La brecha de la empatía

La idea básica

Imagínese que usted es un fumador que está intentando dejar de fumar. Justo después de fumarse un cigarrillo, se dice a sí mismo que será el último. Dejar de fumar puede parecer fácil en ese momento porque acabas de conseguir una dosis y no sientes ansia ni síndrome de abstinencia. Tu confianza proviene de tu estado visceral actual, que es tranquilo y racional. Lo que no entiendes es que más tarde, cuando te encuentres en un estado visceral diferente y exacerbado, no necesariamente podrás actuar de la misma manera o tomar las mismas decisiones.

Esta situación describe la brecha de empatía, que se caracteriza por nuestra tendencia a subestimar el papel que los distintos estados mentales y emociones tienen en nuestro comportamiento. En consecuencia, tomamos decisiones basadas en estados de ánimo a corto plazo en lugar de tener en cuenta cómo se sentirá nuestro yo futuro. La brecha de empatía suele denominarse brecha de empatía caliente-fría porque nuestros errores de predicción suelen tener que ver con estar en un estado visceral "frío" (un estado mental racional y lógico) y subestimar cómo nos afectarán nuestras emociones cuando estemos en un estado visceral "caliente" (cuando nos influyen emociones fuertes como el hambre, el deseo o el miedo), o viceversa.

Aunque la brecha de empatía a menudo tiene que ver con la falta de empatía con nosotros mismos, también puede describir nuestra incapacidad para comprender las perspectivas o acciones de otras personas si no se encuentran en el mismo estado visceral que nosotros.2 Por ejemplo, si te enteras de un accidente en el que alguien se da a la fuga, puede que no seas capaz de entender qué tipo de persona sería capaz de huir en coche después de atropellar a alguien, pero es probable que estés juzgando basándote en un frío estado visceral y sin tener en cuenta cómo puede haberse sentido esa persona en ese momento.

El afecto tiene la capacidad de transformarnos, profundamente, como seres humanos; en diferentes estados afectivos, es casi como si fuéramos personas diferentes.


- George Loewenstein, un influyente economista del comportamiento, en su trabajo Hot-cold empathy gaps and medical decision making.

Términos clave

Factores viscerales/afectivos: estados como el hambre, la sed, el deseo sexual, los antojos y la abstinencia, el miedo o el dolor. Estos estados suelen hacer que las personas actúen de forma precipitada o irracional.3

Brecha de empatía de caliente a frío: cuando alguien se encuentra en un estado emocional caliente (está influido por factores viscerales) y subestima el papel que sus emociones actuales tienen en sus acciones y toma de decisiones.2

Brecha de empatía frío-caliente: cuando alguien se encuentra en un estado emocional frío y tiene dificultades para comprender cómo podría comportarse más tarde cuando sus emociones están exaltadas.2

Sesgo intrapersonal: la falta de empatía en relación con los propios sentimientos, pensamientos y decisiones.2

Sesgo interpersonal: la falta de empatía a la hora de considerar/juzgar los sentimientos, pensamientos y decisiones de otras personas.2

Sesgo de anclaje: tendencia común a confiar demasiado en un dato concreto (como nuestro estado de ánimo) a la hora de tomar decisiones.

Sesgo de proyección: error de previsión por el que sobrestimamos hasta qué punto nuestro yo futuro compartirá las mismas creencias, valores y comportamientos que nuestro yo actual.

Historia

George Loewenstein y Daniel Read observaron por primera vez en 1999 lo que más tarde se conocería como brecha de empatía.1 En su experimento, pidieron a los participantes que indicaran su disposición a soportar el dolor a cambio de una recompensa monetaria. El incidente doloroso se produciría una semana después, cuando los participantes tendrían que meter las manos en agua helada. Para examinar cómo afectaban los distintos estados viscerales/afectivos a la toma de decisiones, Loewenstein y Read pidieron a los participantes que indicaran cuánto dinero necesitarían para soportar el dolor en tres condiciones distintas.1

Los participantes en la primera condición recibieron una muestra de lo que sentirían justo antes de tomar su decisión, los participantes en la segunda condición soportaron el probador una semana antes de tomar su decisión, y los participantes en la última condición no recibieron muestra alguna del dolor.

Participants in the first condition indicated the greatest monetary reward for compensation for enduring the pain, suggesting that pain, a hot visceral factor, influenced their decision-making, as they predicted they’d still feel the same in a week.1

George Loewenstein siguió investigando cómo influían las emociones en las decisiones de las personas y sus predicciones, utilizando factores viscerales como el dolor, la adicción, la sed y el miedo como variables en futuros experimentos. Entonces acuñó el término brecha de empatía frío-calor en su artículo de 2005 Hot-cold empathy gaps and medical decision making (Brechas de empatía frío-calor y toma de decisiones médicas), en el que describía sus diversos experimentos sobre estados viscerales.1

