Mentalidad de crecimiento

La idea básica

"Si a la primera no lo consigues, inténtalo, inténtalo y vuelve a intentarlo". Quizá haya oído esta frase, y muchas otras similares, a lo largo de su vida. Si es así, deberías sentirte afortunado de haber estado rodeado de tanta gente que te apoya. Por cursis que puedan parecer estas frases, nos recuerdan que siempre se puede mejorar, animándonos a perseverar.

Esta es la idea que subyace a la mentalidad de crecimiento: creemos que nuestra inteligencia y nuestras capacidades pueden desarrollarse con el tiempo.1 La mentalidad de crecimiento es un extremo del espectro de cómo pensamos sobre nosotros mismos, mientras que la mentalidad fija se sitúa en el extremo opuesto. Tener una mentalidad de crecimiento significa que estamos deseosos de aprender, somos adaptables, encontramos valor en aceptar retos y creemos que esforzándonos podemos mejorar ciertas habilidades, en comparación con la creencia de la mentalidad fija de que nuestras habilidades son inmutables.

Incluso los genios tienen que trabajar duro para conseguir sus logros. ¿Y qué tiene de heroico, dirían, tener un don? Puede que aprecien la dote, pero admiran el esfuerzo, porque no importa cuál sea tu capacidad, el esfuerzo es lo que enciende esa capacidad y la convierte en logro...


- Carol Dweck en su libro de 2006,Mindset: La nueva psicología del éxito

Theory, meet practice

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Historia

El estudio de la mentalidad, que se refiere a un conjunto de suposiciones que tiene una persona o un grupo, no es precisamente nuevo en el mundo de la investigación sobre la toma de decisiones.2 Los estudios sobre la mentalidad se remontan a principios del siglo XX, en el ámbito de la psicología cognitiva. Más tarde se extendió a ámbitos como la psicología positiva, el estudio del bienestar y de lo que hace que merezca la pena vivir, y la psicología social, como en la investigación sobre el pensamiento de grupo, que es cuando los miembros de un grupo llegan a un consenso sin pensamiento crítico.3

Pero cuando la mayoría de la gente oye la palabra "mentalidad" -especialmente los que no pertenecen a los círculos académicos de la psicología-, lo más probable es que piensen en la mentalidad de crecimiento frente a la fija.4 Esta distinción fue iniciada por la psicóloga estadounidense Carol Dweck.1 Aunque su conceptualización se ha convertido en un tema popular en la investigación psicológica, no empezó ahí.

Por el contrario, la inspiración detrás de las mentalidades fijas y de crecimiento comenzó en el aula de sexto curso de Dweck en Brooklyn, Nueva York.4 En esta aula, la profesora de Dweck, la Sra. Wilson, organizó los asientos de los estudiantes por orden de sus puntuaciones de CI, una medida de las capacidades de razonamiento y resolución de problemas para representar la inteligencia.5 Dweck destacaba en la escuela y tenía una de las puntuaciones de CI más altas de su centro, lo que le permitía borrar la pizarra, lavar los borradores, llevar la bandera de la escuela y llevar una nota al director.4 En cambio, a los alumnos con puntuaciones de CI bajas no se les permitía realizar estas tareas.

Dweck señala que, por un lado, no creía que las puntuaciones de CI derivadas de una prueba pudieran ser tan importantes.4 Por otro, todos los alumnos quieren tener éxito en los modelos que se les presentan. En el colegio de Dweck, el éxito académico se asociaba a una alta puntuación de CI. De hecho, le dijeron que su colegio contaba con que obtuviera la puntuación más alta en un examen de química a nivel estatal. Aunque obtuvo una puntuación de 99 sobre 100, Dweck cree que la presión que experimentó por la glorificación del CI en su escuela fue un punto de inflexión que inspiró su trabajo futuro.

