Previsión afectiva

La idea básica

En un momento u otro, es probable que todos hayamos experimentado algo que nos hizo sentir que el mundo se acababa. Ya sea el final de una relación sentimental, la pérdida de un familiar, no conseguir el trabajo soñado o cualquier otra cosa subjetivamente devastadora, a veces sentimos que nunca nos recuperaremos. La previsión afectiva, también conocida como previsión hedónica, se refiere a las predicciones de cómo nos sentiremos ante futuros acontecimientos emocionales.1

Si algo sabemos de los juicios humanos y la toma de decisiones es que pueden ser erróneos, y la previsión afectiva no es diferente.2 Por lo general, las personas tienden a sobrestimar tanto la fuerza como la duración de sus reacciones emocionales.1 Esto se debe a que las personas incurren en focalismo, pensando en el impacto de los acontecimientos de forma aislada, y en negligencia inmunológica, ignorando las técnicas que utilizamos para aliviar los sentimientos. El sesgo del impacto -sobreestimar el impacto de un acontecimiento- nos hace juzgar mal la rapidez y la fuerza de nuestros mecanismos de afrontamiento. En realidad, nos adaptamos más fácilmente de lo que cabría esperar.

Tanto si las personas sobrevaloran lo bien o lo mal que se sentirán, como si sobrevaloran la rapidez con la que surgirán esos sentimientos o subestiman la rapidez con la que se disiparán, lo importante es que sobrevaloran la fuerza con la que el acontecimiento afectará a su vida emocional.


- Timothy Wilson y Daniel Gilbert en su obra "Affective Forecasting".

Términos clave

Predicción afectiva: Predicción del propio afecto (estado emocional) en el futuro.

Focalismo: los seres humanos tienden a pensar en el impacto de un acontecimiento de forma aislada, en lugar de en otros factores que podrían contrarrestar la emoción.

Descuido inmunológico: Aunque los humanos podemos racionalizar y adoptar prejuicios egoístas para deshacernos de los sentimientos negativos, no los tenemos en cuenta a la hora de predecir cómo nos sentiremos.

Sesgo de impacto: Sobreestimación del impacto duradero de los acontecimientos que causan emociones.

Historia

El psicólogo israelí Daniel Kahneman suele ser citado en el campo de la economía del comportamiento y la investigación sobre la toma de decisiones por su trabajo sobre la previsión afectiva. Kahneman y su colega la psicóloga Jackie Snell idearon el concepto de previsión hedónica en su artículo de 1992, "Predicting a changing taste: Do people know what they will like? "3 En el artículo de Kahneman y Snell, la previsión hedónica se refería a las previsiones implícitas o explícitas de utilidad en el futuro, definiendo la utilidad como la calidad e intensidad de las experiencias hedónicas asociadas a un resultado. Esencialmente, Kahneman y Snell se centraron en las predicciones de las personas sobre cuánto placer experimentarían con una determinada decisión.

Sin embargo, los seres humanos no siempre se alegran de los resultados de su toma de decisiones.4 Conscientes de ello, los psicólogos sociales Timothy Wilson y Daniel Gilbert acuñaron el término previsión afectiva, referido a las expectativas que nos formamos sobre nuestros sentimientos futuros. Su artículo de 2003 titulado "Predicción afectiva" identificó cuatro componentes de las experiencias emocionales futuras que los seres humanos pueden predecir:

  1. Valencia de la emoción: si será positiva o negativa;
  2. Emociones específicas como asco, ira, miedo o una combinación de las tres;
  3. Intensidad de la emoción; y
  4. Duración de la emoción.

Wilson y Gilbert sugirieron que las personas tienden a predecir con exactitud la valencia de sus emociones futuras, así como las emociones específicas que sentirán.4 A menudo, esto se basa en experiencias previas. Sin embargo, las personas tienden a sobrestimar el impacto de los acontecimientos futuros en sus emociones, tanto en intensidad como en duración. Para que las personas puedan predecir con exactitud cómo se sentirán después de que se produzca un acontecimiento, necesitarán conocer la aceleración de su reacción emocional inicial, el nivel máximo de intensidad de su reacción y la velocidad de desaceleración.

Esto es más fácil de decir que de hacer, y por eso la gente tiende a hacer predicciones inexactas en los tres componentes: sobrestiman el ritmo de aceleración y el nivel máximo de intensidad, mientras que subestiman el ritmo de desaceleración.4 La figura 1 ilustra las discrepancias entre las reacciones emocionales previstas y las reales ante un acontecimiento. Por supuesto, las emociones son complejas y, por tanto, pueden dar lugar a patrones más complejos que dicha figura, ya que las reacciones se ven influidas por los recordatorios ambientales del acontecimiento.

