¿Por qué consideramos los acontecimientos imprevisibles como previsibles después de que ocurran?
Sesgo retrospectivo
explicó.¿Qué es el sesgo retrospectivo?
El sesgo retrospectivo es nuestra tendencia a recordar un acontecimiento imprevisible y pensar que era fácilmente predecible. También se conoce como efecto "lo sabía todo".
Dónde se produce este sesgo
Consideremos esta hipótesis: John y Jane tienen una relación fantástica. Están locamente enamorados y tienen planes de irse a vivir juntos dentro de unos meses, al menos eso cree John.
Un día, después del trabajo, John recibe un mensaje de Jane: "Tenemos que hablar". De repente, se preocupa. ¿Va todo bien? ¿Jane aún le quiere? Ha notado cierta tensión entre ellos las últimas semanas. Resulta que Jane no está muy contenta con la relación. Ella necesita un descanso de John.
Lo sabía. se dice John a sí mismo, y luego a sus amigos. Ahora que mira hacia atrás en su relación con Jane, vio muchas señales que apuntaban a problemas: planes cancelados, incomodidad, ser ignorado por sus amigos, etcétera. Lo sabía desde el principio, así que las malas noticias de Jane no le sorprenden.
Se trata del sesgo retrospectivo. Una ruptura imprevista se convierte en previsible para John después de que tenga lugar. John sobrestima su capacidad para predecir el final de su relación con Jane una vez que la relación ha terminado repentinamente.
Efectos individuales
El sesgo retrospectivo puede influir negativamente en nuestra toma de decisiones. Parte de lo que implica tomar buenas decisiones es evaluar de forma realista sus consecuencias. Puede llevarnos a un exceso de confianza en nuestra capacidad para predecir esas consecuencias. Si echamos la vista atrás a decisiones pasadas y llegamos a la conclusión de que sus consecuencias las conocíamos en ese momento (cuando no era así), entonces tiene sentido que sobrestimemos nuestra capacidad para prever las implicaciones de nuestras decisiones futuras. Esto puede ser peligroso, ya que nuestro exceso de confianza puede llevarnos a asumir riesgos innecesarios.1 Pensemos en un jugador que considera predecibles las pérdidas pasadas, lo que le hace confiar cada vez más en que su próxima visita al casino será un éxito.
Efectos sistémicos
Este sesgo puede tener implicaciones preocupantes en distintos ámbitos académicos y profesionales. El estudio preciso de acontecimientos o tendencias históricas y políticas del pasado puede verse empañado si los investigadores no son capaces de ponerse en la piel de los responsables de la toma de decisiones en aquel momento, cuyas decisiones no estaban fundamentadas por la previsión con la que las estudiamos en retrospectiva. Esto puede hacer que se pasen por alto detalles que parecen obvios a posteriori. El derecho, los seguros y las finanzas se basan en evaluaciones realistas del riesgo basadas en hechos similares ocurridos en el pasado. El sesgo puede distorsionar estas predicciones.
Por qué ocurre
El sesgo retrospectivo se produce cuando la nueva información que rodea una experiencia pasada cambia nuestro recuerdo de esa experiencia de un pensamiento original a algo diferente.2 Según los científicos psicólogos Neal Roese y Kathleen Vohs, hay tres niveles de apilamiento en los que esto puede ocurrir.
El primer nivel es la "distorsión de la memoria". Consiste en recordar erróneamente un juicio u opinión del pasado. A menudo lo hacemos cuando afirmamos que dijimos algo cuando no fue así. El segundo nivel se centra en nuestra creencia de que un acontecimiento pasado era inevitable. Roese y Vohs llaman a este grado de sesgo retrospectivo "inevitabilidad". El último nivel, "previsibilidad", implica creer que podíamos haber previsto el suceso.3 Así pues, el sesgo se produce cuando recordamos mal nuestros pensamientos pasados, pensamos que un suceso pasado era inevitable y, posteriormente, creemos que el suceso era previsible.
A partir de su revisión de la literatura existente sobre el sesgo retrospectivo, Roese y Vohs concluyen que hay tres tipos principales de variables que afectan a los tres niveles de sesgo retrospectivo para crear nuestra tendencia a sobrestimar nuestras capacidades de predicción:
- Cognitiva: A menudo distorsionamos la memoria de acontecimientos pasados recordando selectivamente información que confirma lo que ya sabemos que es cierto. Hacemos esto para crear una historia que tenga sentido con la información que ya tenemos en lo que se conoce como "sensemaking". Esto está relacionado con el sesgo de confirmación.
