Razonamiento basado en casos
La idea básica
¿Cuántas veces tus mayores te han dado consejos basados en algo que ellos han vivido? "Bueno, cuando yo tenía tu edad...", "En mis tiempos, lo hacíamos así...". Puede parecer una manía paterna molesta, pero no está tan lejos del enfoque que utilizan los científicos, los educadores e incluso los algoritmos informáticos para resolver problemas.
El razonamiento basado en casos es cualquier tipo de enfoque de resolución de problemas que utiliza soluciones pasadas para resolver problemas similares. Parte de la base de que el conocimiento se adquiere a través de experiencias pasadas y puede servir para advertirte de los caminos que te llevarán al fracaso o para ayudarte a pensar en soluciones pasadas exitosas que podrían adaptarse al problema que tienes entre manos.
El razonamiento basado en casos está a nuestro alrededor. Por ejemplo, Google Maps utiliza el razonamiento basado en casos para decirte cuánto tiempo durará tu viaje examinando los patrones de usuarios anteriores para ver cuánto tardaron en llegar del punto A al punto B. Incluso si tu ruta es desde dos puntos ligeramente diferentes, hace inferencias sobre cuánto durará tu viaje.
El razonamiento basado en casos puede abarcar desde tareas más sencillas hasta complejos algoritmos informáticos. Por un lado, puede utilizarse para averiguar algo tan sencillo como una receta de galletas. Si eres fan de Friends, recordarás el episodio en el que Mónica intenta recrear la receta de galletas de chocolate de la abuela de Phoebe. Utiliza los fallos de las tandas anteriores para encontrar una nueva solución al problema, similar a un sistema de ensayo y error.
En el lado más complejo de las cosas, los ordenadores utilizan un método similar al de Mónica. Clasifican los problemas pasados y sus soluciones en "casos" y luego calculan la similitud de esos casos con el problema actual para llegar a una solución. Este algoritmo es habitual para examinar patrones, diagnosticar, resolver problemas y planificar.1