Informe TDL: Empresas farmacéuticas

Por Pharma Phorum, Evaluar la motivación de proveedores (y pacientes) (sep 2019)

Si las empresas farmacéuticas quieren asegurarse de que los pacientes reciben la mejor atención posible, no sólo tienen que desarrollar los mejores medicamentos, sino también asegurarse de que se administran correctamente. Aunque, como comunidad científica, las empresas farmacéuticas descubren constantemente nuevos medicamentos revolucionarios que pueden ayudar a combatir distintas enfermedades, la gente suele ser reacia a embarcarse en cosas con las que no está familiarizada.

Un obstáculo para el éxito de los nuevos fármacos es la autoeficacia de los seres humanos. Tenemos un deseo psicológico de sentirnos competentes, un deseo que se ve desafiado por la introducción de un nuevo medicamento por parte de un profesional sanitario. A menudo, las personas rechazan la medicina porque no quieren admitir que la necesitan o porque sienten que se les impone desde fuera. Por eso, los profesionales sanitarios y las empresas farmacéuticas deben ser conscientes de cómo gestionar el control que el paciente percibe sobre la situación. En lugar de limitarse a dar a los pacientes información sobre nuevos medicamentos innovadores, los profesionales sanitarios deben intentar motivarlos para que sigan el tratamiento que se les ha recetado.

Del mismo modo, puede haber barreras que frenen la disposición de los profesionales sanitarios a recetar nuevos medicamentos debido a su propia autoeficacia. Puede que se sientan seguros de su capacidad para prescribir un determinado tratamiento y duden de tener que aprender una nueva habilidad o un nuevo tipo de fármaco. Esto puede llevar a una prescripción habitual con falta de atención a lo que realmente necesita cada paciente.

Los seres humanos también son criaturas habituales, lo que plantea un sinfín de retos a las empresas farmacéuticas. Por un lado, significa que las personas se resisten a nuevos cursos de acción y preferirían adherirse a los fármacos a los que están acostumbrados, a pesar de los datos que demuestran que las nuevas terapias son más eficaces. Es difícil conseguir que las personas adquieran nuevos hábitos porque se requiere un comportamiento sostenido a largo plazo y los pacientes que no sienten inmediatamente el impacto beneficioso de las nuevas terapias podrían abandonar. Por otra parte, después de que un paciente adopte una nueva prescripción, la formación del hábito puede ser peligrosa porque puede conducir a la adicción.

Por Medical Marketing and Media, Cómo los profesionales del marketing farmacéutico están utilizando la ciencia del comportamiento (abril de 2017).

Los prejuicios psicológicos del ser humano no tienen por qué ser un obstáculo para el éxito de las empresas farmacéuticas; también pueden aprovecharse para motivar el comportamiento. Si las empresas farmacéuticas entienden lo que motiva el comportamiento humano, pueden crear campañas de marketing que les ayuden a alcanzar su objetivo, que, en última instancia, debe ser hacer llegar los medicamentos a las personas que los necesitan.

Una empresa farmacéutica, Boehringer Ingelheim, fabrica Spiriva Respimat, un medicamento utilizado para el tratamiento de enfermedades pulmonares y asma. Utilizaron la gamificación para crear un compromiso con su producto. La gamificación es la aplicación de características de juego a un entorno no lúdico. La empresa decidió motivar a los pacientes a los que se había recetado Spiriva para que tomaran su medicación creando un programa que recompensaría a los pacientes si seguían su plan de acción.

Además, la empresa farmacéutica utilizó el compromiso creado entre los pacientes y el programa para seguir educando a los pacientes sobre su estado de salud y los beneficios del medicamento. Aunque el programa ofrecía actividades que daban puntos que se podían canjear por un premio, también ofrecía contenidos educativos en forma de cuestionarios, que una vez más incorporaban un elemento lúdico. Cuando la información se presenta de esta forma divertida y atractiva, es más probable que la gente la retenga porque se siente motivada a aprenderla para acertar las preguntas. Además, programas como el creado por Boehringer Ingelheim podrían ayudar a superar un problema de autoeficacia, ya que las personas empezarán a sentirse competentes sobre su enfermedad y el tratamiento de la misma cuando obtengan buenos resultados en los cuestionarios.

