¿Por qué pagar sin dinero físico aumenta la probabilidad de que compremos algo?

El efecto "sin efectivo

explicó.
Bias

¿Qué es el efecto "sin dinero"?

El efecto cashless describe nuestra tendencia a estar más dispuestos a pagar cuando no hay dinero físico implicado en una transacción. Significa que es más probable que compremos algo con una tarjeta de crédito que si tenemos que pagarlo en efectivo.1

Dónde se produce este sesgo

Este efecto se produce en cualquier escenario en el que utilicemos formas digitales de pago en lugar de efectivo, que hoy en día constituye la mayor parte de nuestras transacciones. Por desgracia, ya se trate de una compra grande o pequeña, es probable que gastemos más dinero cuando no tenemos que entregarlo físicamente.

Por ejemplo, imagine que está en Best Buy mirando un televisor de 899 dólares. Es muy poco probable que se decidiera a comprarlo si tuviera que pagarlo en efectivo. Por un lado, tendrías que llevar mucho dinero encima, lo que puede ser inseguro, y por otro, te resultaría mucho más difícil deshacerte de un fajo de billetes que dar a alguien tu tarjeta de crédito. En segundo lugar, puede que en realidad no tengas 899 dólares ahorrados para usarlos. Pero, si puedes utilizar una tarjeta de crédito, no necesitas disponer de ese dinero inmediatamente. Así que sigues adelante con la compra.

Efectos individuales

Los pagos digitales no sólo indican un cambio en el método con el que realizamos nuestras transacciones; el efecto "sin efectivo" significa que las transacciones digitalizadas nos hacen cambiar nuestros hábitos de gasto. Somos mucho más sueltos con nuestro dinero cuando solo existe en una forma digital evasiva, y a menudo gastamos dinero que no gastaríamos si tuviéramos que realizar la misma transacción con efectivo físico.2

El efecto "sin dinero" es peligroso porque puede llevarnos a gastar más de la cuenta. Hacemos grandes compras con la tarjeta de crédito a gusto, porque nos cuesta más entender el valor del dinero cuando no es tangible. A menudo olvidamos que una tarjeta de crédito es literalmente una línea de crédito, que luego tenemos que devolver. El efecto "sin efectivo", porque acabamos gastando más dinero del que realmente tenemos, puede hacer que nos endeudemos rápidamente. Aparte de los inconvenientes financieros de la deuda, la investigación también ha demostrado que las personas que tienen deudas tienen el doble de probabilidades de sufrir depresión y trastornos de ansiedad.3

Cuando las transacciones son digitales, también significa que hay un rastro digital de toda nuestra actividad. Perdemos el anonimato y la capacidad de realizar transacciones discretas.4 Las plataformas utilizan nuestros hábitos de gasto para enviarnos anuncios específicos, provocando que gastemos aún más dinero, lo que demuestra cómo el efecto sin efectivo puede llevarnos rápidamente a un círculo vicioso de gasto. La pérdida del anonimato a través de la vigilancia financiera también puede dar mucho control al gobierno y reducir nuestra libertad.4

Efectos sistémicos

Esencialmente, la mayor parte del mundo desarrollado opera ahora en una "sociedad sin dinero en efectivo". Aunque las sociedades sin efectivo siempre han existido, en términos de comercio de productos básicos en lugar de dinero en efectivo, en los últimos años, el término ha adquirido un nuevo significado. Nuestro comercio es casi totalmente digital, y el dinero sólo "pasa de mano en mano" a través de Internet.1 Bitcoin es la evolución más reciente de nuestro giro hacia la ausencia total de efectivo.

