Racionalismo

La idea básica

Enviar mensajes de texto y conducir. Prácticamente todo el mundo que tiene carné de conducir puede admitir que lo ha hecho, a pesar de saber lo peligroso que es.

Y a pesar de los millones gastados en campañas de distracción al volante, la colocación de vallas publicitarias y el aumento de la vigilancia policial en las carreteras, seguimos haciéndolo. ¿Por qué? Porque emplear la racionalidad no siempre es fácil, sobre todo cuando la tentación existe a nuestro alrededor.

En una época de polémica y titulares opuestos, recurrir a la racionalidad puede ser una especie de higiene de la opinión, un medio de desprenderse de juicios erróneos y razonamientos motivados. En una época de división partidista y opiniones que tienden al extremo, promete dar sentido a lo que se basa en hechos y a lo que no. Cuando el mundo cambia rápidamente, necesitamos estrategias para entenderlo. Utilizar la racionalidad es vital para entenderlo.1

El racionalismo refleja la confianza en la razón: la idea filosófica de que el punto de partida fundamental de todo conocimiento no se encuentra en los sentidos ni en la experiencia, sino que puede remontarse a un conocimiento innato con el que nacemos.2 Este "conocimiento original" crea los primeros principios, y la escuela de pensamiento epistemológico racionalista pretende que todo lo que pueda deducirse lógicamente de esos primeros principios es la forma en que construimos nuestro conocimiento.

Términos clave

Tesis del conocimiento innato: Afirma que poseemos un conocimiento a priori, independiente de la experiencia adquirida a través de los sentidos, como parte de nuestra naturaleza racional. Aunque la experiencia puede ayudar a tomar conciencia de este conocimiento innato, no lo crea.3

Falta de fiabilidad de la percepción sensorial: Una desconfianza descartiana hacia las percepciones sensoriales: la idea de que la forma en que percibimos los estímulos sensoriales puede ser falible y, por tanto, el conocimiento sólo puede surgir de la aplicación de la razón pura.4

Principio de Razón Suficiente: Principio filosófico fundamental del racionalismo que sostiene que todo debe tener una razón, causa o fundamento; no hay nada sin explicación y todo acontecimiento tiene una causa. 5

Empirismo: Enfoque de la observación del comportamiento a través de la observación directa o la experiencia. La teoría empirista se basa en la afirmación de que la principal fuente de adquisición de conocimientos es la experiencia, frente a la afirmación racionalista de que la razón es el fundamento del conocimiento.6

Cogito Ergo Sum: Frase en latín acuñada por el filósofo René Descartes que se traduce como "pienso, luego existo" o, más sencillamente, "estoy pensando, luego existo". Esta proposición se convirtió en la piedra angular del pensamiento racionalista y ejemplifica la existencia de una mente pensante; el propio acto de dudar de la propia existencia, sugería Descartes, sirve como prueba de la existencia de un "yo" que piensa.7

Personas

René Descartes

Filósofo francés y renombrado pensador racionalista, considerado el padre de la filosofía moderna. Descartes sostenía que el conocimiento se deriva de las concepciones del intelecto, no de los sentidos. Se le atribuye la formulación de la teoría de que el conocimiento y la certeza en la ciencia pueden alcanzarse únicamente mediante el razonamiento.8

Wilhelm Leibniz

Uno de los padres fundadores del racionalismo y filósofo alemán más conocido por sus aportaciones a la tesis del conocimiento innato. Leibniz creía fervientemente que existía un orden racional en nuestro mundo, un orden que la mente humana podía comprender. La tesis del conocimiento innato es un axioma fundamental de la filosofía de Leibniz como garante de la inteligibilidad inherente del mundo9.

Immanuel Kant

Académico alemán del siglo XIX y uno de los nombres más destacados de la filosofía moderna. En su concepción del racionalismo epistemológico, Kant sugirió que el ser humano impone sus propias categorías o formas inherentes a la experiencia, sintetizando las escuelas de pensamiento empirista y racionalista.10

Historia

Junto con el empirismo, que hace hincapié en el uso de la percepción sensorial en lugar de la razón pura, el racionalismo fue una de las principales corrientes de pensamiento intelectual durante el periodo de la Ilustración, un movimiento cultural que abarcó los siglos XVII y XVIII. La mayoría de los filósofos de la época alababan el poder de la razón, pero sostenían que la fuente del conocimiento debía ser la experiencia sensorial11.

