¿Por qué las noticias son siempre tan deprimentes?

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Sesgo de negatividad

explicó.
Bias

¿Qué es el sesgo de negatividad?

El sesgo de negatividad es un sesgo cognitivo que hace que los acontecimientos adversos tengan un impacto más significativo en nuestro estado psicológico que los acontecimientos positivos. El sesgo de negatividad se produce incluso cuando los acontecimientos adversos y los positivos son de la misma magnitud, lo que significa que sentimos los acontecimientos negativos con mayor intensidad.1

negativity bias

Dónde se produce este sesgo

El sesgo de negatividad es un concepto bien estudiado y comprendido desde hace tiempo. El sesgo de negatividad provoca respuestas emocionales amplificadas ante acontecimientos negativos en comparación con acontecimientos positivos de igual magnitud. El sesgo de negatividad está relacionado con la aversión a la pérdida, un sesgo cognitivo que describe por qué el dolor de perder es psicológicamente el doble de fuerte que el placer de ganar.2

Gran parte del discurso político actual se produce en Internet y, aunque esto puede exponernos a mayores perspectivas, también deja la puerta abierta a los malentendidos. A menudo criticamos "al otro bando" y asumimos mala intención cuando leemos mensajes políticos que no coinciden con nuestros valores. Y aunque a veces hay hostilidad implícita en ciertos contenidos, no siempre es así. Debido a nuestra predisposición a centrarnos y analizar lo negativo, los mensajes que expresan ira u hostilidad captan nuestra atención e influyen en nuestras percepciones. Por naturaleza, extrapolamos y utilizamos estas impresiones negativas para emitir juicios en el futuro.

Efectos individuales

El sesgo de negatividad tiene un impacto significativo en nuestra toma de decisiones individual. Como pasamos tanto tiempo escudriñando recuerdos negativos, tendemos a mantener esta información en primer plano, lo que afecta a nuestras decisiones futuras. Sin embargo, aunque ser precavidos puede ser bueno, el sesgo de negatividad puede disuadirnos de utilizar la lógica y el razonamiento, lo que nos lleva a tomar decisiones poco meditadas y, posiblemente, a resultados desfavorables.

Curiosamente, el sesgo de negatividad puede desempeñar un papel en las creencias sobre la autoeficacia, así como en nuestra autoestima. Durante nuestros años más formativos ya empezamos a desarrollar creencias sobre nuestras capacidades que pueden traducirse en cambios en nuestro rendimiento. Para medirlo, Müller-Pinzler y sus colegas construyeron la tarea de "aprendizaje del propio rendimiento" (o LOOP, por sus siglas en inglés), en la que los participantes recibían información directa sobre sus capacidades. Descubrieron que los individuos muestran un sesgo de negatividad hacia la actualización de su propio rendimiento, pero cuando escuchan los comentarios sobre el rendimiento de los demás, atienden por igual a la información positiva y negativa.

Aunque esto puede ayudarnos a reconocer nuestros errores, los autores advierten de que el sesgo de negatividad no es algo que deba tomarse a la ligera. Atender principalmente a la información negativa y darle más peso puede llevarnos a formarnos creencias perjudiciales sobre nuestra competencia y capacidad general. Esto puede contribuir a la baja autoestima y la ansiedad, contagiando muchos aspectos de nuestras vidas.17

Efectos sistémicos

Ser demasiado reacio al riesgo y dejar que el sesgo de negatividad nuble la toma de decisiones puede tener consecuencias importantes en los resultados. Para las empresas en mercados competitivos y volátiles, el sesgo de negatividad puede afectar significativamente a las ventajas competitivas.

