Gramática cognitiva

La idea básica

¿Significa lo mismo "el perro está detrás de la pelota" que "la pelota está delante del perro"? La mayoría de la gente diría que sí. Quizá te imagines un adorable cachorro a la izquierda y una pelota de tenis a la derecha, y pienses: "Sí, el cachorro está en el mismo sitio a pesar de todo".

Sin embargo, desde el punto de vista de la gramática cognitiva, estas dos frases no son lo mismo. Aunque hablen de la misma situación, son cognitivamente diferentes.

La gramática cognitiva es una de las principales aproximaciones a la estructura y el significado en gramática y lingüística.1 La idea es que el lenguaje se basa en procesos cognitivos generales. Conocer una lengua es conocer una red de unidades simbólicas en las que los sonidos se asocian a significados. En esencia, la gramática cognitiva es exactamente lo que parece: reduce toda la gramática a conceptos cognitivos, centrándose en la mente de los hablantes.

Los lingüistas no son diferentes de otras personas que dedican más de diecinueve horas al día a reflexionar sobre las complejidades de la gramática y su relación con prácticamente todo lo demás para demostrar que el lenguaje es tan desmesuradamente complicado que, en principio, es imposible que la gente hable.


- Ronald Langacker, lingüista y pionero de la gramática cognitiva

Términos clave

Lingüística cognitiva: Enfoque interdisciplinar para estudiar el lenguaje, la mente y las experiencias socioculturales. La lingüística cognitiva se caracteriza por la creencia de que el significado y la forma lingüística son inseparables.

Gramática cognitiva: subconjunto de la lingüística cognitiva. La gramática cognitiva caracteriza el conocimiento de la gramática en un continuo, basado en procesos cognitivos y unidades simbólicas.

Semántica: El estudio del significado en el lenguaje

Historia

La gramática cognitiva fue desarrollada por el lingüista estadounidense y profesor emérito de la Universidad de California en San Diego, Ronald Langacker.1 Desarrollada en la década de 1980 como respuesta a la gramática generativa de Chomsky, la gramática cognitiva fue uno de los primeros proyectos de la lingüística cognitiva. Langacker planteó la hipótesis de que el conocimiento de la gramática, la semántica y el vocabulario existen en un continuo, en lugar de ser procesos distintos.2 Langacker detalló las complejidades de la gramática cognitiva en su obra seminal en dos volúmenes, Foundations of Cognitive Grammar.

El volumen 1: Prerrequisitos teóricos se publicó en 1987, y en él se exploraba la hipótesis original de que la gramática puede deconstruirse en patrones cognitivos.2 El volumen II: Aplicación descriptiva se publicó en 1991, y en él se desarrollaban las formas en que los distintos conceptos de gramática cognitiva pueden aplicarse a la lingüística.3

Langacker creía que todas las estructuras lingüísticas son significativas, incluso categorías aparentemente abstractas como los sustantivos o el tiempo pasado.2 Estas estructuras pueden describirse plenamente en términos cognitivos y perceptivos, no como entidades distintas. Los léxicos (las palabras que conocemos) y las reglas gramaticales existen en un continuo que va desde los símbolos concretos y significativos (es decir, "silla" y "perro") hasta los símbolos esquemáticos y generalizables (es decir, sujetos y cláusulas).

Langacker creía que el lenguaje se basa en el uso: los hablantes conocemos las unidades simbólicas porque establecemos conexiones entre distintos acontecimientos cognitivos, lo que permite que nuestras experiencias pasadas informen nuestra comprensión actual.1 Para ilustrar los aspectos cognitivos y perceptivos de la gramática, a Langacker le gustaba utilizar imágenes.2 La imagen que aparece aquí, por ejemplo, distingue entre el infinitivo "andar", en la parte superior, y el sustantivo "un paseo", en la parte inferior.

pasear un paseo

Ambas imágenes tienen el mismo contenido, pero diferentes énfasis en el significado de la imagen, como indican las líneas en negrita y las flechas. "Caminar" se centra en los componentes que intervienen en el acto de caminar, mientras que "un paseo" se centra en la acción en su conjunto.