Por Environmental Health Perspectives, Fármacos en el medio ambiente: ¿Los programas de devolución de productos farmacéuticos marcan la diferencia? (mayo de 2010)

Existen diversos riesgos asociados al incumplimiento del tratamiento farmacológico. Por ejemplo, si no se termina el tratamiento porque uno se siente mejor, la enfermedad puede recaer o se pueden desarrollar bacterias resistentes a los antibióticos. Aunque estos efectos secundarios se comentan más a menudo como razones por las que siempre debemos tomar el tratamiento completo de antibióticos, hay otra cara de la historia que se debate con menos frecuencia y que las empresas farmacéuticas deben tener en cuenta. Cuando la gente no termina su receta, ¿qué hace con los medicamentos sobrantes?

Las investigaciones han demostrado que, a menudo, los restos de medicamentos acaban en nuestra basura o tirados por el retrete. A primera vista, esto no parece demasiado problemático - sin embargo, a medida que nos hacemos más conscientes de los efectos perjudiciales que el comportamiento humano está teniendo en nuestro planeta, la eliminación inadecuada de medicamentos farmacéuticos se está convirtiendo en una preocupación creciente. Se han encontrado restos de antibióticos en el agua, lo que ha provocado el colapso de poblaciones enteras de peces.

Aunque animar a la gente a que termine su tratamiento es una forma lógica de combatir estos diversos peligros, lo cierto es que la gente no siempre lo hará. Eso significa que las empresas farmacéuticas podrían tener que considerar formas más inventivas de prevenir la eliminación inadecuada de antibióticos y otros medicamentos. Una estrategia que ya está presente en algunos lugares como Europa y Canadá son los programas de devolución de productos farmacéuticos. En estos lugares, los pacientes pueden devolver sus medicamentos no utilizados o caducados a las farmacias para evitar el uso indebido y el abuso de los mismos, lo que también contribuye a reducir la contaminación causada por la eliminación inadecuada.

Por Reuter Events, ¿Podría la ciencia del comportamiento descifrar la no adherencia? (Abr 2018)

Uno de los mayores retos a los que se enfrentan las empresas farmacéuticas es conseguir que la gente tome los medicamentos necesarios para controlar o mejorar su estado de salud. Las investigaciones sugieren que el 75% de los pacientes no siguen el tratamiento indicado, lo que conduce a resultados de salud subóptimos. A pesar de la gran cantidad de datos que demuestran los beneficios de los distintos tratamientos, la gente sigue sin cumplirlos. En parte, esto podría deberse a la falacia de la tasa base, que sugiere que hacemos caso a la información que nos es específica por encima de los datos estadísticos objetivos. Por lo tanto, si pensamos que nos sentimos mejor, es posible que no sigamos el tratamiento según las indicaciones.

Si las empresas farmacéuticas quieren alcanzar su objetivo de ayudar a mejorar la salud de las personas, tienen que ser conscientes de las barreras que impiden seguir un tratamiento. Esto significa que las empresas farmacéuticas deben prestar atención a la ciencia del comportamiento e incorporarla a su marketing. Al comprender qué factores conducen a la falta de adherencia, las empresas pueden reducir la probabilidad de que las personas no sigan su tratamiento.

Según un director médico de una consultoría de cambio de conducta, cuando las personas deciden tomar o no un medicamento prescrito, basan su comportamiento en lo necesario que creen que es para su bienestar. Como los fármacos suelen comercializarse en términos objetivos, es posible que la gente no sienta que personalmente necesita tomarlos. Para superar este reto, las empresas farmacéuticas pueden intentar difundir información más personal a los pacientes, potencialmente mediante el uso de programas digitales que construyan un perfil del paciente y luego le envíen mensajes personalizados.

Por The New England Journal of Medicine, Apoyo a la salud digital en el tratamiento de la tuberculosis (sep 2019)

Mientras que en el pasado el único contacto que los pacientes tenían con los profesionales sanitarios se limitaba a las visitas a la consulta del médico, hoy en día la tecnología ha cambiado la forma en que las personas acceden a la información relacionada con la salud. Aunque esto puede dificultar a veces el seguimiento de la información que recibe la gente, las herramientas digitales también pueden aprovecharse para animar a los pacientes a seguir las indicaciones de su médico.