Un ejemplo de los retos sistémicos derivados del sesgo de negatividad puede verse en el caso de Kodak, que en su día fue la empresa líder mundial en fotografía con película. Cuando el mercado empezó a inclinarse hacia la fotografía digital, Kodak se mostró demasiado reacia al riesgo como para innovar sus productos. El sesgo negativista impidió a Kodak aprovechar su ventaja competitiva y su presencia en el mercado para seguir desarrollándose y mantener el éxito general. En su lugar, Kodak se centró en lo que identificaba como su principal punto fuerte, la fotografía con película, que con el tiempo se convirtió en una industria obsoleta. Esta decisión empresarial hizo que Kodak perdiera su posición competitiva frente a empresas fotográficas rivales como Sony, Fujifilm y Canon, todas ellas adaptadas al cambiante panorama fotográfico. Como consecuencia, Kodak se declaró en quiebra en 2002.5

El sesgo de negatividad puede impedir que las organizaciones innoven y asuman los riesgos necesarios para adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores. Al evitar que el sesgo de negatividad nuble la toma de decisiones, las empresas y los individuos pueden tomar decisiones mejores y calculadas sin prejuicios.

Cómo afecta al producto

Como ya se ha comentado, el sesgo de negatividad puede frenar a las empresas a la hora de explorar otras iniciativas. Es estratégico sopesar los pros y los contras antes de iniciar un nuevo proyecto, pero retrasarlo demasiado puede hacer que las empresas pierdan su ventaja o desaprovechen la entrada ideal en un nuevo mercado.

El sesgo negativo también desempeña un papel importante en la reputación de las marcas y las opiniones de los clientes. Dado que somos propensos a prestar más atención a la información negativa, incluso unas pocas críticas negativas de un producto pueden hacer que un consumidor se lo piense dos veces antes de invertir en ese artículo o servicio. Dejamos que este tipo de información nos afecte más, lo que nos lleva a dar más importancia a las reseñas negativas. Gestionar y responder a las reseñas negativas de forma constructiva y pública puede ayudar a mitigar estos efectos. Demostrar a los clientes potenciales que respalda su producto y que confía en su capacidad para resolver cualquier problema también puede aumentar la fidelidad a la marca y animar a nuevos consumidores a probar su producto.

Prejuicios negativos e IA

Los algoritmos de las redes sociales están diseñados para ofrecer contenidos similares a aquellos con los que interactuamos a diario. En general, prestamos más atención a los medios negativos y, cuando se nos presenta este tipo de contenido, tendemos a reaccionar con más fuerza.15 Cuanto más tiempo pases leyendo y participando en un tipo específico de publicación o vídeo, más aparecerá ese tipo de contenido en tus noticias y pestañas recomendadas. Como estamos predispuestos a centrarnos más en los contenidos negativos, los procesamos con más atención que los estímulos positivos, por lo que les dedicamos más tiempo.16 Al hacer esto, determinadas noticias o fuentes son empujadas a nuestros feeds, lo que nos permite consumir el mismo tipo de contenido.

Sin embargo, lo bueno de los algoritmos es que pueden cambiar. Al interactuar con noticias positivas junto con contenidos más serios o negativos, uno puede diversificar sus feeds y aportar un poco más de positividad a su experiencia en las redes sociales.

Por qué ocurre

Paul Rozin y Edward Poyzman, los investigadores que acuñaron el sesgo de negatividad, han identificado cuatro elementos que explican por qué se manifiesta el sesgo: potencia negativa, gradientes negativos más pronunciados, dominancia de la negatividad y diferenciación negativa.6

Potencia negativa

La potencia negativa describe la idea de que, aunque los acontecimientos o recuerdos negativos y positivos pueden ser iguales en magnitud o emotividad, no son necesariamente igual de destacados. En pocas palabras, estos acontecimientos nos llaman la atención. Sentimos mucho más las consecuencias de los sucesos negativos.6

Gradientes negativos más pronunciados

Rozin y Royzman se refieren a los gradientes negativos y positivos como la pendiente emocional percibida de un acontecimiento. Por ejemplo, una próxima operación dental se considera cada vez más negativa a medida que se acerca la fecha de la cita, lo que significa que existe un gradiente negativo pronunciado. Los investigadores descubrieron que los acontecimientos positivos tienen un gradiente más plano que los adversos6.

