¿Por qué espaciar la repetición de la información aumenta las probabilidades de recordarla?

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Efecto retardado

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Bias

¿Qué es el efecto retardado?

El efecto de retardo sugiere que retenemos mejor la información cuando hay pausas más largas entre las presentaciones repetidas de esa información.

Dónde se produce este sesgo

Mientras estás en el trabajo, tu pareja te envía un mensaje de texto para recordarte que tienes que recoger la ropa de la tintorería de camino a casa. Para acordarte, te repites tres veces "recoger la tintorería después del trabajo". Luego continúas con tus tareas laborales.

Cuando llegas a casa, tu pareja te pregunta dónde está la tintorería. ¡Caramba! ¿Cómo has podido olvidarte de recogerla si no dejabas de repetírtelo?

Según las investigaciones, la repetición sucesiva no es en realidad la mejor manera de retener la información. El efecto retardado sugiere que cuanto más tiempo pase entre repeticiones de información, más probabilidades tendremos de memorizarla. Eso significa que sería mejor que nos dijéramos a nosotros mismos "Recoge la ropa de la tintorería después del trabajo", termináramos una tarea y volviéramos a repetir "Recoge la ropa de la tintorería después del trabajo", ya que el lapso entre repeticiones nos hace más propensos a recordar la información más adelante.

Efectos individuales

Si no somos conscientes del efecto retardado, podríamos utilizar métodos para retener la información que no son eficaces. Muchas técnicas de aprendizaje y estudio no tienen en cuenta el efecto retardado.

Por ejemplo, "empollar", cuando repasamos información rápida y repetidamente justo antes de un examen, suele implicar repeticiones sucesivas. Por desgracia, olvidamos rápidamente la información que "empollamos".

No conocer el efecto retardado también puede hacer que tomemos decisiones en nuestra vida cotidiana que nos lleven al olvido. Podemos pensar que si tenemos que recordar 21 artículos de la compra, nos resulta más fácil dividir la lista en tres listas más cortas con siete artículos cada una y repetir cada lista pequeña unas cuantas veces antes de pasar a la siguiente. Sin embargo, esto reduce el tiempo entre la repetición de la información, ya que nos encontraríamos con el primer artículo de la compra después de sólo otras seis palabras en lugar de otras 20. De acuerdo con el efecto de desfase, es menos probable que recuerdes los productos más adelante.

Puesto que se espera de nosotros que recordemos información tanto en nuestra vida personal como profesional, no ser conscientes de las formas en que nuestro cerebro retiene la información puede hacer que no tengamos una memoria óptima.

Efectos sistémicos

Aunque individualmente podemos intentar espaciar las repeticiones de información para activar el efecto de desfase, a menudo, la forma en que se nos enseña o presenta la información no está bajo nuestro control.

Puede parecer más intuitivo que si repetimos la información inmediatamente, es más probable que se grabe en la memoria. Sin embargo, al ser conscientes de este efecto, los educadores pueden asegurarse de dejar suficiente tiempo entre repeticiones para que sus alumnos tengan la mejor oportunidad de memorizarla. Los profesores pueden espaciar las sesiones de repaso o combinar la información que hay que recordar con otras actividades para aumentar el lapso entre repeticiones.

Por qué ocurre

Se han propuesto dos explicaciones principales de por qué se produce el efecto de desfase.

La primera sugiere que cuanto más tiempo pasa entre repeticiones de información, más probable es que la codifiquemos y contextualicemos de forma diferente.1 Puesto que las repeticiones se representan de forma diferente en nuestra mente, tenemos más posibilidades de recordarla más tarde porque podemos recordar cualquiera de las dos representaciones.

Por ejemplo, la primera vez que encontramos la palabra "jardín" podemos asociarla con el cultivo de hortalizas. Luego vemos otras palabras como "concierto" o "reunión", y cuando "jardín" se repite de nuevo, podemos pensar en el Madison Square Garden. Al codificar la información con dos asociaciones distintas, es más probable que la recordemos más tarde, porque podemos recordar tanto el cultivo de hortalizas como el Madison Square Garden.