La ideología de René Descartes cuestionaba esta proposición; sostenía que el conocimiento de las verdades eternas podía alcanzarse realmente por la sola razón, sin necesidad de ninguna experiencia sensorial. Su famosa proclamación de la existencia - "Pienso, luego existo"- define este mismo razonamiento; se trata de una conclusión a la que se llega por el solo razonamiento y no se infiere a través de la experiencia12.

La posición racionalista era que el conocimiento es a priori ('de antes' - algo que ya se tiene cuando se piensa en ello). Es algo que se razona, por ejemplo, mediante los procesos de las matemáticas o la lógica. La mente humana está dotada de facultades racionales y, si las utilizamos, podemos llegar a la verdad. La razón, operando dentro de las leyes de la lógica, puede alcanzar el conocimiento de verdades que no deben nada a la experiencia sensorial.13

La metodología de Descartes fue adoptada posteriormente por Wilhelm Leibniz y Benedict Espinoza, dos figuras importantes en el desarrollo del pensamiento racionalista. Ambos coincidían en que el marco del conocimiento podía conocerse mediante el pensamiento a priori. Pero la diferencia radicaba en su punto de origen: El punto de origen de Spinoza no era el yo, sino el universo o Dios, al que denominó Sustancia, una entidad independiente que no necesita nada más para ser concebida o existir. A partir de la idea de Sustancia, Spinoza derivó todo su sistema, sosteniendo que todos los aspectos del mundo natural y de la humanidad eran modos de esta Sustancia eterna y que, por tanto, sólo podían conocerse a través de la razón pura14.

Por su parte, Leibniz amplió la idea de que se puede acceder a los principios sólo mediante la razón con su idea del conocimiento innato. Propuso que algo así como las verdades matemáticas no son reveladas por los sentidos, sino que es la razón la que nos permite procurar verdades universales a partir de instancias individuales. Por tanto, la mente es la fuente, lo que significa que tales verdades existen de forma innata.15

Aunque Descartes, Spinoza y Leibniz son considerados los pilares de la Ilustración del siglo XVIII, Immanuel Kant, otro destacado pensador racionalista, pasó a primer plano durante este periodo de excelencia intelectual. Kant surgió para sintetizar las relaciones entre la experiencia humana y la razón, e intentó poner fin a una era de teorías especulativas de la experiencia humana. Lo hizo señalando los defectos de las escuelas de pensamiento empirista y racionalista.

Kant sostenía que había problemas profundamente arraigados en el racionalismo. La razón pura, afirmaba Kant, es defectuosa cuando va más allá de sus límites y hace afirmaciones sobre cosas que están más allá del ámbito de toda experiencia posible, cosas como la existencia de Dios o la idea del libre albedrío. En cuanto al empirismo, Kant afirmó la necesidad de la experiencia para el conocimiento humano, pero sugirió que la razón es igualmente necesaria para procesar esa experiencia en un pensamiento coherente. Concluyó que tanto la razón como la experiencia son necesarias para el conocimiento humano, y denominó a su marco Idealismo Trascendental.16

Consecuencias

En la psicología moderna, el pensamiento racionalista se ha aplicado habitualmente al desarrollo del razonamiento moral. Una cuestión central de la psicología moral es cómo hacemos juicios morales. La explicación racionalista de esta cuestión es que hacemos tales juicios consciente y deliberadamente mediante la aplicación de principios morales explícitos que derivamos de alguna brújula moral preexistente17.

