Optimism

La idea básica

Todos conocemos a alguien que siempre ve el lado positivo de una situación. Es una persona que ve el vaso medio lleno y siempre cree que le ocurrirán cosas buenas. Ven su vida desde la perspectiva del protagonista de una película, confiando en que, de algún modo, las cosas saldrán bien.

Aunque no todo el mundo se siente tan positivo todo el tiempo, en general, los seres humanos tendemos a ser excesivamente optimistas. A menudo sobrestimamos la probabilidad de que nos ocurran cosas positivas y subestimamos la probabilidad de que nos ocurran cosas negativas. Esta tendencia nos lleva a adoptar comportamientos que pueden no ser racionales, como no ahorrar para un fondo de emergencia o comprar un billete de lotería, a pesar de que las probabilidades de ganar son muy bajas. Del mismo modo, podemos adoptar comportamientos de riesgo, como montar en bicicleta sin casco o conducir bajo los efectos del alcohol, porque nos decimos a nosotros mismos "a mí no me van a pasar cosas malas".

Pero no hace falta decir que el optimismo tiene muchas ventajas. Las investigaciones demuestran que el optimismo está relacionado con una mejor salud física y mental, como dormir mejor, reducir la ansiedad y disminuir los índices de depresión.1 La psicología positiva, una rama de la psicología que se centra en lo que permite a las personas prosperar y llevar una vida feliz y saludable, tiende a considerar el optimismo como un medio para aumentar el bienestar.2

¿Cómo conciliar estas opiniones contradictorias sobre el optimismo? Podría haber un término medio. En lugar de situar a las personas dentro de una dicotomía rígida, con el optimismo a un lado y el pesimismo al otro, podríamos pensar en el optimismo dentro de un espectro. Siga leyendo para saber más sobre los pros y los contras de la actitud del vaso medio lleno y cómo el optimismo puede ayudarle (o entorpecerle) en su vida diaria.

La buena noticia es que la conciencia [del sesgo optimista] rara vez rompe la ilusión. El vaso sigue medio lleno. Es posible encontrar un equilibrio, creer que estaremos sanos pero contratar un seguro médico de todos modos; estar seguros de que el sol brillará pero coger un paraguas al salir por la puerta, por si acaso.


- La neurocientífica Tali Sharot, en su libro The Optimism Bias: A Tour of the Irrationally Positive Brain3

Términos clave

Teoría de la expectativa-valor: teoría desarrollada por primera vez por John William Atkinson. Esta teoría sugiere que la motivación para el comportamiento viene determinada por dos factores: la expectativa de éxito (es decir, la probabilidad de que hacer algo conduzca al resultado deseado) y cuánto valora el individuo dicho resultado deseado.4

Sesgo de optimismo: tendencia a sobrestimar la probabilidad de que ocurran acontecimientos positivos y a subestimar la probabilidad de que nos ocurran acontecimientos negativos.

Sesgo retrospectivo: nuestra tendencia a mirar hacia atrás y ver acontecimientos impredecibles como fácilmente predecibles, como si fuera obvio que el acontecimiento iba a suceder desde el principio.

Psicología positiva: rama de la psicología que explora qué características y comportamientos humanos permiten a los individuos llevar vidas significativas y felices. La psicología positiva se ocupa de aquello que puede aumentar el bienestar.5

Optimismo aprendido: un concepto que describe cómo el optimismo puede practicarse y aprenderse con el tiempo, un proceso que puede ayudar a maximizar nuestro bienestar.6

Historia

El término "optimismo" existe desde 1710, cuando el filósofo Gottfried Leibniz lo utilizó para referirse al "mejor de los mundos posibles". 7

En los años 50 y 60, John William Atkinson desarrolló la teoría de la expectativa-valor, que demostraba que las expectativas de éxito de una persona afectan a su motivación para completar una tarea. Si alguien se siente optimista sobre sus probabilidades de éxito, se siente más motivado para esforzarse en esa tarea. Atkinson realizó varios estudios que demostraban que los niños que eran optimistas sobre su éxito tenían un mayor compromiso e interés continuado por el material escolar, así como un mayor rendimiento académico.8