Affective Forecasting

Wilson y Gilbert denominaron sesgo de impacto a las predicciones emocionales erróneas. Las personas tendemos a sobrestimar el impacto duradero que un acontecimiento futuro tendrá en nuestras reacciones emocionales, incluyendo tanto la intensidad como la duración.4 Los investigadores descubrieron que el sesgo de impacto está presente en una variedad de poblaciones (por ejemplo, estudiantes universitarios, personas que hacen dieta y aficionados al deporte) y para una variedad de acontecimientos emocionales (por ejemplo, rupturas amorosas, conocer los resultados de una prueba relacionada con la salud y victorias deportivas). Wilson y Gilbert también consideraron los errores que conducen al sesgo de impacto, como el problema de la interpretación errónea (imaginar el acontecimiento equivocado) y el efecto de aislamiento (comparar el acontecimiento predicho con acontecimientos alternativos y centrarse en las pocas características que comparten).

Personas

Daniel T. Gilbert

Psicólogo y escritor estadounidense, Gilbert escribió el bestseller internacional Stumbling on Happiness (Tropezando con la felicidad), traducido a más de 30 idiomas y galardonado en 2007 con el Premio Royal Society de Libros Científicos. La investigación de Gilbert se centra en la psicología social y los sesgos cognitivos, como reflejan sus trabajos sobre previsión afectiva y sus enseñanzas en la Universidad de Harvard. Más allá del mundo académico, Gilbert imparte charlas TED y ha presentado la serie de televisión de PBS "This Emotional Life", galardonada con varios premios Telly.

Timothy D. Wilson

También psicólogo y escritor estadounidense, Wilson es conocido por sus investigaciones sobre la introspección como fuente de autoconocimiento, la influencia de la mente inconsciente en nuestras preferencias y la toma de decisiones.6 En relación con sus intereses psicológicos, Wilson ha publicado dos libros de divulgación sobre psicología titulados Redirect: The Surprising New Science of Psychological Change y Strangers to Ourselves: Discovering the Adaptive Unconscious. Más allá de sus contribuciones a la previsión afectiva, Wilson también enseña psicología social en la Universidad de Virginia.

Consecuencias

La previsión afectiva se ha aplicado a diversos campos más allá de la psicología, como el derecho y la sanidad. En lo que respecta a la psicología, la previsión afectiva es importante para la toma de decisiones.7 Cuando las personas hacen predicciones sobre sus emociones futuras, pueden verse inclinadas hacia una elección determinada. Por ejemplo, al considerar el transporte, quienes carecen de experiencia con el transporte público predicen que sentirán más emociones negativas cuando utilicen esos medios de transporte (autobuses, trenes) de las que realmente experimentan.8 Debido a previsiones afectivas erróneas, las personas pueden sentirse más inclinadas a comprar un vehículo personal, lo que tiene implicaciones medioambientales y financieras.

La mayoría de los licenciados en Derecho recordarán la clase básica de Derecho de Daños de su primer año, que trata de los tipos de litigios que surgen cuando una parte causa pérdidas materiales o lesiones a otra.9 Más allá del aula, las indemnizaciones concedidas por el jurado por daños y perjuicios están relacionadas con el dolor, el sufrimiento y la disminución de la calidad de vida de la víctima.10 Considerando la previsión afectiva en el contexto del sistema jurídico, ha surgido la preocupación de que los jurados compensen en exceso a las víctimas debido a la sobreestimación de la intensidad y la duración del impacto negativo. Como resultado, algunos han sugerido el desarrollo de programas para educar a los miembros del jurado sobre las predicciones potencialmente inexactas y sobre cómo disminuir dichas predicciones erróneas.11 La previsión afectiva forma parte de un debate más amplio sobre el papel que desempeñan las emociones en el mundo jurídico.

