Hipótesis del marcador somático

La idea básica

¿Alguna vez ha pedido consejo sobre una decisión angustiosa y arriesgada y ha recibido el vago consejo de "seguir su corazón" o "seguir su instinto"? Aunque es posible que deseara sugerencias más concretas, según el neurocientífico Antonio Damasio, esos clichés pueden tener algo de razón. La hipótesis del marcador somático (SMH) de Damasio afirma que, al crear respuestas fisiológicas, las emociones pueden influir en los futuros procesos de toma de decisiones. Esta influencia puede producirse tanto consciente como inconscientemente y nos ayuda a tomar decisiones difíciles con rapidez.

Me sigue fascinando que los sentimientos no sean sólo el lado turbio de la razón, sino que también nos ayuden a tomar decisiones.


- El neurólogo, Dr. Antonio R. Damasio, en una entrevista con Scientific American

Términos clave

La hipótesis de los marcadores somáticos (SMH): Teoría que sugiere que los procesos emocionales pueden influir consciente o inconscientemente en la toma de decisiones mediante la creación de biomarcadores, también conocidos como marcadores somáticos.1

Marcadores somáticos: Cambios en el cuerpo y el cerebro que, en conjunto, conforman una emoción. Se desencadenan por la percepción de acontecimientos externos o imaginarios y pueden incluir tanto cambios perceptibles (postura, expresión facial) como imperceptibles (liberación endocrina, frecuencia cardiaca)1.

Tarea de juego de Iowa (IGT): Una tarea psicológica, creada por Antoine Bechara y sus colegas para estudiar la toma de decisiones, en la que se pide a los participantes que elijan entre barajas de cartas ventajosas y desventajosas.2

Respuesta de conductancia de la piel (SCR): También denominada respuesta galvánica de la piel o respuesta electrodérmica, es un cambio en la conductancia de la piel que se produce debido a una excitación fisiológica. Se utiliza como medida de la activación de los marcadores somáticos.1

Historia

A finales de los años ochenta, los investigadores Antione Bechara y Antonio Damasio se interesaron por los pacientes con daño en la corteza prefrontal ventromedial (vmPFC). Aunque estos pacientes obtenían buenos resultados en los tests de inteligencia, mostraban deficiencias en la toma de decisiones personales y sociales, repitiendo errores que anteriormente les habían llevado a malos resultados, como pérdidas económicas y sociales.1,3 También mostraban problemas en sus reacciones emocionales. Los pacientes experimentaban dificultades para expresar emociones y experimentar emociones apropiadas para una situación determinada.1 Estos hallazgos llevaron a Damasio a desarrollar la hipótesis del marcador somático, que afirma que los pacientes con daño en el vmPFC toman peores decisiones en la vida y deciden más lentamente porque no tienen señales emocionales que les ayuden en el proceso de toma de decisiones.1

Para probar la hipótesis del marcador somático, Damasio, Bechara y sus colegas crearon la tarea de juego de Iowa (GT, por sus siglas en inglés).1,2 Esta tarea contiene cuatro barajas de cartas, dos de las cuales son desventajosas (ganancia inmediata, pero pérdida futura global) y dos que son ventajosas (baja ganancia inmediata, pero alta ganancia a largo plazo). Según sus estudios, los controles sanos prefieren las barajas buenas y evitan las malas. Los pacientes con daño en el CPFvm o en la amígdala tendían a preferir las barajas malas. Los investigadores también observaron que los sujetos de control generaban señales somáticas, medidas mediante respuestas de conductancia cutánea (SCR), cuando sacaban una baraja ventajosa o desventajosa y pronto empezaban a mostrar SCR antes de coger una baraja. Los pacientes con vmPFC y amígdala, sin embargo, no podían generar estas SCR anticipatorias. Es importante destacar que el 30% de los controles no podían verbalizar conscientemente las reglas del juego, pero aun así obtuvieron buenos resultados. Por otra parte, el 50% de los pacientes con vmPFC fueron capaces de explicar qué barajas eran buenas y malas, pero aun así obtuvieron peores resultados que los participantes sanos.4 Esta investigación sugiere que los marcadores somáticos codificados durante experiencias pasadas pueden sesgar posteriormente nuestro comportamiento, incluso a nivel inconsciente. La ausencia de este apoyo somático invisible también explica por qué los pacientes con daño en el CPFvm pueden saber lo que está bien, pero hacer lo que está mal.