Negatividad Dominio

Rozin y Royzman describen el predominio negativo como la tendencia de los acontecimientos ambiguos a inclinarse hacia una interpretación global negativa. Esta interpretación eclipsa la suma media real de nuestros componentes positivos y negativos. En resumen, solemos ver el conjunto de un acontecimiento o momento como más negativo que la suma de sus partes.6

Diferenciación negativa

La diferenciación negativa afirma que, puesto que los acontecimientos negativos son más complicados que sus homólogos positivos, requerimos una movilización más importante de recursos cognitivos para minimizar las consecuencias del acontecimiento y afrontar la experiencia, lo que la convierte en una vivencia más memorable e intensa.7

La diferenciación negativa es coherente con investigaciones sustanciales que indican que las emociones negativas son más complicadas que las positivas. Los estudios de investigación han sugerido que, como resultado de esta complejidad, el vocabulario humano que describe las emociones y los acontecimientos negativos es mucho más vibrante y descriptivo que el vocabulario positivo.8

Por qué es importante

El sesgo de negatividad afecta significativamente a la forma en que tomamos decisiones, nos motivamos e interactuamos entre nosotros.

Toma de decisiones

Debemos ser conscientes del sesgo de negatividad, ya que puede afectar significativamente a nuestra capacidad para tomar decisiones. A la hora de tomar decisiones, las personas que caen presas del sesgo de negatividad suelen dar más importancia o centrarse demasiado en los posibles costes o aspectos negativos de un resultado1.

Motivación

Las investigaciones psicológicas sugieren que el sesgo de negatividad influye en nuestra motivación y capacidad para completar tareas. Tenemos más motivación para completar un trabajo cuando intentamos evitar una pérdida que si nos motiva ganar algo. El hecho de que una acción se enmarque en un contexto positivo o negativo puede cambiar nuestra motivación para completar una tarea.9

Cómo evitarlo

Para evitar el sesgo de negatividad, primero debemos entender el sesgo y reconocer cómo puede desarrollarse en nuestro pensamiento y toma de decisiones. Una vez adquirida una comprensión general, podemos hacer lo siguiente para evitar el sesgo negativo:

Mindfulness

Un estudio realizado en 2011 por Kiken y Shook descubrió que la práctica de la respiración consciente, una forma de meditación, aumentaba los juicios positivos y generaba mayores niveles de optimismo en los participantes. En comparación con otros grupos de control, los participantes que practicaban la respiración consciente obtuvieron mejores resultados en pruebas que les exigían categorizar estímulos positivos. Los investigadores identificaron que la práctica de mindfulness afecta significativamente al sesgo de negatividad.11

Centrarse en lo positivo

El sesgo de negatividad nos afecta haciéndonos reaccionar con más fuerza a los acontecimientos negativos que a los positivosUn ejercicio para frenar este sesgo consistiría en centrarse en los acontecimientos positivos y saborear esas experiencias para crear recuerdos positivos. Intentar participar plenamente en sensaciones placenteras y reflexionar sobre los acontecimientos positivos que están ocurriendo en ese momento.12

Cómo empezó todo

Se supone que el sesgo de negatividad fue una función evolutiva adaptativa desarrollada por los humanos hace miles de años. Al estar continuamente expuestos a amenazas ambientales inmediatas, nuestros antepasados desarrollaron un sesgo de negatividad para sobrevivir.13

Los psicólogos Paul Rozin y Edward Royzman documentaron por primera vez el sesgo de negatividad en su artículo de 2001, "Negativity Bias, Negativity Dominance, and Contagion". En él se planteaba la hipótesis de que los seres humanos y los animales conceden mayor importancia a las entidades negativas y que esto se manifiesta de cuatro formas diferentes: potencia negativa, gradientes negativos más pronunciados, dominancia de la negatividad y diferenciación negativa. Estos cuatro conceptos han sido ampliamente difundidos y utilizados para analizar el sesgo de negatividad. Los investigadores sugirieron que los acontecimientos adversos parecen ser dominantes, ya que las entidades negativas son más contagiosas que las positivas.6

Ejemplo 1 - Estímulos

Un estudio realizado en 1998 por Tiffany Ito y sus colegas concluyó que los seres humanos reaccionan más intensamente ante estímulos negativos, ya sean imágenes, vídeos o palabras. El estudio se llevó a cabo mostrando a cada participante 33 fotos diferentes y midiendo la actividad eléctrica de sus cerebros para identificar sus respuestas. Los investigadores presentaron imágenes neutras (como un plato y una toma de corriente), fotos positivas (como gente disfrutando) e imágenes negativas (como una pistola apuntando al individuo que sostenía la foto)14.