Desde los experimentos de Loewenstein, otros investigadores han ampliado la noción de brecha de empatía explorando el modo en que influye en el comportamiento interpersonal. Por ejemplo, Jason Silverstein, profesor de la Facultad de Medicina de Harvard, realizó una revisión bibliográfica sobre la brecha de empatía racial. La brecha de empatía racial sugiere que las personas de piel más oscura manejan mejor el dolor y, por tanto, la gente siente menos empatía con ellas en situaciones dolorosas.4

Otros estudios han examinado cómo influye la situación económica de una persona en el grado de empatía que siente hacia los demás.5

Consecuencias

A diario se nos pide que tomemos decisiones que afectan a nuestro futuro. La brecha de empatía demuestra que no somos muy buenos prediciendo cómo se sentirá nuestro yo futuro porque sólo tenemos en cuenta nuestro estado visceral actual. Cuando tomamos decisiones miopes basadas en las emociones actuales, ya sean frías o calientes, es más fácil que nos desviemos de nuestros objetivos a largo plazo.

Intentar dejar de fumar un cigarrillo, por ejemplo, depende de tu estado. Si se encuentra en un estado afectivo frío, puede pensar que es capaz de ir esa noche a una fiesta en la que otras personas estarán fumando. Cuando vaya a la fiesta, sus emociones pueden haber cambiado y puede que le apetezca un cigarrillo, al que será mucho más difícil resistirse en ese tipo de ambiente.

Un ejemplo como éste demuestra cómo una decisión a corto plazo puede ponernos en una situación que haga más difícil mantenernos fieles a nuestros objetivos. Si hubiéramos sido capaces de predecir con mayor exactitud cómo nos sentiríamos una vez en la fiesta, probablemente no habríamos optado por ponernos en esa situación. Muchos de nuestros malos hábitos, que a menudo intentamos romper, están controlados por factores viscerales, como el hambre, el deseo o los antojos, lo que significa que la brecha de empatía nos lleva a tomar decisiones que harán más difícil deshacernos de esos malos hábitos.

Además, cuando se trata de relaciones interpersonales, la brecha de empatía plantea un problema porque predecir los estados psicológicos de otras personas y cómo actuarán en función de esos estados es una parte importante de la vida cotidiana.6 De hecho, se considera una etapa evolutiva ser capaz de reconocer que los demás tienen sentimientos únicos que son diferentes de los nuestros. La brecha de empatía sugiere, sin embargo, que a menudo somos incapaces de separar realmente nuestro estado de ánimo visceral actual de nuestro juicio sobre los comportamientos de los demás. No es sólo una cuestión de juicio: no responder a los estados psicológicos de los demás afecta al modo en que los tratamos. Por ejemplo, si un profesor o un padre no tiene en cuenta la ansiedad de un alumno ante los exámenes, es posible que no se esfuerce por aliviar sus emociones y esto puede provocar que el alumno no aprenda o rinda tan bien. 6

Controversias

Existen algunos debates sobre si la incapacidad de empatizar con nuestro yo futuro o con otras personas es realmente el problema.

En el caso de la brecha de empatía intrapersonal, aunque es importante predecir con exactitud nuestras emociones futuras, también tenemos que buscar en algún sitio para fundamentar nuestras decisiones. Los puntos de anclaje, como nuestros sentimientos actuales, son a veces lo único a lo que tenemos acceso y, dado que tenemos que tomar miles de decisiones a diario, no siempre tenemos tiempo para considerar adecuadamente cómo podríamos sentirnos más adelante. Además, en lo que respecta a la brecha entre la empatía fría y la empatía caliente, quizá el problema no sea que seamos incapaces de predecir cómo nos hará actuar nuestro estado visceral caliente, sino que permitimos que nuestras emociones influyan en nuestras decisiones. Si fuéramos siempre seres puramente racionales y lógicos, los factores viscerales no cambiarían nuestro comportamiento. Paul Bloom, psicólogo de Yale, sugiere que, en lugar de ser mejores predictores, debemos darnos cuenta del "valor del razonamiento consciente y deliberativo en la vida cotidiana" y sostiene "que deberíamos esforzarnos por usar la cabeza en lugar del corazón". 7

En lo que respecta a las lagunas de empatía interpersonal, Paul Bloom también cuestiona la idea de que ser capaces de empatizar con los demás nos hace mejores personas.7 Si perdonamos un comportamiento basándonos en que alguien ha estado en un estado visceral caliente, entonces podemos estar sugiriendo que las personas no controlan sus propios actos. Considerar demasiado profundamente el estado psicológico de otra persona puede hacer que nos apartemos de la lógica racional y dificultar que nos mantengamos fieles a la justicia.

Casos prácticos

Crianza y bienestar emocional de los niños

La brecha de empatía puede significar que los padres no siempre tienen en cuenta cómo se sienten sus hijos. Como los padres suelen tomar decisiones por sus hijos, la incapacidad de calibrar la vida emocional de estos puede hacer que tomen decisiones que no sean las óptimas para ellos.