Es lo que se conoce como "variabilidad contextual" y se cree que es una de las causas del efecto de desfase.1 Esta explicación también puede aportar pruebas del efecto de los niveles de procesamiento, que sugiere que cuando la información se codifica a un nivel más profundo, es más probable que la recordemos más adelante. La información que se codifica de dos formas distintas puede codificarse en un nivel profundo a través de múltiples asociaciones semánticas.

La segunda explicación, el "procesamiento deficiente", supone que el efecto de desfase se produce porque no somos capaces de codificar la segunda repetición de la información al mismo nivel que la primera presentación de la información si las repeticiones están demasiado próximas.2 El procesamiento deficiente puede producirse porque estamos habituados a la información o porque es menos probable que prestemos atención a la información repetida cuando sigue de cerca a la primera presentación porque nuestro cerebro piensa que ya hemos registrado la información.

Por qué es importante

El efecto retardado tiene consecuencias en nuestra vida educativa, profesional y personal. Constantemente se nos presenta información que tenemos que recordar. Puede ser en forma de tener que recordar 20 palabras en francés para un examen, tener que recordar los datos que necesitamos para una presentación o tener que acordarnos de recoger la ropa de la tintorería. Independientemente del contexto, tener una buena memoria es un componente vital de la vida cotidiana.

Dado que el efecto retardado puede influir en el recuerdo de la información, debemos asegurarnos de que entendemos cómo funcionan nuestro cerebro y nuestra memoria. Si conocemos el efecto retardado, podemos asegurarnos de que dejamos pasar más tiempo antes de volver a examinar o repetir la información que intentamos recordar. Utilizar técnicas que activen el efecto retardado significa que podemos ser más eficaces a la hora de memorizar información.

Cómo evitarlo

Dado que el efecto retardado es un sesgo cognitivo positivo que nos ayuda a recordar mejor la información, conviene tenerlo en cuenta en nuestras técnicas de aprendizaje y estudio. Según el efecto retardo, para mejorar el recuerdo de la información, debemos dejar más tiempo entre repeticiones.

La repetición sigue siendo importante para retener la información, pero la repetición sucesiva no es la forma más eficaz de aprender. En su lugar, debe haber intervalos entre las repeticiones. Los lapsos pueden aumentarse espaciando las sesiones de estudio o intercalando la información que intentas recordar con otro material.

Cómo empezó todo

El efecto de desfase está asociado al efecto de espaciamiento, que sugiere que el aprendizaje es más eficaz cuando las sesiones de estudio están espaciadas que cuando las sesiones son sucesivas. El efecto de retardo lleva el efecto de espaciamiento un paso más allá, diciendo que cuanto más tiempo pase entre sesiones de estudio espaciadas, mejor será el rendimiento.

En 2005, el Dr. Michael Kahana, un influyente psicólogo conductista, quiso examinar si cuanto mayor era el "desfase" entre las sesiones de aprendizaje, mejor se recordaba la información.1

Para examinar si el tiempo transcurrido entre las sesiones de aprendizaje afectaba al recuerdo, Kahana realizó un estudio en el que se presentaba a los participantes listas de palabras que se repetían varias veces. Después se les pedía que recordaran las palabras que habían visto. Se dividió a los participantes en tres grupos, cada uno con un "desfase" diferente. El primer grupo, denominado "masificado", vio cada palabra repetida tres veces sucesivas. El segundo grupo, el "espaciado-corto", vio cada palabra con otras dos a seis palabras entre medias antes de encontrarse con una palabra repetida. El último grupo, el "espaciado-largo", vio cada palabra con entre seis y veinte palabras antes de encontrar una palabra repetida.

Kahana descubrió que el recuerdo mejoraba cuanto mayor era el intervalo entre la repetición de las palabras. El recuerdo de los participantes en la condición espaciada-larga era un 15% mejor que el de los participantes en la condición masiva.1 Aunque el efecto de espaciamiento describe cómo retenemos mejor la información cuando hay un espacio entre la presentación de esa información, este experimento demostró que la longitud -o el desfase- de ese espacio también influye en la memoria.

