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El impacto de la confianza comunitaria en la pobreza

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Feb 21, 2018

Es bien sabido que la mayoría de las personas tienden a restar importancia a los resultados futuros en relación con el presente. Muchos de nuestros comportamientos no óptimos se atribuyen a este modo de pensar. Pero, ¿es siempre irracional este descuento temporal? Quizá no, sobre todo si tenemos en cuenta la escasez de recursos cognitivos (y de otro tipo). A veces puede tener todo el sentido centrarse en el presente, sobre todo si el futuro parece poco fiable o incierto.

En apoyo de esto, la investigación experimental muestra que el enfoque inducido por la escasez podría no ser necesariamente miopía, sino un desplazamiento de la atención hacia gastos específicos mientras se desatienden otros (Shah, Mullainathan y Shafir, 2012). Además, las preocupaciones relacionadas con la pobreza pueden consumir recursos mentales y reducir las capacidades de control cognitivo de los individuos, que son necesarias para tomar decisiones óptimas (Mani, Mullainathan, Shafir y Zhao, 2013).

Por desgracia, este tipo de mentalidad puede conducir a un círculo vicioso: las personas en situación de pobreza -a menudo como resultado de limitaciones financieras- tienden a tomar decisiones financieras, sanitarias y educativas que favorecen el presente. A su vez, sus resultados económicos, sanitarios y educativos a largo plazo se resienten, retroalimentando el ciclo de la pobreza. ¿Cómo se puede salir de esta situación?

La investigación de Jachimowicz y sus colegas (2017) sugiere que, si bien tener un estatus socioeconómico más bajo influye en la probabilidad de tomar decisiones miopes, este tipo de toma de decisiones miopes puede ser mitigado por la confianza de la comunidad. Los investigadores plantearon la hipótesis de que la confianza de la comunidad puede actuar como un amortiguador para las personas de bajos ingresos como una forma de protección contra posibles pérdidas. Este apoyo podría actuar como "colchón" y permitir a los individuos tomar decisiones más arriesgadas (pero más gratificantes económicamente). A través de un notable conjunto de estudios que utilizan datos de archivo, correlacionales, experimentales y de campo, demuestran que las intervenciones destinadas a aumentar la confianza de la comunidad entre los individuos empobrecidos pueden disminuir sus decisiones sesgadas por el presente, permitiéndoles en última instancia mejorar su situación financiera.

El primer estudio fue un experimento en línea con participantes de EE.UU. cuyo objetivo era explorar la relación entre la confianza en la comunidad y el descuento temporal, y si este difería entre personas con ingresos bajos y altos. De hecho, los investigadores descubrieron un efecto principal tanto de los ingresos como de la confianza en la comunidad: los participantes con ingresos más bajos (<40.000 dólares) descontaban más el futuro, y los individuos con niveles más altos de confianza en la comunidad descontaban menos el futuro. Curiosamente, también se produjo una interacción entre estas dos variables: los niveles más bajos de ingresos estaban relacionados con un mayor descuento del futuro, pero sólo cuando la confianza de la comunidad era baja. Es decir, los bajos ingresos no aumentan por sí mismos el sesgo del presente. En el segundo estudio, un ejemplo real de toma de decisiones miopes (el uso de préstamos de día de pago) también se asoció negativamente con la confianza de la comunidad.

Los dos últimos estudios tenían como objetivo identificar una relación causal entre la confianza de la comunidad y el descuento temporal por parte de personas con bajos ingresos en el laboratorio y sobre el terreno. En primer lugar, los investigadores llevaron a cabo un experimento en el laboratorio en el que manipularon los niveles de ingresos percibidos y de confianza comunitaria percibida, haciéndoles preguntas que inducían emociones relacionadas con cada constructo ("imagine escenarios con graves implicaciones financieras"; "enumere 10 ejemplos de su propia experiencia en los que la confianza comunitaria estuviera justificada"). Como era de esperar, los individuos que se encontraban en la condición de bajos ingresos percibidos y baja confianza en la comunidad tenían un mayor descuento temporal que los que se encontraban en la condición de bajos ingresos percibidos y alta confianza en la comunidad.

Por último, se realizó un experimento de campo junto con una intervención para aumentar la confianza de la comunidad en 121 consejos sindicales (un total de 1.447 personas) de la zona rural de Bangladesh. En esta intervención de dos años participaron voluntarios de la comunidad que interactuaron con otros miembros y ayudaron a los residentes a acceder a los servicios públicos de la administración local, además de conseguir que los residentes participaran en las decisiones a nivel comunitario. Aproximadamente la mitad de los consejos sindicales del estudio recibieron la intervención, y la otra mitad estaban en la condición de control. Al cabo de dos años, los habitantes de las zonas que recibieron la intervención tenían efectivamente más confianza en la comunidad que los de las zonas de control que no la recibieron, lo que demostró el éxito de la intervención. Además, los individuos de las regiones que recibieron la intervención desconfiaban menos del futuro que sus homólogos de las regiones de control (incluso cuando se controlaban los ingresos), lo que demuestra la eficacia de esta intervención para reducir la toma de decisiones miopes.

Estos resultados sugieren que las políticas que intentan abordar los retos de la pobreza deberían, en lugar de centrarse únicamente en disminuir la pobreza a nivel individual, trasladar parte de esa atención al ámbito comunitario. Como afirma el artículo, "los pobres pueden carecer de riqueza material en comparación con los ricos, pero poseen riqueza social en forma de comunidades de las que pueden nutrirse". Los responsables políticos deberían utilizar estas conclusiones para ampliar su comprensión de cómo se perpetúa la pobreza, y utilizar la exitosa intervención de los investigadores como modelo de cómo aumentar la confianza de la comunidad en las zonas de personas con bajos ingresos.

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Este estudio innovador y multipartito también ofrece un buen modelo para que los investigadores en ciencias sociales pongan a prueba sus modelos teóricos en el laboratorio y sobre el terreno. La mayoría de los estudios tienden a centrarse en uno u otro; los investigadores deberían, en cambio, tratar de diseñar teorías y experimentos de laboratorio basados en pruebas que sirvan de base a intervenciones sobre el terreno cuya eficacia pueda comprobarse para aumentar las posibilidades de que realmente tengan un impacto a la hora de abordar retos complejos y polifacéticos como la pobreza.

References

Jachimowicz, J. M., Chafik, S., Munrat, S., Prabhu, J. C., & Weber, E. U. (2017). La confianza comunitaria reduce las decisiones miopes de las personas con bajos ingresos. Actas de la Academia Nacional de Ciencias, 114(21), 201617395. https://doi.org/10.1073/pnas.1617395114

Mani, A., Mullainathan, S., Shafir, E., & Zhao, J. (2013). La pobreza impide la función cognitiva. Science, 341(6149), 976-980. https://doi.org/10.1126/science.1238041

Shah, A. K., Mullainathan, S., y Shafir, E. (2012). Algunas consecuencias de tener demasiado poco. Science, 338(6107), 682-685. https://doi.org/10.1126/science.1222426

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