La omnipresencia del uso de plataformas digitales para los pagos no ha hecho más que aumentar a la luz de la pandemia del COVID-19, y muchos minoristas han llegado a prohibir las transacciones en efectivo por miedo a que el virus se propague a través del dinero que cambia de manos.5 Además de contribuir potencialmente a reducir la propagación del COVID-19, las sociedades sin dinero en efectivo también significan que el efecto "sin dinero en efectivo" es mucho más prominente hoy en día, y está afectando a muchas más personas. El hecho de que las formas de pago sean cada vez más opacas, como en el caso del bitcoin, también sugiere que los impactos del efecto cashless aumentarán.

El efecto "sin efectivo" se convierte en un verdadero problema cuando los individuos que se ven tentados a gastar más de la cuenta no tienen dinero. Cuando los individuos gastan más porque las transacciones son digitales, a veces son incapaces de devolver ese dinero. Solo en Estados Unidos, la deuda de los consumidores se acercaba a los 14 billones en 2019.6 Esto no solo tiene consecuencias negativas para las personas, sino que, dado que la deuda y los problemas financieros pueden causar mucho estrés, puede provocar un aumento de los costes sanitarios para el Gobierno federal.3

Por qué ocurre

El efecto cashless se produce porque no nos cuesta tanto desprendernos del dinero cuando no es tangible. De hecho, se considera doloroso para nosotros desprendernos del dinero físico, ya que sentimos su pérdida, lo que se conoce como "dolor del pago". 1 Esto puede deberse a que el dinero físico tiene un valor más obvio que los pagos digitales, lo que significa que comprendemos más fácilmente a qué estamos renunciando.7

Cuando el dinero se intercambia digitalmente, es más difícil cuantificar de qué nos estamos desprendiendo. Dar a alguien nuestra tarjeta de crédito parece un compromiso mucho menor que entregarle fajos de billetes. Al fin y al cabo, darle a alguien nuestra tarjeta de crédito no es más que entregarle un trozo de plástico, que en sí mismo no vale gran cosa.

Además, a menudo tomamos decisiones miopes sin determinar adecuada y racionalmente los efectos a largo plazo de nuestras decisiones (véase el sesgo de proyección para más información sobre por qué tomamos decisiones basadas en gustos a corto plazo). Si pagamos en efectivo, tenemos que desprendernos inmediatamente de nuestro dinero. Sin embargo, si pagamos con tarjeta de crédito u otra forma de pago digital, tenemos más tiempo para reunir ese dinero. Puede parecer un compromiso menor en ese momento, pero el efecto "sin efectivo" nos hace susceptibles de endeudarnos.

Por qué es importante

Los mecanismos de pago no deberían influir en nuestras decisiones de consumo si se tratara de decisiones puramente racionales. Sin embargo, el efecto cashless demuestra que no es así; nuestros hábitos de gasto cambian cuando no tenemos que pagar en efectivo físico. Las decisiones de compra irracionales pueden tener consecuencias negativas, como el gasto excesivo, el endeudamiento y el aumento del estrés.

Los pagos sin efectivo son tan omnipresentes en nuestra sociedad, como demuestra el discurso que sugiere que nos estamos convirtiendo en sociedades sin efectivo. Por tanto, es muy importante que comprendamos cómo el cambio de nuestros métodos de pago modifica nuestro comportamiento como consumidores, para que podamos adaptarnos en consecuencia. Tal vez no podamos evitar el uso de distintas formas de pago, pero si comprendemos que los pagos digitales nos impiden tomar decisiones de compra racionales, podemos ser más cuidadosos sobre cómo y cuándo gastamos nuestro dinero. Ser un poco más diligentes con nuestro comportamiento de consumo conduce a decisiones más óptimas que se ajustan mejor a nuestros presupuestos y objetivos financieros.

Cómo evitarlo

Obviamente, ceñirnos al efectivo como forma de pago nos libraría del efecto cashless. Sin embargo, no siempre es una opción viable. Algunos comercios y restaurantes no aceptan dinero en efectivo, ya sea para evitar las comisiones asociadas a los costes de manipulación de efectivo o para evitar la propagación de enfermedades como el COVID-19. Además, no es conveniente ni seguro llevar encima grandes cantidades de dinero en efectivo. Tampoco es cómodo ni seguro llevar encima grandes cantidades de dinero en efectivo. Entonces, ¿qué podemos hacer?

