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Economía conductual sobre justicia y reciprocidad

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Aug 16, 2016

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Este artículo apareció por primera vez en enfoquederecho.com.

- ¿Por qué necesitamos leyes?

- Necesitamos leyes para garantizar que los ciudadanos reciban un trato equitativo y justo.

Al menos, ésa podría ser una posible respuesta corta y directa a esta pregunta. Pero, ¿qué define lo que es justo o qué acciones son moralmente correctas?

Si preguntas a distintas personas, te darán respuestas diferentes sobre lo que es la justicia y la igualdad, sobre todo si tenemos en cuenta factores imprevisibles y complejos y fuerzas externas como su propio carácter, la sociedad en la que viven o su religión.

La respuesta a la pregunta inicial podría venir de una ciencia incipiente pero muy prometedora que ha cambiado los supuestos básicos de la Economía estándar sobre cómo se comportan los seres humanos racionales a la hora de tomar decisiones. Esta ciencia se llama Economía del Comportamiento.

Ciencia del comportamiento, democratizada

Tomamos 35.000 decisiones al día, a menudo en entornos que no favorecen la toma de decisiones acertadas.

En TDL trabajamos con organizaciones de los sectores público y privado -desde nuevas empresas, pasando por gobiernos, hasta actores consolidados como la Fundación Gates- para sesgar la toma de decisiones y crear mejores resultados para todos.

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El experimento del juego del ultimátum

La Teoría de los Juegos Conductuales es una teoría basada en experimentos sobre cómo reaccionan las personas en distintas situaciones en relación con sentimientos como la justicia y la reciprocidad.

Examinemos uno de los experimentos más famosos de la Teoría de Juegos.

En resumen, en este juego hay 2 jugadores. El primero, "el asignador", está dotado de una suma de dinero (digamos 10 $) y tiene que ofrecer parte de su dinero (más de 0 $) al segundo jugador, "el receptor".

Ahora, el receptor tiene que tomar una decisión, aceptar o rechazar esa oferta. Las reglas son sencillas, si se acepta la oferta, ambos jugadores se llevan el dinero que han ganado en el juego, de lo contrario, ambos lo pierden.

Según la teoría económica estándar, sería racional que el receptor aceptara cualquier oferta porque la ganancia sería siempre mayor que si rechazara la oferta. Además, también sería racional que el asignador ofreciera la menor cantidad posible al otro jugador (digamos 1$).

Sorprendentemente (o no), según numerosos experimentos, ¡normalmente ninguno de los jugadores se comporta así!

Así, uno de los supuestos básicos de la Economía estándar, el homo economicus (las personas son plenamente racionales y sólo actúan en su propio interés), es violado por este juego.

Esto puede deberse a tres razones:

  1. Según Herbert Gintis (2006), el asignador tiene miedo al rechazo (de su oferta), lo que le hace ser más autoprotector y buscar menos el beneficio.
  2. Las personas prefieren la equidad y se resisten a la desigualdad. Están dispuestas a renunciar a una ganancia para evitar que otra persona reciba una recompensa superior. Según Ernst Fehr y Klaus M. Schmidt (1999), este fenómeno se denomina aversión a la desigualdad.
  3. Según Herbert Gintis (2009), los seres humanos son cooperativos por naturaleza y tienden a ser cooperativos altruistas en el juego, siempre que el otro jugador actúe de forma altruista.

Estas conclusiones están directamente relacionadas con otro término de la Economía del Comportamiento, la Reciprocidad. Según Ernst Fehr y Simon Gächter (2000):

"La reciprocidad significa que, en respuesta a acciones amistosas, la gente es frecuentemente mucho más amable y cooperativa de lo que predice el modelo del interés propio; por el contrario, en respuesta a acciones hostiles son frecuentemente mucho más de
sagradables e incluso brutales."

Conclusión

¿Superan esos instintos cooperativos de los humanos a otros instintos básicos como el interés propio o sentimientos como la ira?

Ahora, imagina un mundo guiado únicamente por el (en parte) defectuoso comportamiento humano, que cambia según su propio interés. Probablemente sería un caos.

Para eso están las leyes: para ayudar a la gente a desviarse de sus sentimientos viscerales, basados en sus propios intereses, al tiempo que fomentan una naturaleza humana más altruista que tiene que ver con la justicia y la igualdad.

En resumen, la irracionalidad no es algo malo. Depende totalmente de cómo nos comportemos en determinadas situaciones en función de nuestros motivos individuales y sociales.

¿Cumplen por fin las leyes su propósito?

¿Qué le parece?

No te preocupes, ¡sé feliz!

References

ANDREW T. STEPHEN AND MICHEL TUAN PHAM: On Feelings as a Heuristic for Making Offers in Ultimatum Negotiations. Universidad de Columbia https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1131083

DANIEL KAHNEMAN, JACK L. KNETSCH Y RICHARD H. THALER (1986): Fairness and the Assumptions of Economics. The Journal of Business. Universidad de Chicago https://www.anderson.ucla.edu/faculty/keith.chen/negot.%20papers/KahnKnetThal_FairEcon86.pdf

HERBERT GINTIS (2006): Behavioral Game Theory and Sociology. https://www.umass.edu/preferen/gintis/behavi~1.pdf

ERNST FEHR Y KLAUS M. SCHMIDT (1999): A Theory of Fairness, Competition, and Cooperation. The Quarterly Journal of Economics. The MIT Press. https://pareto.uab.es/prey/Fehr&Schmidt1999.pdf

HERBERT GINTIS (2009): The Bounds of Reason Game Theory and the Unification of the Behavioral Sciences. Princeton University Press

ERNST FEHR Y SIMON GÄCHTER (2000): Fairness and retaliation: The economics of reciprocity.Journal of Economic Perspectives.

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