No fue hasta 1980 cuando los psicólogos empezaron a analizar la otra cara del optimismo: las repercusiones negativas que tiene en nuestra toma de decisiones. El psicólogo Neil Weinstein estudió lo que denominó "optimismo poco realista" pidiendo a estudiantes universitarios que calcularan sus probabilidades de experimentar un determinado acontecimiento, así como las de sus compañeros de clase. Descubrió que los estudiantes pensaban que sus probabilidades de experimentar un acontecimiento negativo eran menores que las de sus compañeros, mientras que creían que sus probabilidades de experimentar un acontecimiento positivo eran mayores que las de sus compañeros. Este fenómeno se conoce como el sesgo del optimismo, que describe la tendencia de las personas a subestimar la probabilidad de que les ocurran acontecimientos negativos y a sobreestimar la probabilidad de que les ocurran cosas buenas.9

Una de las figuras más notables que ha hablado extensamente sobre el impacto positivo del optimismo es el propio padre de la ciencia del comportamiento, Daniel Kahneman. Kahneman también cree que las personas optimistas, porque ven el mundo de forma positiva, son más propensas a ser innovadoras y a encontrar soluciones creativas a los problemas de la sociedad.

Curiosamente, Kahneman ha señalado que muchas grandes innovaciones han surgido en realidad del sesgo del optimismo: "Las personas que hacen grandes cosas, si miramos atrás, eran optimistas demasiado confiados y optimistas. Asumen grandes riesgos porque subestiman la magnitud de los mismos "11. En otras palabras, el optimismo irracional puede dar sus frutos si la suerte está de tu lado.

Cuando se trata de explicar por qué la gente tiende a ser demasiado optimista, Kahneman lo atribuye al sesgo retrospectivo, que describe nuestra tendencia a ver los acontecimientos impredecibles como predecibles después de que ocurran. Después de que ocurra algo, la gente cree que era obvio que iba a ocurrir desde el principio, por lo que no hay necesidad de cambiar nada en su comportamiento optimista de cara al futuro. Pero las cosas malas pueden ocurrir al azar, independientemente de cómo nos comportemos, lo que significa que, en un momento u otro, es probable que nos ocurran.11

Consecuencias

Un metaanálisis de 83 estudios diferentes demostró que el optimismo está relacionado con mejores resultados en materia de salud, incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, el dolor y la mortalidad. Las personas optimistas también suelen tener mejor salud mental que las que se inclinan por el pesimismo, ya que el optimismo ayuda a reducir la depresión, la ansiedad y el estrés. Las investigaciones también demuestran que ser optimista puede hacer que las personas se sientan más motivadas, lo que aumenta la probabilidad de obtener un resultado positivo en muchas situaciones.12

Si eres más bien pesimista, puede que leer todo esto te tenga algo preocupado. Pero no desespere: según el fundador del movimiento de psicología positiva, Martin Seligman, no sólo podemos aprender a ser más optimistas, sino que es importante que lo hagamos para maximizar nuestra satisfacción vital. Curiosamente, Seligman empezó su carrera estudiando el pesimismo, pero un amigo le señaló que, en lugar de centrarse en los problemas, su trabajo examinaba cómo solucionarlos y, en realidad, tenía más que ver con el optimismo.12

Las personas optimistas y pesimistas también suelen tener estilos explicativos diferentes. Un estilo explicativo optimista es aquel en el que los individuos explican las causas de los acontecimientos positivos como relacionadas con factores internos, como acciones o características. Como las relacionan con factores más estables, predicen que las cosas positivas seguirán ocurriendo. Si a alguien con un estilo explicativo optimista le ocurre algo malo, lo achacará a acontecimientos externos que están fuera de su control, lo que hace que lo perciba como una casualidad. El estilo explicativo pesimista es el opuesto: los acontecimientos negativos se atribuyen a características internas, y los positivos, a factores externos fortuitos.2

Controversias

Ya hemos hablado del sesgo optimista que contradice los efectos positivos del optimismo antes mencionados. Según el sesgo optimista, el optimismo en realidad obstaculiza nuestras vidas porque tomamos decisiones arriesgadas que pueden tener resultados desastrosos. Nubla nuestros juicios y puede hacer que nos pongamos en una situación peligrosa o hagamos una inversión arriesgada.

Sin embargo, no todos los psicólogos creen que el optimismo pueda influir en nuestra salud. El psicólogo estadounidense James C. Coyne ha dicho que "ciertamente no[es] cree en la idea de que las actitudes positivas puedan de alguna manera misteriosa influir directamente en los resultados de la salud física". 13 Coyne hizo esta afirmación tras realizar un estudio en el que descubrió que el bienestar emocional (u optimismo) no predecía la supervivencia en pacientes con cáncer.