En última instancia, Langacker creía que sólo hay tres componentes que conforman la gramática:2

  1. La semántica y los fonemas, que son emparejamientos entre sonidos y estructuras cognitivas. Algunos ejemplos son la palabra "árbol" o la pregunta "¿Me pasas la salsa?".
  2. Esquemas cognitivos. Ejemplos: sustantivos, auxiliares y tiempos verbales.
  3. Categorizar las relaciones entre sonidos y estructuras cognitivas, y esquemas cognitivos concretos. Por ejemplo, identificar que "árbol" es un sustantivo, o que "¿me pasas la salsa?" es una cláusula interrogativa.

Para ampliar los tres componentes de la gramática, Langacker detalló muchos conceptos diferentes. Uno de ellos era la idea de que todas las expresiones evocan un marco, conocido como base, y destacan una parte determinada del marco, conocida como perfil.2 La expresión "mi tío" evoca el marco de una red familiar y perfila el lugar que ocupa un tío en esa red. Sin un conocimiento previo de lo que es un tío o de cómo funcionan las redes familiares, no se entendería la expresión "mi tío".

Otro concepto en el que se centró Langacker fueron las relaciones, que son las conexiones entre distintos símbolos.2 Las relaciones incluyen cosas como preposiciones, adjetivos y verbos. La preposición "debajo" expresa una relación entre dos entidades en el espacio; el adjetivo "mejor" expresa una relación entre la calidad de una entidad y otra; el verbo "come" expresa una relación entre una persona y una comida; etc.

Más allá de las relaciones, la interpretación es nuestra capacidad para concebir y representar la misma situación de distintas maneras.2 Recordemos "el perro está detrás de la pelota" y "la pelota está delante del perro". Ambas describen la misma situación, pero la representan de forma diferente: "el perro está detrás de la pelota" se centra en el punto de vista del perro; "la pelota está delante del perro" se centra en el punto de vista de la pelota. La interpretación también está relacionada con la idea de bases y perfiles: los dos ejemplos evocan la misma base: una relación entre una pelota y un cachorro. Sin embargo, destacan perfiles diferentes. "El perro está detrás de la pelota" describe la posición del perro. En cambio, "La pelota está delante del perro" describe la posición de la pelota.

Por último, las unidades lingüísticas son otro concepto importante propuesto por Langacker. Estas unidades son una estructura cognitiva completamente dominada: son las rutinas cognitivas que llevamos a cabo cuando utilizamos el lenguaje.2 Esto suena abstracto, así que, para ilustrarlo, pensemos en el acto de jugar al golf. El golf es un proceso que consta de varios pasos. Primero hay que coger un palo. Después, hay que levantarlo hasta cierto punto. Por último, hay que moverlo con cierta fuerza para enviar la pelota de golf al lugar deseado.

Imagina que estás aprendiendo a jugar al golf. Al principio, tendrías que practicar cada uno de ellos por separado: aprender el agarre correcto; aprender el ángulo correcto para levantar el palo; y aprender cuánta fuerza necesitas añadir al swing. Pero al cabo de un tiempo, todos estos pasos se convierten en parte de una única actividad: jugar al golf. Según la gramática cognitiva, el lenguaje funciona igual. Armar frases es como aprender a jugar al golf: en lugar de juntar cómo agarrar, inclinar y golpear una pelota, juntamos verbos, tiempos, sujetos y más. Con el tiempo, esto se convierte en una única rutina cognitiva que utilizamos para crear frases.