Cuando era una joven investigadora, a Dweck le fascinaba el hecho de que algunos niños se enfrentaran a los retos con calma y confianza, mientras que otros se encogían derrotados.6 Concretamente, el uso que Dweck hacía de la mentalidad se refería a los marcos en los que las personas entienden y responden al mundo.1

En el que quizá sea su estudio más famoso, Dweck evaluó los distintos tipos de elogios que los profesores ofrecían a sus alumnos.4 Descubrió que los niños pequeños a los que se llamaba "listos" o "inteligentes" eran menos propensos a abordar tareas difíciles en el futuro, por miedo a dejar de ser considerados inteligentes y perder esos elogios validadores.1 Dweck también descubrió que cuando a los alumnos a los que se llamaba "inteligentes" se les pedía más tarde que revelaran sus puntuaciones en un examen difícil, casi el 40% de los estudiantes mentía y reforzaba sus notas. Por otro lado, Dweck descubrió que los alumnos que eran elogiados por su esfuerzo y participación en el proceso de aprendizaje eran más sinceros sobre sus puntuaciones en exámenes difíciles y se implicaban más en las tareas.

Mientras completaba su doctorado en la Universidad de Yale en la década de 1970, Dweck pidió a los niños que completaran problemas cada vez más difíciles y registró sus reacciones.1 En un principio, su hipótesis era que los estudiantes se sentirían completamente derrotados por las tareas difíciles o que las afrontarían a regañadientes. Sin embargo, los resultados la sorprendieron: mientras que algunos niños se sentían derrotados, los demás no se limitaban a enfrentarse a los problemas difíciles. Por el contrario, estaban entusiasmados por tener la oportunidad de enfrentarse a un reto. Dweck atribuye su carrera a estos alumnos, que demostraron lo que hoy sabemos que es una mentalidad de crecimiento.4 Estaba decidida a descubrir la "salsa especial" que tenían esos alumnos y quería compartirla con el resto del mundo.

En sus intentos por descifrar la llamada "salsa especial" que impulsaba a algunos estudiantes a entusiasmarse ante un reto, Dweck consideró los términos "teoría de la entidad de la mentalidad fija" y "teoría incremental".7 Al darse cuenta de lo toscos y ambiguos que sonaban estos términos, Dweck ideó las etiquetas más atractivas de mentalidad de crecimiento y mentalidad fija a principios de la década de 2000. Mindset: La nueva psicología del éxito de Dweck se publicó en 2006 para presentar su marco a la población general y ayudar a las personas a desarrollar todo su potencial.1

Personas

Carol Dweck

Carol Dweck es una psicóloga estadounidense especializada en el desarrollo, la personalidad y la sociología, reconocida principalmente por su trabajo sobre la mentalidad.8 El trabajo de Dweck se ha centrado en la motivación y la autorregulación, impulsada por su creencia de que tener la mentalidad adecuada es fundamental para el éxito. Como resultado de su investigación sobre las mentalidades fijas y de crecimiento, Dweck ha ofrecido intervenciones accesibles para fomentar una mentalidad de crecimiento a través del sitio web "Mindset Works",9 libros como Mindset: La nueva psicología del éxito,1 y charlas TED.10 Dweck se doctoró en la Universidad de Yale y posteriormente impartió clases en las Universidades de Columbia y Stanford.11 Allí, animó a los estudiantes a realizar "investigaciones arriesgadas" con un alto potencial de impacto teórico y social, y muchos estudiantes la identificaron como la persona más influyente en su trayectoria profesional.

Consecuencias

Las investigaciones de Dweck sugieren que la mentalidad de crecimiento impulsa la motivación y los logros.12 Cuando las personas creen que pueden mejorar sus capacidades, entienden que el esfuerzo las hace más fuertes. Esto les anima a dedicar más tiempo y esfuerzo, lo que conduce a un mayor rendimiento. La investigación sobre la mentalidad de crecimiento también se ha relacionado con la neurociencia, que ha demostrado lo maleable que es nuestro cerebro. Practicar una habilidad creará nuevas conexiones neuronales en nuestro cerebro y reforzará las ya existentes, poniendo de relieve el hecho de que nuestras capacidades no son fijas.

