Estados del ego

La idea básica

Es probable que alguna vez hayas sufrido un fallo de comunicación. Al interactuar con alguien, inevitablemente algo sale mal y provoca un conflicto. Cuando más tarde reflexionas sobre la interacción, ni siquiera sabes por qué reaccionaste de determinada manera. No parece algo que yo haría", piensas. Si nuestros patrones de comunicación mejoran a medida que maduramos, ¿por qué a veces actuamos tan fuera de lugar?

El análisis transaccional es tanto una teoría de la personalidad como una forma de psicoanálisis para el crecimiento personal.1 Esencialmente, estudia nuestras interacciones sociales y se centra en cómo podemos mejorarlas. Todos realizamos transacciones con otras personas, durante las cuales activamos inconscientemente uno de nuestros tres estados del yo. Los estados del ego se refieren a la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos, y cambian con el tiempo y el contexto. Según la teoría del análisis transaccional, las personas tienen tres estados del yo:

  1. Parental: Parental es un estado en el que las personas se comportan, sienten y piensan de forma influida por sus padres. Implica interpretar o responder a las situaciones de forma similar a como lo hicieron los propios padres, arraigados en el pasado.
  2. Adulto: Adulto es la capacidad de pensar y actuar basándose en el presente: el objetivo último del análisis transaccional en el contexto de la terapia es fortalecer al Adulto.
  3. Niño: Niño es un estado en el que las personas se comportan, sienten y piensan de forma similar a como lo hacían cuando eran niños, arraigado en el pasado.

La conciencia exige vivir en el aquí y el ahora, no en "otro lugar", el pasado o el futuro.


- Eric Berne, psiquiatra y creador del análisis transaccional

Términos clave

Psicoanálisis: Conjunto de teorías y técnicas terapéuticas para estudiar la mente inconsciente, acuñado por Freud. Entre sus principios se incluyen las ideas de que el desarrollo está determinado por acontecimientos olvidados de la primera infancia, que los intentos de ser consciente de los impulsos instintivos pueden dar lugar a la represión y que los conflictos entre el material consciente e inconsciente pueden provocar trastornos mentales.

Ego: Uno de los tres conceptos del modelo de psique de Freud, el ego intenta encontrar un equilibrio entre los deseos impulsivos -especialmente los relacionados con el sexo y la agresión- y la moralidad. El ego intenta satisfacer las pulsiones básicas de forma racional.

Padre (extropsique): Contiene las actitudes, sentimientos y comportamientos incorporados de nuestros cuidadores primarios, tanto si fueron cariñosos como controladores.

Adulto (neopsique): Nuestra capacidad para pensar objetivamente y actuar basándonos en el presente.

Niño (arqueopsique): Contiene los pensamientos, sentimientos y comportamientos de nuestra infancia, ya fueran naturales (es decir, curiosos, abiertos y creativos) o adaptativos (es decir, culpables, temerosos y orgullosos).

Historia

Es posible que haya oído antes el término "ego" en psicología, probablemente asociado con Sigmund Freud y el psicoanálisis.2 Freud sugería que el ego, junto con el id y el superego, formaban la psique de un ser humano (la mente humana, tanto consciente como inconsciente). En la teoría psicoanalítica de Freud, el ego es responsable de satisfacer los deseos impulsivos del id de un modo que se ajuste a las normas moralistas del superego,

Al igual que el psicoanálisis freudiano, el análisis transaccional hace hincapié en la importancia de los estados del yo como base para comprender el comportamiento. Sin embargo, mientras que el psicoanálisis freudiano se centra en la terapia conversacional para comprender los pensamientos y recuerdos inconscientes, el análisis transaccional analiza las interacciones sociales del paciente para comprender sus estados del yo y ayudarle a resolver sus problemas emocionales.

El análisis transaccional se vio influido por la insistencia de Freud en obtener información a partir de los estados del yo y fue desarrollado por Eric Berne en la década de 1950.1 Berne publicó dos artículos en 1957: "Intuition V: The ego image" (Intuición V: La imagen del yo) esbozaba su separación de los estados del yo Adulto e Infantil, mientras que "Ego states in psychotherapy" (Estados del yo en psicoterapia) distinguía aún más entre Padre, Adulto y Niño, tal y como se conoce hoy en día. No fue hasta el artículo de Berne de 1958, "Análisis transaccional: A new and effective method of group therapy", que la terapia transaccional se convirtió en una parte permanente de la literatura psicoterapéutica. Publicado en el American Journal of Psychotherapy, el artículo reafirmaba los tres estados del yo y las nuevas características del análisis transaccional: juegos y guiones.

