Two older adults smiling and standing in a field of flowers.

Proteger a los inversores mayores del fraude financiero

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Se calcula que en Estados Unidos las personas mayores pierden cada año 3.000 millones de dólares por estafas financieras. Esta cifra debería ser asombrosa, pero lo cierto es que nuestra cultura se ha vuelto complaciente con los riesgos financieros a los que nos enfrentamos en la vejez. El simple uso del lenguaje "estafa de la abuela" o "estafa del abuelo" atestigua el hecho de que el abuso financiero de las personas mayores se ha normalizado en nuestro mundo cada vez más digital.

Pero aunque el envejecimiento sea inevitable, el fraude financiero en la vejez no lo es. Nuestro equipo de investigación quería entender: ¿por qué los adultos mayores tienden a ser más susceptibles a situaciones fraudulentas y cómo podemos prevenir este fenómeno?

¿Por qué las personas mayores son más susceptibles al fraude financiero?

Las decisiones financieras ya son algunas de las más estresantes que tomamos. Estas complejas decisiones son cada vez más difíciles de tomar a medida que envejecemos. Se calcula que solo en Estados Unidos las personas mayores pierden 3.000 millones de dólares al año por estafas financieras.

Pero las personas mayores no son más susceptibles al fraude financiero simplemente por su ingenuidad o sus limitados conocimientos tecnológicos. Lo que hace a los adultos mayores vulnerables a las estafas es la forma en que nuestro cerebro cambia a medida que envejecemos.

La literatura científica sobre el comportamiento ofrece algunas ideas clave sobre por qué somos más susceptibles al fraude financiero a medida que envejecemos. En general, la investigación ha descubierto que los adultos mayores confían más en el pensamiento del Sistema 1 -el rápido, automático e inconsciente- que en el del Sistema 2, que aprovecha la inteligencia fluida para razonar y resolver los problemas de forma deliberada.1

A los adultos mayores también les resulta más difícil navegar por una amplia gama de opciones. Abrumados por las opciones que tienen a su disposición, los adultos mayores tienden a confiar más en la heurística cognitiva, lo que a su vez conduce a una peor toma de decisiones.2 La disminución de la aritmética (o fluidez con los números) también aumenta el riesgo que enfrentan los adultos mayores.3

Sin visión de conjunto

Pero hay otra razón importante por la que las personas mayores pueden ser más susceptibles al fraude financiero. Esto se debe a que son propensos a prestar mucha atención a los detalles, mientras que ignoran el panorama general, un fenómeno que también se conoce como interpretación de bajo nivel. Esta predisposición a pensar en los detalles en el presente (véase el heurístico de disponibilidad y el sesgo de prominencia) puede aumentar la vulnerabilidad en entornos de toma de decisiones financieras.

Esto es especialmente preocupante porque muchos correos electrónicos fraudulentos aprovechan la urgencia de "actuar ahora". Por ejemplo, una estafa de lotería extranjera podría incluir un mensaje como el siguiente: "Envíe un depósito de 200 dólares en las próximas 24 horas para reclamar sus ganancias de lotería". Esto pone en primer plano la presión para actuar con rapidez. Los sesgos hacia las acciones presentes se amplifican cuando las consecuencias de ciertos comportamientos se sentirán mucho más tarde en el futuro.

Tal vez, entonces, fomentar el pensamiento abstracto, o la "interpretación de alto nivel", promovería el pensamiento crítico sobre las decisiones financieras en las poblaciones de mayor edad. Nuestra hipótesis era que la incorporación de cuestionarios personales de evaluación del riesgo financiero en los entornos de toma de decisiones de inversión promovería eficazmente el pensamiento abstracto y, en última instancia, reduciría la susceptibilidad al fraude financiero entre los adultos mayores (de más de 60 años).

Poner a prueba nuestra hipótesis

En nuestro experimento participaron 102 encuestados norteamericanos divididos en cohortes de igual tamaño de jóvenes (18-25) y mayores (60+). Los participantes fueron asignados aleatoriamente a un grupo de tratamiento o de control. A ambos grupos se les envió un correo electrónico sobre una oportunidad de inversión, que incorporaba muchas de las señales de alarma habituales en los anuncios fraudulentos.

Tras leer el correo electrónico, los encuestados evaluaron la propuesta en varios aspectos, como el atractivo, la disposición a invertir y el riesgo percibido. La intervención para el grupo de tratamiento consistió en una evaluación del riesgo financiero personal, que los encuestados completaron antes de ver y evaluar el correo electrónico.

Oportunidad de inversión fraudulenta ofrecida a los participantes en el experimento. Según la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, las estafas financieras son cada vez más frecuentes en Internet.