Según los resultados de la investigación, las personas con mentalidad de crecimiento tienden a conseguir más que las que tienen una mentalidad fija, ya que se preocupan menos por parecer "listos" y centran su energía en el aprendizaje.13 Gran parte de la investigación sobre la mentalidad de crecimiento se ha realizado en el contexto escolar, especialmente para los niños más pequeños, y también se ha extendido a los lugares de trabajo.1,7

Las aplicaciones de la mentalidad de crecimiento en el aula se han centrado en el estímulo, las lecciones explícitas sobre la mentalidad de crecimiento y la retroalimentación.1 Elogiar a los alumnos por las estrategias eficaces que utilizaron y la persistencia que mostraron -en lugar de simplemente etiquetarlos como "inteligentes"- producirá más beneficios a largo plazo.14 Los educadores pueden sacar provecho de esto presentando los retos como divertidos y emocionantes: cuando los alumnos participan en actividades más desafiantes, tienen más oportunidades de cometer errores, lo que permite a los profesores ayudarles a descubrir nuevas estrategias y desarrollar una mentalidad de crecimiento.

Los educadores también pueden enseñar explícitamente a los niños los beneficios de una mentalidad de crecimiento y hacer que los alumnos participen en actividades como establecer planes de acción para sus objetivos y reflexionar sobre las mejoras en determinadas habilidades.14 En cuanto a la retroalimentación que reciben los alumnos, la palabra "todavía" es mucho más valiosa de lo que puede parecer. Si un alumno dice que no se le da bien algo, que un profesor le diga que puede que aún no se le dé bien es importante para fomentar la idea de que la capacidad es fluida.

Dweck también se ha planteado si las organizaciones, más que los individuos, pueden tener una mentalidad de crecimiento.7 En 2010, se estudiaron los efectos de la mentalidad fija frente a la de crecimiento en el contexto de los lugares de trabajo. Se preguntó a una muestra diversa de empleados de siete empresas de la lista Fortune 1000 hasta qué punto estaban de acuerdo con afirmaciones sobre la mentalidad fija frente a la de crecimiento como, por ejemplo: "Cuando se trata de tener éxito, esta empresa parece creer que las personas tienen una cierta cantidad de talento y que realmente no pueden hacer mucho para cambiarlo". Después de determinar si la organización tenía mayoritariamente una mentalidad de crecimiento o fija, Dweck y sus colegas evaluaron cómo la mentalidad de la organización influía en resultados como la satisfacción de los empleados, la colaboración, la innovación y el comportamiento ético.

Dweck descubrió que los empleados tendían a tener un consenso sobre la mentalidad de cada empresa, que en la encuesta presentaba una serie de características.7 Los empleados de una empresa con una mentalidad fija, por ejemplo, solían tener la sensación de que unos pocos empleados estrella eran más valorados que los demás, lo que disminuía el compromiso general de los empleados. Estos empleados se veían disuadidos de realizar proyectos innovadores por miedo a fracasar, a menudo guardaban secretos y hacían recortes o trampas para salir adelante.

Los empleados de una empresa con mentalidad de crecimiento tenían un 47% más de probabilidades de decir que tenían compañeros dignos de confianza, un 34% más de probabilidades de sentirse comprometidos con la empresa, un 65% más de probabilidades de decir que la empresa apoya la asunción de riesgos y un 49% más de probabilidades de decir que la empresa fomenta la innovación7 . En última instancia, requiere dedicación y trabajo duro por parte de los directivos, especialmente a la hora de tomar decisiones de contratación. Las empresas que contratan y promocionan dentro de sus filas, en lugar de buscar reflexivamente a personas de fuera, tienen más probabilidades de adoptar una mentalidad de crecimiento. En lugar de hacer hincapié en las credenciales y los logros pasados, las empresas con mentalidad de crecimiento valorarán el potencial y la pasión por aprender.

Controversias

Las ideas de Dweck sobre las mentalidades de crecimiento y fija se han distorsionado un poco en sus traducciones.13 Como resultado, Dweck ha abordado tres conceptos erróneos comunes, siendo el primero una "falsa mentalidad de crecimiento", que es cuando las personas dicen que tienen una mentalidad de crecimiento cuando no es así. Esencialmente, la popularidad de la mentalidad de crecimiento ha hecho que se perciba como más simple de lo que realmente es.6

La gente tiende a confundir tener una mentalidad de crecimiento con tener una mentalidad abierta o una visión positiva de la vida, que en última instancia son cualidades que la gente cree que siempre ha tenido.13 Un profesor puede aplaudir a un niño por esforzarse en un examen fallido, porque cree que al hacerlo fomentará una mentalidad de crecimiento.6 Sin embargo, este tipo de elogios vacíos es uno de los problemas para los que se desarrollaron las mentalidades de crecimiento.