- Metacognitiva: La metacognición es cuando pensamos en nuestros propios pensamientos. Cuando a las personas les resulta fácil pensar y comprender un juicio o acontecimiento pasado (un pensamiento anterior), pueden confundir facilidad con certeza. A menudo es fácil entender cómo o por qué ocurrió un acontecimiento en retrospectiva, debido, al menos en parte, a la heurística de la disponibilidad. Esto nos hace estar seguros de que se trata de una comprensión que teníamos antes.
- Motivación: Nos reconforta pensar que el mundo es ordenado y predecible. Esto puede motivarnos a ver los acontecimientos impredecibles como predecibles. También es agradable pensar que nuestras predicciones eran correctas o que "lo sabíamos todo", aunque no fuera así. Las investigaciones demuestran que nuestras acciones suelen estar motivadas inconscientemente para promover una visión positiva de nosotros mismos.4,5
Por qué es importante
Es importante que seamos conscientes de las implicaciones que puede tener en nuestras vidas. Como ya se ha mencionado, el exceso de confianza que suele producir puede tener implicaciones perjudiciales. Una parte esencial para tomar buenas decisiones en nuestra vida personal y profesional es tener predicciones realistas sobre el futuro. El sesgo retrospectivo se interpone en el camino distorsionando el registro interno que tenemos de nuestras predicciones pasadas. Esto puede dar lugar a predicciones futuras excesivamente confiadas que justifiquen decisiones arriesgadas con malos resultados.
En términos más generales, el sesgo nos impide aprender de nuestras experiencias. Si ya creemos que sabíamos algo desde el principio, es poco probable que reflexionemos detenidamente sobre su resultado, y sin duda nos impedirá comprender por qué nuestras predicciones en su momento pudieron ser erróneas. En última instancia, esto puede impedirnos comprender la verdadera naturaleza de un acontecimiento o identificar problemas en nuestra forma de hacer predicciones.
Cómo evitarlo
Una forma que sugieren Roese y Vohs para contrarrestar el sesgo retrospectivo es considerar y explicar cómo podrían haberse desarrollado los resultados que no se produjeron. Al repasar mentalmente todos los posibles resultados, un acontecimiento parecerá menos inevitable y previsible. Sin embargo, Roese y Vohs señalan que no debemos tratar de considerar un número abrumador de resultados alternativos, ya que el responsable de la toma de decisiones podría interpretar erróneamente esta dificultad como un indicio de su inverosimilitud y no de su mero número6.
Otra forma de abordar el peligroso exceso de confianza es llevar un registro de tus decisiones pasadas y sus predicciones asociadas. Esto puede hacerse en lo que se conoce como un "diario de decisiones", que es similar a un diario pero detalla tus decisiones y lo que pensabas cuando las tomaste.7 Tener un registro inalterable de las predicciones asociadas a tus decisiones (que seguramente mostrarán algunas predicciones falsas) podría evitar el error de pensar que siempre "lo supiste todo".
Cómo empezó todo
Aunque el fenómeno de "saberlo todo" no es nuevo, su estudio científico formal comenzó a principios de los años setenta. Motivado por el trabajo seminal de sus supervisores, Daniel Kahneman y Amos Tversky, sobre la heurística, Baruch Fischhoff fue el primero en estudiar experimentalmente el sesgo retrospectivo. Le motivó un artículo de Paul Meehl sobre médicos que exageraban su sensación de haber sabido siempre cómo iban a acabar los casos de sus pacientes.
Interesado por el fenómeno y su aplicación a la predictibilidad de acontecimientos políticos en retrospectiva, Fischhoff se unió a la investigadora Ruth Beyth-Marom para probar la hipótesis en 1975. Para ello, Fischhoff y Beyth pidieron a los participantes que predijeran la probabilidad de que se produjeran diversos resultados en el próximo viaje del entonces Presidente de EE.UU. Nixon a China y la Unión Soviética.
Una vez que Nixon hubo terminado el viaje, Fischhoff y Beyth pidieron a los participantes que recordaran sus predicciones iniciales. Los resultados mostraron que los participantes no se ceñían a las predicciones que habían hecho antes del viaje, sino que se inclinaban por los resultados reales del viaje. En otras palabras, recordaban sus predicciones de forma diferente, favoreciendo los resultados que sabían que eran ciertos en retrospectiva. Este estudio inspiró una investigación científica más amplia sobre el sesgo retrospectivo.8
Ejemplo 1 - Predicciones políticas
No es infrecuente oír a personas afirmar que predijeron el resultado de las elecciones políticas. Los investigadores Dorothee Dietrich y Matthew Olson realizaron un estudio en 1993 para evaluar hasta qué punto los votantes modifican sus predicciones tras unas elecciones.
Dietrich y Olson pidieron a 57 estudiantes universitarios de la Universidad de Hamline que predijeran cómo votaría el Senado de EE.UU. sobre la confirmación del candidato al Tribunal Supremo Clarence Thomas. Más concretamente, se pidió a los participantes que predijeran el resultado de la votación, cómo se dividiría entre los partidos del Senado y que indicaran el grado de confianza que tenían en su predicción. Un mes después de la votación, se pidió a los participantes que recordaran sus predicciones y su nivel de confianza9.
