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Sugerencias sencillas para mejorar la política sobre drones
Afrontar estos fallos de la política de drones parece una tarea de enormes proporciones, pero los conocimientos psicológicos sugieren que las soluciones pueden ser relativamente sencillas.
Aprovechar el efecto espectador
En una maravillosa charla TedX, el Dr. Ken Brown comparte algo importante que muchas personas pasan por alto cuando hablan del efecto espectador: mientras que los mayores efectos espectador se observan cuando se anima a los participantes a permanecer pasivos, instruir a un espectador para que entre en acción puede invertir completamente el efecto espectador observado. Los datos demuestran que cuando una persona ayuda activamente, es más probable que otras intervengan para seguir ayudando.
Organizaciones como el Proyecto Imaginación Heroica ya están educando a las personas en las habilidades sociales y psicológicas necesarias para evaluar situaciones críticas y actuar cuando sea necesario. Estos programas animan a estudiantes de todas las edades a ser "héroes cotidianos", a predicar con el ejemplo y ayudar a los demás incluso cuando la ayuda es difícil o costosa.
Abordar el problema a nivel institucional
Aunque enseñar a los equipos de drones a reconocer y abordar la falta de compromiso moral y los efectos de los espectadores sería un buen comienzo, la erradicación de estos problemas requerirá cambios institucionales en las burocracias de los drones que permitan a los equipos y a los individuos hablar cuando esté justificado. Por ejemplo, la creación de puestos en los equipos centrados en recoger y difundir de forma anónima las preocupaciones estratégicas a lo largo de una operación permitiría a los operadores de drones expresar sus dudas y preguntas sin temor a ser castigados. Los responsables políticos deben encontrar la manera de introducir este tipo de cambios en las jerarquías tradicionales de las organizaciones de defensa e inteligencia.
Rechazar el actual lenguaje eufemístico y sin agentes
Además, el lenguaje personalista y literal debe sustituir a la actual verborrea sin agentes y eufemística de las políticas sobre aviones no tripulados. Ésta es sólo una táctica para inculcar un mayor sentido de la responsabilidad personal y moral por los resultados de las misiones, que seguramente falta a la vista de los relatos precedentes. Combatir la falta de compromiso moral dentro de las unidades de drones, desde dentro de estos equipos y desde fuera de los responsables políticos, requiere honestidad sobre las bajas civiles y un lenguaje compartido de responsabilidad y agencia.