Los investigadores descubrieron que las imágenes que generaban mayor actividad cerebral, también llamadas potenciales cerebrales relacionados con eventos (ERPs), se producían cuando los participantes sostenían las imágenes negativas. Así, los resultados concluyeron que los individuos respondían de forma natural con mayor intensidad a los estímulos negativos que a los neutros o positivos.3

Ejemplo 2 - Medios de comunicación

Es común tener la sensación de que las noticias están llenas sólo de historias negativas y oscuras. Los investigadores plantearon inicialmente la hipótesis de que la cobertura negativa es más atractiva y llama más la atención de los lectores y clientes potenciales, especialmente en comparación con la cobertura positiva.

La investigación realizada por la Dra. Soroka y sus colegas en 2019 investigó si la demanda de información negativa es tan frecuente como se supone y si ese deseo de historias negativas es globalmente consistente. Su estudio reportó resultados de 17 países diferentes en seis continentes. Específicamente, examinó las reacciones psicofisiológicas al contenido de noticias en video y el efecto en los individuos que consumen estos videos. El estudio concluyó que, en general, los seres humanos se activan más fisiológicamente con las noticias negativas que con las positivas.15

Resumen

Qué es

El sesgo de negatividad es un sesgo cognitivo que explica por qué los acontecimientos o sentimientos negativos suelen tener un impacto más significativo en nuestro estado psicológico que los acontecimientos o sentimientos positivos, incluso cuando son de igual proporción. El sesgo de negatividad está estrechamente relacionado con la aversión a la pérdida, un sesgo cognitivo que describe por qué el dolor de perder es psicológicamente el doble de poderoso que el placer de ganar.

Por qué ocurre

Los investigadores Paul Rozin y Edward Poyzman, han identificado cuatro elementos que explican por qué se manifiesta el sesgo de negatividad: potencia negativa, gradientes negativos más pronunciados, dominancia de la negatividad y diferenciación negativa.

Ejemplo 1 - Estímulos

Una investigación realizada por Ito y sus colegas en 1998 descubrió que los participantes en el estudio respondían más intensamente a los estímulos negativos que a los positivos o neutros. El estudio se llevó a cabo mostrando a cada participante 33 fotos diferentes y midiendo la actividad eléctrica de sus cerebros para identificar sus respuestas. El estudio de investigación descubrió que las imágenes que generaban más actividad cerebral se producían cuando los participantes veían las imágenes negativas.

Ejemplo 2 - Medios de comunicación

La cobertura de noticias negativas es más atractiva y llama más la atención de los lectores, por lo que los ciclos de noticias se centran globalmente en historias negativas. Un estudio realizado por la Dra. Soroka y sus colegas en 2019 evaluó la demanda global de información negativa en los ciclos de noticias de 17 países. Su investigación descubrió que, a nivel mundial, el ser humano medio se activa fisiológicamente más con las noticias negativas que con las positivas.

Cómo evitarlo

Para evitar el sesgo de negatividad, después de comprenderlo, podemos prevenirlo utilizando las siguientes técnicas. En primer lugar, podemos reconocer el sesgo de negatividad o el exceso de atención a los pensamientos negativos e intentar cuestionarlos y sustituirlos por otros útiles. El uso de técnicas como la técnica ABC de Albert Ellis puede ayudar en este sentido. Además, practicar la atención plena y centrarse en pensamientos positivos puede ayudar a reducir el sesgo de negatividad.

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Referencias

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  8. Peeters, Guido (1971). "La asimetría positivo-negativo: Sobre la consistencia cognitiva y el sesgo de positividad". Revista Europea de Psicología Social. 1 (4): 455–474. doi:10.1002/ejsp.2420010405.
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  17. Müller-Pinzler, L., Czekalla, N., Mayer, A. V., Stolz, D. S., Gazzola, V., Keysers, C., Paulus, F. M., & Krach, S. (2019). Negatividad-prejuicio en la formación de creencias sobre las propias habilidades. Scientific Reports, 9(1). https://doi.org/10.1038/s41598-019-50821-w
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