Consecuencias

Desde que Damasio articuló por primera vez la hipótesis del marcador somático, muchos campos han explorado las implicaciones de las emociones en la toma de decisiones, como la economía, la salud, el envejecimiento, la política y el estudio de las diferencias individuales en la toma de decisiones. La teoría se utiliza a menudo para explicar conductas de riesgo como el juego, las relaciones sexuales de riesgo y el consumo de drogas. La SMH propone que las personas drogodependientes pueden ser más propensas a consumir drogas porque no son capaces de utilizar señales emocionales para comparar ganancias a corto plazo y pérdidas a largo plazo5. Esta investigación puede ayudar a reducir el estigma que rodea al consumo de drogas y otras opciones de comportamiento de riesgo, ya que explica que algunas poblaciones pueden carecer de una ventaja inconsciente.

La HSM también influyó en la teoría económica y ayudó a catalizar el campo de la neuroeconomía, que intenta explicar tanto las elecciones racionales como las irracionales. Los modelos económicos anteriores proponían que los seres humanos son agentes racionales, que disponen constantemente de la capacidad mental y la información necesarias para maximizar las ganancias y minimizar las pérdidas.6 Basándose en sus investigaciones sobre la SMH, Bechara y Damasio propusieron un modelo neuronal para las decisiones económicas, que explica que las emociones son muy importantes para tomar decisiones rápidas y favorables.1

La hipótesis también tiene importantes implicaciones para el aprendizaje, tanto de humanos como de agentes autónomos. Los investigadores Sid Carter y Marcia Smith Pasqualini realizaron la tarea del juego y observaron distintos niveles de respuestas de marcadores somáticos en sus participantes.7 Descubrieron una fuerte correlación entre el nivel de SCR antes de las malas elecciones y el rendimiento satisfactorio en la tarea. Sus hallazgos sugieren que el SMH puede predecir el aprendizaje en poblaciones sanas. Algunos investigadores creen que la IA también puede beneficiarse de los conocimientos emocionales y proponen métodos para incorporar marcadores somáticos artificiales a los agentes autónomos8.

Controversias

Aunque muchos investigadores están de acuerdo en que el SMH explica cómo las emociones guían la toma de decisiones, algunos críticos exigen más pruebas empíricas. Afirman que, al seleccionar a pacientes con daño en el CPFvm y alteraciones en la toma de decisiones sociales, los estudios originales que respaldaban la HSM crearon un sesgo de selección9. Además, algunos investigadores creen que los pacientes con CPFvm obtienen peores resultados en la tarea de juego debido a deficiencias de aprendizaje más generales que a la falta de marcadores somáticos. Fellows y Farah creen que los pacientes con el CPFvm dañado pueden obtener peores resultados porque no pueden realizar el aprendizaje inverso (aprender una regla y luego desaprenderla), que es necesario para obtener buenos resultados en la tarea de juego, ya que los mazos que al principio parecen rentables resultan ser desventajosos9.

Otros investigadores, como Maia y McClelland, discrepan del nivel de conciencia que tenían los participantes en la tarea de juego10. Afirman que los participantes en la tarea tenían un conocimiento mucho más consciente de las barajas correctas de lo que se pensaba y que, por lo tanto, los participantes no tenían necesidad de acceder a marcadores inconscientes.

En 2005, Bechara, Damasio y otros partidarios de la SMH escribieron una respuesta a las críticas mencionadas11. Respondieron que el conocimiento consciente en la tarea del juego no refuta en absoluto la hipótesis, ya que los pacientes que comprenden qué barajas serán ventajosas a largo plazo pueden seguir teniendo un mal rendimiento en la tarea. Los investigadores también escribieron que el aprendizaje inverso requiere una señal de "parada" para invertir una contingencia previamente aprendida, y esta señal puede muy bien ser un marcador somático. En otras palabras, la inhibición del aprendizaje previo es otra decisión en la que influyen los marcadores somáticos. Años después de su creación, los partidarios originales del SMH siguen defendiendo que las emociones guían la toma de decisiones, por lo que el debate sobre los marcadores somáticos continúa.

