¿Por qué nos fiamos más de la información específica que de las estadísticas?
Falacia del tipo de base
explicó.¿Qué es la falacia del tipo de interés básico?
Cuando disponemos tanto de información individualizada, específica de una persona o un acontecimiento, como de información de base, objetiva y estadística, tendemos a dar más valor a la información específica y, a menudo, ignoramos por completo la información de base. Es lo que se conoce como falacia de la tasa base o descuido de la tasa base.
Dónde se produce este sesgo
Si alguna vez has sido estudiante universitario, probablemente sepas que hay ciertos estereotipos asociados a las distintas carreras. Por ejemplo, los estudiantes de ingeniería suelen ser considerados trabajadores pero engreídos, los de empresariales son estereotípicamente pijos y distantes, y los de letras son activistas con un sentido de la moda vanguardista. Estos estereotipos son generalizaciones que a menudo no se ajustan a la realidad. Sin embargo, se utilizan a menudo para hacer proyecciones sobre cómo podrían actuar los individuos.
Los prestigiosos científicos del comportamiento Daniel Kahneman y Amos Tversky realizaron en su día un estudio en el que se presentaba a los participantes un retrato robot de la personalidad de un estudiante de posgrado ficticio llamado Tom W. Se les daba una lista de nueve áreas de estudios de posgrado y se les pedía que las clasificaran por orden de probabilidad de que Tom W. estuviera cursando estudios en ese campo. En aquel momento, había muchos más estudiantes matriculados en educación y humanidades que en informática. Sin embargo, el 95% de los participantes dijo que era más probable que Tom W. estuviera estudiando informática que educación o humanidades. Sus predicciones se basaban exclusivamente en el esbozo de personalidad -la información individualizadora-, sin tener en cuenta en absoluto la información sobre el índice base.1
Por mucho que esa persona de tu curso optativo de historia se parezca y actúe como el estereotipo de estudiante de medicina, las probabilidades de que realmente esté estudiando medicina son muy bajas. Normalmente sólo hay un centenar de personas en ese programa, en comparación con los miles de estudiantes matriculados en otras facultades como administración o ciencias. Es fácil hacer este tipo de juicios precipitados sobre las personas, ya que la información específica suele eclipsar la información sobre el índice base.