Ejemplo 1 - Tiempo y pruebas

Los educadores suelen estar sometidos a grandes restricciones de tiempo, ya que disponen de un tiempo limitado para asegurarse de que los alumnos aprenden el material necesario. Por ello, no pueden dedicar varias sesiones a repetir la información.

La Dra. Carolina Küepper-Tetzel, experta en estudiar cómo influyen nuestros procesos cognitivos en el aprendizaje, reconoció la dificultad a la que se enfrentan los educadores.3 Quería evaluar cuál sería el momento más eficaz para la repetición, de modo que los educadores pudieran gestionar su tiempo de la forma más eficaz. Para determinar cuál era el mejor método de aprendizaje repetido, estudió cómo influía el efecto retardo en el aprendizaje del vocabulario en clase.

Para comprobarlo, realizó un experimento con 65 alumnos de sexto de primaria de habla alemana. Todos los alumnos recibieron 26 pares de vocabulario inglés-alemán en una sesión inicial en la que no se les permitió tomar notas, con el fin de aislar el efecto de desfase como única técnica que influye en el recuerdo. A continuación, los estudiantes tuvieron una sesión de repaso el mismo día que la sesión inicial (grupo de 0 días de retraso), un día después de la sesión inicial (grupo de 1 día de retraso) o 10 días después de la sesión inicial (grupo de 10 días de retraso). Para finalizar el experimento, los alumnos realizaron un examen siete o 35 días después de la última sesión de aprendizaje.

La Dra. Küepper-Tetzel descubrió que, para los alumnos que realizaron el examen siete días después de su última sesión de aprendizaje, el tiempo de retraso ideal era de un día, ya que los alumnos del grupo de 1 día de retraso eran los que mejor recordaban los pares alemán-inglés. Sin embargo, en el caso de los alumnos que realizaron el examen 35 días después de su última sesión de aprendizaje, tanto el grupo con 1 día de retraso como el grupo con 10 días de retraso obtuvieron resultados significativamente mejores que el grupo con 0 días de retraso. A partir de estos resultados, la Dra. Küepper-Tetzel llegó a la conclusión de que el tiempo óptimo para que los profesores repitan la información a los alumnos oscila probablemente entre uno y diez días.3

Este estudio demuestra que la repetición inmediata es la forma menos eficaz que tienen los profesores de garantizar que sus alumnos retengan la información, y que deben dejar al menos un día entre repeticiones. También sugiere que el efecto de desfase es más prominente cuanto más lejos está el examen, lo que sugiere que el efecto de desfase tiene un mayor impacto para la memoria a largo plazo.

Ejemplo 2 - Información que se repite inmediatamente

Hay muchos estudios que han aportado pruebas de que el efecto de desfase existe, pero son menos los que han tratado de precisar los mecanismos que lo explican. Una estudiante de doctorado, Natalie Koval, interesada en cómo influye el efecto de desfase en el aprendizaje de una segunda lengua, quería entender mejor la explicación del procesamiento deficiente que se cree que está detrás del efecto de desfase.4 Estaba especialmente interesada en la explicación del procesamiento deficiente porque se cree que la atención es un factor importante en la adquisición de vocabulario en una segunda lengua.

Koval dividió a sus participantes en un grupo de condición masiva, en el que los participantes veían palabras nuevas en finés repetidas en cuatro frases consecutivas, y un grupo de condición espacial, en el que las palabras nuevas en finés sólo se repetían después de haber leído otras 25 frases. Los participantes podían pasar a la siguiente palabra con la barra espaciadora. Mientras los participantes realizaban la tarea, se registraban sus movimientos oculares con un rastreador especial.

