Arquitectura de elección
La idea básica
Antes de ir al supermercado, haces una lista de los productos que necesitas. Huevos, leche y pan. "No compraré nada más que esto", te dices. Mientras recorres los pasillos de la tienda, un gran cartel de oferta te llama la atención: hay una estantería con todos tus aperitivos favoritos, etiquetada como "2 por 8 $". "¡Qué ganga!", piensas, y coges cuatro paquetes sin darte cuenta de que el precio original era de 3,99 $ por unidad. Al llegar a casa, te das cuenta de que has gastado más de lo que querías y te preguntas cómo ha podido ocurrir. ¿Habrías comprado los artículos si te hubieras dado cuenta de que te estabas ahorrando 0,02 $?
Este es un ejemplo de arquitectura de la elección, lo que significa que nuestras decisiones se ven influidas por la forma en que se presentan las opciones.1 Para ello, un arquitecto de la elección es alguien que crea el entorno que influye en la toma de decisiones. En la situación anterior, las decisiones de los consumidores se ven influidas al dirigir su atención hacia una venta, que asociamos con ser buena, por defecto. La arquitectura de la elección está relacionada con el paternalismo libertario y la teoría de los codazos, que propone que el refuerzo positivo y las sugerencias implícitas pueden influir en el comportamiento.2 Sin embargo, la arquitectura de la elección no siempre se utiliza para beneficiar a quienes toman las decisiones.1