Cómo un simple truco mental apunta al potencial de reducir la susceptibilidad

Al comparar los grupos de tratamiento y control, observamos un efecto significativo de la intervención en las puntuaciones de susceptibilidad de los mayores de 60 años. El grupo de control que no completó la evaluación del riesgo financiero personal era mucho más propenso a considerar que la oportunidad financiera era atractiva y digna de confianza, y manifestaron una mayor disposición a invertir. Además, no se observó ningún efecto de la intervención en el grupo de 18-25 años, lo que sugiere que la intervención se dirigió específicamente a los déficits cognitivos asociados a la vejez.

Este gráfico muestra los efectos de una intervención de Evaluación de Riesgos Financieros Personales sobre la susceptibilidad a la estafa financiera en personas de 18 a 25 años frente a personas mayores de 60 años. Esta intervención fue eficaz en la reducción de la susceptibilidad (p < 0,05), pero sólo en el grupo de 60 años o más, lo que sugiere que puede dirigirse específicamente a los déficits de decisión relacionados con el deterioro cognitivo.

Principales conclusiones

A medida que el mundo se vuelve cada vez más digital y la población envejece, las estafas financieras pueden volverse más comunes. Cuantas más herramientas podamos proporcionar a las poblaciones vulnerables para protegerse de "caer en la trampa", menos víctimas habrá que se enfrenten a las consecuencias negativas.

En general, los puntos clave que hay que extraer de este artículo son los siguientes:

  • Aunque personas de cualquier edad pueden ser víctimas de un fraude financiero, las personas mayores son las que corren mayor riesgo debido a los cambios en su funcionamiento cognitivo.
  • Los sesgos hacia el pensamiento "orientado al detalle" frente al "pensamiento global" en las poblaciones de mayor edad aumentan la susceptibilidad general al fraude financiero.
  • Intervenciones como las evaluaciones de riesgos personales, que incitan a "pensar en conjunto", fomentan el pensamiento crítico y pueden, a su vez, reducir la susceptibilidad al fraude financiero.
  • Nuestros hallazgos apoyan la literatura existente, que demuestra que los adultos mayores cambian estratégicamente sus modos de decisión preferidos de ser deliberativos a estar más basados en la heurística con el fin de compensar las disminuciones cognitivas en el funcionamiento diario.

Referencias

  1. Peters, E., Finucane, M. L., MacGregor, D. G., & Slovic, P. (2000). The bearable lightness of aging: Judgment and decision processes in older adults. The aging mind: Opportunities in cognitive research, 144-165.
  2. Besedeš, T., Deck, C., Sarangi, S., & Shor, M. (2012). Estrategias de toma de decisiones y rendimiento entre las personas mayores. Journal of economic behavior & organization, 81(2), 524-533.
  3. Best, R., y Charness, N. (2015). Age differences in the effect of framing on risky choice: A meta-analysis. Psychology and Aging, 30(3), 688-698. https://doi.org/10.1037/a0039447
  4. Denburg, N. L., Tranel, D., & Bechara, A. (2005). The ability to decide advantageously declines prematurely in some normal older persons. Neuropsychologia, 43(7), 1099-1106. https://doi.org/10.1016/j.neuropsychologia.2004.09.012
  5. Grable, J. E., McGill, S., & Britt, S. (2011). Sesgo de estimación de la tolerancia al riesgo: el efecto de la edad. Journal of Business & Economics Research (JBER), 7(7). https://doi.org/10.19030/jber.v7i7.2308
  6. Kannadhasan, M. (2015). Tolerancia al riesgo financiero de los inversores minoristas y su comportamiento de asunción de riesgos: The role of demographics as differentiating and classifying factors. IIMB Management Review, 27(3), 175-184. https://doi.org/10.1016/j.iimb.2015.06.004
  7. Perez, A. M., Spence, J. S., Kiel, L. D., Venza, E. E., & Chapman, S. B. (2018). Procesos Cognitivos Influyentes en los Sesgos de Encuadre en el Envejecimiento. Frontiers in Psychology, 9, 661. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2018.00661
  8. Reed, A. E., y Carstensen, L. L. (2012). La teoría detrás del efecto de positividad relacionado con la edad. Frontiers in Psychology, 3. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2012.00339
  9. Roalf, D. R., Mitchell, S. H., Harbaugh, W. T., & Janowsky, J. S. (2012). Riesgo, recompensa y toma de decisiones económicas en el envejecimiento. The Journals of Gerontology: Series B, 67B(3), 289-298. https://doi.org/10.1093/geronb/gbr099
  10. Sumit Agarwal, John C. Driscoll, Xavier Gabaix y David Laibson. (2009). La edad de la razón: Financial Decisions over the Life Cycle and Implications for Regulation. Brookings Papers on Economic Activity, 2009(2), 51-117. https://doi.org/10.1353/eca.0.0067
  11. Weller, J. A., Levin, I. P., & Denburg, N. L. (2011). Trayectoria de la toma de decisiones arriesgadas para ganancias y pérdidas potenciales desde los 5 a los 85 años. Journal of Behavioral Decision Making, 24(4), 331-344. https://doi.org/10.1002/bdm.690

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