Casos prácticos

Marcadores somáticos y el juego del ultimátum

El campo de la neuroeconomía estudia la toma de decisiones económicas teniendo en cuenta herramientas y métodos neurocienficos.12 Este campo intenta llenar las lagunas dejadas por las teorías económicas tradicionales, que consideraban a los seres humanos tomadores de decisiones racionales y lógicos. Mascha van 't Wout y sus colegas contribuyeron a este campo estudiando cómo los marcadores somáticos afectan a la toma de decisiones en el Juego del Ultimátum.13 En este juego, uno de los participantes, el proponente, reparte una suma de dinero entre él y un respondedor. Si el otro acepta la oferta, ambas partes se llevan la cantidad acordada. Si rechaza la oferta, ninguno de los dos recibe dinero. La teoría clásica de los juegos recomendaría que los proponentes ofrecieran la menor cantidad posible y que el respondedor aceptara independientemente de la suma que se le ofreciera. En la práctica, los proponentes tienden a ofrecer aproximadamente la mitad de la suma al otro participante y los respondedores tienden a rechazar las ofertas que consideran injustas. Wout y su equipo querían comprobar si la excitación emocional estaba relacionada con el rechazo irracional de las ofertas más pequeñas y utilizaron los SCR para reflejar las respuestas emocionales. Los encuestados mostraron SCR significativamente más elevados ante ofertas injustas de otros participantes que ante ofertas justas. Un mayor SCR en los encuestados también se correspondía con un mayor número de rechazos de ofertas. Los investigadores concluyeron que los estados emocionales desempeñan un papel importante en la toma de decisiones estratégicas y que los futuros modelos económicos deben tenerlo en cuenta.

Capacidad interoceptiva y éxito comercial

Narayanan Kandasamy y sus colegas querían comprobar si los resultados que apoyaban la HSM se mantenían fuera del laboratorio.14 Su equipo realizó un experimento de campo en un fondo de cobertura de tamaño medio de la City londinense para comprobar si la percepción de los marcadores somáticos ayudaba a los operadores a ganar más dinero. Todos los participantes realizaban operaciones de alta frecuencia, que a menudo exigían tomar decisiones importantes y de alto riesgo con gran rapidez. Los investigadores cuantificaron la capacidad de detección de los latidos del corazón de los operadores para determinar lo avanzados que están en la percepción de sus propias señales fisiológicas. En comparación con los controles, los operadores mostraron una mayor capacidad para percibir sus propios latidos. Además, la capacidad de percibir marcadores somáticos predijo la rentabilidad de los comerciantes y el tiempo que sobrevivieron en los mercados financieros. Estos resultados proporcionan un apoyo inicial a la HSM fuera del laboratorio y pueden explicar por qué los comerciantes a menudo atribuyen el éxito de sus decisiones a una corazonada. Es importante señalar que, dado que este experimento no era un ensayo de control aleatorizado y se trataba de correlaciones, no podemos hacer afirmaciones causales sobre la sabiduría interoceptiva y el éxito de los operadores. Sin embargo, el estudio aporta más pruebas que la economía clásica no puede explicar, lo que sugiere que la toma de decisiones arriesgadas, como el trading, puede explicarse mejor mediante el campo emergente de la neuroeconomía.

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Amígdala

Bechara y Damasio descubrieron que, además del vmPFC, la amígdala desempeña un papel importante a la hora de guiar la toma de decisiones con la ayuda de las emociones1. Lea este artículo de TDL para saber más sobre la amígdala, cómo guía la toma de decisiones y por qué el conocimiento de esta estructura cerebral puede ayudar a lograr el éxito en las negociaciones.

