Desaconsejar a los fumadores

Fumar es un peligro para la salud pública, incluso para los no fumadores. Cientos de miles de personas mueren cada año a causa del humo ajeno. Por eso es importante que se fume menos en las zonas concurridas. Una de esas zonas es cerca de las puertas de los aeropuertos. El aeropuerto de Copenhague intentó resolver este problema prohibiendo fumar en esas zonas, pero pocos fumadores lo cumplían. Entonces probaron un nuevo método: designar zonas específicas para fumadores. No había ningún castigo por no fumar en esta zona. Sin embargo, instituir una zona para fumar tiene la ventaja de causar el menor esfuerzo cognitivo a los fumadores; en lugar de darse cuenta de que no podían fumar en la zona de la puerta y tener que buscar una nueva zona, simplemente deben seguir un camino hasta la zona designada. La gente tiende a elegir el camino de menor resistencia, en términos de esfuerzo cognitivo. Esta intervención tuvo éxito, como demuestra el descenso del 49% de fumadores en las zonas restringidas.