Amígdala
La idea básica
Imagina que es Halloween. Tú y tus amigos acabáis de pedir caramelos y volvéis a casa para merendar. De repente, tu tío, con una máscara terrorífica, sale de detrás de la puerta. Instintivamente, sientes una sacudida de miedo y gritas, hasta que te das cuenta de que es sólo tu tío y te ríes. Pronto olvidas el susto y vuelves a tus dulces. Muchos años después, sin embargo, puedes recordar ese Halloween con bastante nitidez, especialmente cómo te sentiste después de las espeluznantes payasadas de tu tío. Aunque la reacción de miedo ante tu tío, el recuerdo del susto y las ganas de comer caramelos parecen no tener nada que ver, en realidad todo se debe a una estructura cerebral diminuta pero poderosa: la amígdala.
La amígdala es una parte del cerebro responsable de múltiples funciones, como percibir amenazas, encontrar recompensas y codificar recuerdos emocionales. Se la conoce popularmente como el disparador cerebral de "huida o huida", que nos lleva a actuar de forma agresiva o temerosa en respuesta a las amenazas. Sin embargo, la amígdala está profundamente interconectada con otros sistemas cerebrales, lo que la convierte en un intermediario clave en múltiples procesos emocionales del cerebro, como la respuesta al estrés, la motivación y la toma de decisiones.