Sin embargo, aunque el optimismo no tenga una influencia directa en nuestra salud, puede tenerla indirecta. Sentirnos optimistas puede empujarnos a emprender acciones que nos lleven a obtener mejores resultados. El optimismo también hace que las personas se sientan felices y positivas, lo que ha demostrado tener una influencia positiva en nuestra salud.

Parece que, independientemente de que el optimismo guíe directa o indirectamente nuestro bienestar, o de que tenga repercusiones más positivas o más negativas en nuestras vidas, no puede ignorarse como factor influyente.

Optimismo y modelo ABC

El concepto de optimismo aprendido se refiere al hecho de que nuestras actitudes ante el mundo no son estáticas. No nacemos siendo optimistas o pesimistas, sino que podemos cambiar de actitud con el tiempo. Este fenómeno es lo contrario de la indefensión aprendida, por la que las personas creen que son incapaces de cambiar sus circunstancias y están condenadas a seguir experimentando acontecimientos estresantes.14

Si el optimismo puede enseñarse, deberíamos estudiar qué tipo de técnicas existen para ayudar a las personas a acercarse al lado optimista del espectro. Un marco útil para guiar este proceso es el modelo ABC de Albert Ellis. Ellis fue el fundador de la terapia racional emotiva conductual (REBT, por sus siglas en inglés), una rama de la terapia cognitiva conductual (CBT, por sus siglas en inglés) que ayuda a las personas a identificar y alterar las creencias irracionales que están en el núcleo de su malestar mental.15

Los componentes del modelo ABC son los siguientes:

A: Activación de eventos

B: Creencias

C: Consecuencias

Esencialmente, Ellis quería que sus pacientes se dieran cuenta de que los acontecimientos activadores externos (A) no conducen directamente a consecuencias negativas (C). En cambio, es la forma en que interpretamos estos acontecimientos (nuestras creencias, B) lo que provoca los resultados negativos.

Este modelo hace hincapié en el hecho de que somos nosotros quienes controlamos las consecuencias, porque se basan en nuestras creencias y no en factores externos. Aunque alguien no siempre puede cambiar su entorno y lo que le ocurre, sí puede aprender a ser más optimista ante los acontecimientos, lo que a su vez le permitirá evitar consecuencias negativas y sentirse más feliz.15 De hecho, los estudios han demostrado que las personas optimistas confían más en su capacidad para controlar su vida. Esto se conoce como locus de control interno.14

Se ha comprobado que las terapias cognitivo-conductuales como la REBT son eficaces para reducir las creencias negativas. De hecho, un estudio descubrió que los individuos que participaron en sesiones de aprendizaje sobre el modelo ABC habían reducido los síntomas de depresión y ansiedad y habían aumentado los sentimientos de esperanza y la autoestima.16 Basándonos en esto, ¡simplemente leer sobre el modelo ABC en este artículo podría haberte ayudado a ser más optimista y a ser más feliz!

Optimismo y COVID-19

Durante la pandemia de COVID-19, a muchos de nosotros nos ha resultado difícil sentirnos optimistas sobre nuestras vidas o el estado del mundo, con un incesante flujo de malas noticias durante meses y meses. Pero, ¿podría el optimismo ayudarnos a defendernos de la enfermedad?

Los psicólogos canadienses Mega Leung, Gökmen Arslan y Paul Wong publicaron en septiembre de 2021 un estudio en el que examinaban si el optimismo trágico podía compensar los factores que disminuyen la satisfacción vital. El optimismo trágico es un tipo distinto de optimismo que puede caracterizarse como más realista, en el que se reconoce la existencia de pérdida y sufrimiento sin dejar de encontrar resquicios de esperanza. El concepto fue propuesto por primera vez por el psicólogo y superviviente del holocausto Viktor Frankl, quien sugirió que el optimismo trágico puede ayudar a las personas a sobrevivir a dificultades extremas, como la suya propia.17

Leung y sus colegas estudiaron la experiencia de la gente con la pandemia de COVID-19 en todo el mundo, preguntándoles por su actitud ante la vida y cuánto habían sufrido a causa del virus. En las preguntas sobre actitudes vitales se pedía a los encuestados que valoraran en una escala su acuerdo con afirmaciones como "Mi vida merece la pena, por muchos problemas que tenga". Descubrieron que las personas que mostraban un optimismo trágico sufrían menos. Su perspectiva les ayudó a mantener la satisfacción vital a pesar de lo que habían perdido.18

