento actual y hacer un esfuerzo consciente para ayudar a reducir su huella de carbono. La siguiente sección de este artículo explora esta idea ofreciendo una solución potencialmente escalable en forma de tecnologías inmersivas -en este caso, la realidad virtual- y muestra cómo esta tecnología puede ayudar a superar estas barreras psicológicas a través de tres aspectos fundamentales: la inmersión, la interactividad y la presencia.

Lea la segunda parte: Hacer frente al cambio climático (2/2): Utilizar la RV para influir en el comportamiento.

References

Ahn, S.J. & Bailenson, J.N., 2011. SELF-ENDORSING VERSUS OTHER- ENDORSING IN VIRTUAL ENVIRONMENTS The Effect on Brand Attitude and Purchase Intention.

Bisin, A., & Hyndman, K. (2014). Present-bias, procrastination and deadlines in a field experiment (nº w19874). Oficina Nacional de Investigación Económica.

Blascovich, J. y otros, (2002). Immersive Virtual Environment Technology as a Methodological Tool for Social Psychology. , 13(2), pp.103-124.

Cummings, J.J., Bailenson, J.N. y Fidler, M.J., ¿Hasta qué punto es suficiente la inmersión? A Foundation for a Meta-analysis of the Effect of Immersive Technology on Measured Presence.

Dolan, P. y Galizzi, M.M., (2015). Como ondas en un estanque: Behavioral spillovers and their implications for research and policy. Journal of Economic Psychology, 47, pp.1-16. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0167487014001068.

Ellis, (1991). Ellis _1991_Nature_and_origins_scan.pdf.

Ernmenta, I. & Nel, L.P.A., Cambio climático (2014) Informe de síntesis,

Frederick, S., Loewenstein, G., & O'Donoghue, T. (2002). Time discounting and time preference: A critical review. Journal of Economic Literature, 40, 351-401.

Joo, S. y otros, 2014. Computers in Human Behavior Short- and long-term effects of embodied experiences in immersive virtual environments on environmental locus of control and behavior. COMPUTERS IN HUMAN BEHAVIOR, 39, pp.235-245. Disponible en: https://dx.doi.org/10.1016/j.chb.2014.07.025.

Kahneman, D. (2011). Pensar, rápido y lento. Macmillan.

Leiner, D.J. y Quiring, O., 2008. What Interactivity Means to the User Essential Insights into and a Scale for Perceived Interactivity. , 14, pp.127-155.

Lorenzoni, I. & Pidgeon, N.F., (2006). PUBLIC VIEWS ON CLIMATE CHANGE : EUROPEAN AND USA PERSPECTIVES. , pp.73-95.

Quéré, C. Le et al, (2014). Presupuesto mundial de carbono 2013. pp.235-263.

Ungar, S. (2007). Sustos públicos: Changing the issue culture. En S. C. Moser & L. Dilling (Eds.), Creating a climate for change: Communicating climate change and facilitating social change (pp. 82-89). Nueva York, NY: Cambridge University Press.

Taylor, B.E. y otros, 2016. Environment : Preocupación por el cambio climático : A Paler Shade of Green ? , pp.91-110.

Trope, Y. & Liberman, N., (2010). Construal-level theory of psychological distance. Psychological Review, 117(2), pp.440-463. Disponible en: https://doi.apa.org/getdoi.cfm?doi=10.1037/a0018963.

Witmer, B.G., Medición de la presencia en entornos virtuales : A Presence. pp.225-240.

About the Author

Read Next

Notes illustration

Eager to learn about how behavioral science can help your organization?