this is engineering, woman with lights

Por qué los productos tecnológicos deben diseñarse junto a psicólogos ES

read time - icon

0 min read

Mar 23, 2022

La tecnología ha cambiado drásticamente nuestra forma de comportarnos y lo que sentimos y pensamos. Cada día, lo primero y lo último1 que hacemos la mayoría de nosotros es mirar el teléfono. Los sonidos y las vibraciones de nuestros teléfonos nos distraen docenas de veces al día.2 Los teléfonos y los ordenadores median gran parte de nuestra interacción social: Las reuniones con zoom no son sólo para el trabajo, sino para acontecimientos personales, desde baby showers a funerales.

Nuestras noticias en las redes sociales no sólo cambian temporalmente nuestro estado de ánimo3 , sino también nuestra forma de vernos y lo mucho que nos gustamos.4 La tecnología también influye en nuestras decisiones, desde las de compra (por ejemplo, Uber puede disuadirnos de comprar un coche)5 hasta nuestras convicciones políticas (por ejemplo, YouTube puede radicalizarnos hacia la supremacía blanca).6

La tecnología modifica el comportamiento, las emociones y la cognición humanos, a pesar de que en su mayor parte la construyen o diseñan tecnólogos sin formación en ciencias psicológicas (término que utilizaré para referirme al estudio científico de la psicología humana, no a la práctica terapéutica del asesoramiento) y cuyos trabajos no implican explícitamente la aplicación o realización de ciencias psicológicas.

Muchos de estos tecnólogos son científicos, por ejemplo, científicos de datos que construyen modelos estadísticos para predecir el comportamiento humano. Por ejemplo, unos 18.000 empleados de Alphabet, Amazon, Apple, Meta y Microsoft tienen títulos que contienen las palabras "ciencia" o "científico". Pero sólo unos 200 (1%) tienen la palabra "behavior" o "behavioral" (incluida la ortografía británica de estos términos) en sus títulos de trabajo. Hay psicólogos que trabajan en empresas tecnológicas, pero sus trabajos no suelen implicar la aplicación de la ciencia psicológica. Las descripciones de puestos que mencionan abiertamente la ciencia del comportamiento siguen siendo relativamente raras en los equipos de producto que crean la mayor parte de la tecnología de consumo.

Dado que las empresas tecnológicas cambian el comportamiento humano a gran escala, se benefician del cambio de comportamiento y, en general, se enorgullecen de adoptar la innovación científica, ¿por qué tantas de ellas carecen de psicólogos con un papel más formal y central en el desarrollo de productos?

La respuesta a esta pregunta es la clave para que los productos tecnológicos causen menos daños involuntarios a las personas, porque se diseñan con un conocimiento más realista de la psicología humana.

Por qué los psicólogos son pocos y periféricos


Una vía débil desde la psicología académica al sector tecnológico

Cuando las empresas tecnológicas se centraban más en las aplicaciones empresariales que en las de consumo, en el hardware más que en el software, y en los profesionales técnicos más que en los aficionados no técnicos, las empresas tecnológicas no tenían la misma necesidad de psicólogos. Las empresas tecnológicas eran empleadores populares de informáticos, no de psicólogos.

Este patrón se ha mantenido hasta la actualidad. Por ejemplo, la informática y las ciencias computacionales fueron las asignaturas universitarias más populares entre los Googlers (el 29% de los empleados de Google las estudiaron, excluyendo otras asignaturas de ingeniería); la psicología ocupa el decimotercer lugar (menos del 2% de los Googlers la estudiaron).

Es probable que esta situación haya llevado a una infrarrepresentación de los psicólogos en la dirección de las empresas tecnológicas, lo que lleva a que las posibles contribuciones de la psicología no se conozcan o, potencialmente, se subestimen. Para continuar con nuestro ejemplo, los directivos de Google muestran un patrón similar en sus estudios universitarios, favoreciendo las ciencias informáticas y computacionales (26%) frente a la psicología (3%).