Aplicar el pensamiento racionalista a nuestra vida cotidiana puede ser enormemente beneficioso para nuestro bienestar mental y nuestro éxito. Especialmente en el contexto de la toma de decisiones, es fácil dejar que las emociones nublen nuestro juicio. Por eso, cuando hablamos con otras personas sobre nuestros problemas, parecen llegar a una conclusión clara con bastante rapidez, ya que están emocionalmente distanciados.18

Para utilizar eficazmente el pensamiento racionalista, es importante reconocer y separar nuestras emociones, aplicando en su lugar nuestras facultades lógicas a un problema dado para obtener una respuesta más reflexiva y productiva. Haciendo un esfuerzo consciente por refinar nuestro razonamiento, considerando los costes y beneficios de nuestras decisiones, podemos elegir mejor.18

Controversias

En psicología, el racionalismo se opone a varias teorías de la percepción; contrarresta la idea de la psicología genética de que las categorías de la mente sólo se desarrollan a través de la experiencia del niño en contacto con el mundo. En un contexto religioso, Descartes diría que no aprendemos a conocer a Dios en función de haber sido educados en la religión, sino que nacemos con cierto conocimiento de Dios como producto de las facultades innatas de la fe.19

Del mismo modo, el racionalismo se opone al transaccionalismo, un punto de vista de la psicología que teoriza que el modo en que adquirimos habilidades perceptivas está relacionado con el intercambio social y la intratabilidad humana. De niños se nos dice que digamos "por favor" y "gracias"; con el tiempo y la interacción repetida aprendemos una habilidad fundamental para practicar la cortesía. El racionalismo, en cambio, sugiere que ciertas capacidades perceptivas y conceptuales son innatas y no aprendidas, y que la experiencia se limita a sacarlas a la luz. 20

El emotivismo, una rama del subjetivismo en filosofía, también se opone a las explicaciones racionalistas. El emotivismo sugiere que los desacuerdos morales son emocionalmente expresivos, ni verdaderos ni falsos, y por tanto incapaces de resolverse mediante un discurso racional. Por ejemplo, un emotivista sostendría que la afirmación "creo que la pena capital está mal" es una expresión exclusivamente emocional, que no puede razonarse como correcta o incorrecta. 21

La escuela de pensamiento emotivista ha estado en auge debido a importantes hallazgos experimentales sobre la formación del juicio moral. Estos trabajos han demostrado la importancia de los procesos emocionales en el juicio moral. Un estudio demostró que el deterioro de la corteza prefrontal ventromedial -una región del cerebro que genera emociones- produce variaciones sistemáticas en la forma en que un individuo construye juicios morales.22

Estudio de caso

Un estudio realizado en 2009 por los investigadores Kees van den Bos y Marjolein Maas, de la Universidad de Utrecht, exploró cómo una mentalidad racionalista puede estimular la culpabilización de víctimas inocentes; para las personas que sostienen las denominadas "creencias del mundo justo" (la gente tiene lo que se merece y la sociedad es justa), la presentación de víctimas inocentes de un delito crea incoherencias en su sistema de creencias. Al emplear el racionalismo, estas personas caen presas de la culpabilización de las víctimas para conciliar estas incoherencias.23

Mass y van den Bos amplían la literatura previa que sugiere que los individuos emplean dos sistemas de procesamiento de la información, el experiencial y el racional, el último de los cuales opera a través de las propias reglas lógicas de inferencia. El sistema racionalista es deliberado y reflexivo -mientras que el experiencial es automático y rápido- e implica sopesar la información de forma considerada. Para comprobar cómo afecta este sistema a las actitudes de culpabilización de las víctimas, los investigadores indujeron en sus participantes tanto la mentalidad experiencial como la racionalista.

En la parte del experimento dedicada al sistema de procesamiento racionalista, se pidió a los participantes que respondieran a una historia dada basándose en una consideración cuidadosa y analítica de la información proporcionada. Una vez inducidos con esta mentalidad, a los participantes se les presentaba una víctima de agresión sexual o robo y se les evaluaba hasta q punto culpaban a la víctima.24

El estudio reveló que los individuos con una mentalidad racionalista tienden a culpar más a las víctimas inocentes cuando tienen un sistema de creencias del "mundo justo" que cuando no lo tienen. Al mismo tiempo, los que tenían una mentalidad basada en la experiencia no mostraron efectos significativos del pensamiento del "mundo justo" en la culpabilización de las víctimas. La investigación sugiere que la forma en que racionalizamos las incoherencias, especialmente cuando tenemos una visión del mundo quizá más idealista (como la idea de que las cosas malas sólo le ocurren a la gente mala), puede fomentar prejuicios injustos. Además, quizá nos recuerde que no debemos sacar conclusiones precipitadas cuando nos enfrentamos a amenazas a nuestros sistemas de creencias preexistentes.25