Sin embargo, el optimismo durante la COVID-19 también puede tener efectos negativos. Un estudio realizado por el antropólogo Jeffrey Gassen descubrió que el optimismo poco realista hacía que los individuos con mayor riesgo de COVID-19 grave adoptaran comportamientos de riesgo. Debido a su optimismo, sus acciones estaban desalineadas con su vulnerabilidad a la enfermedad.19

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Fuentes

  1. Hopper, E. (2017, 24 de noviembre). Mira el lado positivo: La ciencia del optimismo (Serie de Psicología Positiva #2). HealthyPsych. https://healthypsych.com/the-science-of-optimism/
  2. Cherry, K. (2021, 20 de octubre). ¿Qué es la psicología positiva? Verywell Mind. https://www.verywellmind.com/what-is-positive-psychology-2794902
  3. "El sesgo del optimismo" aumenta la felicidad. (2016, 9 de noviembre). Minding Therapy. Recuperado el 3 de noviembre de 2021, de https://www.mindingtherapy.com/the-optimism-bias/
  4. Studer, B., y Knecht, S. (2016). Motivation. En Progresos en la investigación del cerebro (229ª ed., pp. 25-47). Elsevier.
  5. Psicología Positiva. (2009, 17 de marzo). Psychology Today. https://www.psychologytoday.com/ca/basics/positive-psychology
  6. Cherry, K. (2021, 20 de octubre). ¿Qué es la psicología positiva? Verywell Mind. https://www.verywellmind.com/what-is-positive-psychology-2794902
  7. Palabra del día: Optimismo. (2017, 10 de octubre). Blog del Diccionario Macmillan. https://www.macmillandictionaryblog.com/optimism
  8. Teoría de la expectativa-valor. (sin fecha). Google Sites. Obtenido el 21 de octubre de 2021, del sitio Web: https://sites.google.com/site/di2014ide736kb/1-theories-and-terms/expectancy-value-theory.
  9. Sesgo de optimismo. (2021, 26 de febrero). The Decision Lab. https://thedecisionlab.com/biases/optimism-bias/
  10. Housel, M. (2013, 5 de julio). Daniel Kahneman on Leadership, Optimism, and the Work-Life Balance. The Motley Fool. https://www.fool.com/investing/general/2013/07/05/daniel-kahneman-on-leadership-optimism-and-the-wor.aspx
  11. McCaffrey, P. (2018, 8 de junio). Daniel Kahneman: Cuatro claves para tomar mejores decisiones. CFA Institute Enterprising Investor. https://blogs.cfainstitute.org/investor/2018/06/08/daniel-kahneman-four-keys-to-better-decision-making/
  12. Cherry, K. (2021, 28 de junio). Using Learned Optimism in Your Life. Verywell Mind. https://www.verywellmind.com/learned-optimism-4174101
  13. Moore, C. (2020, 6 de agosto). Optimismo aprendido: ¿Está el vaso medio lleno de Martin Seligman? PositivePsychology.com. https://positivepsychology.com/learned-optimism/
  14. Mcleod, S. (2019). Terapia cognitivo conductual. Simply Psychology. https://www.simplypsychology.org/cognitive-therapy.html
  15. Selva, J. (2018, 17 de febrero). El modelo ABC de Albert Ellis en el punto de mira de la Terapia Cognitivo Conductual. PositivePsychology.com. https://positivepsychology.com/albert-ellis-abc-model-rebt-cbt/
  16. Volpe, A. (2021, 8 de marzo). Optimismo trágico': El antídoto contra la positividad tóxica. BBC. https://www.bbc.com/worklife/article/20210302-tragic-optimism-the-antidote-to-toxic-positivity
  17. Leung, M. M., Arslan, G., & Wong, P. T. (2021). Tragic optimism as a buffer against COVID-19 suffering and the psychometric properties of a brief version of the life attitudes scale. Frontiers in Psychology, 12. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.646843
  18. Gassen, J., Nowak, T. J., Henderson, A. D., Weaver, S. P., Baker, E. J., & Muehlenbein, M. P. (2021). Unrealistic optimism and risk for COVID-19 disease. Frontiers in Psychology, 12. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2021.647461
  19. Psicología positiva Citas. (s.f.). Goodreads. Extraído el 21 de octubre de 2021, de https://www.goodreads.com/quotes/tag/positive-psychology

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