Para Berne, las "transacciones" se referían a las interacciones interpersonales, los "juegos" a ciertos patrones de transacciones habituales en la vida cotidiana y los "guiones" a los juegos específicos que eran habituales para un individuo concreto.1 En lo que respecta específicamente a las transacciones, Berne distinguía tres partes: lo que alguien dice, la respuesta que alguien espera y la respuesta que realmente se recibe. Se cree que en las transacciones influyen las "posiciones vitales" de las personas, que pueden estar influidas por guiones infantiles. Estas posiciones vitales se basan en la idea que tenemos de nosotros mismos y de la persona con la que interactuamos como "OK" (es decir, buenos y dignos). Berne sostenía que todo el mundo nace siendo OK, pero cada transacción puede adoptar una de las cuatro posiciones vitales:

  1. Yo estoy bien y tú estás bien. Esta es la posición más saludable, que permite transacciones cómodas y felices.
  2. Yo estoy bien y tú no estás bien. La persona se considera superior al otro, lo que da lugar a transacciones negativas (por ejemplo, desprecio, falta de respeto).
  3. Yo no estoy bien y tú estás bien. La persona se ve a sí misma como inferior e inconscientemente aceptará transacciones abusivas, buscando aprobación.
  4. Yo no estoy bien y tú no estás bien. Las personas en esta situación no tienen esperanza de recibir apoyo para mejorar sus transacciones.

Berne también creía en el compromiso de "curar" a sus clientes, por lo que creó un "contrato" terapéutico para el análisis transaccional: un acuerdo entre el cliente y el terapeuta para perseguir cambios específicos en la comunicación.1 Berne pensaba que todo el mundo tenía algo problemático en sus estados del yo, por lo que los comportamientos interpersonales negativos no podían curarse abordando únicamente las interacciones del paciente con otro individuo "problemático". Por el contrario, había que centrarse en los estilos de comunicación del paciente en su conjunto.

Ampliando los juegos introducidos en su artículo de 1958, Berne publicó Games People Play: The Psychology of Human Relationships en 1964.1 Definió estos juegos como patrones de transacción que parecen normales, pero que en realidad ocultan verdaderas motivaciones y suelen conducir a resultados predecibles y contraproducentes. El "ganador" de cada juego es la persona que primero es capaz de volver a su estado del yo Adulto, ya que los juegos tienden a evocar reacciones dirigidas por los Padres y los Hijos. Hay juegos generales de la vida, juegos maritales, juegos de fiesta y juegos sexuales, por nombrar algunos.

En 1964, Berne y un grupo de analistas transaccionales crearon la Asociación Internacional de Análisis Transaccional: un organismo de investigación y acreditación profesional del análisis transaccional.3

Personas

Eric Berne

El psiquiatra canadiense Eric Berne asistió a la Facultad de Medicina de la Universidad McGill antes de trasladarse a Estados Unidos en 1935.4 Completó su residencia psiquiátrica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y, a pesar de los años de formación, se le denegó la admisión como psicoanalista en el Instituto Psicoanalítico de San Francisco en 1956. Su formación le permitió aprovechar su conocimiento de los estados del yo de Freud para influir en su modelo de análisis transaccional. Mientras desarrollaba el análisis transaccional, Berne impartía seminarios psiquiátricos y era editor del Transactional Analysis Bulletin.

Consecuencias

Basándose en el modelo de análisis transaccional de Berne, los analistas contemporáneos han desarrollado modelos superpuestos e integradores para la terapia.5 En particular, algunos analistas transaccionales destacan sus similitudes con la terapia cognitivo-conductual (TCC), que sostiene que los problemas psicológicos son el resultado de patrones de pensamiento y comportamiento poco saludables.6 Según la TCC, si las personas pueden reconocer y reformular sus pensamientos distorsionados, pueden mejorar su comportamiento e interacciones. El uso de contratos con objetivos claros, la atención a las distorsiones cognitivas y el enfoque en el pasado a través de los estados del yo Padre o Hijo, así como la deconstrucción de los comportamientos interactivos son elementos del análisis transaccional similares a los principios de la TCC.