Consecuencias

Desde su desarrollo, la gramática cognitiva ha ofrecido una nueva forma de considerar la construcción del lenguaje.1 Se ha aplicado a contextos educativos, especialmente en el caso de la enseñanza de los tiempos verbales a estudiantes extranjeros de inglés.4 El énfasis de la gramática cognitiva en el significado de la gramática y el uso de representaciones pictóricas ha sido eficaz para ayudar a construir el conocimiento gramatical de los estudiantes, en comparación con los métodos de instrucción tradicionales que se centran en componentes distintos.

Como resultado, los investigadores se han centrado en el desarrollo de estrategias pedagógicas para incorporar la gramática cognitiva en el aula.5 Estas estrategias hacen hincapié en el aspecto basado en el uso de la gramática cognitiva, de manera que las experiencias previas pueden informar la comprensión lingüística actual. Al aplicar la gramática cognitiva a la enseñanza, los investigadores han utilizado sus conceptos para explorar estudios literarios clásicos como Orgullo y prejuicio de Jane Austen y Rebelión en la granja de George Orwell.6

Controversias

Se ha expresado preocupación por la complejidad de la gramática cognitiva, que afecta a su accesibilidad y, por tanto, a su utilidad.7 Los numerosos términos y conceptos de la gramática cognitiva pueden resultar más difíciles de entender que, por ejemplo, la gramática generativa de Chomsky. El propio Langacker sugiere que su obra en dos volúmenes está dirigida a estudiantes avanzados de licenciatura y principiantes de posgrado, para los que ya tienen una formación lingüística.1 En todo caso, Langacker describió sus libros como idóneos para un curso de posgrado de dos trimestres. Otros lingüistas han ofrecido interpretaciones de sus estudios y han intentado hacerlos más accesibles, pero sigue siendo un marco difícil de abordar y aplicar.7

La gramática cognitiva es un subconjunto de la lingüística cognitiva, que combina la investigación de la psicología cognitiva, la psicología social y la lingüística.1 La lingüística cognitiva, sin embargo, ha sido criticada por poner simplemente "cognitiva" delante de "lingüística" sin una buena razón.8 Como resultado, ha sido etiquetada de pseudociencia, que consiste en afirmaciones y prácticas que pretenden tener raíces científicas, pero que en realidad son incompatibles con el método científico. Estos críticos también sostienen que la visión de la lingüística cognitiva sobre la cognición está en desacuerdo con la neurociencia básica. Además, la lingüística cognitiva ha sido criticada por tomar los resultados de otros investigadores y presentarlos como su propio trabajo.9

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Fuentes

  1. Chapman, S., & Routledge, C. (2009). Key Ideas in Linguistics and the Philosophy of Language. Edinburgh University Press.
  2. Langacker, R. W. (1987). Foundations of Cognitive Grammar: Volume I: Theoretical Perspectives. Stanford University Press.
  3. Langacker, R. W. (1991). Foundations of Cognitive Grammar: Volume II: Descriptive Application. Stanford University Press.
  4. Bielak, J., y Pawlak, M. (2013). Aplicación de la gramática cognitiva en el aula de lenguas extranjeras. En Aprendizaje y enseñanza de segundas lenguas. Springer.
  5. Uzum, B. (2010). Aplicaciones de la lingüística cognitiva: Enfoques cognitivos de la gramática pedagógica. Estudios sobre la adquisición de segundas lenguas, 32(1), 160-161.
  6. Harrison, C., & Giovanelli, M. (2020). Cognitive Grammar in the Classroom (Gramática cognitiva en el aula). Oxford University Press.
  7. Nesset, T. (2009). Ronald W. Langacker, gramática cognitiva: una introducción básica. Revista de Lingüística, 45(2), 477-480.
  8. Peters, B. (1998). Reflexiones cognitivas. Word, 49(2), 225-237.
  9. Schwarz-Friesel, M. (2012). Sobre el estatus de la evidencia externa en las teorías de la lingüística cognitiva: ¿Problemas de compatibilidad o signos de estancamiento en el campo? O: ¿Por qué algunos lingüistas se comportan como los sistemas de entrada de Fodor? Ciencias del Lenguaje, 34(6), 656-664.

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