La cuestión de la "falsa mentalidad de crecimiento" está ligada a otro concepto erróneo común, que es que la mentalidad de crecimiento consiste únicamente en elogiar y recompensar el esfuerzo.13 Aunque el apoyo es importante, los resultados también lo son. En lugar de limitarse a elogiar el esfuerzo, Dweck sugiere que se elogie el esfuerzo que ha conducido al resultado o al progreso del aprendizaje, animando a la persona a encontrar otra estrategia de aprendizaje.6 En el contexto escolar, los alumnos deben saber que necesitan algo más que esfuerzo cuando están atascados: deben saber cuándo pedir ayuda y cuándo utilizar determinados recursos.

El tercer concepto erróneo es que el mero hecho de decir y creer que se tiene una mentalidad de crecimiento dará como resultado el éxito.13 Una empresa que tiene una declaración de objetivos con valores de crecimiento, capacitación e innovación es genial, pero no significa nada si la empresa no aplica políticas para hacer que ese crecimiento y esa capacitación sean alcanzables. Dweck subraya la importancia de que las organizaciones fomenten la asunción de riesgos y apoyen la colaboración para encarnar realmente una mentalidad de crecimiento.

Incluso si superamos estos conceptos erróneos, Dweck reconoce que no es tan fácil alcanzar una mentalidad de crecimiento como la gente puede pensar.13 ¿Por qué? Porque todos tenemos desencadenantes que nos hacen volver a una mentalidad fija. Cuando recibimos críticas o nos comparamos con los demás, podemos ser víctimas de la inseguridad y la actitud defensiva, dos respuestas que inhiben el crecimiento. Ciertos entornos también pueden estar estructurados para ser desencadenantes de la mentalidad fija, como trabajar en una empresa que fomenta la competencia entre los empleados.

Por supuesto, las personas pueden aprender a identificar y trabajar en torno a sus desencadenantes de una mentalidad fija.13 Dweck espera que al hacer más accesibles los recursos, las personas puedan reconocer cuándo aparece su "persona" de mentalidad fija y cómo encontrar respuestas distintas a la inseguridad o la actitud defensiva. Uno de estos recursos es la edición de 2016 de Mindset: La nueva psicología del éxito, que se ha actualizado para abordar la falsa mentalidad de crecimiento.6

Estudio de caso

Desventajas económicas y rendimiento académico

En el rendimiento académico influyen muchos más factores que la puntuación del cociente intelectual de un alumno, como su situación socioeconómica y factores psicológicos (como sus creencias sobre sus capacidades).15 Se ha demostrado que las desventajas económicas influyen en el rendimiento académico a través de muchos mecanismos diferentes, como mayores niveles de estrés, menor acceso a los recursos y una nutrición deficiente. Por ello, los investigadores chilenos se interesaron por saber si la mentalidad de los estudiantes -en concreto, tener una mentalidad de crecimiento- podía amortiguar los efectos de las desventajas económicas en el rendimiento académico.

Todos los alumnos chilenos de 10º curso de una escuela pública respondieron a una encuesta nacional, en la que se registró el estatus socioeconómico de sus familias y se evaluó la mentalidad de los alumnos en relación con la inteligencia y si ésta puede desarrollarse.15 Utilizando una versión de la escala de mentalidad de Dweck, los alumnos que estaban de acuerdo con afirmaciones como "Puedes aprender cosas nuevas, pero no puedes cambiar la inteligencia de una persona" se clasificaron como de mentalidad fija, mientras que los que no estaban de acuerdo se clasificaron como de mentalidad de crecimiento. Los estudiantes que no estaban seguros de las afirmaciones sobre la inteligencia se clasificaron como de mentalidad mixta.

Los investigadores descubrieron que los estudiantes que tenían una mentalidad de crecimiento superaban sistemáticamente a los que no la tenían, en todos los niveles socioeconómicos y a escala nacional.15 En cuanto a la mentalidad y las desventajas económicas, los estudiantes con los ingresos familiares más bajos tenían el doble de probabilidades de manifestar una mentalidad fija, en comparación con los estudiantes de familias con los ingresos más altos. Además, tener una mentalidad fija era un predictor aún más fuerte del rendimiento académico para los estudiantes de familias con bajos ingresos. Sin embargo, en el caso de los estudiantes con bajos ingresos que tenían una mentalidad de crecimiento, esta mentalidad amortiguaba los efectos de los bajos ingresos en el rendimiento académico.