References

  1. Keating, L. (2017, 2 de marzo). Survey Finds Most People Check Their Smartphones Before Getting Out Of Bed In The Morning. Tech Times. https://www.techtimes.com/articles/199967/20170302/survey-finds-people-check-smartphones-before-getting-out-bed.htm
  2. Estadísticas de notificaciones push (2021). (2021, 31 de agosto). Business of Apps. https://www.businessofapps.com/marketplace/push-notifications/research/push-notifications-statistics/#:%7E:text=The%20average%20US%20smartphone%20user,Restraint%%2020can%20be%20key%2C%20therefore
  3. Lewis, T. (2014, 1 de julio). Las emociones en Facebook son contagiosas, según un estudio. Yahoo!News. https://news.yahoo.com/facebook-emotions-contagious-study-finds-133519750.html
  4. Duffy, A. C. B. J. (2021, 5 de octubre). El sombrío atractivo de Instagram como rompedor silencioso de la autoestima. CNN. https://edition.cnn.com/2021/10/05/health/instagram-self-esteem-parenting-wellness/index.html
  5. Hampshire, R. C., Simek, C., Fabusuyi, T., Di, X., & Chen, X. (2017). Medición del impacto de una interrupción imprevista de Uber/Lyft en Austin, TX. Revista electrónica SSRN. https://doi.org/10.2139/ssrn.2977969
  6. Koppelman, A. (2019, 18 de marzo). YouTube y otras redes sociales están radicalizando a los hombres blancos. Las grandes tecnológicas podrían estar haciendo más. CNN Business. https://edition.cnn.com/2019/03/17/tech/youtube-facebook-twitter-radicalization-new-zealand/
  7. Mitchell, J. P. (2009). Inferencias sobre estados mentales. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sciences, 364(1521), 1309-1316. https://doi.org/10.1098/rstb.2008.0318
  8. Stich, S., & Ravenscroft, I. (1993, octubre). ¿Qué es la psicología popular? (Informe técnico nº 5). Rutgers University Center for Cognitive Science, Rutgers University. https://ruccs.rutgers.edu/images/tech_rpt/tr-5/folkpsych5.pdf
  9. Houston, J. P. (1985). Untutored Lay Knowledge of the Principles of Psychology: ¿Sabemos algo que ellos no sepan? Psychological Reports, 57(2), 567-570. https://doi.org/10.2466/pr0.1985.57.2.567
  10. Buehler, R., Griffin, D., & Ross, M. (1995). It's About Time: Optimistic Predictions in Work and Love. European Review of Social Psychology, 6(1), 1-32. https://doi.org/10.1080/14792779343000112
  11. Ross, L., Greene, D., y House, P. (1977). The "False Consensus Effect": An Egocentric Bias in Social Perception and Attribution Processes. Journal of Experimental Social Psychology, 13(3), 279-301. https://doi.org/10.1016/0022-1031(77)90049-x
  12. Nisbett, R. E., y Wilson, T. D. (1977). Telling more than we can know: Verbal reports on mental processes. Psychological Review, 84(3), 231-259. https://doi.org/10.1037/0033-295x.84.3.231
  13. Anderson, C. A., Lindsay, J. J., & Bushman, B. J. (1999). Investigación en el laboratorio psicológico. Current Directions in Psychological Science, 8(1), 3-9. https://doi.org/10.1111/1467-8721.00002
  14. Mitchell, G. (2012). Revisitando la verdad o la trivialidad : La validez externa de la investigación en el laboratorio psicológico. Perspectives on Psychological Science, 7(2), 109-117. https://doi.org/10.1177/1745691611432343
  15. Wells, G., Horwitz, J., & Seetharaman, D. (2021, 14 de septiembre). Facebook sabe que Instagram es tóxico para las adolescentes, según documentos de la empresa. The Wall Street Journal. https://www.wsj.com/articles/facebook-knows-instagram-is-toxic-for-teen-girls-company-documents-show-11631620739
  16. Ling, K., Beenen, G., Ludford, P., Wang, X., Chang, K., Li, X., Cosley, D., Frankowski, D., Terveen, L., Rashid, A. M., Resnick, P., & Kraut, R. (2005). Using Social Psychology to Motivate Contributions to Online Communities (Utilización de la psicología social para motivar las contribuciones a las comunidades en línea). Journal of Computer-Mediated Communication, 10(4), 00. https://doi.org/10.1111/j.1083-6101.2005.tb00273.x
  17. Lee, M. K. (2018). Comprensión de la percepción de las decisiones algorítmicas: Equidad, confianza y emoción en respuesta a la gestión algorítmica. Big Data & Society, 5(1), 205395171875668. https://doi.org/10.1177/2053951718756684

About the Author

Juan Manuel Contreras

Juan Manuel Contreras

El doctor Juan Manuel Contreras es director de ciencia aplicada en Uber y trabaja en la intersección entre tecnología, política y derecho. Se formó como psicólogo social y neurocientífico cognitivo en las universidades de Harvard y Princeton.

Read Next

Notes illustration

Eager to learn about how behavioral science can help your organization?