Existe una "paradoja de la discapacidad" en el ámbito de la atención sanitaria, según la cual hay una discrepancia entre los niveles de felicidad declarados por los propios enfermos crónicos y las predicciones de sus niveles de felicidad realizadas por personas sanas.12 Las predicciones afectivas dan lugar a juicios erróneos sobre la calidad de vida futura de los pacientes, que luego influyen en la toma de decisiones médicas.13 Por ejemplo, las predicciones inexactas pueden hacer que los agentes sanitarios o los cuidadores rechacen tratamientos para salvar la vida de sus pacientes cuando dicho tratamiento supondría cambios en su estilo de vida (por ejemplo, la amputación de una pierna). Como resultado, ha surgido un debate médico: algunos médicos sugieren que el paternalismo médico es necesario para anular las consecuencias de la previsión afectiva, mientras que otros sostienen que estos sesgos simplemente requieren cambios en los patrones de comunicación médico-paciente.14

Controversias

Los economistas tradicionales parten del supuesto de que los seres humanos toman decisiones racionales y actúan para maximizar su utilidad.15 Sin embargo, las previsiones afectivas y la experiencia esperada de las emociones complican estos supuestos de racionalidad: si las previsiones son inexactas, ¿cómo pueden las personas medir con fiabilidad las opciones que les ofrecerán mayor utilidad en el futuro?

Para superar estas discrepancias, fue necesario que economistas como Daniel Kahneman y Richard Thaler incorporaran las diferencias entre las previsiones afectivas y los resultados futuros a los tipos de utilidad.15 Las previsiones actuales reflejan la utilidad esperada, que es la media ponderada de todos los resultados posibles en determinadas circunstancias.16 Sin embargo, el resultado real de un acontecimiento reflejará la utilidad experimentada, que incluye las percepciones de placer y dolor asociadas al resultado.15

Por ejemplo, alguien que va al supermercado con hambre. En su estado actual, disfrutará con la compra y esperará obtener una gran utilidad cuando la comida sacie su hambre. La utilidad real de su compra en el supermercado dependerá de su experiencia al consumir el alimento y del placer que espera obtener.

Estudio de caso

Acoso real frente a acoso imaginario

Se calcula que el 80% de los casos de acoso sexual consisten en culpar a la víctima, basándose en la creencia de que no respondió al acoso de forma "correcta".16 Sin embargo, las investigaciones muestran una discrepancia entre las reacciones imaginadas y las reales ante el acoso. Para investigar el papel de la previsión afectiva en la culpabilización de la víctima, Woodzicka y LaFrance pidieron a las participantes que leyeran un escenario escrito en el que se describía una entrevista de trabajo en la que se les hacían preguntas como: ¿Tiene novio? ¿Cree que es importante que las mujeres lleven sujetador en el trabajo? Como se predijo, la mayoría de las encuestadas predijeron que se enfrentarían al acosador y que sentirían más intensamente ira, seguida de miedo.

Aunque la mayoría de las mujeres predijeron con exactitud qué emociones sentirían cuando se les formulara una pregunta sexualmente inapropiada, las predicciones relativas a la intensidad de dichas emociones fueron inexactas.16 Woodzicka y LaFrance idearon una entrevista de trabajo en la que un entrevistador masculino formulaba a las candidatas preguntas de acoso sexual como las anteriores, intercaladas con preguntas más típicas de una entrevista. Aunque las mujeres manifestaron sentir rabia y miedo, fue el miedo lo que experimentaron con mayor intensidad. Además, pocas mujeres se enfrentaron al entrevistador.

Los resultados del estudio ponen de relieve las reacciones reales de las víctimas de acoso y el papel que desempeña la previsión afectiva en la culpabilización de la víctima.16 Aunque las personas pueden predecir cómo se sentirían y actuarían en una determinada situación, sus reacciones reales pueden diferir. La falta de comprensión de la influencia de la previsión afectiva y estas discrepancias impiden una educación eficaz sobre el acoso y repercuten negativamente en las víctimas del acoso, ya que también pueden culparse a sí mismas por su falta de acción. Es importante seguir investigando las reacciones emocionales y físicas al acoso para desarrollar programas y procedimientos que alivien el estigma asociado a ser objeto de acoso.

Viajar durante una pandemia

A menudo, las personas basan sus decisiones de viaje en predicciones: si creen que preferirán descansar en la playa o explorar un lugar histórico, y qué lugar creen que servirá mejor a sus intereses.17 Así pues, la previsión afectiva es una parte importante de la toma de decisiones de viaje. La bibliografía existente se centra en los mecanismos por los que las personas hacen predicciones sobre viajes futuros, como preexperimentar mentalmente unas vacaciones. Los investigadores también han considerado el papel de las emociones en ese proceso, de modo que los turistas atribuyen una emoción específica a un destino concreto. Sin embargo, sabemos que las previsiones afectivas pueden ser erróneas, así que ¿qué ocurre en el contexto de viajar durante una pandemia?