Los resultados corroboraron la influencia del sesgo retrospectivo: antes de la votación en el Senado, el 58% de los estudiantes predijo que Thomas sería confirmado. Pero cuando se preguntó a los estudiantes tras el éxito de la confirmación, el 78% de ellos afirmó que pensaba que Thomas sería aprobado.10
Ejemplo 2 - Culpar a las víctimas
Tanto en los tribunales como en la opinión pública, el sesgo retrospectivo puede desempeñar un papel en la "culpabilización de las víctimas". Como se ha mencionado anteriormente, parte de la razón por la que surge el sesgo es que a menudo buscamos las explicaciones y predicciones más fáciles para dar sentido rápidamente al mundo. Es más fácil centrarse en los individuos y sus acciones que en causas más matizadas y sistémicas. También es fácil formular y apoyar predicciones sobre hechos que ya han ocurrido.
Esto puede explicar la prevalencia de la "culpabilización de las víctimas" en los casos de agresión sexual. A menudo se culpa a las víctimas de estos casos o "supervivientes" de su aflicción utilizando el razonamiento de que "deberían haberlo sabido mejor" en retrospectiva. De hecho, los estudios han demostrado que este prejuicio contribuye a la desestimación de la víctima en los casos de violación.
Resumen
Qué es
El sesgo retrospectivo es nuestra tendencia a recordar un acontecimiento que no pudimos predecir en su momento y pensar que el resultado era fácilmente previsible. También se conoce como efecto "lo sabía todo".
Por qué ocurre
En primer lugar, a menudo distorsionamos la memoria de acontecimientos pasados recordando selectivamente información que confirma lo que ya sabemos que es cierto. Esto se hace para crear una historia que tenga sentido con la información que ya tenemos en lo que se conoce como "sensemaking". En segundo lugar, cuando a las personas les resulta fácil pensar y comprender un juicio o acontecimiento pasado (un pensamiento anterior), pueden confundir facilidad con certeza. A menudo es fácil comprender cómo o por qué ocurrió un acontecimiento en retrospectiva. Esto nos da la certeza de que se trata de una comprensión que teníamos antes. En tercer lugar, nos reconforta pensar que el mundo es ordenado y predecible. Esto puede motivarnos a ver los acontecimientos impredecibles como predecibles. Por último, nos hace sentir bien pensar que "lo sabíamos todo", aunque no fuera así.
Ejemplo nº 1 - Predicciones políticas
La gente suele afirmar que predijo el resultado de las elecciones políticas. Un estudio de 1993 pidió a estudiantes universitarios que predijeran cómo votaría el Senado de EE.UU. sobre la confirmación de un candidato al Tribunal Supremo. Un mes después de la votación, se pidió a los participantes que recordaran sus predicciones y su nivel de confianza. Los resultados corroboraron la influencia del sesgo retrospectivo: antes de la votación en el Senado, el 58% de los estudiantes predijo que Thomas sería confirmado. Pero cuando se preguntó a los estudiantes después de la confirmación con éxito, el 78% de ellos afirmaron que pensaban que Thomas sería aprobado.
Ejemplo nº 2 - Culpar a las víctimas
El sesgo retrospectivo puede influir en la "culpabilización de la víctima", frecuente en los casos de agresión sexual. Parte de la razón por la que surge el sesgo retrospectivo es que a menudo buscamos las explicaciones y predicciones más fáciles para dar sentido rápidamente al mundo. Es más fácil centrarse en los individuos y sus acciones que en causas más matizadas y sistémicas. También es fácil formular y apoyar predicciones sobre hechos que ya han ocurrido. Por eso, a menudo se culpa a las víctimas de agresiones sexuales o a los "supervivientes" de su aflicción con el razonamiento de que, en retrospectiva, "deberían haberlo sabido". Las investigaciones sugieren que el sesgo retrospectivo contribuye a la desestimación de las víctimas en los casos de violación.
Cómo evitarlo
Una estrategia consiste en considerar y explicar cómo podrían haberse desarrollado los resultados que no se produjeron. Al repasar mentalmente todos los posibles resultados, un acontecimiento parecerá menos inevitable y previsible. Otra forma de hacer frente al peligroso exceso de confianza que puede generar el sesgo retrospectivo consiste en llevar un registro de las decisiones tomadas en el pasado y las predicciones asociadas. Tener un registro explícito e inalterable de las predicciones asociadas a tus decisiones (que seguramente mostrarán algunas predicciones falsas) puede evitar el error de pensar que siempre "lo supiste todo".