Podemos utilizar técnicas que nos ayuden a evitar el gasto excesivo en general. Eso puede significar crear un presupuesto o tomarse unos días para reflexionar sobre la decisión de hacer una compra importante. A la hora de asegurarnos de que no gastamos más de la cuenta con una tarjeta de crédito, deberíamos intentar gastar en función del dinero que ya tenemos en nuestra cuenta, en lugar de en función de nuestro límite de crédito. Incluso podemos reducir nuestro límite de crédito para ajustarlo mejor a nuestro presupuesto mensual. En lugar de utilizar las tarjetas de crédito para comprar cosas que no nos podríamos permitir en efectivo, deberíamos pensar si las habríamos comprado de otro modo.8

Otra respuesta puede ser dejar nuestras tarjetas de crédito en casa a menos que tengamos la intención específica de ir de compras. El efecto "sin efectivo" se produce en parte porque nunca tenemos que estar preparados para hacer una compra; no hay necesidad de correr a un cajero automático para comprar un artículo caro, porque podemos usar simplemente nuestra tarjeta. Por eso tomamos decisiones precipitadas de gasto de las que luego nos arrepentimos. Si dejamos las tarjetas de crédito en casa la mayor parte del tiempo, es menos probable que hagamos compras impulsivas.

Cómo empezó todo

El efecto "sin dinero en efectivo" fue estudiado por primera vez por Elizabeth Hirschman, una destacada teórica del marketing y la economía, en 1979.9 Hirschman reconocía que la mayor parte de la investigación sobre el comportamiento de los consumidores se centraba en explorar por qué gastaban las personas, pero ella estaba interesada en cómo gastaban su dinero las personas, pues creía que también podía dar una idea de los hábitos de gasto de los consumidores. Creía que la gente gastaba más cuando utilizaba una tarjeta de crédito que si pagaba en efectivo.

Hirschman realizó su estudio recopilando datos de encuestas realizadas a consumidores que compraban en diferentes sucursales de una cadena de grandes almacenes. Los encuestadores preguntaban a los consumidores sobre los productos que habían comprado y qué método de pago habían utilizado. Tras analizar los datos, Hirschman descubrió que las personas que poseían una tarjeta emitida por el establecimiento o una tarjeta de crédito realizaban compras más grandes que las personas que pagaban en efectivo, y las personas que tenían tanto tarjetas emitidas por el establecimiento como tarjetas de crédito eran las que más gastaban.9

A partir de estos resultados, Hirschman llegó a la conclusión de que el uso de formas de pago alternativas al efectivo se traducía en un mayor gasto, aunque nunca llegó a acuñarlo como el efecto "sin efectivo". También demostró que, cuando disponemos de más métodos de pago, gastamos aún más, lo que sugiere que el efecto "sin dinero en efectivo" no hará sino aumentar a medida que la sociedad encuentre nuevas formas de pagar9.

Ejemplo 1 - Pequeñas compras

Dilip Soman, profesor de la escuela de negocios de la Universidad de Toronto, creía que, a pesar de la reciente proliferación de mecanismos de pago, no se había investigado suficientemente cómo afectaban al comportamiento de los consumidores. Tras interesarse por el estudio de Hirschman, Soman quiso examinar cómo y por qué el uso de métodos sin efectivo afectaba al comportamiento de compra7.