En nuestras vidas increíblemente ocupadas, puede ser fácil olvidarse de tomar nuestros medicamentos. Sin embargo, casi siempre se puede contar con el hecho de que la mayoría de la población lleva su teléfono inteligente encima, independientemente de lo que esté haciendo. Por tanto, las intervenciones sanitarias digitales podrían ser la respuesta para combatir la falta de adherencia a los programas de tratamiento, ya que la tecnología forma parte de nuestra vida cotidiana. Los médicos y las empresas farmacéuticas pueden crear iniciativas digitales que ayuden a recordar a las personas que deben tomar sus medicamentos enviándoles un mensaje.

Sin embargo, piense con qué frecuencia ignora un mensaje o piensa que lo contestará más tarde. Del mismo modo, cuando alguien recibe un mensaje de texto recordándole que debe tomar su medicación, eso no significa necesariamente que vaya a estar motivado para hacerlo inmediatamente. Sin embargo, si se diseña un programa que pida a las personas que respondan al recordatorio, los estudios sugieren que será más probable que realmente completen su tratamiento. No sólo crea un nivel de responsabilidad porque requiere una acción por parte del paciente, sino que el programa digital puede enviar mensajes de seguimiento si no recibe confirmación de que el paciente se ha adherido al programa. La repetición es una buena forma de inducir comportamientos, lo que demuestra que la tecnología puede ayudar a combatir el incumplimiento.

De Fortune, 'The whole world is coming together': How the race for a COVID vaccine is revolutionizing Big Pharma (Sep 2020)

Gran parte de la controversia que rodea a las empresas farmacéuticas se debe a las compañías conocidas como "Big Pharma". Big Pharma hace referencia al hecho de que varias empresas farmacéuticas se han convertido en líderes del sector y ganan millones de dólares cada año, convirtiendo la industria farmacéutica en un negocio con ánimo de lucro.

El dinero que se puede ganar con el desarrollo de medicamentos suele provocar una gran competencia entre las grandes farmacéuticas. Si les moviera el deseo de ayudar a mejorar la salud de la población, lo lógico sería que estas empresas compartieran investigaciones y hallazgos importantes para poder colaborar en el descubrimiento de nuevos tratamientos eficaces. Históricamente, esto no ha sido así: las empresas farmacéuticas emplean una mentalidad de "el ganador se lo lleva todo" y compiten entre sí para ser las primeras en desarrollar un fármaco.

Sin embargo, la actual pandemia mundial podría revolucionar la forma de operar de las grandes empresas farmacéuticas. En un intento por desarrollar una vacuna contra el COVID-19, las empresas farmacéuticas han empezado a asociarse para desarrollar más rápidamente un tratamiento. Hay pocas empresas farmacéuticas que no estén trabajando para crear una vacuna contra el COVID-19, con más de 200 en desarrollo, pero lo que es único en esta avalancha de iniciativas es que, por una vez, las empresas están dispuestas a trabajar juntas. En lugar de guiarse por los beneficios, las empresas farmacéuticas se están uniendo por una causa importante que ha provocado millones de muertes y paradas en todo el mundo.

Por lo general, otra queja sobre las grandes empresas farmacéuticas es que suelen estar ubicadas en unos pocos países concretos (Estados Unidos alberga muchas de las mayores empresas farmacéuticas). Como resultado, se produce una distribución injusta de los tratamientos, agravada por el hecho de que sólo algunos países pueden permitirse conseguir los medicamentos y las vacunas. Afortunadamente, las naciones han respondido de forma diferente a estos tiempos sin precedentes: se ha creado una nueva empresa, la Instalación COVAX. La Facilidad COVAXplanea combinar el poder adquisitivo de las naciones más ricas para coordinar los esfuerzos mundiales de lucha contra el virus. Más de 170 países han firmado el acuerdo y contribuirán con sus fondos al desarrollo y distribución de las vacunas que se desarrollen con éxito.

Aunque el término Big Pharma ha ido acompañado durante mucho tiempo de críticas, la forma en que la industria está gestionando la pandemia de COVID-19 puede ayudar a recordar a la gente la intención original de las empresas farmacéuticas: ayudar a mejorar la salud del mundo.