Basándose en estos resultados, los investigadores sugirieron que las desigualdades estructurales, como el estatus socioeconómico, pueden dar lugar a desigualdades psicológicas, como la diferencia entre una mentalidad de crecimiento o una mentalidad fija.15 Estas desigualdades psicológicas pueden reforzar el impacto de las desigualdades estructurales en el rendimiento académico, dando lugar a un ciclo interminable de desventajas para ciertos niños. Estos resultados ponen de relieve la importancia de reconocer las desigualdades estructurales, como el bajo nivel socioeconómico, y de aumentar el acceso a los recursos para quienes más lo necesitan. Si las escuelas dieran prioridad a la nutrición de los alumnos, por ejemplo, es posible que esto permitiera a los estudiantes centrar sus esfuerzos en el rendimiento académico en lugar de en su dieta, mejorando posteriormente su acceso a futuras oportunidades.

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Carol Dweck

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Teoría de la mentalidad

La mentalidad de crecimiento es sólo un extremo del espectro de la teoría de la mentalidad, con la mentalidad fija en el otro extremo. Para conocer más aplicaciones generales o críticas de la obra de Dweck, o casos prácticos que han puesto a prueba la teoría de la mentalidad, lea este artículo.

Fuentes

  1. Dweck, C. S. (2007). Mindset: La nueva psicología del éxito. Random House.
  2. Gollwitzer, P. M. (1990). Fases de acción y mentalidades. En The Handbook of Motivation and Cognition: Foundations of Social Behavior (Vol. 2, pp. 52-92). Guilford Press.
  3. French, R. P. (2016). La confusión de las mentalidades: Conceptualizaciones y caracterizaciones divergentes de la teoría y la praxis de los mindsets. Revista Internacional de Análisis Organizativo, 24(2), 673-691.
  4. McInerney, L. (2015, 25 de junio). Carol Dweck, profesora de psicología de la Universidad de Stanford. Schools Week. https://schoolsweek.co.uk/carol-dweck/
  5. Wilson, J. (2014, 19 de febrero). Lo que tu puntuación de CI no te dice. https://www.cnn.com/2014/02/19/health/iq-score-meaning/index.html
  6. Gross-Loh, C. (2016, 16 de diciembre). Cómo los elogios se convirtieron en un premio de consolación. The Atlantic. https://www.theatlantic.com/education/archive/2016/12/how-praise-became-a-consolation-prize/510845/
  7. Cómo pueden beneficiarse las empresas de una "mentalidad de crecimiento". (2014, noviembre). Harvard Business Review. https://hbr.org/2014/11/how-companies-can-profit-from-a-growth-mindset
  8. Carol Dweck. (sin fecha). Perfiles de Stanford. https://profiles.stanford.edu/carol-dweck
  9. Sobre nosotros. (2017). Mindset Works. https://www.mindsetworks.com/about-us/default
  10. Dweck, C. S. (2014, noviembre). El poder de creer que puedes mejorar. https://www.ted.com/talks/carol_dweck_the_power_of_believing_that_you_can_improve
  11. Premios a los mentores de la APS 2019. (2019, 29 de marzo). Asociación para las Ciencias Psicológicas. https://www.psychologicalscience.org/observer/2019-aps-mentor-awards
  12. La ciencia. (2017). Mindset Works. https://www.mindsetworks.com/science/
  13. Dweck, C. S. (2016, 13 de enero). Qué significa realmente tener una "mentalidad de crecimiento". Harvard Business Review. https://hbr.org/2016/01/what-having-a-growth-mindset-actually-means
  14. Dweck, C. S. (2010). Incluso los genios trabajan duro. Liderazgo Educativo, 68(1), 16-20.
  15. Claro, S., Paunesku, D., y Dweck, C. S. (2016). La mentalidad de crecimiento atenúa los efectos de la pobreza en el rendimiento académico. Actas de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de América, 113(31), 8664-8668.

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