Como resultado, ahora existen analistas transaccionales de base cognitiva que se centran en la identificación de los estados del ego y sus distorsiones cognitivas asociadas, que se espera que influyan en la comunicación.7 8 Algunos realizan contratos adicionales centrados específicamente en los guiones relacionales de los pacientes, alejándose de un enfoque totalmente cognitivo, por lo que se les conoce como analistas transaccionales relacionales.9 Otros destacan la importancia de definir y abordar el bienestar subjetivo en el contexto de transacciones adultas saludables, y pueden hacerlo a través de la práctica de la atención plena.10 En conjunto, el análisis transaccional ha evolucionado desde su concepción original hasta convertirse en un conjunto de prácticas centradas que abordan necesidades específicas de los clientes, todas las cuales tienen como núcleo los principios de Berne. El análisis transaccional se ha aplicado a los campos de la terapia, la medicina, la educación, la comunicación y la rehabilitación infantil.11 12 13 14

Controversias

El análisis transaccional ha sido criticado por su simplificación de los patrones de relación, ya que se centra en el análisis de la transacción sin la aportación de la otra parte y sólo puede inferir los pensamientos y sentimientos de la otra parte.15 Es posible que el análisis transaccional no pueda abordar por completo la situación problemática sin la aportación de la otra parte y, por lo tanto, no consiga mejorar la relación del paciente, aunque se aborden los patrones de comunicación.

Otra crítica se extiende a la utilidad del análisis transaccional. La práctica se basa en la suposición de que los clientes no formados son tan competentes como los profesionales formados a la hora de comprender su comportamiento y actuar hacia el cambio.16 El objetivo del análisis transaccional es proporcionar a los pacientes una base sólida para avanzar en sus interacciones sociales, pero esto dependería de que los pacientes siguieran analizando sus patrones de comunicación y los ajustaran en consecuencia. El análisis transaccional puede ofrecer un marco útil para comprender el comportamiento humano, pero los investigadores dudan de que una única teoría sea capaz de proporcionar una comprensión exhaustiva de todos los comportamientos complejos. En este sentido, el análisis transaccional no podría analizar eficazmente todos los patrones de comunicación, como han afirmado algunos profesionales.

Estudio de caso

Trabajo sexual femenino

Desde la década de 2000, los investigadores han identificado la necesidad de un tratamiento de salud mental para las trabajadoras del sexo -en concreto, las prostitutas- debido a sus experiencias con patrones de abuso, explotación y degradación a lo largo de la vida.17 De hecho, el abuso sexual y el abandono en la infancia son precursores habituales de la prostitución adulta. Un modelo de exposición sostiene que características psicológicas como la alienación y el sentimiento de no valer nada, junto con acontecimientos traumáticos como el abuso sexual, predisponen a algunas mujeres a la prostitución. Una vez involucradas, la drogadicción, el abuso continuado y la mala salud física y mental no son infrecuentes, y sin embargo faltan servicios de asesoramiento disponibles para estas mujeres.

Dos investigadores estadounidenses, Carter y Dalla, utilizaron una serie de sesiones terapéuticas que incorporaban el análisis transaccional con una mujer previamente implicada en la prostitución.17 Los terapeutas identificaron que los juegos de la infancia de la clienta con sus padres implicaban obediencia, manipulación y agresión sexual por parte de su padre. No hubo afecto apropiado ni protección paterna: las experiencias sexuales con su padre dieron lugar a un guión según el cual su Hija era libre de ser explotada sexualmente. El estado del ego de su progenitora se convirtió en uno de rechazo, falta de consideración hacia sí misma y desaprobación. A medida que los investigadores trabajaban en el análisis transaccional con la clienta, ésta era capaz de reconocer sus estados del yo en sus transacciones y relaciones diarias.

Al final de las siete sesiones, la clienta identificó y abandonó muchos de sus juegos negativos, y los sustituyó por relaciones más satisfactorias y directas.17 Fortaleció a su Adulto, lo que le permitió abandonar sus ambiciones infantiles de satisfacer sexualmente a hombres poderosos y utilizar esas experiencias para amortiguar la desaprobación de su Padre. La clienta se dio cuenta de que seguir los guiones infantiles estaba bajo el control de su Adulto.