Koval descubrió que el tiempo total de lectura del grupo de la condición masiva era inferior al tiempo total de lectura del grupo de la condición espaciada. Esto demostró que, en general, se presta menos atención a la información cuando hay una exposición sucesiva repetida a la misma. Además, los movimientos oculares registrados mostraron que la duración de la mirada disminuía en ambos grupos para cualquier repetición sucesiva, pero de forma mucho más drástica en el grupo de condición masificada.4

Estos resultados sugieren que una de las razones del efecto de desfase es que en realidad dedicamos menos tiempo a procesar la información que acabamos de ver, quizá porque nuestro cerebro piensa que ya la hemos procesado. Este error cognitivo supone una barrera para la adquisición de una segunda lengua, ya que Koval descubrió que los participantes recordaban peor las palabras en finés cuando habían estado en la condición de masas que cuando habían estado en la condición de espacios.

Resumen

Qué es

El efecto de retardo describe la probabilidad de que recordemos mejor la información cuando aumenta el tiempo entre exposiciones repetidas a esa información. El efecto retardo demuestra que la repetición sucesiva no es la forma más eficaz de retener la información.

Por qué ocurre

Existen varias teorías sobre por qué se produce el efecto de desfase. Dos de las más destacadas son la teoría de la variabilidad contextual y la del procesamiento deficiente.

La variabilidad contextual describe el hecho de que cuando la repetición de la información es más espaciada, es más probable que contextualicemos y codifiquemos la información de forma diferente cada vez. Como se han formado múltiples asociaciones con la información, puede que nos resulte más fácil recordarla.

La hipótesis del procesamiento deficiente sugiere que el efecto de desfase se produce porque codificamos peor la información a la que acabamos de estar expuestos. Esto puede deberse a que prestamos menos atención cuando algo se repite inmediatamente que si se repite con cierto retraso.

Ejemplo 1 - El efecto retardado tiene un mayor impacto en el recuerdo a largo plazo

Los profesores deben ser conscientes del efecto de desfase para gestionar su tiempo de la forma más eficaz, repitiendo la información tras el desfase más óptimo para obtener los mejores resultados en los exámenes. Si la información debe recordarse pronto, un día de intervalo entre las repeticiones puede ser lo más adecuado, pero si el examen se realiza mucho más tarde, cuanto más tiempo transcurra entre las sesiones de estudio, mejores serán los resultados.

Ejemplo 2 - El efecto retardado puede deberse a una atención reducida

Se cree que el efecto de desfase se debe en parte al argumento del procesamiento deficiente. El procesamiento deficiente es un obstáculo para el aprendizaje del vocabulario de una segunda lengua, porque nos lleva a dedicar menos tiempo a leer y codificar la información cuando se repite inmediatamente. Cuando prestamos menos atención a la información, es menos probable que la memoricemos.

Cómo activarlo

El efecto de desfase puede activarse evitando las técnicas de estudio que implican una repetición sucesiva inmediata, como el empollamiento. En su lugar, debemos utilizar técnicas que espacien el tiempo entre la repetición de la información. Una forma sencilla de activar el efecto retardado es espaciar las sesiones de estudio a lo largo de varios días.

Referencias

  1. Kahana, M. J., & Howard, M. W. (2005). Spacing and lag effects in free recall of pure lists. Psychonomic Bulletin & Review12(1), 159-164. https://doi.org/10.3758/bf03196362
  2. Hintzman, D. L. (1976). Repetition and memory. Psychology of Learning and Motivation10(1), 47-91. https://doi.org/10.1016/s0079-7421(08)60464-8
  3. Küpper-Tetzel, C. E., Erdfelder, E., & Dickhäuser, O. (2014). The lag effect in secondary school classrooms: Enhancing students’ memory for vocabulary. Instructional Science42(3), 373-388. https://doi.org/10.1007/s11251-013-9285-2
  4. Koval, N. G. (2019). Testing the deficient processing account of the spacing effect in second language vocabulary learning: Evidence from eye tracking. Applied Psycholinguistics40(05), 1103-1139. https://doi.org/10.1017/s0142716419000158
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