Por qué las respuestas a una encuesta o experimento pueden ser inexactas debido a la naturaleza de la encuesta o experimento.

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Sesgo de respuesta

explicó.
Bias

¿Qué es el sesgo de respuesta?

El sesgo de respuesta se refiere a nuestra tendencia a dar respuestas inexactas, o incluso falsas, a preguntas de autoinforme, como las que se hacen en las encuestas o en las entrevistas estructuradas.

Dónde se produce este sesgo

Los investigadores que confían en los métodos de autoinforme de los participantes para la recogida de datos se enfrentan al reto de estructurar los cuestionarios de forma que aumente la probabilidad de que los encuestados respondan con sinceridad. Tomemos, por ejemplo, el caso de un investigador que estudia el consumo de alcohol en los campus universitarios mediante una encuesta administrada a la población estudiantil. En este caso, una de las principales preocupaciones sería garantizar que el tono de la encuesta fuera neutro y sin prejuicios. Si la encuesta da la impresión de que se desaprueba el consumo excesivo de alcohol, es más probable que los encuestados no informen sobre su consumo, lo que daría lugar a resultados sesgados.

Efectos individuales

Cuando se produce este sesgo, damos una respuesta basada en factores externos, como las normas sociales o lo que creemos que el investigador quiere oír. Esto nos impide tomarnos tiempo para reflexionar sobre nosotros mismos y pensar en cómo el tema que se está evaluando es realmente relevante para nosotros. No sólo se pierde así la oportunidad de pensar críticamente sobre uno mismo y sus acciones, sino que, en el caso de la investigación, se obtienen datos inexactos.

Efectos sistémicos

Los investigadores deben proceder con cautela a la hora de diseñar encuestas o entrevistas estructuradas para minimizar la probabilidad de que los encuestados incurran en sesgo de respuesta. Si no lo hacen, este error sistemático podría ser perjudicial para todo el estudio. En lugar de hacer progresar el conocimiento, los resultados sesgados pueden llevar a los investigadores a extraer conclusiones inexactas, lo que puede tener amplias implicaciones. La investigación es costosa de realizar y las cuestiones que se investigan suelen ser de importancia. Por estas razones, se requiere un enorme esfuerzo en el diseño de la investigación para garantizar que todas las conclusiones sean lo más precisas posible.

Por qué ocurre

El sesgo de respuesta puede producirse por diversas razones. Para clasificar las posibles causas, se han definido diferentes formas de sesgo de respuesta.

Sesgo de deseabilidad social

El primero es el sesgo de deseabilidad social, que se produce cuando a preguntas delicadas no se responde con la verdad, sino con una respuesta que se ajusta a las normas sociales. Aunque en realidad no hay una respuesta "correcta" a la pregunta de la encuesta, las expectativas sociales pueden haber considerado que un punto de vista es más aceptable que el otro. Para ajustarnos a lo que consideramos la postura adecuada, tendemos a subestimar o sobreestimar nuestra propia posición.

Características de la demanda

En segundo lugar, están las características de la demanda. Es cuando intentamos predecir cómo quiere el investigador que respondamos, y ajustamos nuestras respuestas a la encuesta para adaptarnos a ello. El mero hecho de formar parte de un estudio puede influir en nuestra forma de responder. Cualquier cosa, desde nuestras interacciones con el investigador hasta nuestro grado de conocimiento sobre el tema de la investigación, puede influir en nuestras respuestas. Por eso es tan difícil para el investigador principal diseñar un estudio que elimine, o al menos minimice, este sesgo.

Sesgo de aquiescencia

En tercer lugar, está el sesgo de aquiescencia, que es la tendencia a estar de acuerdo con todas las preguntas "Sí/No" o "De acuerdo/en desacuerdo". Esto puede ocurrir porque nos esforzamos por complacer al investigador o, como postula Cronbach1 , porque estamos motivados para recordar información que apoya la afirmación dada. Cronbach sugiere que nos centramos selectivamente en la información que concuerda con la afirmación e inconscientemente ignoramos cualquier recuerdo que la contradiga.

Respuesta extrema

Un último ejemplo de un tipo de sesgo de respuesta es la respuesta extrema. Suele aparecer en las encuestas que utilizan escalas Likert, un tipo de formato de respuesta escalonado con varias respuestas posibles que van desde la más negativa a la más positiva. Las respuestas están sesgadas cuando los encuestados seleccionan casi exclusivamente las respuestas extremas. Es decir, si la escala Likert va de 1 a 7, sólo responden 1 o 7 en alguna ocasión. Esto puede ocurrir cuando los encuestados están desinteresados y no tienen ganas de tomarse el tiempo necesario para considerar activamente las opciones. Otras veces, ocurre porque las características de la demanda han hecho creer al participante que el investigador desea una determinada respuesta.

