Eliminar barreras al seguro de invalidez en Estados Unidos
0 min read
En Estados Unidos, la legislación vigente impone un largo periodo de espera a la mayoría de las personas que solicitan el Seguro de Incapacidad de la Seguridad Social (SSDI). Salvo en casos específicos, los solicitantes se enfrentan a un lapso de cinco meses entre la aprobación de su solicitud y el momento en que reciben su primer pago.
Este periodo de espera es una reliquia de una época anterior de la historia estadounidense, basada en ideas anticuadas sobre lo que significa ser discapacitado. En la década de 1970, las prestaciones por incapacidad sólo se concedían a las personas cuya incapacidad significaba que nunca podrían volver a trabajar. El periodo de espera obligatorio se instituyó para garantizar que sólo las personas "verdaderamente" discapacitadas tuvieran derecho a la ayuda.
Desde entonces, nuestro concepto general de discapacidad ha evolucionado y se ha ampliado para reflejar una diversidad mucho mayor de experiencias. Las discapacidades pueden adoptar todas las formas y tamaños; algunas son temporales, mientras que otras son permanentes; algunas fluctúan en cuanto a su gravedad, mientras que otras permanecen invariables. En vista de todo ello, en los años ochenta se modernizó la definición de "discapacidad" para permitir la reincorporación al trabajo. Sin embargo, el periodo de espera sigue siendo el mismo.
El periodo de espera de cinco meses puede tener consecuencias devastadoras para los solicitantes del SSDI y sus familias. Por término medio, las personas tardan siete meses en recibir una decisión sobre su solicitud, lo que significa que, en total, las personas que tienen la suerte de recibir la aprobación inicial se quedan sin ingresos durante todo un año. Esto crea una inmensa tensión financiera, que a veces culmina en la quiebra.
Debilitamiento del sistema
Un bufete de abogados internacional se puso en contacto con TDL para cambiar el statu quo. Estaban preparando un escrito, para presentarlo ante los legisladores estadounidenses, que proponía una opción de pago alternativa: eliminar el periodo de espera y ajustar muy ligeramente los pagos de prestaciones para compensar. Con el nuevo sistema, los solicitantes podrían elegir el calendario de pagos que prefirieran, sin costes adicionales para el gobierno o los contribuyentes.
Trabajamos para el bufete de abogados de forma gratuita, asesorando sobre el diseño conductual del informe. Al fin y al cabo, los legisladores también son personas y tienen los mismos sesgos cognitivos que el resto de nosotros. Nos basamos en años de investigación sobre la forma en que la gente piensa, procesa la información y toma decisiones, para que el documento fuera lo más eficaz y persuasivo posible.
Reformular la política pública
Los principios de la ciencia del comportamiento pueden ayudarnos a crear materiales más capaces de captar y mantener la atención de la gente y conseguir que actúen en función de lo que acaban de aprender.
Un ejemplo es el efecto de encuadre. Las investigaciones demuestran que la forma en que se presenta la información influye mucho en el modo en que la gente la procesa. Aunque pueda parecer un cambio insignificante, un simple cambio de encuadre puede suponer un mundo de diferencia si convence a un lector potencial para que preste atención.
¿Qué hay en un nombre?
Uno de los principales retos que afrontamos en este proyecto fue encontrar el marco ideal para la propuesta de nuestro cliente. Revisamos la bibliografía publicada sobre las actitudes hacia las prestaciones de la seguridad social y probamos una amplia gama de posibles nombres para la propuesta política con el fin de entender cómo los percibirían los lectores. Pedimos a los participantes en el estudio que leyeran un resumen del nuevo sistema de pago propuesto y, a continuación, valoraran su acuerdo con una serie de afirmaciones.
Nuestros datos mostraron lo impactante que puede ser el marco correcto (o incorrecto). Por ejemplo, el 77% de los participantes que leyeron sobre el plan de "distribución equitativa" creían que esta política reflejaba los valores estadounidenses, mientras que sólo el 58% de los que leyeron sobre el plan "acelerado" dijeron lo mismo.
Pequeños cambios, grandes repercusiones
No solemos pensar en la experiencia del usuario cuando se trata de asuntos como los informes políticos. Pero lo cierto es que cualquier material que pretenda influir en la toma de decisiones puede beneficiarse de una perspectiva de diseño conductual. Al aprovechar el poder de las técnicas de cambio de comportamiento basadas en pruebas, las organizaciones como nuestro cliente pueden asegurarse de que su trabajo causará una verdadera impresión en las personas a las que tienen que llegar.