La brecha de la empatía

Aunque el SMH popularizó la idea de que las emociones pueden influir en la toma de decisiones, muchas personas siguen subestimando los efectos de las emociones en la toma de decisiones. Esta tendencia crea una brecha de empatía, en la que las predicciones del comportamiento futuro de una persona son incorrectas debido a la suposición de que el estado de ánimo actual permanecerá inalterado. Lea este artículo de TDL para saber más sobre la brecha de empatía y cómo puede ayudarnos a entender la adicción y la proyección emocional en los demás.

Fuentes

  1. Bechara, A., y Damasio, A. R. (2005). La hipótesis del marcador somático: Una teoría neuronal de la decisión económica. Games and Economic Behavior, 52(2), 336-372. https://doi.org/10.1016/j.geb.2004.06.010
  2. Bechara, A., Damasio, A. R., Damasio, H. y Anderson, S. W. (1994). Insensitivity to future consequences following damage to human prefrontal cortex. Cognition, 50(1-3), 7-15. https://doi.org/10.1016/0010-0277(94)90018-3
  3. Bechara, A., Damasio, H., Tranel, D. y Anderson, S. W. (1998). Dissociation of Working Memory from Decision Making within the Human Prefrontal Cortex. The Journal of Neuroscience, 18(1), 428-437. https://doi.org/10.1523/jneurosci.18-01-00428.1998
  4. Bechara, A. (1997). Decidir con ventaja antes de conocer la estrategia ventajosa. Science, 275(5304), 1293-1295. https://doi.org/10.1126/science.275.5304.1293
  5. Miller, P. M., y Bechara, A. (2013). En Biological research on addiction (Vol. 2). ensayo, Elsevier Academic Press.
  6. Naqvi, N., Shiv, B., & Bechara, A. (2006). The Role of Emotion in Decision Making (El papel de la emoción en la toma de decisiones). Current Directions in Psychological Science, 15(5), 260-264. https://doi.org/10.1111/j.1467-8721.2006.00448.x
  7. Carter, S., & Smith Pasqualini, M. (2004). Una respuesta autonómica más fuerte acompaña a un mejor aprendizaje: A test of Damasio's s somatic marker hypothesis. Cognition and Emotion, 18(7), 901-911. https://doi.org/10.1080/02699930341000338
  8. Cabrera, D., Cubillos, C., Urra, E., & Mellado, R. (2020). Marco para la Incorporación de Marcadores Somáticos Artificiales en la Toma de Decisiones de Agentes Autónomos. Ciencias Aplicadas, 10(20), 7361. https://doi.org/10.3390/app10207361
  9. Fellows, L. K., & Farah, M. J. (2004). Different Underlying Impairments in Decision-making Following Ventromedial and Dorsolateral Frontal Lobe Damage in Humans. Cerebral Cortex, 15(1), 58-63. https://doi.org/10.1093/cercor/bhh108
  10. Maia, T. V., y McClelland, J. L. (2004). A reexamination of the evidence for the somatic marker hypothesis: What participants really know in the Iowa gambling task. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 101(45), 16075-16080. https://doi.org/10.1073/pnas.0406666101
  11. Bechara, A., Damasio, H., Tranel, D., & Damasio, A. R. (2005). The Iowa Gambling Task and the somatic marker hypothesis: some questions and answers. Trends in Cognitive Sciences, 9(4). https://doi.org/10.1016/j.tics.2005.02.002
  12. Chen, J. (s.f.). ¿Qué es la neuroeconomía? Investopedia. https://www.investopedia.com/terms/n/neuroeconomics.asp.
  13. van 't Wout, M., Kahn, R. S., Sanfey, A. G., & Aleman, A. (2006). Estado afectivo y toma de decisiones en el Juego del Ultimátum. Experimental Brain Research, 169(4), 564-568. https://doi.org/10.1007/s00221-006-0346-5
  14. Kandasamy, N., Garfinkel, S. N., Page, L., Hardy, B., Critchley, H. D., Gurnell, M. y Coates, J. M. (2016). La capacidad interoceptiva predice la supervivencia en un parqué londinense. Scientific Reports, 6(1). https://doi.org/10.1038/srep32986

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