La pandemia de COVID-19 ha provocado restricciones de viaje e importantes consideraciones de riesgo.17 Un grupo de investigadores europeos quería saber si la previsión afectiva reduciría el riesgo percibido por los turistas de viajar durante la pandemia y, por tanto, influiría en las decisiones de viaje futuras. Consideraron el papel del pensamiento futuro episódico, que es la proyección de uno mismo en el futuro para preexperimentar un acontecimiento. Los investigadores tomaron a propósito una muestra de Estados Unidos, ya que era el país más afectado por la COVID-19 (en términos de muertes y casos) durante mayo de 2020, momento de la recogida de datos.

Los investigadores asignaron a 291 participantes a una de las dos condiciones siguientes: (1) previsión afectiva, en la que los participantes participaron en el pensamiento futuro episódico e imaginaron unas vacaciones futuras; y (2) el control, en el que no hubo previsión afectiva simulada.17 Tras esta simulación inicial, los participantes informaron sobre su percepción del riesgo de infección por coronavirus en los viajes, su disposición a viajar tras el levantamiento de las restricciones y cuándo viajarían.

Los investigadores descubrieron que los que participaron en la previsión afectiva percibían niveles más bajos de riesgo de infección relacionado con el viaje, una mayor disposición a viajar y una mayor disposición a esperar para viajar, en comparación con el grupo de control.17 Dado que había una mayor promesa de emocionantes aventuras por venir, esto hizo que la espera fuera más fácil, ya que los participantes creían que valía la pena algo grande. Los resultados del estudio ponen de relieve el papel que puede desempeñar la previsión afectiva a la hora de alterar las actitudes de los turistas, que probablemente no se limiten al contexto de una pandemia. Por supuesto, se trataba de un contexto importante a tener en cuenta dada la realidad actual.

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Fuentes

  1. Myers, D., Jordan, C., Smith, S., & Spencer, S. (2018). Psicología social. McGraw Hill.
  2. Kahneman, D. (2013). Pensar, rápido y despacio. Farrar, Straus y Giroux.
  3. Kahneman, D., y Snell, J. (1992). Predicción de un gusto cambiante: ¿Sabe la gente lo que le va a gustar? Journal of Behavioral Decision Making, 5(3), 187-200.
  4. Wilson, T. D., y Gilbert, D. T. (2003). Affective forecasting. Advances in Experimental Social Psychology, 35, 345-411.
  5. (Daniel Gilbert. https://wjh-www.harvard.edu/~dtg/
  6. (2021). Timothy D. Wilson. https://uva.theopenscholar.com/timothy-wilson/bio-0
  7. Hoerger, M., Quirk, S. W., Lucas, R. E., & Carr, T. H. (2010). Cognitive determinants of affective forecasting errors. Judgement and Decision Making, 5(5), 365-373.
  8. Pedersen, T. (2009). Predicción afectiva: Predicting future satisfaction with public transport (Tesis doctoral, Universidad de Karlstad).
  9. Facultad de Derecho de la Universidad de Toronto. (2020). Programa Académico de Primer Año. Manual académico. https://handbook.law.utoronto.ca/jd-academic-program/first-year-academic-program
  10. Swedloff, R., & Huang, P. H. (2010). Tort damages and the new science of happiness. Indiana Law Journal, 85(2), 553-595.
  11. Maroney, T. A. (2006). Derecho y emoción: A proposed taxonomy of an emerging field. Law and Human Behavior, 30(2), 119-142.
  12. Albrecht, G. L., y Devlieger, P. J. (1999). The disability paradox: High quality of life against all odds. Social Science & Medicine, 48(8), 977-988.
  13. Halpern, J., y Arnold, R. M. (2008). Previsión afectiva: An unrecognized challenge in making serious health decisions. Journal of General Internal Medicine, 23(10), 1708-1712.
  14. Gligorov, N. (2009). Reconsiderando el impacto de la previsión afectiva. Cambridge Quarterly of Healthcare Ethics, 18(2), 166-173.
  15. Kahneman, D., y Thaler, R. H. (2006). Anomalías: Utility maximization and experienced utility. Journal of Economic Perspectives, 20(1), 221-234.
  16. Chen, J. (2021, 7 de mayo). Expected Utility. https://www.investopedia.com/terms/e/expectedutility.asp
  17. Karl, M., Kock, F., Ritchie, B. W., & Gauss, J. (2021). Previsión afectiva y toma de decisiones sobre viajes: Una investigación en tiempos de pandemia. Annals of Tourism Research, 87, 103139.

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