Por qué es importante

Para llevar a cabo una investigación bien diseñada y obtener los resultados más precisos posibles, los académicos deben tener un conocimiento exhaustivo del sesgo de respuesta. Sin embargo, no sólo los investigadores deben comprender este efecto. La mayoría de nosotros hemos participado o participaremos en algún tipo de investigación, aunque sea tan sencilla como rellenar una encuesta rápida en línea. Al ser conscientes de este sesgo, podemos trabajar para ser más críticos y honestos al responder a este tipo de preguntas, en lugar de responder automáticamente.

Cómo evitarlo

Al conocer el sesgo de respuesta y responder a las encuestas y entrevistas estructuradas de forma activa, en lugar de pasiva, los encuestados pueden ayudar a los investigadores proporcionando información más precisa. Sin embargo, cuando se trata de reducir los efectos de este sesgo, la responsabilidad recae en el creador del cuestionario.

La redacción es especialmente importante cuando se trata de combatir el sesgo de respuesta. Las preguntas capciosas pueden inducir a los encuestados a responder de una determinada manera, aunque no sea la que realmente piensan. Por ejemplo, en una encuesta de satisfacción del cliente, una pregunta como "¿Le ha parecido satisfactorio nuestro servicio de atención al cliente?" se inclina sutilmente hacia una respuesta más favorable, mientras que pedir al encuestado que "Valore su experiencia con el servicio de atención al cliente" es más neutro.

Hacer hincapié en el anonimato de la encuesta puede ayudar a reducir el sesgo de deseabilidad social, ya que las personas se sienten más cómodas respondiendo honestamente a preguntas delicadas cuando sus nombres no van unidos a sus respuestas. Para ello, también es importante utilizar un tono profesional y sin prejuicios.

Para evitar el sesgo derivado de las características de la demanda, los participantes deben recibir la menor información posible sobre el estudio. Digamos, por ejemplo, que usted es psicólogo en una universidad e investiga las diferencias de género en los hábitos de compra. Una pregunta de esta encuesta podría ser algo así como: "¿Con qué frecuencia va a comprar ropa?", con las siguientes opciones de respuesta: "Al menos una vez a la semana", "Al menos una vez al mes", "Al menos una vez al año" y "Cada varios años". Si los participantes se dan cuenta de lo que estás investigando, es posible que respondan de forma diferente a como lo habrían hecho en otras circunstancias.

Muchos de nosotros recurrimos al sesgo de respuesta, concretamente al sesgo de respuesta y aquiescencia extremas, cuando nos aburrimos. Esto se debe a que es más fácil que hacer el esfuerzo de considerar activamente cada afirmación. Por eso es importante tener en cuenta la duración al diseñar una encuesta o una entrevista estructurada. Si es demasiado larga, es posible que los participantes se desconecten y respondan con menos atención, lo que reducirá la precisión de la información.

Cómo empezó todo

Curiosamente, el sesgo de respuesta no se consideró originalmente un gran problema. Gove y Geerken afirmaron que "las variables de sesgo de respuesta actúan en gran medida como ruido aleatorio", que no afecta de forma significativa a los resultados siempre que el tamaño de la muestra sea lo suficientemente grande.2 No fueron los únicos investigadores que intentaron acallar las preocupaciones sobre este sesgo pero, más recientemente, se ha ido reconociendo cada vez más como una fuente genuina de preocupación en el mundo académico. Esto se debe a la abrumadora cantidad de investigaciones que han salido a la luz apoyando la presencia de un efecto, por ejemplo, la revisión bibliográfica de Furnham.3 El estudio de Knäuper y Wittchen de 1994 también demuestra este sesgo, concretamente, en el contexto de entrevistas de diagnóstico estandarizadas administradas a ancianos, que incurren en una forma de sesgo de respuesta al tender a atribuir los síntomas de la depresión a afecciones físicas.4

Ejemplo 1 - Depresión

Se ha observado un sesgo de respuesta específico de la emoción en pacientes con depresión mayor, como demuestra un estudio realizado por Surguladze et al. en 2004.5 Los resultados de este estudio mostraron que los pacientes con depresión mayor tenían mayor dificultad para discriminar entre caras felices y tristes presentadas durante un breve periodo de tiempo que el grupo de control sano. Esta alteración de la discriminación no se observaba cuando las expresiones faciales se presentaban durante un periodo más largo. En estos ensayos más largos, los pacientes con depresión mayor mostraron un sesgo de respuesta hacia las caras tristes. Es importante señalar que el deterioro de la discriminación y el sesgo de respuesta no se produjeron simultáneamente, por lo que está claro que uno no puede atribuirse al otro.

