¿Toma malas decisiones financieras por evitar la información?
¿Por qué no utilizamos toda la información disponible, que podría ayudarnos a tomar decisiones financieras importantes?
Tirar de las palancas estratégicas con fuerza y rapidez es una marca de las organizaciones de éxito. La ciencia del comportamiento proporciona un marco poderoso para hacerlo de forma eficaz y económica. Hemos trabajado con algunas de las mayores organizaciones del mundo para cambiar comportamientos a gran escala. Esto significa aplicar la investigación de vanguardia para descubrir las barreras a los comportamientos deseados y crear intervenciones para superarlas.
Aprovechamos la investigación para realizar diagnósticos conductuales que llegan al núcleo de los sistemas de comportamiento existentes.
Aprovechamos más de 100 marcos validados de cambio de comportamiento para diseñar intervenciones potentes.
Aprovechamos las pruebas rigurosas de bajo coste para identificar las mejores soluciones y llevarlas a escala.
Díganos qué busca y uno de nuestros expertos en comportamiento se pondrá en contacto con usted en breve.
Si desea explorar cómo puede utilizarse la ciencia del comportamiento en su organización, ¿por qué no nos envía una solicitud de colaboración?
¿Por qué no utilizamos toda la información disponible, que podría ayudarnos a tomar decisiones financieras importantes?
Hasta ahora, la investigación en ciencias del comportamiento se ha limitado sobre todo a los laboratorios y el mundo académico. Queremos romper esa tendencia aplicando estas lecciones al sector social.
Para liberar todo el potencial de su equipo, cree una cultura en la que la gente se sienta segura para decir lo que piensa, y para ser sincera sobre sus errores.
¿Cómo pueden los profesionales aprovechar las ciencias del comportamiento para reducir los prejuicios implícitos de género entre los responsables de contratación?
La Fundación Skoll recibe cientos de solicitudes anuales para su premio SASE. Ayudamos a debias su proceso de selección.
El comportamiento humano es complejo y está impulsado por todo un sistema de elementos. Aunque campos como la economía del comportamiento, la psicología y la neurociencia pueden arrojar luz sobre determinadas partes del sistema, es mucho más probable que una combinación de estos elementos logre el éxito. Por este motivo, no nos centramos en las soluciones a la hora de diseñar las intervenciones, sino en las palancas conductuales que tienen más probabilidades de generar cambios de comportamiento potentes, sostenibles y éticos.