Aunque sólo se trata del caso de un cliente, los investigadores destacaron la importancia de poner a disposición de los profesionales del sexo tratamientos de asesoramiento. También demostraron que, a pesar de que los clientes se desvinculan de sus estados del yo, pueden ser más conscientes de cómo esas experiencias y guiones repercuten en sus transacciones con adultos y, por tanto, pueden mejorar sus comportamientos sociales y personales.

Desarrollo del profesorado

Como se desprende de los estados del yo Niño y Padre, el análisis transaccional destaca la importancia de las figuras influyentes durante el desarrollo. Aparte de los padres o cuidadores principales del niño, se podría argumentar que los profesores son las figuras adultas más influyentes durante la infancia. La investigación ha definido el desarrollo profesional y personal de los profesores como una integración de los ideales pedagógicos, el conocimiento de las teorías de la enseñanza y su práctica a medida que trabajan con los alumnos en el aula.18 Si se adopta un enfoque de análisis transaccional, los valores pedagógicos incluirían la promoción del desarrollo personal y social de los niños.

En 2004, dos investigadores estudiaron el desarrollo profesional y personal de los estudiantes de magisterio como resultado de la formacn en análisis transaccional.18 Evaluaron el autoconocimiento y las motivaciones para el autodesarrollo, así como la comprensión de las necesidades psicológicas básicas y el modo en que el análisis transaccional podía utilizarse para satisfacer dichas necesidades tanto para los estudiantes de magisterio como para los estudiantes. Para ello, los estudiantes de pedagogía se sometieron a sesiones de formación sobre análisis transaccional y participaron ellos mismos en estudios de análisis transaccional.

Para los 36 estudiantes de magisterio ingleses y finlandeses del estudio, la formación en análisis transaccional tuvo como resultado el desarrollo de una mayor conciencia de sí mismos y una fuerte motivación para utilizar lo aprendido en la práctica.18 Los estudiantes de magisterio adquirieron una mayor comprensión de las necesidades humanas de atención y de las posibles reacciones ante determinados juegos. Los resultados del estudio apoyan la necesidad de formación en análisis transaccional educativo en la formación del profesorado, para ayudar a los profesores a reconocer su poder, comprender las necesidades de sus alumnos y abordar las respuestas transaccionales según sea necesario.

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Fuentes

  1. Berne, E. (1964). Games People Play: The Psychology of Human Relationships. Grove Press.
  2. Steiner, C., y Novellino, M. (2005). Diversidad teórica: Un debate sobre el análisis transaccional y el psicoanálisis. Transactional Analysis Journal, 35(2), 110-118/.
  3. Acerca de la ITAA. (2014). Asociación Internacional de Análisis Transaccional. https://itaaworld.org/about-itaa
  4. Eric Berne, fundador. (2014). Asociación Internacional de Análisis Transaccional. https://www.itaaworld.org/eric-berne-founder
  5. Van Rijn, B., Wild, C., & Moran, P. (2011). Evaluating the outcomes of transactional analysis and integrative counselling psychology within UK primary care settings. Revista Internacional de Investigación en Análisis Transaccional, 2(2), 34-43.
  6. Asociación Americana de Psicología. (2017, julio). Qué es la terapia cognitivo conductual? Guía de práctica clínica para el tratamiento del trastorno de estrés postraumático. https://www.apa.org/ptsd-guideline/patients-and-families/cognitive-behavioral
  7. Sterrenberg, P., & Thunnissen, M. M. (1995). Transactional analysis as a cognitive treatment for borderline personality disorder (Análisis transaccional como tratamiento cognitivo para el trastorno límite de la personalidad). Transactional Analysis Journal, 25(3), 221-227.
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  9. Fowlie, H., & Sills, C. (2018). Análisis transaccional relacional: Principios en la práctica.
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  13. Bugental, D. B., Shennum, W. A., & Shaver, P. (1984). "Difficult" children as elicitors and turrets of adult communication patterns: An attributional-behavioral transactional analysis. Monografías de la Sociedad de Investigación en Desarrollo Infantil, 49(1), 1-81.
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  18. Lerkkanen, M., & Temple, S. (2004). Desarrollo profesional y personal de los estudiantes de magisterio a través del estudio académico del análisis transaccional educativo. Transactional Analysis Journal, 34(3), 253-271.

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