Distorsiones cognitivas
La idea básica
¿Has leído alguna vez un comentario desagradable en Internet? Puede que alguien deje un comentario grosero en tu Instagram o que un cliente deje una crítica negativa en la página de tu empresa. En estos casos, es probable que te sientas bastante deprimido, aunque haya diez comentarios positivos que deberían superar al negativo. Racionalmente, un mal comentario de cada diez no debería hacerte sentir triste y deprimido. Pero, por lo general, ese es el efecto que tendrá.
En casos así, nuestro cerebro percibe la realidad de forma inexacta, lo que se conoce como distorsión cognitiva.
Las distorsiones cognitivas son patrones de pensamiento inexactos, que a veces nos hacen comprometernos demasiado y con demasiada frecuencia con nuestros pensamientos negativos. En algunas personas, pueden provocar problemas de salud mental como depresión y ansiedad.
Ser consciente de las distorsiones cognitivas no basta para detener el patrón. Estas distorsiones forman formas habituales de pensar que son difíciles de romper. A veces, las personas necesitan someterse a terapia cognitivo-conductual para romper los patrones e intentar ver el mundo de forma más objetiva y positiva.1