En su estudio, Soman quería demostrar que una de las razones del efecto cashless era que cuando pagamos con un mecanismo de plástico, como una tarjeta de pago, el pago es menos transparente que cuando pagamos en efectivo y es, por tanto, menos doloroso. Quería demostrar que distintos niveles de transparencia modificaban los hábitos de gasto de los consumidores, incluso para una pequeña decisión de compra, lavar la ropa.7

Soman realizó un cuestionario previo a la prueba con personas que lavaban la ropa, preguntándoles si conocían las ventajas de separar los colores de los blancos en la colada. Aunque el 95% estaba de acuerdo en que era mejor, el 64% de los encuestados dijo que no lo hacía porque no quería pagar por dos coladas.7

Soman realizó su estudio en las lavanderías de dos complejos de apartamentos. Anteriormente, la lavandería funcionaba mediante un sistema de monedas, pero recientemente habían cambiado a un sistema de tarjetas de prepago. En ambos casos, una colada costaba un dólar; la diferencia radicaba únicamente en la transparencia del pago, ya que las monedas eran más transparentes que las tarjetas de prepago. Soman examinó cuántos lavanderos separarían su colada ahora que había tarjetas de prepago.7

Soman descubrió que, cuando los participantes pagaban con monedas, el 44% separaba la colada en dos cargas distintas. En cambio, cuando pagaban con la tarjeta de prepago, el 60% de los participantes separaba la colada. Para disipar el efecto de la novedad, Soman volvió a estudiar los hábitos de los lavanderos 16 meses después de la encuesta inicial, y descubrió que entonces el 65% de los participantes separaba la colada. A partir de estos resultados, Soman concluyó que los consumidores gastan más dinero cuando el mecanismo de pago es menos transparente, como en el caso de la tarjeta prepago para lavandería.7

Ejemplo 2 - Comercialización de tarjetas de crédito

La mayoría de nosotros hemos oído hablar del experimento de Pavlov, en el que un perro llega a salivar al oír el sonido de una campana después de que ésta haya sonado repetidamente cuando se le sirve comida. Aunque no seamos susceptibles de babear al ver comida, los humanos podemos vernos afectados de forma similar por la asociación de estímulos a ciertos hábitos, y esto puede contribuir al efecto "sin dinero".

Richard Feinberg, uno de los principales nombres de la economía política internacional, realizó un estudio en 1986 en el que examinaba si las tarjetas de crédito y sus logotipos actuaban como estímulo del gasto. Feinberg creía que, mediante el uso repetido, las tarjetas de crédito podían provocar un mayor gasto. Creía que incluso la presencia del logotipo de una tarjeta de crédito influiría en la gente para gastar más10.

Feinberg realizó su experimento con 60 estudiantes universitarios, divididos en dos grupos. A ambos grupos se les dijo que el experimento versaba sobre las actitudes hacia los productos de consumo, y se les pidió que vieran fotos de varios productos y respondieran después a preguntas sobre ellos. Un grupo, el experimental, vio tarjetas de crédito junto a las fotos de los productos, pero se les dijo que no formaba parte del experimento.

Después de ver los productos, se preguntó a ambos grupos cuánto dinero estarían dispuestos a gastar en cada producto. Feinberg descubrió que, para cada uno de los siete productos que se habían mostrado a los participantes, los que habían visto el estímulo de la tarjeta de crédito respondieron sistemáticamente que estarían dispuestos a gastar más que los que no lo habían visto. Por tanto, Feinberg llegó a la conclusión de que las tarjetas de crédito, o los logotipos de las tarjetas de crédito, pueden producir a veces reacciones de gasto suplementarias.10

El estudio de Feinberg sugiere que una de las razones por las que se produce el efecto "sin dinero en efectivo" es que asociamos las tarjetas de crédito con el gasto y, por tanto, nos sentimos más fácilmente incitados a gastar dinero cuando las utilizamos.

Resumen

Qué es

El efecto cashless describe nuestra tendencia a gastar más dinero cuando utilizamos métodos de pago que no requieren dinero en efectivo.