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Fuentes

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  2. Sangeetha, K. S. (2021, 16 de agosto). Fuentes del conocimiento: Racionalismo, empirismo y la síntesis kantiana - Introducción a la filosofía: Epistemología. https://press.rebus.community/intro-to-phil-epistemology/chapter/sources-of-knowledge-rationalism-empiricism-and-the-kantian-synthesis/
  3. Markie, P., & Folescu, M. (2021, 2 de septiembre). Rationalism vs. Empiricism. The Stanford Encyclopedia of Philosophy
  4. Thilly, F. (1913). Romanticism and Rationalism. The Philosophical Review, 22(2), 107-132.
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  6. Diferencia entre racionalismo y empirismo. (2016, 1 de agosto). Pediaa.Com. https://pediaa.com/difference-between-rationalism-and-empiricism/
  7. Maden, J. (2020, octubre). Pienso luego existo: El cogito ergo sum de Descartes explicado. Philosophy Break - Tu casa para aprender sobre filosofía | Philosophy Break. https://philosophybreak.com/articles/i-think-therefore-i-am-descartes-cogito-ergo-sum-explained/
  8. (2015). René Descartes: Sensory Representations. obo in Philosophy. doi: 10.1093/obo/9780195396577-0272
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  12. Racionalismo - Por movimientos / escuelas - Los fundamentos de la filosofía. (s.f.). Los fundamentos de la filosofía: Un tema enorme dividido en trozos manejables. https://www.philosophybasics.com/movements_rationalism.html
  13. Darby, D. (2016, 6 de julio). Breve historia de la filosofía, Parte 8: Empirismo frente a racionalismo. Lowimpact.org. https://www.lowimpact.org/brief-history-philosophy-part-8-empiricism-vs-rationalism/
  14. Spinoza, Benedicto de: Metafísica. (s.f.). Internet Encyclopedia of Philosophy | Enciclopedia de artículos de filosofía escritos por filósofos profesionales. https://iep.utm.edu/spinoz-m/
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  17. Clarke, S. (2008). SIM y la ciudad: Rationalism in psychology and philosophy and Haidt's account of moral judgment. Psicología filosófica, 21(6), 799.
  18. Moore, D. (2016, 16 de febrero). Quieres ser más racional en tu vida diaria? Prueba esta lista de verificación de hábitos de racionalidad CFAR. Pensamiento más claro. https://www.clearerthinking.org/post/2016/02/16/want-to-become-more-rational-in-your-daily-life-try-this-cfar-rationality-habit-checklist
  19. Schmaltz, T. M. (2002). Radical Cartesianism: The French Reception of Descartes. Cambridge University Press.
  20. Blanshard, B. (s.f). Racionalismo. Encyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/topic/rationalism
  21. Messerly, J. (2016, 26 de noviembre). Emotivismo. Reason and Meaning. https://reasonandmeaning.com/2016/11/26/emotivism/
  22. Koenigs, M., Young, L., Adolphs, R., Tranel, D., Cushman, F., Hauser, M., & Damasio, A. (2007). Damage to the prefrontal cortex increases utilitarian moral judgements. Nature, 446(7138), 908-911.
  23. Van den Bos, K., y Maas, M. (2009). Sobre la psicología de la creencia en un mundo justo: Exploring experiential and rationalistic paths to victim blaming. Boletín de Personalidad y Psicología Social, 35(12), 1567.
  24. Van den Bos, K., y Maas, M. (2009). Sobre la psicología de la creencia en un mundo justo: Exploring experiential and rationalistic paths to victim blaming. Boletín de Personalidad y Psicología Social, 35(12), 1569.
  25. Van den Bos, K., y Maas, M. (2009). Sobre la psicología de la creencia en un mundo justo: Exploring experiential and rationalistic paths to victim blaming. Personality and Social Psychology Bulletin, 35(12), 1577.

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