Kristin Lagattuta, profesora de psicología, examinó la brecha de empatía entre padres e hijos pidiéndoles que estimaran la vida emocional de sus hijos8 . La mayoría de los padres mostraban un sesgo de positividad, al no creer que las ansiedades y preocupaciones de sus hijos estuvieran tan presentes como los propios niños informaban. Al no ser capaces de comprender que los niños experimentan el mundo de forma diferente y reaccionan de manera distinta a los factores viscerales, los padres pueden poner a sus hijos en situaciones que no están preparados para manejar, o ignorar por completo los sentimientos de sus hijos cuando toman decisiones que les afectarán.8

Mitigación de riesgos y adicción

La brecha de empatía puede tener graves consecuencias para los drogodependientes, ya que puede significar que tomen decisiones miopes que no tengan en cuenta lo poderosos que son los antojos y las abstinencias y, por lo tanto, podría significar que se pongan en una situación en la que sean incapaces de resistirse a caer del vagón.

Louis Giordano, consejero profesional, trabajó con Loewenstein para examinar si estar en un estado visceral frío o caliente repercutía en las predicciones de los drogadictos en recuperación sobre su comportamiento futuro y, por tanto, en las decisiones que tomaban.1

Giordano pidió a los adictos que predijeran cuánto dinero elegirían, cinco días después de que se les preguntara, en lugar de un fármaco de mantenimiento que ayuda con los síntomas de abstinencia. Se preguntó a los adictos si tomarían el fármaco de mantenimiento o 10 dólares, el fármaco de mantenimiento o 20 dólares, y así sucesivamente.1

To see how their current affective state impacted their decision, the researchers split the participants into two variables. They were asked the previous question either before or after receiving a dose of the maintenance drug. The results revealed that participants who were asked in the first condition required a much larger sum of money to give up their next dose of the maintenance drug.1 Presumably, they were in a hot visceral state in pain because of withdrawal.

Este estudio demuestra cómo la brecha de empatía puede hacer que los adictos se equivoquen al predecir cómo se sentirán en el futuro. La brecha de empatía es, por tanto, mala para la mitigación del riesgo, ya que significa que las personas no se ponen en situaciones que reduzcan las amenazas y aumenten las probabilidades de éxito.

Recursos relacionados con TDL

Convertir la empatía en soluciones innovadoras durante COVID-19

This article demonstrates why it is so important for us to diminish the empathy gap. It discusses how empathy for others, rather than only considering our own emotions can help us make decisions that will benefit a wider population. Neerjah Skantharajah examines the importance of empathy in a time like now, where there is a stigma against the older population which can cause us to behave in ways that are not beneficial to their health.

¿Cómo podemos animarnos a ahorrar más?

Dado que la brecha de empatía significa que tomamos decisiones basadas en nuestros sentimientos a corto plazo, puede significar que no estemos tomando las mejores decisiones financieras para nuestro futuro. Por ejemplo, si decides pedir comida para llevar cara en un momento de hambre, puede que estés gastando innecesariamente. Este artículo de nuestra redactora Kaylee Somerville explora las formas en que podemos ayudarnos a ahorrar más a corto plazo, en lugar de buscar la gratificación inmediata de nuestros estados viscerales.

Fuentes

  1. Loewenstein, G. (2005). Brechas de empatía frío-calor y toma de decisiones médicas. Health Psychology, 24(4), S49-S56. https://doi.org/10.1037/0278-6133.24.4.s49
  2. The Empathy Gap: Why People Fail to Understand Different Perspectives. (sin fecha). Efectiviología - Psicología y filosofía que puedes utilizar. Obtenido el 1 de octubre de 2020, del sitio Web: https://effectiviology.com/empathy-gap/#Types_of_empathy_gaps.
  3. Psicología. (2016, 21 de enero). Factores viscerales. https://psychology.iresearchnet.com/social-psychology/decision-making/visceral-factors
  4. Wade, L. (2013, 26 de septiembre). La brecha de empatía racial. Pacific Standard. https://psmag.com/social-justice/racial-empathy-gap-race-black-white-psychology-66993
  5. Miller, L. (2012, 29 de junio). La brecha dinero-empatía. New York Magazine. https://nymag.com/news/features/money-brain-2012-7/
  6. Van Bowen, L., Loewenstein, G., Dunning, D., & Nordgren, L. F. (2013). Changing Places: A Dual Judgment Model of Empathy Gaps in Emotional Perspective Taking. Advances in Experimental Social Psychology, 48, 117-171. https://doi.org/10.1016/B978-0-12-407188-9.00003-X
  7. Illing, S. (2019, 16 de enero). El caso contra la empatía. Vox. https://www.vox.com/conversations/2017/1/19/14266230/empathy-morality-ethics-psychology-compassion-paul-bloom
  8. Dewar, G. (2017, octubre). La brecha de empatía caliente-fría. Parenting Science - La ciencia de la crianza y el desarrollo infantil. https://www.parentingscience.com/empathy-gap.html

Read Next

Notes illustration

Eager to learn about how behavioral science can help your organization?