Correlación frente a causalidad
La idea básica
Si alguna vez has discutido con alguien que ha cursado estadística 101, puede que le hayas oído decir con orgullo: "correlación no implica causalidad". Este mantra se aplica repetidamente cuando la gente asume erróneamente que dos variables guardan una relación de causa y efecto en lugar de limitarse a mostrar un patrón similar de ocurrencias. Aunque el canto del gallo se produce cada mañana al salir el sol, no es la causa de que salga el sol.
Los ejemplos clásicos que ilustran este concepto suelen implicar extrañas correlaciones con las ventas de helados, como los incendios forestales, los ahogamientos, las quemaduras solares e incluso los ataques de tiburones. Consideremos la correlación con los incendios forestales, donde la cantidad de incendios forestales aumenta junto con el aumento de personas que compran helado. ¿Significa esto que la gente que compra helados provoca los incendios? Por supuesto que no. Simplemente muestran patrones estadísticos similares, ya que ambos se producen cuando hace calor en verano. Aunque este ejemplo es un caso intuitivo en el que ninguna de las variables causa la otra, muchas correlaciones pueden ser más difíciles de descifrar.