Comprender este sesgo de respuesta específico de la emoción permite profundizar en los mecanismos de la depresión mayor, en particular en las alteraciones del funcionamiento social asociadas a este trastorno. Se ha sugerido que el sesgo hacia los estímulos tristes puede hacer que las personas con depresión mayor interpreten las situaciones de forma más negativa.6

Los investigadores que no trabajan en el campo de la salud mental también deberían ser conscientes de este sesgo, para saber si deben detectar la depresión mayor en caso de que su encuesta incluya preguntas relacionadas con las emociones o las interacciones interpersonales.

Ejemplo 2 - Redes sociales

Las redes sociales son una herramienta útil, tanto por su versatilidad como por su amplio alcance. Sin embargo, mientras que la mayoría de las encuestas utilizadas en estudios académicos se han sometido a un riguroso escrutinio y han sido revisadas por expertos en la materia, no siempre ocurre lo mismo con los sondeos en redes sociales.

Muchas empresas realizan encuestas en las redes sociales para conocer la opinión de su público sobre un tema determinado. Hay muchas razones por las que los resultados de este tipo de encuestas deben tomarse con cautela: en primer lugar, la muestra no es aleatoria. En estas situaciones, también es probable que intervenga el sesgo de respuesta.

Tomemos, por ejemplo, una encuesta realizada por una empresa de maquillaje, en la que la pregunta es "¿Cuánto le ha gustado nuestra nueva máscara de pestañas?", con las posibles respuestas: "¡Mucho!" y "Nada". Se trata de una pregunta capciosa, que esencialmente pide una respuesta positiva. Además, los encuestados pueden ser propensos a cometer un sesgo de aquiescencia con el fin de complacer a la empresa, ya que no hay opción para una respuesta intermedia. Incluso si los resultados de esta encuesta son abrumadoramente positivos, es posible que no quieras gastar inmediatamente en la máscara de pestañas. La respuesta positiva podría tener más que ver con la estructura de la encuesta que con la calidad del producto.

Resumen

Qué es

El sesgo de respuesta describe nuestra tendencia a proporcionar respuestas inexactas en las medidas de autoinforme.

Por qué ocurre

Las presiones sociales, el desinterés por la encuesta y el afán por complacer al investigador son posibles causas de sesgo en las respuestas. Además, el propio diseño de la encuesta puede inducir a los participantes a ajustar sus respuestas.

Ejemplo 1 - Depresión grave

Las personas con depresión mayor tienen más probabilidades de identificar una determinada expresión facial como triste que las personas sin depresión mayor. Esto puede afectar a las interacciones interpersonales cotidianas, además de influir en las respuestas de las encuestas relacionadas con el procesamiento de las emociones.

Ejemplo 2 - Interpretación de las encuestas en las redes sociales

Las encuestas que no están diseñadas para evitar el sesgo de respuesta proporcionan resultados engañosos. Por eso, las encuestas en redes sociales, que cualquiera puede crear, no deben tomarse al pie de la letra.

Cómo evitarlo

Al rellenar una encuesta, considerar activamente cada respuesta, en lugar de responder automáticamente, puede reducir el sesgo de respuesta. Cualquiera que lleve a cabo una investigación debe tener cuidado de elaborar encuestas anónimas, de tono neutro, que ofrezcan suficientes opciones de respuesta y que no revelen demasiado sobre la pregunta de investigación.

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Referencias

  1. Cronbach, L. J. (1942). Studies of acquiescence as a factor in the true-false test. Journal of Educational Psychology, 33(6), 401–415. doi:10.1037/h0054677
  2. Gove, W. R., and Geerken, M. R. (1977). "Response bias in surveys of mental health: An empirical investigation". American Journal of Sociology. 82(6), 1289–1317. doi:10.1086/226466
  3. Furnham, Adrian (1986). "Response bias, social desirability and dissimulation". Personality and Individual Differences. 7(3), 385–400. doi:10.1016/0191-8869(86)90014-0
  4. Knäuper, Bärbel, and Wittchen, Hans-Ulrich (1994). "Diagnosing major depression in the elderly: Evidence for response bias in standardized diagnostic interviews?". Journal of Psychiatric Research. 28(2), 147–164. doi:10.1016/0022-3956(94)90026-4
  5. Surguladze, S. A., Young, A. W., Senior, C., Brébion, G., Travis, M. J., & Phillips, M. L. (2004). Recognition Accuracy and Response Bias to Happy and Sad Facial Expressions in Patients With Major Depression. Neuropsychology, 18(2), 212–218. doi:10.1037/0894-4105.18.2.212
  6. See 5
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