Por qué ocurre

Son muchos los factores que contribuyen al efecto "sin efectivo". Se cree que es menos doloroso utilizar formas de pago no tangibles, como la tarjeta de crédito, posiblemente porque la transacción es menos transparente. Las tarjetas de crédito también nos permiten gastar dinero que aún no hemos adquirido, lo que significa que podemos gastar más que si tuviéramos que pagar en efectivo. A medida que nos acostumbramos a utilizar las tarjetas de crédito como forma de pago, también puede acabar actuando como estímulo para el gasto.

Ejemplo 1- Efecto caja y pequeñas compras

Es comprensible que el uso de tarjetas de crédito u otras formas digitales de pago nos haga más propensos a hacer grandes compras, puesto que es posible que no tengamos ya el dinero en nuestras cuentas. Sin embargo, se ha demostrado que el efecto cashless se produce incluso en compras tan pequeñas como de un dólar, y en actividades de compra sencillas del día a día, como hacer la colada.

Ejemplo 2 - Las tarjetas de crédito como estímulo del gasto

Incluso un logotipo de una empresa de tarjetas de crédito podría bastar para inducir el efecto "sin dinero". Cuando nos acostumbramos a utilizar las tarjetas de crédito como forma de pago, llegamos a asociarlas con gastar dinero. Como resultado, cuando vemos la parafernalia de las tarjetas de crédito, es posible que gastemos más dinero, ya que la tarjeta de crédito actúa como un estímulo al igual que la campana en el estudio de Pavlov.

Cómo evitarlo

Es difícil evitar el uso de formas digitales de pago en nuestra sociedad moderna. Los consejos más prácticos pueden ser más parecidos a cualquier técnica utilizada para evitar gastar más de la cuenta, como crear un presupuesto e intentar no tomar decisiones precipitadas sobre grandes compras. Una forma de evitar hacer compras impulsivas con nuestras tarjetas de crédito sería dejarlas en casa a menos que sepamos que las necesitamos. Para que nos resulte más fácil ceñirnos a nuestro presupuesto, también podemos fijar nuestro límite de crédito en función de lo que queramos gastar en un mes.

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Referencias

  1. Clinehens, J. (2020, May 3). The Cashless Effect: How eliminating the “pain of payment” can improve your experience. Medium. https://medium.com/choice-hacking/the-cashless-effect-how-eliminating-the-pain-of-payment-can-improve-your-experience
  2. (2020, September 1). Cashless effect. Retrieved September 17, 2020, from https://www.coglode.com/gem/cashless-effect
  3. Melford, G. (2019, January 11). Solving the Consumer Debt Crisis. The Aspen Institute. https://www.aspeninstitute.org/blog-posts/solving-the-consumer-debt-crisis/
  4. Bond, C. (2020, August 3). Why The Idea Of A 'Cashless Society' Is So Dangerous. Huffington Post. https://www.huffingtonpost.ca/entry/cashless-society-dangers-racist_l_5f234e95c5b68fbfc880de22
  5. Kale, S. (2020, June 24). ‘You can’t pay cash here’: how our newly cashless society harms the most vulnerable. The Guardian. https://www.theguardian.com/money/2020/jun/24/you-cant-pay-cash-here-how-cashless-society-harms-most-vulnerable
  6. org. (2019, November 7). Key Figures Behind America’s Consumer Debt. https://www.debt.org/faqs/americans-in-debt/
  7. Soman, D. (2003). The Effect of Payment Transparency on Consumption: Quasi-Experiments from the Field. Marketing Letters, 14(3), 173-183. https://www-2.rotman.utoronto.ca/facbios/file/transparency.pdf
  8. Irby, L. (2020, January 31). How to Avoid Credit Card Overspending. The Balance. https://www.thebalance.com/7-tips-to-avoid-credit-card-overspending-4088405
  9. Hirschman, E. C. (1979). Differences in Consumer Purchase Behavior by Credit Card Payment System. Journal of Consumer Research, 6(1), 58-66.
  10. Feinberg, R. (n.d.). Credit Cards as Spending Facilitating Stimuli: A conditioning interpretation. Journal of Consumer Research, 13(1), 348-356.
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