Modelo de contenido estereotipado
La idea básica
Es probable que nuestros antepasados evolutivos hicieran todo tipo de juicios sobre otras personas, pero hay dos tipos de juicios que destacan como los más importantes para su supervivencia: los juicios de calidez y los juicios de competencia.
La cordialidad se puede resumir en: ¿hasta qué punto es simpática esta persona? ¿Es un amigo o un enemigo? La competencia, por su parte, se refiere a si alguien parece débil o fuerte. Seguro que adivinas por qué son importantes estas valoraciones. Si alguien es un enemigo fuerte, no te meterías con él para evitar que te haga daño. Si alguien es un enemigo débil... ¿por qué no robarle sus cosas? No pueden defenderse. Si alguien fuera un aliado fuerte, querrías asociarte con él para protegerle. Si alguien fuera un aliado débil, querrías protegerlo para establecer relaciones.
Se trata de juicios sobre los individuos. El modelo de contenido estereotipado (MCE) se basa en la idea de que juzgamos a los grupos de la misma manera, lo que da lugar a estereotipos predecibles.1 Concretamente, el MCE afirma que nuestros juicios sobre los grupos se dividen en cuatro cuadrantes basados en su calidez percibida (lo amistoso y dispuesto a cooperar que parece un grupo) y su competencia (su estatus socioeconómico y su inteligencia percibida). Estas dimensiones son independientes: el grado de "calidez" de un grupo no influye en su "competencia"; los que tienen un alto grado de competencia no tienen por qué tener un bajo grado de calidez.
Los grupos más cálidos pero menos competentes se enfrentan a estereotipos paternalistas que nos hacen compadecerlos y ayudarlos. Entre estos grupos se encuentran los ancianos, las personas con discapacidad y las "amas de casa". Los grupos poco afectuosos y poco competentes, como los pobres y los beneficiarios de la asistencia social, se enfrentan a estereotipos despectivos: tendemos a sentir desprecio hacia ellos. Los grupos poco afectuosos pero muy competentes son objeto de estereotipos envidiosos, como los asiáticos, los judíos y los ricos. Por último, las personas con un alto nivel de calidez y competencia tienden a ser muy admiradas y suelen pertenecer a nuestros grupos internos, como los de nuestra raza o género.